RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

martes, 31 de mayo de 2016

EL MAPA DE TUS VENAS


ENTREGA DEL PREMIO JUAN RAMÓN 2016


CAMINOS DE IDA Y VUELTA

 
CAMINOS DE IDA Y VUELTA

Dedicado a Puebla de Guzmán.


De nuevo la ida, ilusión en mano, devoción al hombro. Volver al recuerdo de la calle Larga con la voz primigenia de tu madre alentándote los oídos, entre zagales de ayer que removían el universo para conseguir un caballo. Volver a la Serpa con traje de gala, noche de sábado, cadenas y cantes, espectáculo de jinetes y expectación de visitantes. Volver a la caballería entonando vivencias de muchacho, “Pozo de Bebé”, “Pisá del potro”, “La Casa de Cayetano”, el sombrero que se vuela, la jineta a la grupa, más guapa que un retrato. Volver a la cuesta, subir, llegar a la ermita con los ojos seminuevos de lágrimas, entrar y morir un rato ante Ella, con las rodillas en su regazo y la emoción en el rezo.
Volver como aceptación de la fe y la querencia a todo cuanto allí huele a Peña. Volver con todo el tiempo y llegar a todo el espacio; que nada se quedará sin oler, sin pisar, sin masticar, sin mirar, sin tocar; que nada se quedará vacío de tí, que estarás en todos los sitios a la vez, con la misma pasión, con las mismas ganas. Hasta que la súplica despida y bendiga a quienes salen y a quienes entran.
Y de nuevo la vuelta a los esteros crecidos que la mar hace nacer. A la suerte de buscarte y ganarte la vida con el presupuesto ajustado para que nada falte al futuro. Vuelta también amable porque es la consecuencia de la ida, el resultado de la fidelidad ganada, con la lealtad a tus memorias, a cuanto sabes de tí y de los tuyos y de la Madre.
Y luego todo un ciclo anual para madurar los momentos: el Pregón, la llegada, el paseo de Cebadilla, las músicas de percusión de los caballos, la mirada completa de quienes se quedaron. Inventar cómo volver la vez próxima y las otras con el mismo respeto y la singular complacencia por aquellos terruños amados. Y seguir haciendo promesas, como todos los hombres que entienden de esta divinidad a quien tú entiendes también como tesoro: tu Puebla, Tu Peña, Tus universos.


Ramón Llanes. 9.2.13.

HABLAMOS DE TI

 
HABLAMOS DE TI.


Hablamos entre nosotros de ti
cada vez que hacemos un verso, cada vez;
cada aire de paz que buscamos
lleva la insignia de tu nombre,
por aquí las cosas te recuerdan,
los ojos vienen a entenderte,
la luz es tuya.
Cada vez que hablamos de ti
nos llenamos de Paz
las entrañas de la boca.



Ramón Llanes.
Leído el 29 de mayo 2016 ante la tumba de Juan Ramón. Moguer.

POETAS CON JUAN RAMÓN


domingo, 29 de mayo de 2016

SER


 

SER.

 

 

Nos proponen el Ser por encima del tener, declinamos la invitación; más son los no aludidos, menos los receptores. Ser, desde amable a generoso, ¿por qué?. Valen los médicos buenos que no te sonríen, no nos gustan los que te curan mal con muchas sonrisas. Vale un político poco generoso que sea un excelente gestor. Valen también los que pretenden sentirse útiles y nunca lo consiguen, valen los desordenados con un gran corazón. Ser mujer, ser persona con todos los pilares de la dignidad, ser hombre con benevolencia.

Y no más de esto, no me vale hoy recurrir a este valor de ponerme trascendente para que esta reflexión vista mejor. No me valen los motivos que tengo para defender el ser antes que el tener, no me valen las experiencias vividas ni las futuras, esto no cambia porque yo lo intente. Al final tendremos casas, coches, campo y nos seguirán faltando dignidades y besos.

 

 

 
                                                        Ramón Llanes.

CÓMPLICES

CÓMPLICES.
 
         Buscadores de cómplices, es la moda que prima un entorno a veces infiel, a veces drástico, a veces irreal, a veces violento y otras veces político. Se pirra cualquiera por un cómplice ¡lo que son las cosas¡, porque de este paso a la solidaridad va un trecho pequeño y menos de aquel a la amistad; todo puede ser. Hasta en venta se ponen los cómplices, a la orden del día.
         Pudiera no tener sentido la vida sin ellos. Un objeto nunca creado para controversias, se hace el cómplice- como objeto o como compañero- para amarrar en lo posible los secretos. Pero los secretos no siempre tienen valor para el otro, que se limita a guardar con responsabilidad y callar.
         Del cómplice al delator, del cómplice al traidor; surgen no solo las discrepancias también las confrontaciones y hasta las guerras. Las consignas que reciben las personas implicadas en la dicha o la desdicha, que de todo se da. Cumplir supone una heroicidad y defraudar siempre se acerca a la traición pero ninguna de las dos consecuencias deben ser pacto de violencias, porque guardamos y retenemos y otras veces olvidamos. Y el olvido también es un error en el contexto de la complicidad.
         En este corresponsal de tareas por todo el mundo la complicidad se desdice a diario, se maltrata a diario y los hombres se ajustan cada vez a moldes en los cuales la complicidad se queda en desuso para la envergadura. Para las cosillas pequeñas ser cómplices suena a poco. Prima mucho el morbo y todo se piensa en clave de estrategia como si siempre debiéramos estar preparados para conseguir algo o para ganar y utilizamos a los cómplices y los metemos en nuestros embrollos pero la mayoría de las veces no les hacemos partícipes de lo que nos sirvieron cuando habíamos llegado a la meta pretendida, recriminándoles la falta de apoyo si se fracasa.
         Y todo esto no puede tener otra lectura que la expuesta. Ahí y aquí estamos siendo cómplices de unos y teniendo los cómplices necesarios para nuestra diversidad de vida. No es bueno, tampoco malo, es sencillamente consecuencia de la inercia en busca de la eficacia a veces personal y otras colectiva.
         Se nos ocurre que precisamos cómplices cuando tenemos clara necesidad de compartir algo que nos sucedió fuera de la normalidad y echamos manos de la amistad luego somos dos y después más hasta que el secreto sea comidilla y empiece a crear desconfianza. No era eso la complicidad.                                      Ramón Llanes.

jueves, 26 de mayo de 2016

FLORES DE CHOCOLATE

][ Ramón Llanes Domínguez ][
Flores de chocolate

Siempre sospeché que no me llevarían chocolate al tanatorio. ¡Malditos desagradecidos!. Allí presumían de afecto y calentaban una condolencia al uso de agradar mientras los familiares, –mis familiares–, se lloraban toda mi ausencia, se tragaban los recuerdos, palidecían. ¡Oh, qué escena de flores!, coronas y sándalo anunciaban la resurrección de mi carne, ¡creyeron que había muerto!, cortejaron la sinrazón de una vida tan corta; el poeta había muerto, pero nadie trajo chocolate a su lecho, confirmaron mi sospecha. Por venganza, –mi última venganza–, les negué a todos la palabra. Ellos me animaban, se estremecían, me contaban recuerdos, me abrazaban, yo permanecía quieto, con los ojos cerrados y pensando que necesitaba chocolate.
Al momento de la siesta, eso sí, respetaron mi costumbre, me dejaron solo, las avispas del tanatorio guardaron un silencio de respeto, las flores dejaron de oler y la luz se metió en los rincones de la primavera, de aquel veintinueve de un abril eterno. Me despertó un niño que llamó a la caja confiado que sería la puerta de entrada a la vida; me sonrió, le sonreí, me preguntó si estaba triste, le volví a sonreír y corrió a los brazos de su madre sin dejar de mirarme.
Ellos eran muchos cuando rompieron los llantos otra vez, antes de la hora de una despedida sin retorno. Nadie reparó en mi chocolate, nadie recordó cuánto me gusta y en eso que, antes de subirme a sus hombros, les preparé la mejor treta de mi imaginación. Me acerqué a una de las flores, la más hermosa, la acaricié en tono mío, la saqué del enorme florero, me la llevé a los labios y le puse un beso; ¡sentí el sabor a chocolate que tanto deseaba!. Ellos enmudecieron sin soportar que saliera de la estancia con mi flor, esgrimiendo una sonrisa de travieso y otra sonrisa de libertad.

12.10.06

DE SECUENCIAS DEL MÁS ADENTRO.

EL NIÑO Y EL MAR

El niño y el mar

Recuerdo un paso de trenes, la barrera bajada y mi abuelo durmiendo con la debilidad de sus años en el asiento trasero del coche rojo que nos conducía al infinito mar tan esperado. Yo llevaba los ojos más abiertos que el día, eran casi las doce de un trozo de verano, el curso me trajo notas que empujaron a mis padres a colorearme el mar en los sentidos, promesa a cumplir un sábado de julio recién marcados doce años en mi agenda, doce años en espera de un sueño.
Subió por magia la barrera, corrí los deseos hacia la última duna que aún me impedía divisar el horizonte azul tan largo y tan descrito por mi abuelo tantas veces en tantas noches de invierno. Los ronquidos no desviaban mi atención del paisaje de pinos que comenzaba a trepar por los costados de la carretera y la metían en una boca verde inmensa y calmada como cuidando la tierra de la calentura del sol creándole un nudo de sombras calladas y expectantes. A este lado la tierra al otro lado el mar, quedaban rectas y curvas detrás de los esteros a poco más de unos minutos que se me hacían tristes y dolorosos. Llevaba sangre infantil de doce años, la ilusión de un preso el día de su salida de la cárcel, el cosquilleo indomable en las manos y una prisa incapaz de disimular. Ellos hablaban, yo arañaba el espacio, quería adelantarme al aire con mi ingenuidad de niño, me pensé perseguidor de los pájaros, solo llegar colmaba aquel momento de mi vida.
El coloso pinar no se acababa, seguía sin saber imaginarme una llanura de agua, ¡qué extraña sería una llanura de agua, sin árboles, sin montañas!, el vaivén del tiempo, de mi tiempo atareado, me traía más ansiedad, me ahogaba la incalculada lejanía; huí del miedo al fracaso convencido de mi sorpresa cuando mis ojos tocaran por primera vez el mar.
Apareció la última duna, me levanté del asiento en señal de un triunfo impensable, desperté a mi abuelo y le abracé gritando mil palabras, una tras otra, sin necesitar respuesta.
Recuerdo que enmudecí cuando el mar y yo nos miramos. ¡El mar!, ¡mi soñado mar!.
Nadie había sido capaz de describirme en doce años aquel misterio interminable; ¡es más grande, más azul, más poderoso!; nadie mejor que mis ojos.

Ramón Llanes. (De SECUENCIAS DEL MÁS ADENTRO).

lunes, 23 de mayo de 2016

POEMA POR UN ADIÓS

 
POEMA POR UN ADIÓS.


Un corazón perdido, mueca de hombre,
viaja por el angosto paraíso de lo imposible,
se adentra en la desesperación de un absurdo,
se ahoga en su pensamiento
cuando el vicio de amar se le acaba
por inacabado, por sordo.
El lunático travieso, feliz en cementerios y avispas,
sucumbe en su dolor,
se hiere en agonías de olvidos
y sueña que se va de los campos de besos,
del amolar, al destierro del asfalto;
nota marcharse las fuerzas de ayer
cuando no respondiera con su voz
a la llamada del alba,
al despertar diario de la amada
en golosa armonía de ansiedades.
No sonarán por el cable las pasiones y las risas,
ni los cuerpos irán al abrazo,
ni las complacencias se vivirán
con los ojos prendidos, ni habrá alimento
capaz de taponar este hambre de caricias.
Ya nadie escribirá nombres en las paredes
con tinta frágil, nadie se esconderá por las esquinas,
nadie andará tejados azules
con reflejos de luna,
que ya ni siquiera habrá luna valiente
que aguante el premonitorio adiós ya dicho;
y a nadie se pedirán citas de potos colgantes
y conqueros; a nadie se remediará
con tanto padecer, para nadie será
el hueco blanco de la esperanza.
Se apagó la vela inapagable,
el hilo se partió en dos pedazos
uno de orgullo otro de turbación;
a nadie se mandarán disculpas por desoir el amor,
nadie pecó por culpable, nadie por agobio,
nadie por desatento,
nadie sabrá más tarde
la sinrazón de la herida.
Un trozo de pretensiones se muere
falto de opulencia,
nadie echará de menos que algo falta de ternura
y mucho sobra de calamidad;
nadie dará cuentas al alma de su agonía
para premiar el error,
a nadie juzgarán por consentirse tanto al olvido
y el mundo cursará motivaciones y órdenes
como si nada se hubiera roto desde la luna.
Apenas el arcoiris de otoño
se pondrá lazo de luto,
tristeza el carril de cieno,
pena el jaral;
y una angustia eterna nublará las miradas
por cada vez que dejen de mirarse los amantes.
Algún viento, sin culpa ni piedad,
se tragará los sueños
y otro arrasará con el recordatorio
escrito en el aire y en la piel;
hasta el terco tiempo querrá poseer su herencia
en una consola apolillada
por su malhumor, por su intolerancia.
Y sonarán cañones de batallas,
sables de venganza batiéndose
entre los bastidores de las persianas blancas
y los escondites de la noche
para justificar que nadie mató a los amantes,
que habían muerto de amor
con tres puñales de ausencias;
y serán enterrados con estiércol de púrpura
y cenizas de óleos
en una fosa predilecta
donde figure solo “los amantes”,
sin lápida de mármol, ni nombres,
solo el eco de la libertad entonado a coro
de avispas en el sepelio.
Y acudirán, seguro, las flores, el atardecer,
los insaciables besos, los hijos de la luna,
la perseverancia,
el brillo de los ojos de ella
en cristal con mancha de labios,
huellas de él,
la sombra, la paz que les hizo,
el calendario de días compartidos,
las verdades
y un diccionario con todos los mensajes de amor.


Ramón Llanes. 21.06.01.

SONETO A FEDERICO MARTÍN


domingo, 22 de mayo de 2016

A VENDER SONETOS


A vender sonetos

 

Hecho y dedicado para Zalamea en intento de ayudar a su comercio, en estas propias fechas y para mi amigo Vicente Toti que colaboró en la inspiración e ideó este proyecto.
 
Asi que me pides que bien te lea
mejor  te pido yo que tú me compres
un soneto metido en este sobre
que bien lacro con miel y no con brea.
 
Mejor que vender, comprando me veas
cualquier cosa que aunque poco cobren
sirva para aliviar al comercio pobre
de la insigne y gloriosa Zalamea.

Te vendo sonetos de mi cosecha
y tú me vendes pan de tu masera,
así me llevo yo mi compra hecha 

 tú te quedas cuartetos de primera
para que cuelguen siempre de tus perchas
y los puedas leer cuando tú quieras.

  

Ramón Llanes
13.12.2012

viernes, 20 de mayo de 2016

UN RATO CON PLATERO


UN RATO CON PLATERO


Y mañana
Platero cuidará cómo rozar las florecillas
olvidando la tarde de los toros
y volverá al majuelo
por la puerta falsa y soñará con la fiesta imposible
y con la extenuada cara de los músicos
y acaso se atreva a desentonar el clarinete.
No es su misión de burro otra
que divertirse con la mirada
y sacarle tiempo al sol
para sus juegos
aunque se le meta un tramo de melancolía
por no saborear con los niños la fiesta de los toros.

-Mira, Platero, mira el color del traje del torero,
mira cómo se parece a los ojos de la tarde.

 

Ramón Llanes. Mayo 2016

A PRPÓSITO DE LOS VERSOS


A PROPÓSITO DE LOS VERSOS

 

            Los poetas escriben versos todos los días, de todos los años, y están pendientes del movimiento de las hojas y de los cambios de luna, se hacen los locos porque es una pandemia que fortalece el sentido común, vagan con las respuestas en los bolsillos y el desaliño de inconformidad en media cara, intuyen los terremotos, el parto de las ovejas y la soledad de los enfermos. Y no saben si sube o baja la Bolsa, si caen los ministros o si ascienden los trepas; los poetas ignoran los protocolos y solo usan las cuentas para construir un soneto;  son tan extraños los poetas que se inventan más versos en tiempos de crisis como antídotos y bálsamos a la frecuencia constante de la fatalidad.

            Los poetas escriben manifiestos todos los días y los mandan al aire y los leen en los campos de tristeza y se solidarizan con el dolor y lanzan granadas de metáforas contra las paredes humanas derruidas por los hombres; y no escriben de modas ni de tanques ni de recortes ni de intereses. Los poetas escriben de cansancio y de silencios y de penas y de saltos a la nada y de compasión y de solsticios.

            Los poetas se pasan la vida haciendo de la vida un verso, pensando la vida en verso y formando versos en la vida. Los poetas son los culpables de la admiración hacia la luz, del estado romántico de la luna y de la descripción de un beso; están en las mantas de lumbre y en las caricias. Estos poetas que caminan tristes vendiendo la parte de verdad de los sueños y comprando la parte soñada de la realidad, han invadido los mundos con sus lemas amorosos, se han hecho dueños del universo de los sentidos, han copado todos los atardeceres, todas las sombras, todo el contenido de las cosas desveladas y se han creado un cuaderno de felicidades para los merecedores de la paz. Y son quienes mantienen en lo más alto el sentimiento, a base de versos.

 

            Ramón Llanes.

 

               

jueves, 19 de mayo de 2016

AL DÍA DE HOY

 
AL DÍA DE HOY


El tiempo no es versátil, no evoluciona, no tiene nostalgia. Pero el tiempo no engaña, no aprisiona, no es cobarde. El tiempo respeta nuestro parecer y permanece inmune a los acontecimientos. Me he fijado que cuando la vida anuncia soledad el tiempo me pone la misma cara que cuando me indica alegría.
Al día de hoy cualquiera querrá ponerle sumisión para que responda con excelencia, porque el cauce es el indicado, pero el tiempo no se inmutará para complacer a cualquiera, el tiempo vendrá como vendrá. Porque el tiempo es el alma de esta existencia y tiene el don de hacernos a su modo y manejarnos.
Y todo lo sucedido queda en su segundo plano si el tiempo quiere, así que dedicaré al día de hoy todo mi experimento con sabiduría y capacidad para evitar que el dichoso tiempo me lo estropee. Que me deje, la brújula del tiempo, componer mi día, mi lectura, mi fútbol, mis pasiones, sin sobresaltos.


Ramón Llanes

EL ACUERDO


Seguramente habrá pasado demasiado tiempo, demasiadas palabras gastadas. Empezaron a intentar el consenso allá cuando ambos cruzaban piernas con calzón corto y flequillo (era época barata, de réplicas, de consistencias, de urdimbres ), cuando ambos arrastraban la libertad sin conocerla y la odiaban más que desearla. Nunca llegó el acuerdo y mira que fueron explícitos los retos y largas las asambleas; eran niños y pecaban de fantasías o eran poco maduros para tal envergadura.
Hoy podrán sellarlo. El acuerdo goza de los nihilostat y los beneplácitos de consejeros y asesores, la camarilla cree poco en pactos y no consiente ni falta que le hace. Fue difícil, casi imposible, pero se firmará con protocolo y resonancia. Oyeron las razones de la entidad, del consejo, del auditor, del conserje, de la limpiadora; votaron en un ambiente de hostilidad y desagrado, rieron los vencedores, lloraron los vencidos y al final, solo cinco a cuatro incluyendo el voto de calidad del presidente por la falta del tesorero que llegó tarde. Poco bagaje de interés para tan importante acuerdo. Fíjese que llevaban años acercando posturas y proponiendo soluciones hasta finalizar en el día de hoy con esa exigua cuota de aceptación.
Pronunció su discurso el presidente (este era de los iniciadores), resaltando la relevancia del acuerdo y las repercusiones tan positivas en la sociedad; resaltó el equilibrio que se conseguiría en el contexto de la libertad y de los valores humanos, interesó las estadísticas asombrosas de abusos contra los derechos humanos, anunció la composición de la mesa de seguimiento, balbuceó en francés unas frases de un desconocido filósofo galo que en síntesis decía algo así como “los compromisos se alcanzan porque lo desean las personas”, calló tres segundos, bebió en un vaso de plástico que se puso al efecto y con un apasionado y vigoroso viva a la libertad cerró las cuartillas y se sentó.
A las doce del día D se convocaron prensas y tambores, personal del centro, compromisarios de la entidad, socios, altos cargos, funcionarios, cámaras, organismos, magistrados y largos etcéteras para que dieran al acto de la firma del acuerdo la importancia social que tenía. Ni un detalle faltó en el ritual porque hasta de palomilla se puso el presidente y luego vendría la copa de vino español con el canapés de tortilla, una degustación de jamón, alguna gambilla blanca, las felicitaciones, la cara sonriente de los vencedores.


Ramón Llanes. (SECUENCIAS DEL MÁS ADENTRO)

DISTINCIONES

 
DISTINCIONES


Nos resultaría imposible imaginar que en las aceras se reservara una parte para los políticos y solo ellos pudieran usarla, que en los teatros existieran butacas reservadas para los políticos, que en el fútbol se reservaran asientos de palco para los políticos, que en las piscinas públicas hubiera un exclusivo lugar reservado para los políticos, que en todas las carreteras se reservaran tramos de ida y vuelta para los políticos sin que otros pudieran circular, y en los aviones y en los trenes, y en el mercado y en las fiestas y en las iglesias y en los actos en general; nos resultaría muy incómodo aceptar este tipo de distinciones que a modo de claros privilegios se otorga a los políticos.
Sin embargo en las televisiones públicas es así, los políticos tienen diariamente reservado su espacio para dedicarlo a su mediocridad, a sus lamentos, a sus petulancias y a sus insultos. A nosotros nos parece tan normal como si tal espacio fuera propiedad de ellos mismos y renunciamos a levantar la voz por miedo a sus sistemas de grilletes. En tales circunstancias “Democracia no debe ser que ejerzan el poder los elegidos por el pueblo”, algo está fallando.

Ramón Llanes. 18 mayo 2016.

martes, 17 de mayo de 2016

MI CUOTA DE PANTALLA

 
MI CUOTA DE PANTALLA


Es sabido que la televisión crea conciencia, educa, entretiene e influye en los ciudadanos, quizá porque tiene a su servicio todo el tiempo de vida de cada humano y pervive 24 horas pendiente de nuestra atención; y nosotros le prestamos confidencia, ansiedad y afecto porque está en todo nuestro tiempo simulando cierta apatía por nuestros resultados intelectuales y de conocimiento. Pero cada uno, usted, yo, su vecino, mi prima, el fontanero, la tendera, el payaso, todos individualmente poseemos una pequeña cuota de pantalla de la televisión pública porque en ella hemos invertido para tenerla como ayudante a nuestro entretenimiento, a nuestro progreso y a nuestra risa; todos somos dueños de ella, sin distinción de edad, sexo o condición social.
Cuando uno se sabe propietario de algo le molesta que no se trate ese bien como se merece, no se admite que se le golpee, se le maltrate, se le utilice para uso indebido, no es correcto que se derroche a través de el nuestros preciados valores. Mi cuota de pantalla y la de usted y la del albañil y la de la costurera y la de la madre les ha sido otorgada -sin nuestro permiso- a los políticos de turno que cada día y a cada hora la usan a su placer y la menosprecian usándola para desmerecer al adversario e insultar a quien le venga en gana. Es así cada día, nada importante les oigo, no entran en el juego de educar, entretener u ofrecer conocimiento.
Yo quiero prestar mi cuota de pantalla en las televisiones públicas a los docentes, a los artistas, a los científicos, a los poetas, a los virtuosos, a los sabios, a los excelentes cirujanos, a los investigadores y a todo cuantos seres sean capaces de aportar positivismo, cultura, ciencia, humanidad y arte o algo que nos sirva para seguir aspirando a un mundo mejor; los políticos, con sus vanos discursos que se acuesten, por ejemplo.

Ramón Llanes. 17 mayo 2016.

lunes, 16 de mayo de 2016

EL TREN DE LAS CEREZAS



La niña resolvía la tarde cortando mariquitinas en la mesa ovalada del salón a la luz de una lámpara fluorescente, intensa y cenital que a poco conseguía entortar las líneas trazadas. De ese turbio aburrimiento que la invernada deja en los cristales y en los ánimos, de esa apariencia de existir que los niños inventan para entretener al tiempo; en la dulce comodidad estaba, rendida al entusiasmo de fabricar sus muñecas, cuando el padre anuncia, ¡nos vamos!; la niña levanta los ojos brillantes como estrellas y, olvidando la tarea, se pierde en la sorpresa para arreglar lo mucho de ilusión que se precisa para un viaje a cualquier parte.
En los preparativos incluyó la niña todas las emociones de la aventura. Le esperaba el glorioso tren de las cerezas en el andén de una esperanza. Sería vivir, saber descifrar los horizontes y la distancia, un pueblo, otro pueblo, el río, la agitación del tren, un entorno nuevo y, sobre todo, la otra cara de la vida.
Antes de la hora de salida se llenaron de gentes los vagones; soldados, mujeres con grandes maletas, un grupo de niños vestidos de uniforme como si fueran de acampada, un cura solitario, un señor con sombrero; la niña observaba los detalles de aquella heterogénea concurrencia y esperaba en la ventanilla de su departamento que la campana diera el toque de partida.
Echó a andar, paisaje adentro, el tren de las cerezas, adelantando los árboles y tragándose la vía al canto escolar de los niños y al primer sobresalto de aquella niña que dejó un momento su sonrisa al atravesar un túnel.
Refiere la leyenda del tren, publicada en el cuadernillo de ruta, que nunca tiene destino cierto, que se le conoce como el tren de las cerezas porque sale puntual cada diez de abril del Valle del Jerte en la provincia de Cáceres y que recorre hasta el diez de agosto cada una de las estaciones de todos los pueblos y ciudades de la península. Refiere también que los pasajeros reciben un ramillete de cerezas al final de su destino y suele referir en letra muy pequeña que el tren sólo anda empujado por las sensaciones que, a medida de su marcha, vayan experimentando sus viajeros; eso dice, en letra muy pequeña, la leyenda del tren de las cerezas.


Ramón Llanes. (de SECUENCIAS DEL MÁS ADENTRO)

BODA DE AGUA


Estaban los silencios, no vinieron sagrarios a la ceremonia, estaba el amor; la boda fue en el agua, con la música solemne del agua sonando en el órgano cercano del río que se difuminaba en la orilla, con la grandiosidad de todos los sentidos presentes en la tarde de otoño que compuso una luz única para los novios. Las palabras, el afecto, los “sí quiero”, y de fondo, el agua; las madres que se decían amores, los novios que reían, las miradas atentas, y de fondo, el agua; el juez con excelencia y gracia, las flores en las mesas, los llantos en los ojos, y de fondo, el agua; el blanco del lugar, las paredes de arena, los sentimientos, y de fondo el agua.
Boda entre dos, para todos; para ellos, como sueño con nervio soñado, para las ilusiones preferidas de los padres, para la luz aquella que la tarde imaginó, para la amante asistencia en su complicidad de cariño, para el paisaje que se iba despertando poco a poco y luego durmiéndose y más allá un confín de futuro entre los augurios más cálidos y la esbeltez del agrado contenida en la belleza de los acompañantes; estaba allí, en la boda de agua, un cierto y completo olor a vida.
Ayer que me dijeran de las bodas sobrados adjetivos deleznables, que fuere acto esquivo, quizá que nunca estuvieran en una boda de agua o quizá que al agua que permanece en aquel río-mar le faltara una boda. O fuere que se metió la ocasión tan adentro, –por tantas esperanzas, por tanto efecto–, que las blanduras del alma se vieron encharcadas en un remilgo emocional de sobresalto. Han quedado escritas en el aire las palabras que se dijeran con vocación de eternidad, porque el agua hizo de libro; y los entusiastas y libres esposos que estuvieron en un vuelo casi toda la jornada, han quedado hechos en la foto síntesis del horizonte de agua.
Cuando se cerró la tarde del todo, cuando nos dijeron del final, sin avisarlo, el agua seguía insinuando una melodía como de amor que no invitaba a dejar allí la memoria y marcharnos como si nada a la que nos parecería, otra vida.


13.10.13. Ramón Llanes.

QUÉDATE

[12]
Quédate


Quédate, mi puerta abre siempre hacia adentro, 

la cerradura es una flor, 
la llave no es de oro.
Quédate, 

el ruego lo encontrarás en la mesa, 
el pan está adornado de hormigas, 
la casa huele a azufre de noche.
Quédate

hasta que rían los cristales, 
hasta que suenen los primeros golpes del barreno 
y se sienta la gloria.
Quédate 

yo llegaré con el alma.

Ramón Llanes. De (MINERALOGÍA DEL ALMA)

domingo, 15 de mayo de 2016

PAZ SOCIAL


PAZ SOCIAL

 

 

Mirando el panorama de la ciudad, de la provincia, del país, del mundo, nos inquieta la escasa paz social que nos reina. De esa paz pequeña, de la de casa, de esa paz estamos faltos. La quietud mediática, la calma laboral, el sosiego político, bienes protegibles de los que no somos capaces de gozar. Y necesitamos meternos de lleno en esa paz, de esos ingredientes que a la postre serán los imprescindibles para que la paz de espíritu también se haga a nuestro hogar con vocación de permanencia.

Entendíamos que los estados de derecho deberían conformar y confirmar la tutela del ciudadano en todos sus órdenes, y no es así; a cada paso, esos miembros ocupados en protegernos, aleccionan violencia dialéctica, enfrascan tormentas de escándalos, desembalan las cajas de los truenos, se pelean y consiguen que nos alteren la paz social, la convivencia. No ejemplarizan, no trabajan para sernos guardianes; se dedican a consternar, a crear discordias, a foguear los plenos, las calles, la prensa; se dedican a hacernos, cada vez, la vida menos pacífica siendo su misión, como creíamos, exactamente la contrario.

No somos merecedores de padecer las inclemencias, los insultos ni las descalificaciones de los políticos. Que se dediquen a preservarnos contra ellos, que nos reserven la concordia, el bienestar, la paz que necesitamos. Y estarán cumpliendo mejor con su deber.

 
Ramón Llanes.

DISIMULOS


DISIMULOS

 

                Disimulan los feroces sus garras afiladas para el combate, los calvos disimulan la calvicie, el capitalismo salvaje actual disimula sus consecuencias, el tímido se auto disimula, los amantes disimulan estar enamorados y esconden sus deseos y desaparecen de la luz y se siguen amando, los políticos intentan disimular sus errores y lo consiguen durante un tiempo hasta que la voracidad del siguiente político le descubre un pastel mayor incluso que el estimado; la democracia disimula sus manchas y sus imperfecciones, se amedrenta del poder y del pueblo, asume menos responsabilidades de las establecidas, corretea por los charcos donde se pudre la dignidad y deja de ser democracia muchos ratos dando paso a floripondios extraños que en nada se le parecen; la vida disimula su dolor, casi incapaz de entender que es solo una materia imperdurable, vulnerable y frágil sometida a la continua amenaza de la muerte; los hombres son los expertos en disimulos, en ocultar lo que saben, lo que sienten, lo que hacen, propiciando a los demás una apariencia distinta de la real a fin de conseguir mayor relevancia social, mayor rédito público o mejor aceptación general. El disimulo es un arma amable de común utilidad que solventa grandes compromisos, evita otros y se consagra como un acto sin aserto delictivo ni reproche personal.

Como institución conceptual admirada debe su prolífico uso a otra institución llamada picaresca a través de las cuales- de estas dos-, solo a la pretensión de aparentar, olvidar, conceder indulgencia, plasmar tolerancia o engañar, limitan sus metas. Es sin embargo el disimulo un notorio componente de la mentira que en asuntos nimios pasa desapercibido pero influye en el desarrollo de las sociedades en temas de trascendencia. No tendrá repercusión disimular una mirada, un sueño o una soledad pero no será de recibo aceptar el disimulo de una tragedia, una felonía cometida por gobernantes o cualquiera de los maltratos sociales que se llevan a cabo incumpliendo la carta magna para cubrirse en grandezas sus actores. No apostamos, desde la razón, por disimulos nocivos que dejan una malvada huella en los pueblos. Acaso, mejor la verdad, siempre.

 
Ramón Llanes.

sábado, 14 de mayo de 2016

RAMÓN LLANES EN LA PRENSA


Ramón Llanes Domínguez. Tharsis. 1949. Poeta

» "Soy este que va a mi lado sin yo verlo; que, a veces, voy a ver, y que, a veces, olvido”. Juan Ramón Jiménez.
14 mayo 2016
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Adolfo Morales. 

Tener la ocasión y haber sido testigo del afectuoso abrazo que Ramón procura, cuando habla de su tierra natal, Tharsis; de su paseo profesional después de 42 años entregado al servicio de asesoramiento y gestión como Graduado Social o escucharle hablar de su vocación más intima, la poesía, ha sido toda una delicia.
Es el mayor de 4 hermanos, hijo del conocido sastre Pepe Llanes y como no podía ser de otro modo, su nombre le viene de su abuelo “me llamo Ramón por mi abuelo Luis”, trabalenguas que legitima la empatía que desenvuelve con uno de sus nietos.
Actualmente ya jubilado, vive esa época en la que aún se trasplanta el conocimiento y la experiencia. Su carácter custodia un envite de porte elegante, con cierto rictus británico, del mejor estilo escocés que guarda el regusto del mejor whisky de mezclas de aquellas tierras.No obstante, algo tiene que ver sus orígenes Tharsileños a los que vuelve inevitablemente, o de los que jamás se separó.
Mi familia procedía de Calañas, mi abuelo Ramón sastre, con dos de sus hijos, uno de ellos mi padre Pepe, también sastres se fueron a vivir a Tharsis. Eran proveedores de servicios, y mucho antes de que surgieran los trajes y las prendas de confección industrial, eran muy demandados además de necesarios por no decir imprescindibles.
La mina impregna, cala mucho.  “La manera de ahora es de hierro, dura, callada e impenetrable. Merecía el amor, mejor suerte”. El color del paisaje y el olor, ese olor inagotable que produce el azufre, y esas vivencias en la mina organizada como una colonia, un territorio dominado y organizado para proteger la producción minera, bajo la cultura escocesa de la compañía  Tharsis, Sulphur and Copper Co. Ltd. (T.O.S.) aquel entorno marca, a pesar de que aquel territorio tenía sus propias reglas y de que la relación de los niños con las familias escocesa en la mina nunca existió.
Tharsis se construye a partir de 1853, se constituye como núcleo urbano de los pueblos y aldeas del entorno, y en su momento de mayor apogeo llegó a contar con hasta 2000 carreros. El carácter, el orgullo, la arrogancia, el sello de la compañía escocesa fue alternandolos aspectos siempre mejorables con los otros, los que impregnan y calan.
El taller de su padre, que llegó a contar en sus mejores momentos con hasta 30 mujeres que hilvanaban, pespunteaban, cortaban, cosían y planchaban en una danza sin fin, fue parte esencial de sus escenarios comunes y Miss Gray, aquella señorita que mediaba en los conflictos sociales y laborables entre las familias y la administración de la mina. Miss Gray, una relaciones públicas al uso reclamó franca atención en Ramón, que observaba en aquella gestión un papel reservado también para él, aunque aún no lo sabía.
RLLANES (1 de 1)-8Contando 14 años, a mis padres les atrapa una época mala cuando sale el traje de confección, y decae la sastrería. Influenciado y bien argumentado por el párroco, deciden enviarme a seguir mi formación al seminario de Huelva, de allí salgo a los 18 años para hacer Magisterio, una vez concluido, mi objetivo era ser abogado, me gustaba estudiar Derecho. En uno de esos giros que da la vida, por aquellos días, fui contratado como educador en el Colegio Menor San Pablo,  y justo detrás estaba la Academia de Graduados Sociales, entonces decide simultanear ambas ocupaciones, una vez concluida continua con la Licenciatura, si bien Derecho, el ansiado Derecho se hace esperar. La familia y las obligaciones profesionales ya marcan su propio ritmo y Derecho tiene que esperar a la bonanza que nunca llegó. Recuerda ”cambiar el mundo amigo Sancho, que no es locura ni utopía, si no justicia”.
La poesía, el verso o la prosa, le vienen de lejos. Aquellos conocimientos del Latín o el griego de sus tiempos del seminario, y su interés por la redacción, por las palabras, sus sentidos y sus contenidos, le hacen ir madurando, sin dejar de escribir y guardar para si aquellos primeros versos.
Recuerda con entrañable reconocimiento y sentimiento de gratitud la figura de aquel profesor de literatura, D. Andrés Bravo Izquierdo, que nunca olvidará, al fin y al cabo, él fue quien le dio ese estímulo imprescindible contando tan solo 12 años.  Reivindica y enaltece la figura de estos profesionales, los que aman y transmite a los niños o a los jóvenes en esas etapas tan vitales de la vida, para que sientan que pisan en un terreno identitario al que no deben renunciar y sobre todo deben potenciar. Andrés Bravo, él me inspiró, ha sido un hombre transcendental.
Felizmente se casa con su novia de toda la vida, el matrimonio se afianza con 3 hijas. En la actualidad, otros Llanes además de él continúan el servicio profesional que un día de 1978 junto con Pepe Martín Camacho, deciden desarrollar un sueño y embarcarse en la aventura de crear un despacho para el asesoramiento y la gestión de la pequeña y mediana empresa, que tras ese largo periplo de 42 años, hoy es un proyecto consolidado que cuenta con 10 oficinas repartidas por la provincia de Huelva y una plantilla de 25 trabajadores. Llevamos Pymes, gestionamos los impuestos de la administración, las nominas, la liquidación de seguridad social, las inspecciones de trabajo y también consultas puntuales atípicas o atemporales.“Nunca fuimos lo pensado”, pero el camino discurrido, le ha satisfecho profesionalmente, le ha gustado haber ayudado a mucha gente, no sin dolor cuando se ha producido un desencuentro. Nunca el legislador sentenció mejor, que cuándo auspició aquel principio In dubio pro operario que tanto bien ha producido en los contenciosos entre trabajadores y empresa. La justicia es subjetiva, y muchas veces la gente, nosotros los comunes ciudadanos tenemos una percepción diferente de ella. “Ha sido un camino recorrido con apasionamiento”, Ramón reivindica la pasión en las cosas que hacemos, en los trabajos que desempeñamos, no se puede vivir sin pasión, sentencia.
RLLANES (1 de 1)-6Aquel niño reivindicado a los 12 años, aprende, escribe y madura su alma de sonetista, y se incorpora en 1970 al Club de Escritores Onubenses, con aquellos entrañables compañeros de viaje: Abelardo Arcos, Juan Antonio Guzmán,  Juan Drago, Juan Andivia, Jesús Díaz, o Paco Jiménez entre tantos otros, con los que organizaban tertulias literarias de tapadillo, en aquella época que no eran los mejores tiempos de la libertad. Las cordiales tertulias en el Bar Santa Fe. Y poco tiempo después vendría su primer libro. En 1982 la recopilación que tenia escrita bajo el epígrafe UN SOPLO DE MI VIDA, obtuvo la avenencia del jurado y consiguió el Premio del Club de Escritores Onubenses , su primer libro es una realidad. Después le han seguido Ámbito Sur (poesía), Amada diosa (poesía amorosa), Aguavieja (prosa poética), Aguas de liturgia (poesía), Poemas de géminis (poesía), Tratado de ella (poesía amorosa), Memoria del prodigio (poesía y prosa), Sonetos de corazón (poesía), Secuencias del más adentro (poesía, relatos, reflexiones) y acaba de publicar con Editorial Niebla su poemario Fábula del Vacío.
Incontables intervenciones, lecturas y mil versos, su blog, y tantas otras colaboraciones, cronista, pregonero y una de las almas esenciales de POETAS POR LA PAZ, una plataforma no elitista, que se objetiva en la poesía más cercana y amable sin objeciones, con diferentes voces, con diferentes intensidades. Esto es el inicio, es un “coro que está macerándose”, para atomizarse en personalidades que se impregnen del ritmo, del tono y del alma de cada uno y a la vez expresarse con un mismo color, en un mismo tiempo.
Llegar a los 66 años, a cara descubierta, sin nada que ocultar, sin nada por lo que ser reprochado, no puede dejarle más que la satisfacción de pensar, que el viaje mereció la molestias de cargar con una maleta llena de sueños.
Que mejor que terminar, con esas esencias que decanta su espíritu de poeta, sus palabras, sus pensamientos, diluidos entre signos de admiración.
“Los besos dados…florecen en el alma… y se hacen recuerdos, y espantan los olvidos”