miércoles, 28 de febrero de 2018

CUANDO TÚ TE HAYAS IDO

CUANDO TÚ TE HAYAS IDO.

Incomprensiblemente Andalucía no es el mejor lugar del mundo para soñar. Tras el orgullo íntimo de nacer -que nosotros mismos autopromocionamos por convicción- se nos agolpan otros sentimientos que encajan en ese orgullo identitario. Nacer solo es el primer paso, fuera de nuestra elección, luego vivir, que a medias forma parte de nuestra voluntad, después ejercer de andaluz, que sí concierne a un ejercicio constante de credo, actitud y labor y definitivamente soñar, como culminación al sentido de individualismo y colectividad en defensa y procura por una sociedad andaluza mejor en ambos planos.
En este instante, que es veintiocho de febrero y que llueve sobre Andalucía, someto a mi conciencia a determinar mi quimera más cercana y dibujo si responde mi tierra a mi sobrecogedora manera de entenderla como utopía conseguida de andaluces que me precedieron. Y la realidad no se ajusta al ideario. Ni cuidamos ni nos cuidan, escasamente añadimos valor, nos mojan -a veces por inacción o apatía- en charcos no deseados y la rutina nos conduce a muchos olvidos. No es el paraíso que nuestros seres anteriores en vivirla habían soñado para nosotros.
A fin de cuentas dependemos de nosotros mismos -me digo-, somos los protagonistas exclusivos de nuestra identidad -lo asumo- y llevamos en la sangre una partícula de vida que nos obliga a fortalecer la convivencia y a trabajar desde todos los ámbitos por una Andalucía mejor. La calidad del paño no es discutible, los recursos responden, el orgullo sobra; me someto -en mi particular ética- a reconquistar esta filosofía de querencia que admiro y deliberadamente amo, que sea para los venideros andaluces un sueño que nosotros conseguimos.


 Ramón Llanes. 28 Febrero 2018. Día de Andalucía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario