RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

jueves, 31 de marzo de 2016

POEMA PARA RAMÓN

Poema para el señor, Ramón llanes.


Ramón llanes es sobre un folio,el Quijote de la palabra, unión de mente y pluma donde día a día el poeta nace.
Poeta manantial de vida y sentimientos, libros que sus ojos devoran y esconden..sabiduría que en su alma se acumulan para guardarlos con los recuerdos más amados.
Poeta que aclama por mundo herido de muerte, que sueña y enseña a decir NO a la mediocridad, poesía que transforma la desesperación en hombre de paz.
Poeta que en sus ojos retrata el pan de cada día, que contempla el campo abierto, los ríos, los lirios y las tranquilas aguas...para dar paso al fandango que despierta el alma y enciende la sangre..

Rosa Veiga.

DE LO HUMANO

 
DE LO HUMANO

Arriesgarse a escribir del temple en la calle treinta y dos de la manzana este del barrio nostálgico de una ciudad vieja, con ojos en el puente que indica el paso del río, los nubarrones en el sitio de siempre cortándose intencionadamente la luz a la hora más fría del día más frío, costando una inmensidad poder calentarse la única cacerola de la subsistencia, quedando helados los niños en el salón sin cortinas y lleno de miedos. No hay luz en casa, vinieron a desarmarla, se llevaron el calor y dejaron más miedo, se quemaron de indiferencias, cerraron las puertas para que no entrara el frío que ya vivía allí y tropezaron también con el hambre de enero en aquel almacén de cuerpos inanimados por la dureza de la insolidaridad.
Falta sangre de cero negativo en un hospital del barrio nuevo, aquel que se divisa cuando se cruza la rotonda de la escultura de un militar condecorado, un sitio donde se padece la multiplicidad del dolor que se quema y contagia de dentro afuera como una cascada de fuego, allí mismo, en ese hospital donde tantos sueños se quedaron, donde no han cortado la luz porque falta sangre de cero negativo y esperan que llegue un compromiso con urgencia.
Avisan, mientras, en los plasmas, que la vida se pone cada día más fácil, que es una realidad encontrar un hueco en cualquier hueco, que se acabó el deshonor en el salario y se acabó la tristeza en los hogares. Y avisan que, pronto, por esta condición de progreso, por este estado de gracia venido a más, por tanta dulcificación en el entorno, por las penas pasadas, por la voluntad de los gerifaltes, anuncian convocatoria de elecciones para sorprender al enemigo -que es el ciudadano-, para concederse un nuevo baño de multitudes a los victoriosos, para deleznar con más poder las ejecuciones, para que se pueda cortar la luz sin riesgo jurídico, para que siga faltando sangre y medicamento de hepatitis, para que la sociedad apruebe las conductas y para que todas las cosas tengan un soporte de justificación suficiente como para evitar una manifestación, una protesta, una demanda o una cárcel.

Ramón Llanes.

A QUIENES SE FUERON DEL SUR

 
A QUIENES SE FUERON DEL SUR.


El Sur te mandará el abrazo
fuerte del encuentro
y te esperará con el traje
nuevo de domingo.
El Sur quiere empadronar
tu voz en sus quejíos
y recibirte a sombra de la higuera.
El Sur te llama, compañero,
y te invita a compartir
la fiesta secular de cada día.


Ramón Llanes. (de ÁMBITO SUR)

CRECEN HISTORIAS

EN ESE LUGAR (Dedicado a la obra FÁBULA DEL VACÍO de Ramón Llanes)

“Cuando persigues tus sueños más felices, 
se abren puertas allá donde no hay puertas. Joseph Campbell”


 Aún crecen historias 
en ese lugar sin nombre. 
Se perfilan las horas que vagan sobre la tierra, 
tímidas, tras el tallo que se estremece. 
Y los sueños se funden 
en una gota de agua 
como el insecto devora todos los impulsos. 
Como las hojas tiemblan ante la lluvia. 
Como las sílabas fenecen 
ante la ingrata madrugada. 
Como la libélula esparce su vuelo entre las acacias. 
Como la mentira aguarda el pulso del vacío. 
Es un lugar alejado del tiempo... 
Solo se respira el perfume de la tinta fecundada 
por los jazmines, los árboles repiten sus dones, 
las espinas no hieren y el viento trenza lunas rojas. 
En ese lugar sin nombre… las sombras inventan estíos 
y olvidan que un día fueron ángeles de hierro.


María José Domínguez

martes, 29 de marzo de 2016

YO ESCRIBO

 
Yo escribo

Yo escribo, tu lees, él escucha, nosotros pronunciamos un discurso, vosotros no acabáis de comprenderlo , ellos hacen una fugaz crónica destructiva y al final todos quedamos, -entre comillas-, satisfechos por haber contribuido al realce de este estilo literario, a veces tan en desuso. Diremos que hubo lucidez, (exigencias del proceso) y diremos, para no pecar de amarillistas, que la cuestión de fondo superó con creces las formas en la expresión completa del texto. Y a otra cosa.

 
Ramón Llanes

YO ESCRIBO

 
Yo escribo




Yo escribo, tu lees, él escucha, nosotros pronunciamos un discurso, vosotros no acabáis de comprenderlo , ellos hacen una fugaz crónica destructiva y al final todos quedamos, -entre comillas-, satisfechos por haber contribuido al realce de este estilo literario, a veces tan en desuso. Diremos que hubo lucidez, (exigencias del proceso) y diremos, para no pecar de amarillistas, que la cuestión de fondo superó con creces las formas en la expresión completa del texto. Y a otra cosa.


Ramón Llanes

YO NO IRÉ

 
YO NO IRÉ



Que las manifestaciones son charangas lúdicas de nuevo cuño inventadas para los baños de popularidad del político anhelante que en otro foro no encuentra. Que son símbolos excretorios de caducidad, nostalgia y vanagloria. Que se cuecen en ollas conservadoras y sirven para la agitación, el aturdimiento, la gresca, la confusión y el cinismo. Que también para refrendar entre los suyos que nadie está más legitimado que ellos para el poder y son los únicos faunos de esta selva.
A esta milonga de esta tarde no me llamaron, saben que no debían llamarme; y no iré, tampoco iré a esta ni a la de mañana. Allá ellos con su clan de dogmáticos obispos, sus conversas víctimas del terrorismo, sus compadres de la guerra; allá con sus miserias de discursos, con sus torpezas, con sus censuras, con sus intolerancias y sus desprecios por la paz y la vida.
Que tampoco llamen para esta soberbia a los excluídos homosexuales, a las prostitutas, a los andaluces que tantas veces dañaron, a los muertos en Irak y en las cercanías de Atocha un 11-M. Que no llamen a los poetas ni a los artistas ni a los intelectuales que se les subieron a las barbas cuando anunciaron su guerra.
Que no insulten a quienes no estemos y luego, si algo grave y violento sucede, que den un paso adelante y asuman responsabilidad y culpa, sin involucrar, sin levantar banderas.


Ramón Llanes. 7-3-07

ARTURO EL BUENO

 
ARTURO, EL BUENO.


Los seres importantes, este año, se mueren en abril, también Arturo, el bueno, desapareció. La noticia no ha trascendido, casi ni en el pueblo; víctima de una dolorosa enfermedad, empotrado en una cama, con el silencio como tónica general, sin queja, sin familia que le aliviara la agonía del alma, sin amigos con quien encender los últimos cigarros, sin apenas voz, se despidió de todos con una sonrisa, agradeció el cuidado recibido al personal de aquel geriátrico, dijo “os quiero” y se fue de la vida sin murmullos. Exactamente el sábado, sobre las 21,40 horas. Arturo no era Papa y solo nosotros, los que recibíamos su afecto, lo enterramos con la dignidad que se mereció, estuvimos un rato mirando cómo le abrían la puerta de la inexistencia, nos fuimos y le dejamos allí tan solo como anónimo.
Arturo no era Papa, pero era bueno y fue grande, más grande que nadie en dar, en entregarse, en amar, en sonreír, en honestidad ; tenía todos los valores que caben a un hombre. Era apaciguador, atento, alegre, extrovertido y la persona menos violenta jamás pensada. Arturo, digo, era grande, pero no era Papa y, por cierto, tampoco presidía un principado de un país pequeño.
Desde el sábado hasta hoy han muerto muchos Arturos, que no son ni el Papa, ni Rainiero. Si la gloria está para premiar a los buenos, si existe ese lugar, pido para Arturo el bueno y para todos los Arturos que ocupen el mismo lugar que el Papa y que los traten a todos por igual.
Quizá Arturo el bueno nunca existió pero han existido y existen seres tan distinguidos y esenciales que, al menos en mí, alcanzan más gloria que el Papa.


Ramón Llanes.

ARENA PISADA

 
ARENA PISADA


Estarás con los ojos puestos en el único horizonte que te deja la mar, lejano, inalcanzable, como los deseos, como los sueños; pero tendrás los pies acariciados de arena húmeda, en la ola que no se cansa de mojarte, en el trazo de la brisa. O tendrás las manos troquelando una figura surgida de tu entusiasmo, pero habrás conocido cómo se toca una piel imperfecta. O tendrás el pensamiento pendiente de un espasmo que alerte la consigna de un tiempo que nace para no perderse. O estarás en el pico más alto de una nube sin agua esperando un resultado de descanso, pero sabrás que de la nube se cae, a veces. O irás a las cumbres, a los roquedos, a las correntías, a pactar con tu conciencia, pero la luz la llevarás en los morrales, inquieta y avispada.
Andarás campos, cornisas, planicies, hasta que todo aquello parezca libertad, donde el grito tenga siempre la respuesta del eco y sea impúdico volver. Allá, donde estén los materiales del universo, arena pisada, luz soberbia, deseos corrientes, la vista alargará la tarde y se dejará querer si se abraza; mientras, los huracanes dejados pasarán a la moda antigua, a la despensa.
Alguien tocará tu espalda anunciando el regreso y desde entonces lo cotidiano te será mediocre e insulso, pero no habrás olvidado la complicidad con la arena, con tu tiempo, contigo.


Ramón Llanes. 26.6.14

CAVILACIONES DEL DÍA

 
CAVILACIONES DEL DÍA.

Me he sentado a la par que el libro
para tres palabras de envidia,
para soñar, si puedo, tres veces igual,
para aterirme a un cansancio de valentía.
Hoy se me cayó el sentido de vivir
en tres burdas ocasiones,
en tres miserias.
Un saludo incompleto,
una ignorancia,
un mal resultado.
Menos que llorar es cualquier cosa
y yo siempre soy menos que mirar,
que ni a mirar me atrevo,
siempre menos, siempre menos,
acostumbrado a poco más.
Me han llovido las ganas de un borrón al día
pero me vino ciego y sin sombras,
atardeció como si nada
mientras en su mesa sobraron tres migajas
de nada.
Me ha faltado tiempo para tomarle el cariño propio,
para enterrarle también me faltó tiempo
y para odiarle.
Le dejo una página blanca en el diario
borrados los números de las fechas,
tachadas las horas, roto el santoral.
Y mañana lo hará bueno, si cabe, si tiene oficio,
si le sobran tres rayas para escribirle el atardecer.
El futuro solo recordará la tristeza,
jamás existirá para los poetas,
jamás vendrá a reinar en trápalas y maldiciones,
se le partieron tres motores de andar
y dejó aceite en los arcenes,
manchas negras, calenturas.
Ni un adiós cerrado ni un bostezo,
ni una pantomima, ha merecido.
Con tres pésames le arriendo el olvido.

R. Llanes17-9-98

lunes, 28 de marzo de 2016

ANSIEDAD

 

ANSIEDAD.


Fíjate, hermano lobo, has cazado la pieza y has perdido la ansiedad; habías escrito en tus ojos solo el deseo de llegar y apresar y te quedaste en eso, luego perdiste el placer de disfrutarla. Como el lector que ignora el resultado de la historia, como el niño que no aprendió a manosear el juguete, solo a encontrarlo; como la luna que acaba el ciclo sin interesarse por las ráfagas de luz que se dejara en las oscuridades o como el hombre que llega, a veces, sin saber para qué. Pérdida de la ansiedad, moda nueva, de arraigo actual, de aceptación general.
No discuto, hermano lobo, tu hambre, discrepo de tus deseos, del ansia para después del deseo, del gozo que no te produce la victoria, de la emoción que no le pones a la batalla; discrepo de tu manera de no lamer tus zarpas al recibir el trofeo. Imagino que posees tantos que ya no te halagan o imagino que no te altera el entusiasmo una meta más, pero discrepo, te falta ansiedad. Para correr, para la estrategia del combate, para la mirada; tu alma, imagino, necesitará el alimento de todas las sustancias que espiritualizan tu rol en el contenido de esta selva donde te dieron luz y cuerpo para vivir.
Es tu mundo un cuadernillo de letras sin calidad, hambre y pocas cosas, que limitan el sentimiento a ello; y hasta tu loba te escasea en detalles, la seducción, la preñez, la parida, la nacencia; le quitas la ansiedad y se queda en animalada, en rutina. Y no me discutas, hermano lobo, casi te diré que no estoy ahora para sermones de santos, ni dogmas, ni monsergas; no olvides la ansiedad y punto.



Ramón Llanes.

ANÓNIMO A SU PESAR


ANÓNIMO, A SU PESAR.


Es de esos chiquillos andariegos y voluminosos que andan la calle a todas horas, cuando apenas se le ve, más se le nota, ataca hecho al tesón de morderse la vida para no perderla y consta que por poco en cada momento aniquila algo de ella. Quien le conoce sabe odiarle, se seduce a si mismo odiando, presume de ser odiado, roba un cuento en la esquina y cuenta un robo en la sombra de la farola. Aún no es hombre y ya ha dejado de temblar al sonido de las sirenas que le persiguen; aún no tiene edad para enloquecer, aún no ha gastado tiempo en sostenerse a base de compañía amorosa; es de esos chiquillos vivos que ha creado la calle para si mismo, para su equilibrio, para su vicio.
A todas las horas le han visto antes de un escaparate roto, de un asalto a la tienda de ropa, de un tirón; siempre aparece en el antes del chillido de la calle, luego se pierde en un silencio de golfería incapaz de devolverle pudor o arrepentimiento o dolor. Padecerá lo suyo sin que el margen de la acera lo sepa, sin que se acomode a ser víctima. Es su propio rey, el matón de las soledades, que llega de nosotros y nos destroza el prurito de bienestar que enseñamos. Él se aprovecha de nuestra educación y civismo; nos traza la línea con una mirada de macarra y solo nos pide dejar de ser anónimo para empezar a adorarle.


Ramón Llanes.

A PEPE RAMÍREZ, MI AMIGO

 
A PEPE RAMÍREZ JIMÉNEZ, MI AMIGO





Hacer acopio de amistad es bueno
y más de tí que con ardor me ofreces
la mano, la razón y me apetece
dedicarte un caudal contigo lleno.

Empezar valdrá, como un estreno,
a recorrer los sueños tantas veces
como te plazca, superar con creces
la dosis de pasión que nos tenemos.

Altos serán los cielos que te aguardan
como altos los premios de tu vida,
tan alto el pedestal de tu Esperanza

como el honor de Ernesto y de Cristina,
dos fotos a tu amor y semejanza,
tres regalos de dios por tanta estima.





19.03.1997.

SONETO DOLIENTE


SONETO DOLIENTE

Dedicado a Miguel Hernández



Aquí tu vida, en demasía dada,
nunca rendida al miedo ni a la muerte,
fuera de Rosal como última suerte,
fuera traición como primera espada.


De aquí tu vida, dolida y ajada,
huída del mal, se nos hizo fuerte;
castigo no fuera para tenerte,
condena no fuera por esperada.


De aquellos verdugos el odio queda,
de ti, la Vida, como una gloria,
de una elegía mil polvaredas.


Y son tus versos noble memoria
para este tiempo que el alma hereda
y el alma guarda como victoria. 




Ramón Llanes
Rosal de la Frontera
27 marzo 2010.

sábado, 26 de marzo de 2016

DIQUE PINO. THARSIS


NO DEJARÉ


NO DEJARÉ

No dejaré en las flores del sur

esquivado olvido,

vendré por mÍ para llevarme,

si a la libertad amaño,

a otro sur contagiado de estos versos;

no dejaré que me golpeen la boca

con aromas desconocidos,

no dejaré

que el viento me adelante.

 

 

Ramón Llanes (MEMORIA PRÓDIGO)

jueves, 24 de marzo de 2016

PRIMAVERA

 
PRIMAVERA.


Traigo cuarenta segundos de primavera,
en ellos, los primeros ácaros,
algunos trinos de celosías y celos,
la imaginación de todo cuanto
de estética tiene la vida en este trance;
traigo un manojo de flores
en sonrisa de solidaridad
por quien lo precisa,
un sereno para despertar a quien se sienta romántico
y tocarle con los nudillos del alma
su puerta sin cerrarse del todo;
traigo un detalle, que es un deseo alegre,
que es un pensamiento de suerte,
que es una parsimonia de acercamiento,
que es una amistad en un frasco,
que es un número de orden
para contemplar un atardecer,
que es un beso,
que es una primavera,
en pocas palabras.




Ramón Llanes.

PREGUNTAS

 
PREGUNTAS.


Me preguntan por la salud, por la familia, por el trabajo. Intercambiamos saludos de amigos mientras la calle nos aguanta a sol y frío la parada de a diario. Hablamos del tiempo y de las fiestas que se acercan. Me preguntan por los inconvenientes y las felicidades. Me preguntan de todo, como en una encuesta promíscua en datos. Y accedo, a veces discutimos en términos pausados. A veces proponemos soluciones a la infinidad de problemas de este mundo, como si estuvieran a nuestro alcance y nos atrevemos a opinar, a veces con arrebatos. Algo va mal y muchas cosas van bien, dependiendo del momento de la charla.
Me siguen preguntando por la vida, por esa vida vulnerable que todos llevamos dentro y por la otra vida inacabable que alguien dice que nos espera. Me preguntan por los vicios, por los deseos, hasta por los sueños. Y me preguntan por mis gustos en la mesa. Pero nadie me pregunta por mi alma. Solo, hace días alguien se atrevió a darme ánimos.





Ramón Llanes. 3.12.04.

DESCUIDANDO LA PAZ

 
DESCUIDANDO  LA PAZ



La Paz hecha pedazos,
miserablemente perdida,
descuidada, como un estorbo,
vendida en saldos de confort
y escaparates de miedo,
sin publicidad,
con engaños, con burlas,
aquí por el olvido,
allá por el honor,
siempre asomada a las conciencias
y nunca quedada, nunca despierta, nunca útil.
La Paz sin molde, indolente,
escondida en la basura
y en los despachos importantes
y en los anuncios de luces incoloras,
adornando las conciencias
de los trajes grises de la nación Europa,
mitigando el olvido
en la razón del presidente.
La Paz, guardada en la desilusión
de los sueños imposibles.



Ramón Llanes. 23.3.2016

DE LA LUZ

DE LA LUZ.

A punto de escribir se asomó la tarde por la cristalera del salón, invadiendo de costumbre la estancia y dejando al descubierto nuestra memoria, en un instante de luz extraña tantas veces vista. Parecía el sol que, a compás de una melancolía incierta y de una razón golosa, quería deshacer algo o dibujar el acabado de la pared en un tono ocre cálido a juego con la sorpresa de la hora; parecía un sol acomplejado o tímido, con lupa de fisgón en la retina, que se hacía al hogar en la primera entrada. Parecía también una mujer recién llegada, con chal de luces, tacón de charol y mirada insinuante; se reflejaban ambas en la trasera de la puerta, -tarde y mujer-, sostenían un halo de azul, prendían el tiempo y se despertaban.
Las letras minúsculas del teclado cumplían los pasos y sonaban en un clik armónico con la música de la tarde que fumigó de luz hasta el desván; la pantalla quiso competir con la claridad que tarde y mujer estaban dejando en el ámbito, amplió su diversidad lumínica, se retorció en las palabras, quedó intacta con su haz blanco, se dejó silenciar por el texto lírico, apareció y desapareció en centésimas de segundos, miró de soslayo la ventana, se hizo grande desde el pórtico interior y puso su transparencia inventada en el calidoscopio del mantel de hilo que tapaba cuidadosamente la mesa.
Mientras se conmovieron los sentidos por la deleitosa sinceridad del poema duró la visita. Allí permanecían pendientes a las manos la mujer y la tarde con sus signos externos de belleza queriendo meterse también en los versos, conspirando para merecerse y formar parte del alma que el poeta ponía en un cuerpo nuevo; permanecían con simulación inquietante de protagonismo, con avisos egregios: un suspiro, una atenuación de la sombra, un pálpito, un movimiento mínimo; el teclado era un mosaico de emociones que hacía arder el entusiasmo. La complicidad de los asistentes aumentó la grandeza del poema y de una nada sin emulsión supo la mujer firmar los versos más bellos que escribieran el teclado en la inspiración de un instante, cuando se asomara la tarde por la deseosa cristalera del salón.

Ramón Llanes. 23.3.2015

martes, 22 de marzo de 2016

LA PRIMAVERA Y MI TOS

 
LA PRIMAVERA Y MI TOS.


Desenfundó la primavera
su cálido perfume a lluvia,
y dejó en mi tos
un nudo lírico
con espasmos ardientes,
no tuve armonía para desvalijarla
del sonido imbécil,
me sometí al tiempo
y me sequé los ojos
mirando el estero de sal
que cubría el horizonte de mi Onuba.


Ramón Llanes. 21.3. 2106

LA MUERTE ES UN HOMBRE

 
LA MUERTE ES UN HOMBRE



No recuerdo hostilidad
tensa en mi estuche de lápices de colores,
en mi armario de chismes,
en mis libros;
no recuerdo a la muerte
con ojos de hombre
reservar un vuelo cualquiera
e inmolarse,
no tengo razón en mi memoria
para desprenderme del miedo
ni me asusta dios odiándome,
nada que no sea la concordia
figura en mi alfabeto
hasta la inquietud de la muerte
con ojos de hombre
que visita hoy mi conciencia
y me desnuda de voluntad
y me mata.



Ramón Llanes. 22.3.2016

lunes, 21 de marzo de 2016

AHORA QUE ES PRIMAVERA

 
AHORA QUE ES PRIMAVERA

Parecía un sueño irrealizable cuando los torrentes de agua imponían actitud y dictado, cuando un soplo de viento no amainaba en muchas horas, parecía que nunca llegaría al terreno humano aquello llamado primavera. Le costó su tiempo esta victoria, el invierno se puso furioso y combativo pero la fuerza natural contiene un volcán de garantías que la hace misteriosamente mágica y poderosa.
Ahora que es primavera se me ocurre llenarlo todo de limpio afán, corregir el limo que se apega en la arcilla, entonar ya esos cantos de entusiasmo y visionar la realidad con esta rehecha pasión.

Ramón Llanes. marzo 2016

TU LUZ Y LOS VERSOS

 
TU LUZ Y LOS VERSOS


Para andar por esta casa grande nuestra, palmera arriba, calle las bocas, berdigón, puerto, palacios, calle rico, las monjas, los sitios de piterilla y las empinadas de cabezos que guardan la solvencia de las sombras, los avisos constantes de palomas en las ampliaciones del día, las caras que se dibujan en las paredes de tanto pasar, las fuentes que dan frescor amable al ambiente, los niños que no se cansan y la luz de Huelva y los versos que se dicen a compás de paisaje, allá de Juan Ramón, sus espacios, sus tiempos, sus plateros, allá Lara en la contundencia de la nostalgia, allá Guzmán en sus universos, por aquí Diaz Trillo en gotas de sensibilidad y Cobos Wilkins en su tarea indeleble de versificar la vida, quienes hacen versos en los fandangos y cantan fandangos en los versos, quienes se mordisquean para entender que no están soñando, que esto es un lugar limítrofe a los paraísos, todas las luces puestas desde arriba con la sabiduría del sol que la deja aquí viviendo, desviviéndose y la jarana que le hacemos a la fiesta de esta luz que nos atraganta de tanta fogosidad y los niños queriendo cogerla y los versos por los bancos de las plazas, como mensajes, las cornisas altas de las murallas de palabras que tiene la ciudad por todos lados, y en todas las tardes los habitantes con su ración de esperanza y sus biznagas y el templete con las notas afinadas y la vida completa y plácida pasando de sosiego a emoción y todo lo que queda de embeleso en las miradas y un eterno enjuague de brisas y la luz apretando y nosotros en su conciencia, y qué más es posible pedir que no sea bucólico para hacer de Huelva el lugar del mundo que deseamos.

Ramón Llanes. 10.4.14.