RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

sábado, 30 de abril de 2016

GUÍA DE VERDADES


 

GUÍA DE VERDADES

 
 

Ya no son ciertos los días ni las noches, la avanzadilla del crepúsculo detrás de la tarde; no son ciertos los nombres de las cosas, los colores del campo, los sabores del pan. Nada es del todo cierto, la verdad absoluta se ahuyenta, se borra  el acento a la  palabra, se quita sitio a la verdad como si el modismo fuere el rechazo al corsé. Entendemos todos del libre pensamiento y se afina el oído al llegarnos calificativos de intelectualidad, grados de exquisitez empleados en la opinión para dominar el foro donde se inculca la arrogancia antes que la propia conversación y va el error con miles de apuntes y discursos. El ahora es un error, todo error, toda razón contiene un debate, largo, muy acalorado, muy vehemente, excesivamente repetitivo. Un debate para necios.

La guía de verdades está en lo que de natural nos queda. Aún así dudamos y a la vez hacemos dudar a otros y les desprendemos de toda teoría acertada y se evita opinar por el temor y otros se acusan de opinar poco y otros se llevan el tiempo de los demás opinando y dudando de las claridades.

Al tiempo que nos cabe asumir que somos los necios del orbe porque aceptamos todos los discursos, todas las opciones y además porque nuestro libre intelecto se permite ponerle otro color a la claridad; el papel y el aire  aguantan de todo, sin una queja.

Ramón Llanes.

COSAS DE ANDÉVALO


 

COSAS DE ANDÉVALO

 

Coincide con el primer domingo de mayo o es que mayo quiere comenzar en aquel templario de folía, jamuguera y San Benito, en la estribación alta de un lugar mágico donde el templo guarda tanta antigüedad como la sombra. No estará el eucalipto grande más que en la memoria, estarán año más el sabor en algo íntimo, ubicado en el preciso claro que a mediana y pozo la primavera echa su esplendor por elegancia. Ermita dedicada al santo que se evoca e invoca en tierras altas de El Cerro a compás de ritos indescifrables que componen deliciosamente una paz única. No es siquiera fiesta, no diré que se trata de romería al uso, no, tampoco desfile de vanidades; es, lo subrayo, devoción, ritual, convivencia y sencillez. Es también un conglomerado de misticismo e intimidad infrecuentes, poco dados, donde no impera más que el servicio a una reflexión y la alegría por un contento que mayordomos y familia se llevan a su gloria. Ese patrón goza de gran importancia en el entorno cerreño y en Los Montes, y digo que desde siempre, desde siempre, y allí están los signos.

A poco trecho se encomiendan los seres a Santa María de la Cruz, y le hacen regazo nuevo en su paraje de dehesa. Son cruceños que se blanden en tantas emociones como caben en estos días para establecer, en puro ensueño, todas las claridades de luz y ansiedades necesarias para un festejo que más se trata de alargar hasta allí cocina, despensa y alcoba y compartir con magnitud todo lo habido y todo lo que falta por tener. Villanueva de Las Cruces, pequeña y alzada, presume de tener y más de ser causa de esta misión casi nueva de convivirse juntos el tiempo y los agradables desahogos.

 

 

                                               R. Llanes. 30.4.14

CON ORGULLO Y RESPETO


CON  ORGULLO  Y RESPETO

 

 

He de referir sin disimulo, sin extrañas apariencias, sin estereotipos concebidos, sin falsas modestias, sin tripas de hipocresía, la liturgia social que desde los tiempos de la incumbencia que me toca observara en esta tierra, en este núcleo compacto de grupo y sistema. El ejercicio de primacía que se prodiga en El Cerro extiende su excelencia desde el orgullo y el respeto por una tradición ancestral dotada de exhuberancia y riqueza antropológica que le distinguen en un entorno ilimitador y conserva el premio de su patrimonio con la delicadeza de la ternura y el amor por la herencia de los siglos.

He de referir, con agrado y admiración, todo el proceso institucional que rodea el rito popular en torno a San Benito, mirando albricias, mayordomías, aviso general, caballería, camino, avellanas, gestos de complacencia y ánimos que aparcan en el alma de cada cerreño sensaciones incalculables por la cantidad e indelebles por la calidad.

Mas no único es el símbolo que identifica a El Cerro este del Patrón, que a la postre endógena se magnifica la trayectoria de la folía, el poleo bailable, la compostura musical que llena la solfa en esquinas y doquieres. Como si se tratara de un pentagrama de tejados y calles creador de notas corcheas que se engarzan al golpe de una batuta de identidad, prosaica y genética. Con orgullo, observo, transitan los ciudadanos esferas distintas, espacios ocupados donde la música tiene lugar perenne y ejemplar.

Creciendo el respeto por lo hecho crece el respeto por el hacer, día a día, con el estudio o la profusión de la herencia; sin dejar que el proyecto se inicie o acabe desde la especulación o la ingerencia mediática o modificativa. El respeto al tiempo se nota, se palpa, se admira. Me gusta ese colectivo interés por las formas, esa defensa de la idiosincrasia, ese desvelo por la guarda del tesoro, ese orgullo por el contenido espiritual del pueblo. No soy dado a la envidia, soy devocionario, halagador y vivencial de las partes que configuran todas las liturgias y protocolos de este santuario y soy, sobre todo, observador del sentimiento que embarga el acontecer precioso y dignificante de este pueblo, a veces también un poco mío.

 

25-12-06.

Ramón Llanes Domínguez

Primer Pregonero de San Benito.

jueves, 28 de abril de 2016

CATARRO

 
CATARRO


Me cruza el olfato
un aguacero indecente
que pronostica el catarral
impropio en esta estación
para los próximos días,
el resfriado encorajina
mi calma,
se me sube el improperio
al cielo de la boca
y mastico algo
poco parecido a la lírica.
El mucolítico
es una química, dicen, a modo poema
que me irradia
un futuro más halagador.
Ahora solo soy un mocoso
en proyecto de hombre.


Ramón Llanes 28 abril 2016

LUCIMIENTO

 
LUCIMIENTO


Presidía la tarde una febril bocanada de primavera y se esperaba de la sombra ese tiento de frescor que evita el sofoco; las mujeres andaban ya en su trajín de vestimenta, acaso no se extraviara a última hora la copiosa merced de joyas amparadas entre pecho y cuidados, -haciendo deber de regla y costumbre en cada momento de esta solemnidad- o acaso la primera mueca no saliera de la sonrisa con su adorno escogido de complacencia, en ello andaban las mujeres solícitas a compartir tan excelso premio con su parte de vecinos y dejarlo en el recaudo justo para la historia. Las mujeres aquí prestigian a la propia historia, con todos sus vuelos de barroco, con sus cuentas de deseos, sus aterciopelados rostros y con su estampa de plisados adormecidos que se sacan a lucirse por este día y más.
Los hombres compendian la fastuosidad añadiendo tonos al cortejo, la Mayordomía se hace grande en la casa y se alarga en la calle, al calor de quienes se le asoma para animarle el trance, que ya de por sí lleva estímulos expresos, le incita a la fiesta y se juntan a la devoción que desprende la comitiva. Es un sueño de colores pero también es una filosofía completa como génesis del orden que antepasados dejaran en la más íntima entraña de cada cual cerreño que a esta consideración se adjunte. He visto dioses humanos cubriendo con lealtad esta parsimonia de estética, desde donde todo estaba en su sitio, con la misma responsabilidad y el mismo compromiso de antaño; la admiración por esta fórmula de grandeza se me quedó corta.
Ya era todo lucimiento, los colores de la tarde habían puesto aún más majestad a las esquinas, la plaza del cristo retumbaba armonía y cierto halo de misterio, los mayordomos lucían galas eternas y lucían también prestancia, eran los protagonistas que los ciclos devocionales ponían en el esplendor de los sitios de El Cerro, todo conjugado, todo vestido, todo nuevo y todo antiguo, todo animado desde la actividad de los seres que ardían en sentimientos. Los Mayordomos enseñaban una felicidad inusual, nunca sentida, nunca presentada, era una felicidad diseñada ese mismo día para consumirla toda en ese mismo trance de sus vidas. Y lucieron sus sonrisas, su paz, su complicidad con su pueblo, su identidad con las consignas del santo y de quienes custodian terciopelos y tesoros, todo un conjunto de rebeldes contra la pasividad, compromisarios del tiempo, luciendo dignidad por los costados del mundo, desde un ápice aquí a un horizonte allá, todo perfecto en la coordinación, en el trato, en el afecto. Lucieron los Mayordomos sus armónicas claves de existencia y así cumplieron el rito pero lucieron principalmente el alma, con gallardía, humildad y orgullo. Fue el tiempo de una tradición cuidadosamente conservada y mimosamente engrandecida, como para enmarcar en el mejor lugar de la memoria.

Ramón Llanes. dedicado a los Mayordomos de San Benito en El Cerro

miércoles, 27 de abril de 2016

EL VIAJERO


Sea quizá el libro de los sueños cumplidos o el lugar del aire donde escribimos nuestra razón de vivir. Sea quizá este viajero un panel de pensamientos puestos en orden después de una travesía plena de vivencias, en tarde de sol y agua, en la escena de lo soñado y lo posible. Sea quizá el relato del mérito de cada cual para obtener los momentos de gloria que se nos reservan en la vida y luego se quedan a vivir en la memoria para siempre. O sea lo que fuere, con tal que así quede expresado en la espuma blanca de un libro blanco que nace con vocación de libertad y pasiones.
Es, ahora, solo nacer. Pero ha de nacer con una palabra para ponerle horas y tiempo con otra palabra y otra y otra hasta llegar a la última página, al último renglón, al último acento que cierre el libro y lo convierta de blanco en sentimiento. Para que otros, después, abran la espita de la curiosidad o el deseo y se adentren en un mundo infinito de sensaciones; y acuerden compartir la iniciativa, el sueño, la razón o la misericordia de quien se explayó en vivencias antes que él. Para que él pueda también dejar su reguero de placeres o desencantos.
Es un libro blanco que comienza en esperanza, para devorarlo en una mañana de arenas blanquecinas con calor en los hombros y felicidad en el alma. Un libro más para vivirlo, para beberlo, para comprenderlo desde la suma de horizonte y cercanía. Un libro blanco es el libro de los libros porque nada se escribe sin intención y todo tiene una cuerda invisible que une la creación de uno con la pena de otro, la aventura de aquel con la rebeldía de este, la burla de muchos con el halago de otros. Así es la función de sesión continua de vivir y así se pretende que se deja patente en este Viajero de utopías y realidades que hoy se hace mucho más blanco porque ve la luz toda.
Hagámoslo nacer a la palabra, al verso hecho mar, al hombre hecho poema, a la mujer hecha ternura. El todo de la luz quedará representado en este cuaderno de campo para los viajeros que saben pisar con devoción y afecto esta tierra nuestra que tanto inspira.
31.5.07


Ramón Llanes. de SECUENCIAS DEL MÁS ADENTRO.

ACABO DE LLEGAR


Si alguien acabara de llegar no conocería esta absurda imitación de la vida. Me gustaría decir que no he llegado. O diré que sobra mundo. Por qué?, quién ha estropeado esto?. Ayer, atrás años, la utopía que nos dominaba se concebía desde el deber de dejar para los descendientes un hábitat bien dispuesto, consolidado, ordenado y bien dirigido; hoy, ahora, en este momento de esta historia, el deber ha quedado en undécimo plano; prima la ansiosa consigna de intentar que la miseria no se coma las piedras, que será lo último que pueda comerse.
Si alguien acabara de llegar se taparía los ojos. Mismo nuestros abuelos, que se fueron con la idea de dejar un mundo en inicios de tecnología y adelantos, mismo ellos, si llegaran a este páramo, volverían a morir de pesadumbre. Les parecería el fracaso de la civilización. Lo encontrarían inhumano, perdido, podrido, arcaico, prepotente, imbécil. Un mundo hecho en un paréntesis del capitalismo donde el dominio procede de un capitán avaro, sin conocimientos de valores, sin entender las reglas de la ética, la razón y la solidaridad.
Si les sorprendiera de nuevo la vida, en un estado de consciencia, convendrían dejar el arreglo por imposible. A bien que nos vieran conspirando con la idea de la felicidad, se reirían de nuestra inmadurez.
Y nosotros, obstinados en este declive, sin prestarle atención a la “sin vergüenza” en la que nos dormimos, hacemos como que cumplimos nuestro ciclo vital y cerramos no sé cuántas modalidades de disciplinas y valores para desentendernos de pensar, ocupar el sillón en el salón o en el suburbio y destilar, antes de dormir, –con la fórmula impuesta– la peor de la parte de nuestra conciencia, que otrora se distinguiera por tontear con la excelencia de todas las artes y de todos los artilugios de la verdad.
Hemos perdido, lo sabemos, pero seguimos aferrados al deshonor y a la indecencia humana antes que promocionar una rebeldía.


27.10.13. Ramón Llanes. Del libro SECUENCIAS DEL MÁS ADENTRO.

ALGUNAS COSAS RARAS


Con esto del calor hoy se levanta uno con las orejas gachas, desgana de andar y comido por esta cálida tristeza que agobia más el deber que la pena. Se le dan vueltas a las cosas raras del vivir, que si los obispos metidos siempre en política de barrio, que si la paz sin descubrir, que si los violentos nos conceden treguas de vida, que si a Irak le otorgan premios de muerte a diario, que si Palestina es el fortín de los deseos incumplidos, que si la tele idiota, que si las próximas elecciones están aún de vacaciones, que si los etcéteras serán una continuación de las oraciones transitivas; y algunas otras rarezas en el galimatías de existir. No será por verlo todo negro que hoy la luz restalla y asombra, ayer lo mismo; y estos días atrás su influencia maximizaba la sensualidad. Tampoco será que el muermo se nos cae encima como el sofoco y nos atonta; tampoco la desidia, que uno hace reflexiones profundas sin colesterol y llega a conclusiones profundas sin colesterol. Será que miro la vida desde el nudo, eso será.
En esto de cosa rara, digo que si elegimos para gobernar a cincuenta, por ejemplo, por qué luego solo gobiernan los veintisiete que eligieron mis vecinos, que son del partido o de la división tal. Que jueguen todos a gobernarnos, que se impliquen tanto los más guapos como los menos traviesos, que se enrollen en aportar tesis, ideas, soluciones y que no se dediquen solo a mirar para juzgar. ¡Qué raro!. También la intolerancia, también rara la incapacidad para comprender que dos seres puedan amarse aunque pertenezcan al mismo club, a la misma orquesta o al mismo sexo. ¡Uf, qué cosas más raras!.

28.8.14. Del libro SECUENCIAS DEL MÁS ADENTRO.


COSAS DE PASADO MAÑANA

 
COSAS DE PASADO MAÑANA


No será el recuerdo el que nos valga para iniciar la senda sino la ilusión, los pasos andados ya tienen su sitio, ya dejaron su huella, están inscritos en el dormitorio de nuestras verdades, ahora se dirige la mirada hacia el horizonte aquel, hacia el roquedo alto del Morante mágico, hacia las sombras que se inclinarán a nuestro canto cuando las voces llenen de dulce cadencia el asfalto quieto y el aire difundido. Cuando sea necesario volver la vista para ver Calañas o cuando el vientecillo te restriegue en la sien la actitud de la fuerza, será ir en volandas a los sitios dichos, a los lugares amados, eso será pasado mañana, que hoy estamos en la Plaza deshaciendo las cábalas y alimentando la fe, como quien prepara el mejor proyecto de su vida; aquí están los otros, ellos, los aliados en esta sorpresa que viviremos juntos a la par de la sonanta y el espíritu.
A cuántas leguas estamos de nosotros mismos los sabremos al ocaso de la vuelta, no importa ahora la predicción del tiempo ni la economía del mundo, solo el vino hecho, solo el tiempo que falta, solo la emoción, nada es más importante para pasado mañana que estar con la capacidad del sentimiento como la vez primera; es tarea sabernos tener con la usual concordia, para cumplir las liturgias del camino y hacer abrazos y convertir en presente todo el podio de entusiasmos que prevé esta existencia privilegiada que la génesis de la historia nos ha permitido. Acaso falte, para pasado mañana, ocultar la timidez cuando se precise el grito, desentumecer los huesos de la comodidad, tropezar a conciencia con los más lejanos para provocar la risa y emitir el saludo afable. Hay tiempo para todo, mientras suena el tambor suena también el alma, la flauta significa la alabanza y las pisadas son el respeto a la tierra madre.
Nada queda para que, pasado mañana, tú y yo, desatentos con el noticiero y ataviados de amigos, formemos el cúmulo de sensaciones que nos pertenecen y giremos en la primera curva para despedirnos de la realidad hasta llegar a la parte de cielo que se nos reserva en la orilla que acuna nuestro destino, allá en el más íntimo sobrenombre de la estética que nos produce esa suculenta forma de sabernos un poco dioses con Ella y un poco humanos con nosotros. El sentido de nuestra felicidad se sostiene con tales sentimientos.


Ramón Llanes. Enero 2016.
Publicado en Revista de Coronada, Calañas. 2016

martes, 26 de abril de 2016

LA GRATITUD DE LOS CORRUPTOS

 
LA GRATITUD DE LOS CORRUPTOS


Definitivamente los corruptos no son raza en peligro de extinción a raíz de la posible legalización de la corrupción para aquellos que no hayan trincado más de mil millones de euros en un día; eso elimina a unos cuantos pero existe otro atenuante que aún les beneficia más y se refiere a que solo podrán ir a la cárcel quienes habiendo delinquido en esta manera hayan alcanzado una edad superior a 120 años; esto elimina a otros cuantos pero además existen otros atenuantes para quienes no estén casados, para quienes sean católicos, apostólicos y romanos, para quienes sean o hayan ejercido algún cargo público y para quienes tengan amantes; esto elimina a otros cuantos pero aún se ha legislado que estarán libre de culpa total quienes entreguen al fisco un euro por cada millón de euro trincado y así cumplirían la condena en su totalidad -suponiendo que no les afectase alguno de los dichos atenuantes-, de ahí la gratitud de los corruptos ante este panorama tan enormemente dulce, (el gobierno debe tutelar el estado de bienestar); y de camino así conservamos tan pura y pícara especie. Un acierto, como pocos.


Ramón Llanes. 26 abril 2016

lunes, 25 de abril de 2016

LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES

 
LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES.


Fue un veinticinco de abril cuando se barruntaron en Portugal los primeros signos de rebeldía ante dictados políticos que impedían el desarrollo humano de los seres que habitaban tan bello lugar; fue en Lisboa cuando simularon algunos jóvenes haberse convertido en donantes de claveles obtenidos de una floristería cercana donde tuvieron que esconderse del acoso policial. Ocurrió que el dictado dejó de existir como tal y se acordaron nuevas formas de entender la vida de los portugueses. Los claveles fueron el olor del cambio.
Quizá no encuentre en la reciente historia de este mundo hecho tan significativamente poético que, a la vez, modificara la estructura de un estado; fue llamada “revolución de los claveles” que por recordarse hoy la traemos a este virtual papel en blanco para considerarnos proyectados en aquella ilusión.

Ramón Llanes. 25 abril 2016.

LA INAPRECIABLE BELLEZA DE LA JARA


Qué pocos poetas dicen
la belleza de la jara,
qué poco pintor la pinta,
qué poco orador la halaga,
qué pocos ojos le ponen
metáfora en la mirada,
y qué humilde es esta flor
que no grita en la majada
ni se duele si la cortan
ni entristece si la arrancan,
qué flor más libre
que a todo el campo lo cubre
y a la dehesa engalana
y con su manto los viste
todo de verde y de blanco,
todo color de esperanza,
de primavera que alegra
las tristezas y las aguas,
qué olor le pone a la vida
la sencilla flor de jara.



Ramón Llanes. 25 abril 2016

domingo, 24 de abril de 2016

LIBROS

LIBROS
Conversos libros,
serios, comprendidos, exigentes,
promíscuos, lindos,
extraños hombres...

ante grandes libros,
historias de todos,
los libros siempre se abren
por la página de la vida
de cada uno.

Ramón Llanes. 23.4.2016 (día del libro)
En honor a todos los libros de la historia

MIS PRIVILEGIOS


MIS PRIVILEGIOS

                La exuberante nitidez en la conservación de los ritos y riquezas que los tiempos dejaran por estos pagos de El Andévalo entrañan privilegios a quienes podemos observar la bien cuidada vida, el bien formado orden de las cosas. Escribo cuando se han subido muchos seres a acreditar su devoción a la Virgen de la Peña, es domingo completo con sol radiante y costumbres de antaño preservadas de especulaciones y enredos. Gabachas y gabachos, en la vestimenta de la usanza ancestral, la liturgia del reparto de bienes a modo de ofrecer comida a todos los peregrinos, la belleza mítica del caballo, el traje puebleño para la ocasión, la función religiosa para los devotos, el peñón atento, la ermita mimosamente estremecida; escribo cuando caigo de nuevo en la cuenta de saber que tengo en perenne cercanía estos privilegios.

                Ramón Llanes. 24 abril 2016.

martes, 19 de abril de 2016

ENSAYO

 

Pan para darnos,
hortensias que adornen
los pómulos que dejara
la despedida,
atenciones a quienes nos figuran
amantes
y todo un amor guardado
a trozos
y hecho a fuego
para que envidien
quienes nunca
nos sabrán enamorados.


Ramón Llanes.

DE QUÉ VALE UN SUEÑO

 
DE QUÉ VALE UN SUEÑO


Cuántas veces habré contado los días que me faltaban para llegar a la estación término de la Navidad; ni lo recuerdo, pero sí recuerdo que la soñaba; esperándola, la soñaba, la deseaba con un ansia de bandido, como un lobo la quería morder. La Navidad era, en mi esquema, un refugio donde yo guardaba todos mis dioses posibles y meritorios, donde yo poseía las verdades y las enriquecía en el fuego del abrazo.
En esta edad decrecida repaso a la gente que finge la Navidad; palpo a quienes se tropiezan con la Navidad, me río de aquellos que se beben la Navidad y me pierdo en las garras de los devoradores comerciales de la Navidad. Ahora me extraña la Navidad, como me extraña tu cara de extraño en la Navidad y tus labios sin besos y tus manos sin manos y tus renegados quiebros para esquivar la Navidad. No eres quien eras, has perdido el tiempo en tu ombligo, has desmerecido caer en este ciclo mágico que alumbra lo que tú oscureces. Maldita vergüenza que nos reinas en despropósitos, vanidades, desencantos y miedos.
Alguien mirará una estrella y verá un recorte de prensa con una foto de tí, tuya, de todos, nadando en la indigencia de la soledad, buscando carne para la boca y miseria para el alma; alguien estará esperando que llegues para tenerte y vendrá solo tu recuerdo, a destronar los colores y fundir en agrio la poca alegría.
De qué vale un sueño si te has ido con los guantes de cristal y las sonrisas hasta las quiebras, a la oquedad que nunca habías imaginado. Hasta la penumbra te has ido, Navidad de los hombres, con esa cara perdida en el “paripé” de un belén oscuro, hambriento y caduco. De qué vale nuestro sueño de supervivencia si se nos acaba, miserablemente, esta utopía de la Navidad.


Ramón Llanes. 20.12.12.

AL DÍA DE HOY

 
AL DÍA DE HOY


Cuento con los dedos los días de sol que nos faltan, cuento los ratos de luz oculta, me he quedado en tres; ahora que a poco hace que el año ha comenzado y ya son tres las faltas que le puse a la luz. No he podido contar las gotas de agua caídas ,fueron tantas que me perdí. Ahora me queda por contarle a cada día su resultado de bienestar. Los niños cuentan las bicicletas que pasan, las bocinas que suenan; los hombres cuentan el dinero y poco más, los animales no saben contar, que yo sepa, pero saben cuando tienen hambre y cuando alguien les acarician. Las noches cuentan los grados de oscuridad y las estrellas que se caen, la luna cuenta su órbita. Todos hemos aprendido a contar algo, todos contamos la batalla del tiempo, la miseria, la agonía o la soberbia; todos contamos los cuentos que llevamos grabados desde que nos impusieron el orden. A más que quisiéramos no podríamos olvidar todos los cuentos. Al día de hoy quizá todos los cuentos estén contados más desde la opulencia que desde la armonía. Al día de hoy me ha faltado emitir por este costado del aire, el cuento del hombre pobre, lo había comenzado justo delante de esta hoja, luego me resultó imposible ponerle título, luego me robaron las letras, se fue la inspiración; la conformidad me inyectó esta manera de formatear los cuentos, de forma que han quedado todos fuera de la disciplina de la memoria y solo he sido capaz de traerme unas letras cursivas, escritas en un blanco sin bordes, que , juntas, componen lo que he quedado en llamar "sin título", como enigma sin gracia para este viernes consentido en ser el espejo de la semana gris que ahora acaba, como todas.  

Ramón Llanes.

ESTE INACABADO MUNDO

 
ESTE INACABADO MUNDO


Ha de ser que el mundo no está terminado, ha de ser eso. Casi sin observarlo con pulcritud y detenimiento le notamos que le falta orden; las cosas están fuera de sitio, el agua corre a su antojo por donde le da la gana, llega y se va sin que hagamos algo por retenerla; el sol no está en todas partes, el dinero tampoco. Ha de ser que no está acabado aún, que faltan arreglos.
Notamos que al mundo le falta también imaginación, ha de ser que no está terminado, ha de ser eso. Porque miramos para donde no está lo importante, observamos por las rejillas de un mirador sin estilo, desprovisto de capacidad. Porque nos viene un tsunami o una crisis o una pandemia y nos coge desprevenidos, desatentos, no sabemos qué hacer ni qué camino tomar. Nos falta previsión.
Y también le falta ternura a este mundo, mucha ternura, porque la ternura es necesaria para entendernos con los demás, para ofrecer amabilidad y afecto. No sabemos, aún no sabemos, tenemos poca idea general de la sensibilidad, de las emociones, del sentido imprescindible del respeto y del amor.
Le faltan al mundo muchas cosas importantes porque a nosotros nos faltan muchas cosas importantes y no sabemos de dónde sacarlas o cómo inventarlas.
Ha de ser que el mundo aún no está terminado, ha de ser eso, porque si no cómo nos explicamos tanta carencia de felicidad.

Ramón Llanes. Abril/16

domingo, 17 de abril de 2016

VERSOS AL AGUA


VERSOS AL AGUA

 

Es un canto decente a la humedad

con la transparencia de los ritos,

cae el agua, apasionadamente cae el agua,

se hace un charco en mi memoria,

hasta la parte seca de mi voluntad

tiene manchas de agua,

se han mojado de melancolías

las canales ocultas de mi cuerpo perdurable

y ha dejado un reguero de gotas

de tristeza en mi alma,

he salido al barro a restregarle

locamente mis nuevos versos.

 

         Ramón Llanes. 16.4.2016

LA PAZ EN UN EXTREMO

LA PAZ EN UN EXTREMO.


PREGUNTEN SI HA VENIDO LA PAZ,
QUE SE ACOMODE,
QUE SE NOS CUELE, SI CABE,
HASTA EL MIEDO DE LAS VENAS,
QUE TRACE LOS SIGNOS, QUE ALUDA Y REINE.

AHORA, QUE LA PAZ ES LA MODA DEL ODIO,
QUE LA PAZ ES LA DISTANCIA,
QUE LA PAZ NO ES EL SUEÑO.
AHORA, QUE LA PAZ NO ES EL EXTREMO
LIBRE DE LA VIDA,
QUE LA PAZ NO SE ORIENTA,
QUE LA PAZ ES EL PUTÓN DE TURNO,
EL FARSANTE, LA MANGONA, EL VENENO.

AHORA QUE DE PAZ NO SE NACE,
QUE DE PAZ NO SE INVENTAN GERANIOS
NI EXISTEN CLASES DE PAZ EN LAS PRISIONES,
QUE NO SE DAN LECCIONES DE PAZ EN EL METRO
NI SE ENSEÑA PAZ EN CASA,
AHORA QUE DESCONOCEMOS TODAS LAS CARAS DE LA PAZ,
LOS OJOS, LAS MANOS, LA PALABRA, LA LUZ DE LA PAZ.

AHORA QUE SI LUCHAMOS POR LA PAZ
LA DESTROZAMOS,
NO PODRÁ ESTA PROTESTA DESTRUIRLA
O ACABARLA ESTA REBELDÍA
U OLVIDARLA SI LA NOMBRO
O APAGARLA MI PASIÓN.
O MANCHARLA EL MANOSEO.

AHORA
QUE HEMOS VENIDO A PEDIRLA,
QUE ENTRE, SI HA LLEGADO,
Y NOS DEVUELVA
EL DESEO Y SE ACOMODE.

Ramón Llanes.

viernes, 15 de abril de 2016

LA TARDE DEL SÁBADO

 
LA TARDE DEL SÁBADO.



Pudo parecer un susurro del tiempo que obligara la parada de los versos en la culminación de un sábado con sol grande en la gratitud honrosa de anfitriones de almas o pudo parecer que Begoña celebrara por enésima vez su estancia cálida en la entrega tan constante de la Paz o pudo ser que Pedro Javier preparara con el cuidado tierno de sus maneras acogedoras la entrega de sus ventanas abiertas al mundo lírico que tanto ama. También pudo ser el casual encuentro nunca predicho en el protocolo de los ritos, sin el orden impuesto para la actuación y con cara especial de sosiego para el asunto. Pudo haber sido un regalo insinuante de hados con rima en consonante que pasaran por la dehesa de aquellos parajes de ensueño. O quizá fuera el último suspiro perdido de un dios “potrillo” , llamado ternura, que a bien quisiera premiar la seña de bondad de los invitados.
Pero fue solo sábado para unos pocos, esos pocos que corrieron al lar abierto de los amantes Begoña y Pedro Javier, que esperaban con el manjar de sus agasajos en los ojos. Fue el recibimiento la primera mueca de agrado, vinieron los abrazos, la sombra deseada, el paisaje con vistas, la suerte echada de la concordia, las recetas de paz en los asientos; fue día de probanzas de alimentos que las manos poetas habían puesto en el mantel ameno: las habas, la tortilla, las aceitunas, el raro queso de Luis, el chorizo, la cara siempre alegre y pura de Ana, el silencio de Antonio, el humor desprevenido de Juan Palacios, el chiste sereno de Rivero, la risa encariñada de Santi, la tarta con sonrisas de Pepa, las ganas de estancia de Paqui, la delicadeza musical de Bárbara, la constancia de Ana Díaz con su misión grabadora y atenta, la gracia de Manuela, las atenciones y ayudas de Juan, las papas aliñás tan exquisitas de Charo, la disposición de Inés, la nota poético-humorística de Rafa, la luz tan pendiente de nosotros, Miguela en su mundo de prudencias. Importaría poco que no hubiera sido sábado y hubiera podido ser otra marea pero se hizo así de añil el elenco hasta para que estuviera Juli con su perfecta compostura y su saber degustar y que viniera Jesús desde la Palma a hacerle miradas especiales a ella, para que Ramón se hiciera el chistoso y el cantor, que Begoña nos pareciera un ángel de excelencias y que Pedro nos compusiera con la entrega y el trato uno de sus mejores poemas de calor. No cabían más buenas sensaciones en una tarde de sábado.


Ramón Llanes 8 de abril 2016, en casa de Begoña y Pedro Javier.

miércoles, 13 de abril de 2016

martes, 12 de abril de 2016

UN ESPACIO. (INÉS DÍAZ RENGEL PARA RAMÓN LLANES)

"Fábula del vacío"

Hay un desconocido lugar
que tiene sombras, que tiene árboles;
un lugar sin nombre donde
pactan sueños de nadie,
donde amanece a horas desiguales
y el mar es el vacío.
Ramón Llanes



UN ESPACIO 

Mi espacio,
el que solo existe dentro de mí,
el que contemplo, con el que estoy en armonía,
el que a veces su silencio me acompaña,
donde no hay árboles, pero hay sueños,
donde el mar es inmenso, pleno de ilusiones,
el que disfruta de los colores de la memoria.
Y es que en ese lugar
siempre está él con un gesto alegre,
con la felicidad aprendida
dispuesto a recibirla y acariciarla,
porque ese recinto es bello,
sin tapujos ni reminiscencias,
donde permanecerá siempre
huroneando todo mi ser
y en mi alma desnuda se quedará,
dispuesto a recibir un bautismo de luna
y un encendido crepúsculo
engullendo todo lo bello del paisaje.
Es el que me suma vida,
el que me resta horas,
porque no se ha apagado
el paroxismo de la vida.
El que siempre veré
con los ojos de mi último aliento.


25/3/16 Inés Mª Díaz Rengel

SONETO A RAMÓN


lunes, 11 de abril de 2016

VALLE, EL JUGLAR DE THARSIS

 
VALLE, EL JUGLAR DE THARSIS


Su nombre completo es Manuel María del Valle Domínguez Feria, pero su paisaje, su pueblo, sus vecinos y todos los seres vivientes de Tharsis lo conocen como Valle, un juglar de mina y trovero completo que tanta diversidad de fandangos haya compuesto para alegrar esos aires a veces tan grises del entorno y para dejar una huella indeleble en la memoria más afable de su tierra, con esas letras inventadas al momento que a tanto saben y tanto aportan a la sonrisa o a la propia identidad minera. Nos hemos preguntado en familia muchas veces sobre la génesis de este don de mi tío Valle para dominar tan perfectamente los trazos de la poesía, convertirla en fandango a través de un quinteto en octosílabos y cantarlo con invención improvisada y no llegamos a otra conclusión que remontarnos a un primo de su madre -mi abuela Ildefonsa-, que era poeta y era de Valverde -Juan Manuel Feria Chaparro- y que murió en aquella contienda absurda de la Guerra Civil; quizá de ahí le vienen esos genes literarios que con tanta profusión le han distinguido durante toda la vida.

Valle tiene ahora ochenta años, aprendió de niño a tocar la guitarra con el maestro Correa y luego descorrió mil amaneceres con el Pinche, hermanos Toronjo, Antonio Abad, Perolino, Ángel de “seña Pura” y Juan Díaz, hasta hacerse con su toque único e interpretarlo en la más peculiar de las maneras; él sabe punteos que ya no se tocan, dota a la guitarra de potencia y la adorna con letras extrañas que se le ocurren al mismo compás que el rasgueo. Expresivamente es un juglar, semánticamente es un trovero y líricamente es una excelencia inequívoca del arte, a modo de genio. En Valle se resumen todos los adjetivos, cualquiera le corresponde, es inteligente, expresivo, gracioso, mordaz, intuitivo, acertado, lógico, tiene en el cajón de las virtudes sus huecos bien llenos de la mucha imaginación que le ha puesto a su vida y del mucho oficio que ha conseguido acunar. Cuando Valle está en una fiesta está asegurado el deleite, nunca defrauda, siempre tiene versos que decir y siempre encuentra el objetivo de sus halagos para definir a quienes en ese momento prestan cuidado y atención a su trance y a su sonanta. Desconozco el número de fandangos que habrá compuesto improvisadamente en su vida pero doy fe de que todos los conserva en su memoria, ni siquiera uno se le escapó de su control. Valle es una estrella perpetua de la mina, criado y creado aquí, cuidado aquí y siempre deseado para alegrar juergas o escucharle sus aciertos poéticos. No es posible encontrar ser humano que con tanta facilidad haya expresado tanto en los cinco versos que componen el fandango.

Es misión mía obligada presentar un breve recorrido por todos esos que le salieron del alma y que forman el patrimonio suyo personal y también patrimonio local y universal. Haciendo este ejercicio de memoria recordaré quizá uno se sus primeros fandangos, cuando en la edad temprana, me cuenta, comenzó su oficio de albañil y que debido a su versatilidad y capacidad fue cambiando de oficio hasta concluir:



Mi principio fue albañil
y luego fui recovero,
ahora me tienen aquí
hecho un pobre panadero
no sé cuál será mi fin.

Quizá un poco arrepentido de todo su estado de profesión, cantó otro día:

No quiero ser albañil,
me voy al cascabelero
o con tío Benito el Cano
donde yo estuve primero
con veinticinco marranos.

Sus letras han sido muchas veces definitorias de su propia identidad, como aquella otra, también de sus comienzos que decía:

Guardando lechones estuve
con la Pepa la Motera,
con Pedro Gento y con Bravo,
con “toa” la Cobica entera,
con Juan Miga y con Juan Ramos.
Es sabido que desde hace más de 50 años tiene un huerto cerca del Cabezo “Las Culebras”, donde además de sus cultivos y animales le ha servido de fuente de inspiración; a aquel lugar le tiene un cariño especial, adora su paisaje y se confiesa defensor de este ámbito. En un momento de impulso sentimental escribió este fandango:

Cabezo de “Las Culebras”
no te separes de mi
mira que estoy a tu vera
desde el día en que nací
y estaré hasta que me muera.

Un día en una apertura del Coto, a donde siempre era invitado, una veces como “jatero” o tras como guitarrista, le cantó a Diego Rechino:

En el Coto el Rinconcillo
cambié el burro con Ginés,
lo cambié a una burra negra,
en ese trato gané
aunque en el próximo pierda.

Algún otro día, en cualquier improvisada juerga, quizá se desviara la conversación a temas de los propietarios de la mina para que Valle dejara evidenciada su actitud frente a los conflictos existentes en cuanto a este tipo de identidades, para proclamar su pertenencia de esta manera:

Yo tengo más parte en Tharsis
que don Federico Bell,
más que don Carlos Strauss,
más que don Claudio Tassel,
porque en Tharsis me he “criao”.

O aquel otro de:

Yo soy más tharsileño
que el cabezo El Madroñal,
más que el Cerro de los Gatos
las Infantas y la Majá,
más que el Dique El Lagunazo.

Consiguió imponer una fuerza en su voz bronca capaz de enganchar al menos aficionado o al más crítico y sin pretensión de destacar ni de ser protagonista se hizo acreedor de una fama que se hizo extensiva a todo el Andévalo. En Alosno, en La Puebla, en Las Cruces y en Paymogo, principalmente, fue siempre requerido y admirado. Quedan en los recuerdos de todos estos pueblos sus fandangos, su voz y la grandeza de su guitarra. Cantaba:


Tengo un compadre en Las Cruces
que es digno de admiración,
no le gusta “el palaustre”,
ni le gusta el mostrador,
no encuentro “ná” que le guste.

O aquel otro, dedicado a José Salguero, también surgido en momento de juerga:

Tu compadre es Isidoro
y el mío es Bartolomé
y si estás “arrepentío”
por lo borracho que es,
te lo cambio por el mío.

En una ocasión preguntó en Las Cruces por Antonio El Cano y nadie le supo dar norte hasta que uno indicó que era Antonio “El Ruína” y de allí surgió este fandango.

Tengo en Las Cruces un paisano
que le llaman El Ruina
y eso en Tharsis le llamamos
a uno que vende sardinas
que en “ná” se parece al Cano.

En Alosno tuvo un largo recorrido de festejos y juergas, allí compartió sonanta con los mejores guitarristas y aprendió y enseñó mucho del fandango. Siendo alcalde Juan Mateo Jiménez ordenó éste hacer realidad aquella metáfora de las esquinas de acero y así fue cómo Valle homenajeó tan positiva actitud:

Famosa calle Real
dime quién fue ese alosnero
que te hizo realidad
esas esquinas de acero
que eran “imaginás”.

En otra lejana ocasión, una Velada, de copas con Guillermo Caro, Paco Crossman y Juan Diaz, ante la inminencia del final de la juerga ya avanzada la mañana y ante la prisa de algunos cantó así:

Paco va a perder el pañuelo
Guillermo la “peoná”,
y Juan va a perder “la dama”,
yo me tengo que marchar
que mi madre me reclama.


También en una mañana de Velada, -cuando tenía el Kiosko- nos sentamos la reunión completa a echar el último rato. La guitarra sonaba sin parar y a su llamada se nos acercó un hombre con muchas copas encima que no dejaba de incordiar, a lo que Valle le cantó:




Vete ya “pa” la Cobica
a cuidar de los lechones
y no vengas más “pacá”
a estropear reuniones
cuando tienes la tajá.

El aludido, que era un amigo suyo de Los Montes, se enfadó tanto que echó a llorar como un niño chico y Valle le cantó:

No me hagas más llorar
que eres como la cebolla,
mira que te voy a llevar
“anca” la Paca la Polla
de Puerto Rayo “pallá”.

En una ocasión tuvo que separarse temporalmente de Tharsis y así expresaba su desconsuelo :

Adiós Cerro de Los Gatos,
adiós llanos de la Utrera,
Divisa y El Polvorín,
curvas de las “cantaeras”,
cuándo volveré a venir.
Aquel ya ancestral y conocido fandango premonitorio que es como un himno:

Tharsis, quien te conoció
tus grandezas rememora,
si ahora tu vivir es triste
ya te llegará la hora
de vivir como viviste.

Cuando la mina empezó a ser ampliada se iba comiendo parte de la población que estaba cercana a los filones, a esta situación le cantó así:

Si pudiera defenderte
Tharsis de mi corazón
quizá que no me ganara
ni Agustina de Aragón
“pa” que no te derribaran.

Tiempo muy atrás cuando el amigo Pepe Gervasini estudiaba en Granada, cada domingo de Sandalio estaba destinado a marcharse y siempre se perdía el Sandalio muy a pesar de su afán por quedarse. En una de esas rabietas por no querer apartarse de Tharsis le cantó Valle:

Un domingo de Sandalio
un tharsileño decía:
cambio el patio de la Alhambra
por una encina vacía
en lo alto de Las Magras.

Pero toda la sublimidad la expuso en una ocasión cuando quizá quiso definirse como ser humano o como amante de su tierra. Es uno de los fandangos más importantes visto desde la composición, la lírica y la emotividad, dice así:

Soy piedra de mineral
con ley de Sierra Bullones,
soy del más puro metal,
soy del rey de los filones,
soy quien más profundo está.

Este fandango es un tratado de verdad y de espiritualidad, y es también un manifiesto de amor por la mina, por todo lo que encierra el patrimonio esencial de la mina, por los hombres y los pensamientos de la mina. Este fandango debería estar escrito con letras de oro en todas las memorias de los mineros porque define perfectamente a todos los mineros.

Escribir de Valle y hacer un recorrido por su vida de trovero ocuparía un libro completo porque ha vivido experiencias inenarrables, ha abierto muchas veces las puertas de la ilusión y del buen hacer y ha lanzado al aire infinidad de ocurrencias imposibles de resumir en un papel. Su bagaje es infinito, su cante está en el espíritu de esta tierra, su filosofía se encierra en ofrecer su genialidad para divertir y divertirse, su sentido del humor le ha convertido en un ser inusual, perfecto en su armonía de complicidad con toque, cante, alegría y agrado y siempre dispuesto- con sus normales rarezas de genio- a hacerle a sus amigos y vecinos más agradable la vida; serán pocas las personas de su entorno que no estén inmortalizadas en alguno de sus fandangos, esa ha sido su mejor forma de testimoniar el cariño a sus paisanos y a su tierra. Escribir de Valle es enredarse tanto en el tiempo hasta no acabar.

Ramón Llanes, enero 2016.