RAMÓN LLANES
BLOG DE ARTE Y LITERATURA
lunes, 31 de octubre de 2016
LA ESPERA
LA ESPERA.
Parece un paraíso pequeño, con sol a muchas horas, arboleda abundante, brisa cálida, lluvia dulce, vida y luces color azucena; lo más parecido a un paraíso. El viento es una música grave cuando entra por los montes y aguda cuando se deja silbar por los llanos; la paz es un don contínuo sin necesidad de trabajarla, sobran excelencias y no se conoce la mediocridad.
Los ciudadanos conocen la generosidad de la tierra, a la que adoran, no saben de miseria y el reloj es un compañero de estancia que camina al tiempo de todos. Al pequeño paraíso lo circundan dos bellos y caudalosos ríos que ofrecen agua y sosiego.
En este lugar tan parecido a un paraíso alguien sufre por un amor imposible y la larga espera le ha cancerado el alma viviendo en una indeterminada melancolía como si fuera un héroe desterrado. Y en esta noche de luna llena se bebe a solas su ración de veneno y se duerme en la hoja de un poema que anunciaba su dolor.
Ramón Llanes
GASOLINERAS
GASOLINERAS.
Volteado el monopolio surge el gusto por la estética y pueden con el paisaje esos monstruos de hierro y color, luces llamativas y tripas de caviar, gasolineras de autoservicio que pueblan un horizonte otrora silvestre. El progreso en extensión económica invadiendo la belleza, el progreso a la comodidad, sin mando a distancia, con dos o tres empleados que dedican su tiempo al cobro y venta de golosinas mientras el cliente debe expenderse el combustible a riesgo de manchas y derrames. Un panorama desolador, exento de atenciones personalizadas, ambiente con olor a cafetería que se mezcla en la nariz con la pestilencia del petróleo.
Ya no son gasolineras, más bien tiendas de todounpoco donde prima la autosuficiencia para quien le guste hacerse valer y probar a ser un momento vendedor y a otros se les exige, al mismo nivel, que respeten el criterio del progreso que redunda, a la vez, en tres empleados menos, riesgos inherentes al consumo, evitación de tareas a quienes quedan y desocupación empresarial en el trato humano. Nos falta el mando a distancia para preservarnos del olor y servirnos sin bajarnos del coche continuando la conversación con el copiloto y procurando no mirar la estampa de los surtidores, parecidos a golosinas de navidad.
Igual que ellos se inventan la praxis nosotros debemos inventarnos la teoría. Horrorizarnos del ejemplo, rebelarnos, implantar sistemas que, al menos, ofrezcan alternativas variadas, para quienes plazca venderse combustible y para quienes odien tal fórmula. Ya que nos toca asumir la estructura física de estas nuevas simbiosis de gasolineras que no nos agredan con esta extraña filosofía de "trabaje usted que yo le cobro". El progreso siempre para mejorar. El progreso para ganar cuotas de calidad de vida y para tropezar menos y para no mancharse ni manos ni ropa cuando es obligado acercarse a una gasolinera tipo cajón de dinosaurio. Todo esto salvo mejor opinión.
Ramón Llanes.
domingo, 30 de octubre de 2016
viernes, 28 de octubre de 2016
PARA FERNANDA Y PACO
PARA
FERNANDA Y PACO
Con motivo del Encuentro
MEDIO SIGLO DE AMISTAD.
Tharsis octubre 2016.
¿No
os produce grande felicidad
esta
historia tan en común escrita
muy
cariñosamente e infinita
y
con tanto respeto a la amistad?.
¿No
es digna esta historia de enmarcar?,
¿no
os parece razón exquisita
para
que de igual modo se repita
con
nosotros mismos, con nadie más?.
Pues
esto que nos gusta y nos encanta,
esta
tan bellísima relación
la
hicisteis los dos, Paco con Fernanda,
otros
amigos más, el corazón,
la
entrega, todas las cosas del alma
y
muchas dulces dosis del amor.
Ramón
Llanes
jueves, 27 de octubre de 2016
PARA DOMINGO ORTÍZ
PARA
DOMINGO ORTIZ
Amigo,
estás turbado de tristeza
que
a nosotros nos llega en demasía,
pretendemos
llevarte a la alegría
con
la amistad, con todas nuestras fuerzas.
Es
tiempo de pensar en fortalezas
y
de dejar las lágrimas vacías,
de
empujar a las noches y a los días,
otra
aventura de vivir empieza.
Es
hora de ti, de supervivencias,
de
felicidad y de nuevos sueños,
de
renacer con toda tu conciencia,
que
el dolor se acaba con el empeño
sin
que sean olvidos tus ausencias.
Queremos
al Domingo más risueño.
Ramón
Llanes
Encuentro MEDIO SIGLO DE AMISTAD
THARSIS OCTUBRE 2016
PARA ENCARNITA Y CARLOS
PARA
ENCARNITA Y CARLOS
Un
tiempo de niñez y de alegría,
la
mina, los amigos, lo mejor
de
algo parecido a la emoción
o
muy parecido a la fantasía.
Carlos
con su armónica aprendería
a
escribir los ritmos de una canción
y
con la guitarra, imaginación
para
conseguir lo que pretendía.
Encarnita
llegó con su armonía
a
ponerle más paz a la pasión
de
padres, más felicidad surgía.
En
el recuerdo amable una razón:
ese
Tharsis que siempre quedaría
sostenido
en la piel del corazón.
Ramón
Llanes
Con motivo del Encuentro
MEDIO SIGLO DE AMISTAD.
Tharsis octubre 2016
martes, 25 de octubre de 2016
TRUENOS EN LA COCINA
TRUENOS EN LA COCINA
Un inmenso ramal de la
opinión pública, de los medios, de la clase poderosa, de los
ladrones de oído, de los cicutas de turno y de todo bicho viviente
que pervive en la culebrería de la perversidad, intentan truncar la
vida lógica del partido que ahora se suministra de debates en torno
a establecer una disciplina en lo referente a un NO o a una
ABSTENCIÓN. Son cuitas surgidas en el deber y en la grandeza de la
ideología, tan normales como la vida misma. Y medio país increpa y
da muerte a una institución ancestral porque sus miembros discuten,
hablan y tienen diferencias de conceptos, mientras salvan a los del
partido azul que debido a la carencia de disciplinas éticas son
juzgados en los tribunales y en la sociedad por corruptos, por
corromper y por corromperse, llevando a un lugar de caos los mimbres
económicos de esta más noble institución llamada estado español.
Unos acabarán sus
debates, buscarán sus soluciones y se irán a casa; otros acabarán
las sesiones de hoy en el tribunal donde son juzgados, se irán a los
centros penitenciarios y volverán mañana con esta u otra causa
nueva a responder ante la justicia de sus fechorías. Quienes
discuten conveniencias y posturas deben estar menos preocupados que
quienes esperan las condenas y la privación de libertad. Fácil de
entender.
Ramón Llanes. 25
octubre 2016.
SONETO PARA CELES Y DOMINGO
PARA
CELES Y DOMINGO
Ahí
está el camino hecho, amigos,
ahí
están los sueños realizados
y
ya no quedan sueños rezagados
ni
sueño alguno queda en el olvido.
Es
vuestro sueño grande compartido
en
vuestros corazones inventados,
prueba
de lo vivido y lo amado,
señal
indeleble de un buen destino.
Celes
será siempre una gran sonrisa,
siempre
tendrá Domingo buen humor
y
así la vida no andará con prisa.
La
vida es aliada en el amor
y
el amor pone cuanto se precisa
para
que sean uno, siendo dos.
Ramón
Llanes
domingo, 23 de octubre de 2016
QUDARSE O SALIR DEL INFIERNO ES NEGOCIABLE
QUEDARSE O SALIR DEL
INFIERNO ES NEGOCIABLE
Habíamos
dejado de entender la postura dogmática de la condena cuando nos acucia una
fórmula quizá menos limítrofe con la mente para intentar ganar o perder la estancia
en el castigo a través de una legislada negociación. A partir de esta teoría
poco importa el comportamiento interno o externo –acción u omisión- que
sufrague el gasto, lo importante es prever las posibilidades para establecer un
consenso con el maligno, en evitación de la esperada y difícil eternidad donde
aún predominan los fuegos castigadores, y admitir aquellos métodos impuestos en
su mandato, sobornarle el discurso, aplaudirle la rapiña y nunca desmerecerle
el error.
Es
negociable, desde ahora, promocionar la continuación en el peor de los sistemas
solo con dejar de pronunciar al diablo y permanecer en la penitencia otro
tiempo más, hasta que los condenados merezcan esa promesa que se difuminó
merced a los desacuerdos con los vecinos del purgatorio, donde hubiera sido
menos infierno la vida.
Ramón
Llanes. 23 octubre 2016.
sábado, 22 de octubre de 2016
EL OTOÑO
EL OTOÑO.
Se nos ha caído el otoño de una nube, de repente. Se nos ha venido copioso en aguas, sin padecimientos. Llega nuevo, con voluntad de reciclar el aire y las veredas. Y ya todo es otoño en el paisaje.
La sonrisa de Ana es un otoño esperanzador, el perro lleva un otoño en los ojos, la cartera de los niños tiene color de otoño, el semblante de la novia de ayer simulaba otoño, el precio de las cosas es vicio de otoño, las hojas amarillas, la pared mojada, el reloj medio dormido, los primeros potajes...todo es otoño, todo es un otoño acalmado que intenta evadir el sofoco del estío.
Es tiempo de sosiego y de encinares, tiempo de miradas y de amoríos, tiempo de premios. Estará en casa el otoño allá tres meses, por el calendario, recordándonos que es preciso dormir para despertar, caer para levantarse, dar para recibir.
Pero el otoño eres tú, sobre todo. Tú que llamas a la puerta con un beso, que hablas con una caricia, que amas con espera, que eternizas la ternura, que recompensas los deseos, que vas del amor al amor sin agonías. Tú eres el otoño, el frágil otoño que aprisiona la vida para recomponerla e inspira un poema de humedad en los labios. Tú eres el otoño lánguido que repasa los recuerdos junto a las primeras yerbas y trasiega por las balsas mojosas de la mejor libertad. Tú eres el otoño, tú que enredas los brazos en la brisa y musitas un "te quiero" que rompe los esquemas. Tú, enamorada, tú eres el cielo del otoño.
Hago por ti, propósitos de otoño, voz cambio y letra invento, como copiando las ganas del otoño para poner los ojos en un papel de celofán, entender la ida, hacerme al agua y volver cuando la primavera soporte el mérito de la nacencia, y mientras otoño a la boca disfrutando de sus sensualidades.
Ramón Llanes.
jueves, 20 de octubre de 2016
EL ACUERDO
El acuerdo
Seguramente habrá pasado demasiado tiempo, demasiadas palabras gastadas. Empezaron a intentar el consenso allá cuando ambos cruzaban piernas con calzón corto y flequillo (era época barata, de réplicas, de consistencias, de urdimbres ), cuando ambos arrastraban la libertad sin conocerla y la odiaban más que desearla. Nunca llegó el acuerdo y mira que fueron explícitos los retos y largas las asambleas; eran niños y pecaban de fantasías o eran poco maduros para tal envergadura.
Hoy podrán sellarlo. El acuerdo goza de los nihilostat y los beneplácitos de consejeros y asesores, la camarilla cree poco en pactos y no consiente ni falta que le hace. Fue difícil, casi imposible, pero se firmará con protocolo y resonancia. Oyeron las razones de la entidad, del consejo, del auditor, del conserje, de la limpiadora; votaron en un ambiente de hostilidad y desagrado, rieron los vencedores, lloraron los vencidos y al final, solo cinco a cuatro incluyendo el voto de calidad del presidente por la falta del tesorero que llegó tarde. Poco bagaje de interés para tan importante acuerdo. Fíjese que llevaban años acercando posturas y proponiendo soluciones hasta finalizar en el día de hoy con esa exigua cuota de aceptación.
Pronunció su discurso el presidente (este era de los iniciadores), resaltando la relevancia del acuerdo y las repercusiones tan positivas en la sociedad; resaltó el equilibrio que se conseguiría en el contexto de la libertad y de los valores humanos, interesó las estadísticas asombrosas de abusos contra los derechos humanos, anunció la composición de la mesa de seguimiento, balbuceó en francés unas frases de un desconocido filósofo galo que en síntesis decía algo así como “los compromisos se alcanzan porque lo desean las personas”, calló tres segundos, bebió en un vaso de plástico que se puso al efecto y con un apasionado y vigoroso viva a la libertad cerró las cuartillas y se sentó.
A las doce del día D se convocaron prensas y tambores, personal del centro, compromisarios de la entidad, socios, altos cargos, funcionarios, cámaras, organismos, magistrados y largos etcéteras para que dieran al acto de la firma del acuerdo la importancia social que tenía. Ni un detalle faltó en el ritual porque hasta de palomilla se puso el presidente y luego vendría la copa de vino español con el canapés de tortilla, una degustación de jamón, alguna gambilla blanca, las felicitaciones, la cara sonriente de los vencedores.
RAMÓN LLANES
DE QUÉ VALE UN SUEÑO
DE
QUÉ VALE UN SUEÑO
Cuántas
veces habré contado los días que me faltaban para llegar a la
estación término de la Navidad; ni lo recuerdo, pero sí recuerdo
que la soñaba; esperándola, la soñaba, la deseaba con un ansia de
bandido, como un lobo la quería morder. La Navidad era, en mi
esquema, un refugio donde yo guardaba todos mis dioses posibles y
meritorios, donde yo poseía las verdades y las enriquecía en el
fuego del abrazo.
En
esta edad decrecida repaso a la gente que finge la Navidad; palpo a
quienes se tropiezan con la Navidad, me río de aquellos que se beben
la Navidad y me pierdo en las garras de los devoradores comerciales
de la Navidad. Ahora me extraña la Navidad, como me extraña tu cara
de extraño en la Navidad y tus labios sin besos y tus manos sin
manos y tus renegados quiebros para esquivar la Navidad. No eres
quien eras, has perdido el tiempo en tu ombligo, has desmerecido caer
en este ciclo mágico que alumbra lo que tú oscureces. Maldita
vergüenza que nos reinas en despropósitos, vanidades, desencantos y
miedos.
Alguien
mirará una estrella y verá un recorte de prensa con una foto de tí,
tuya, de todos, nadando en la indigencia de la soledad, buscando
carne para la boca y miseria para el alma; alguien estará esperando
que llegues para tenerte y vendrá solo tu recuerdo, a destronar los
colores y fundir en agrio la poca alegría.
De
qué vale un sueño si te has ido con los guantes de cristal y las
sonrisas hasta las quiebras, a la oquedad que nunca habías
imaginado. Hasta la penumbra te has ido, Navidad de los hombres, con
esa cara perdida en el “paripé” de un belén oscuro, hambriento
y caduco. De qué vale nuestro sueño de supervivencia si se nos
acaba, miserablemente, esta utopía de la Navidad.
Ramón
Llanes.
martes, 18 de octubre de 2016
CALLEJEROS
CALLEJEROS
El único credo del
nómada es la supervivencia, a costa del dolor, la incertidumbre o la
vida, un credo especial que aplasta a estos callejeros que ponen
color o música a nuestra ciudad, entretenida en otro menjunje, en su
película cotidiana, en su identidad, pero ellos se dejan ver en los
espejos del tiempo, entre hambre, desconsuelo o indigencia. Son
también azúcar de nuestra sociedad, incluso si le observamos desde
un tono más humano caemos en la cuenta que somos nosotros mismos
conviviendo con otra vestimenta.
Los callejeros
entienden más de ansias que de política, más de miradas que de
consumo, más de sueños que de miedos, más de adivinar cómo es un
hombre que se les acerca. Los callejeros que inundan plazas y
semáforos están tan prendidos al sentimiento que se juegan la tacha
por cualquier palabra de afecto. Nosotros mismos otra vez, con cara
de voluntad y con arañazos de tristeza, ellos se nos parecen o son
nuestra prolongación. Siempre enseñan, en idiomas ininteligibles,
cómo es el agradecimiento.
Pongamos por caso que
algo de simbiosis existe en este galimatías donde se enfrentan
confort y desvelo, quizá sea distinta nuestra reacción de mañana
al recibir en la ventanilla del coche el gesto amargo de eso otro yo
que nos solicita un compromiso y sonríe aunque no le hubiéramos
atendido. Minúscula vida.
Ramón Llanes.
EL CIELO PARA UNA GUITARRA BUENA
EL
CIELO PARA UNA GUITARRA BUENA.
A
Ramón Llanes…sobrino de Valle
De
Juan Manuel Baquero…alumno de Valle
Jerez de la Frontera 1-9-98.
PRIMA.
Quiero
creer firmemente
y
pongo mi fe en ello
que
al igual que las personas
debe de existir un cielo
para
todas aquellas cosas
que
felices nos hicieron,
para
compartir eternamente
todos
los gratos momentos
que
a nuestro lado estuvieron.
CUARTA.
En
algún lugar del cielo
tañirán
cuerdas sonoras
soñando
invisibles dedos
que
siempre la acariciaron
cual
la más bella Madonna
y
te seguirá esperando
e
imagines mil fandangos
de
nuestra tierra de Andévalo.
QUINTA.
Si
acaso existen milagros
si
se transmiten los cuerpos…
toda
su sabiduría
se
te habrá depositado
en
esa guitarra niña
que
el Canillo te compró
en
cualquiera correría,
e
irá aprendiendo lección
entre
tus manos maestras
sin
llegar, como la otra
a
su alma y corazón
sensibilidad y dulzura
y
poesía y sonido
sentimientos de valor.
BORDÓN.
Un
día, todos reunidos
con
guitarras niña y vieja
a
corazón distendido
en
la Cabeza del Buey
y
por los Prados de Osma
soñaremos, soñaremos…
vibrando las dos sonantas
mientras la luna se asoma,
dulce
la Virgen del Alba
duerme
al niño entre el aroma
de
encina, romero y jara
cuando
“su” Valle le canta.
Juan
Manuel Baquero.
SONETO PARA CARMEN Y GONZALO
PARA
CARMEN Y GONZALO
El
destino pusiera en amistad
nuestros
signos y nuestra aficiones,
aquellos
tiempos lindos, las lecciones,
la
juventud y nuestra identidad.
Esa
minería y esa verdad
del
terruño, las tardes de balones
en
el fútbol, todas las ilusiones,
el
buen humor, el club, la libertad.
Os
hicisteis mayores en afectos,
cada
cual en su estética empeñado,
Carmen
en la belleza del aspecto,
Gonzalo
de química jubilado,
las
hijas que lo hicieron más perfecto,
felicidad
se llama el resultado.
Ramón
Llanes
octubre
2016
domingo, 16 de octubre de 2016
SALVEMOS AL SER HUMANO
SALVEMOS AL SER HUMANO
La vida se ha puesto
cuesta arriba para una gran mayoría de los humanos, ahora no es la
vida
esa expectativa suculenta
y maravillosa tantas veces soñada, la vida se ha enredado en las
trampas puestas por los sistemas que pretenden deshumanizar y
despoblar de pobres este coloso mundo de intereses que a diario
maldice la existencia de los seres humanos que piden, solicitan y
exigen adecentamiento de todas las instituciones. El ser humano
necesita un salvavidas urgente, hay mucho depredador suelto que desea
su aniquilamiento, los credos sistémicos no producen sentimientos ni
valores ni pudor, se ajustan a terminologías de fuerza y de
capacidad para generar dividendos y a ello no son llamados quienes
pertenecen a la plebe.
Los dictados del capital
cada vez se empeñan más en destrozar las éticas y se desenvuelven
en la luctuosidad del género humano como medio para conseguir un
equilibrio a su amaño. Es la corrupción en sesión continua de las
ideologías conservadoras que en nada admiten la modificación de
estas normas suyas tan cómodas para conservar sus privilegios. Se
nos ha ido de las manos la verdad hasta límites peligrosos, solo nos
queda el asombro y mejor la rebeldía.
Ramón Llanes. 16
octubre 2016.
sábado, 15 de octubre de 2016
SONETO PARA CARMEN GÓMEZ MORA
PARA
CARMEN GÓMEZ MORA
Miguel
con nosotros está presente
y
tú con él en tiempos tan amados,
todos
aquellos sueños dibujados
en
tardes de paseo con tu gente.
Un
tiempo de amistad tan diferente,
cine,
baile, beso, y enamorados
pendientes
del amor y siempre al lado,
Miguel
en nosotros no estará ausente.
Queda
vida para seguir viviendo,
queda
mucho disfrute en la amistad,
quedas
tú con tu fuerza, compartiendo
recuerdos
y cariños. Vivirás
pendiente
de los tuyos y poniendo
tu
entrega tan inmensa sin parar.
Ramón
Llanes.
octubre 2016
viernes, 14 de octubre de 2016
CLASES DE PENSAR
CLASES DE PENSAR
Si de nuevo fueren
costumbre la soledad, el pensamiento, la palabra, como armas, como
útiles de vivir, lienzo donde se plasmaran además colores de
emocionantes sentimientos y al caer en los ojos se expresasen y se
compartieran; ideas para dejar quizá la vida, acciones para alcanzar
quizá los sueños. De nuevo la intimidad, con acento de luz, la
creación, el ser visto en estado puro, lo imaginado.
Impartirán en la
academia clases de pensar para los listos que se apunten, para
quienes escriban su sobrenombre con esperanza, para quienes aludan al
conocimiento en su interés. Otra vez, el golpe que arrasa la
mediocridad y corta viento áspero convirtiendo zumo de ademanes, de
formas, de identidad. Ni existencia de trastos, poca rabia, salud a
las templanzas, al concierto y a las revelaciones. Irán a la
academia desecho de políticos, tardíos eclesiastas y toreros sin
taleguilla; asumirán el programa, pertenecerán al elenco de los
escogidos en el lugar donde no se echan los leones a la arena ni el
artista es un mito.
Las clases de pensar
serán para mirarnos la sombra, apretar los dientes, ensimismarse,
rectificar, adormecer o engullir errores. Para cuando, de nuevo, sea
costumbre iniciar el contacto con la vida, evitado de prácticas
endógenas y la palabra herede al pensamiento. Y la conclusión
admita apuntes.
Ramón Llanes.
ALGO ÁCIDO
ALGO ÁCIDO.
La tragedia tiene un
sabor ácido, el dolor es ácido, la muerte muy ácida para todos, la
miseria es ácida. Estereotipos de la acidez, lo fatal, lo extremo,
lo agónico. A veces también el debate es ácido, cuando se olvida
de la razón del mismo y pinta la cara que a cada cual conviene. Pero
es ácido el debate si se utiliza, sin límites, la estrategia exenta
de ética y moderación, si se maltrata la libertad del pensamiento,
si se escribe o dice sin disciplina, sin norma. Después de la
tragedia nunca la calma, viene el debate político, lo más ácido;
llega el displacer de quienes aguantamos.
Hoy barrunto pesadez
de debate, a pesar del dolor que inunda la esfera de nuestro medio,
barrunto confrontación, reproches, insultos, perrerías, entre unos
y otros, porque la dedicación a las víctimas solo va a ser la
mínima, la protocolaria; ya se ocuparán de alertarnos quienes se
oponen por oponerse, con un sentido escaso de la compostura; para
distorsionar, para que algo ácido queme a cualquiera, no importa ni
siquiera el nombre o el cargo, que queme, lo más posible.
Mientras, el soldado
traerá a casa la medalla, la foto de la novia, el pin de una
esperanza frustrada en una llanura rodeada de montañas sin
identidad, a donde fuera con buenos propósitos, y llegará con la
vida a rastras y el llanto para los suyos. Es lo más ácido, lo
tétrico, lo irreal, que al debate alguien le pondrá cara de tonto
pata disimular que ha sufrido, que ha dejado las vacaciones para
hablar, que los esperaba; así, sin darse cuenta que ellos ya no
están para sonreírles.
Ramón Llanes.
19.8.05.
EL ERROR DEL VOTO
EL ERROR DEL VOTO
Dadas las circunstancias
y vistos los efectos del voto -a veces tan nocivos y tóxicos- sería
confortable evitar estas adversas formas de llegar a la democracia,
inventar alguna otra manera para elegir a los representantes del
pueblo y establecer pautas distintas; ya se ha evidenciado que así
no funciona el sistema. Primero por no estar debidamente legislado el
protocolo que debe evitar tantas elecciones juntas y segundo para que
nuestro voto no sea una ficción, una entelequia parecida a la
quimera que adquiere razón de servilismo del votante al votado a
quien se destina. El voto es un error porque no atiende la
expectativa que provoca, porque deja de tener cualidad desde el
momento en que se emite y porque se le pierde el rastro y pasa a
propiedad de otros para con él modificar la vida del votante a su
descuidado capricho.
El voto es un error,
como es un error comprar leche y observar que no te vendieron leche;
o adquirir una moto que no fuera una moto; o pertenecer a un club de
la teoría nihilista y enterarte que es un club de la teoría
contraria. Con el voto también te dan aquello que no es, lo que no
te anunciaron en la caja, una mentira que altera el sentido común.
Con el voto nuestro, alguien roba, otro alguien se hace importante,
otro prevarica, algunos perciben unas pensiones desorbitadamente
injustas y otros se pasan la responsabilidad por el olvido. Esos son
los resultados del voto nuestro. Para que así no sea habrá que
inventarse otra cosa y no seguir igual o peor.
Ramón Llanes. 13
octubre 2016
jueves, 13 de octubre de 2016
martes, 11 de octubre de 2016
GUERRAS DE OTOÑO
GUERRAS DE OTOÑO
Cada
vez que huele a fusil
asoma
la muerte por la última rendija de la vida,
es
su vicio maldito, su colofón pensado
con
entretenimientos y verdad;
los
hombres no huelen,
han
perdido el olfato de la paz,
sucumbieron
a la seducción de los credos,
ahora
son líderes de algo miserable,
son
inventores de las guerras de otoño
que
fueron hechas para salvar a la humanidad
del
sueño que desprendían las sonrisas.
Las
bestias que incitan al castigo
se
persignan antes de ordenar al verdugo,
son
hombres de plomo,
pastores
divinos desorientados del afecto,
son
hombres que adoran a dioses impuros
y
evolucionan con ojos desiguales,
con
manos tatuadas de asco.
Nadie
sabe, nadie aprendió a detectar maldades,
nadie
impide que las guerras sean
promocionadas,
nadie sabe cuidar
el
grito famélico que deja el otoño
en
las crisálidas noches de la presunta vida.
Nadie
ha reparado en el dolor.
Ramón
Llanes. Otoño 2015.
EL PRIMERO DE SETIEMBRE
EL
PRIMERO DE SETIEMBRE
Envejece
tornado en ocre de vicio
el
payaso primero de setiembre, guasón,
escondido
en brumas de enero, liofilizado y pegajoso;
pudo
venir de príncipe o monarca
o
solemne o prestidigitador o albañil sin mezclas
pero
amanece en aras al descuido, preso de su tedio,
sin
pulso, hipotenso de furia, acabado de sol,
pobre
de sí mismo, impuntual.
Un
enfermo por otro, cambiamos a la clínica
para
que en poco se noten las faltas
de
uno que se va, de otro que se ajusta a quedarse,
que,
al menos, para alguien valiera la vejez
de
los días romos, coloreados en gris y hechos
de
la peor aventura.
Se
ha muerto la madre del lucero de anoche
en
el segundo infarto, no era para ella
y
suplica pésames una lágrima del guardia del ocaso insulso
más
que por pedir, por cotilla.
Se
mueren, de este pánfilo primero de setiembre,
los
focos y las rendijas, en columnas de miedo.
Ramón Llanes.
LA BANDERA DEL VIENTO
LA BANDERA DEL VIENTO
He llegado a echarle al viento la culpa de todo, de lo que pasó, de lo que pasa y de lo que aún no ha pasado. El viento, tiene, irremisiblemente, en mi memoria, la culpa de todo. Para no cebarme en exceso con él busqué otras opciones con tal de aligerarle la culpa y dejarle gruñiendo en cualquier meridiano al socaire del mar bravío, pero allende mi bondad no encontré causa de salvarle. Me propuse indagar en la historia de los pueblos, convencido de encontrar una sorpresa que me condujera a concederle otra benevolencia pero todos los pueblos le habían quitado el nombre a la “calle del viento” por lo terco que fuera, por lo maltrecho que dejara los campos y las luces, y, desde siglos, ningún pueblo de preciada categoría conserva calle de tal nombre, a su pesar.
Hice mi viaje virtual por los faros del mundo y en todos había dejado el viento su llaga perenne, su plaga de dolor; aún amedrentado, en los picos de las montañas más altas, las crestas se urdían en las huellas de vendavales continuos, imprevisibles y devastadores. En mi viaje, floté las viejas aguas marinas que circundan la tierra hermosa donde habito y el mástil más alto de los barcos varados por la nostalgia llevaban indemne en su memoria la bandera del viento y, desde entonces, me produce respeto todo trajín de aire a quien solo atrevo recriminar su indolencia.
Ramón Llanes. (SECUENCIAS DEL MÁS ADENTRO)
domingo, 9 de octubre de 2016
CONSUMIDORES DE SUEÑOS
CONSUMIDORES DE
SUEÑOS
Aún
a estas alturas de la vida, con la longitud extrema, la altitud infinita, la
medida larga y los recuerdos acumulados, existen razonables dudas sobre la
exacta determinación de dos conceptos que persiguen los gráciles eventos del
gremio humano; no aparecen definidos los parámetros que identifican con nitidez
realidad y fantasía. Los ensayos sobre estos dos conceptos aportan innumerables
conclusiones que no vienen al caso porque de cierto el mundo se mueve
apaciblemente entre ambos sin desmerecer al primero ni acoger al segundo o
viceversa.
Por
este lateral de enero, con frío al trapo y abrigo al uso, se cuelan los cuentos
con sus cargas ruidosas de fantasía, se preservan sueños ingenuos, miradas
únicas, abrazos íntimos y emociones vestidas de ropaje mágico para
solventar acaso que es invierno o quizá
que la historia inmortalizara modos de realzar la vida. De ahí la proliferación
de invenciones amables que inyectan ese mínimo de estrés optimizado que produce
favores de sonrisas, otorga animosidad para continuar la senda y enseña una
expectativa que confirma la complicidad en el reparto de las actitudes
benignas. Es así: realidad y fantasía hechas desde la conspiración de los
deseos formando ese consumismo de sueños que tan celosamente conservan los
tiempos sin apenas defecto y con la virtuosidad de la sorpresa.
De
hecho vinieron seres a poner prendas en la ilusión y regalos en el alma y de
hecho el giro del globo olvidó magia en otros lugares; el capricho de la
extravagancia en la distribución de los sueños suele traer olvidanzas y
descuidos. Y de aquellos que duermen en la loa de una realidad desahogada
dependen los contratos solidarios para aquellos otros que la sueñan. Se echa en
falta aún mucha realidad para extender la fantasía o acaso a la viceversa.
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