RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

lunes, 17 de noviembre de 2025

ESPERRIADO

 

ESPERRIADO

 

No lo encuentro como palabra que tenga el significado que nosotros le hemos dado durante toda la vida de disgregado, desordenado, perdido, desparramado, etc. Se dice con frecuencia de un grupo de personas que en un determinado lugar se encuentra cada cual por su sitio sin mantener un orden y con cierta función quizá de desaparecer o esconderse. También se refiere a las cosas, “los libros están todos esperriados por el salón” o “me encontré las gallinas esperriadas en el campo”. Existe, creo, una simbología semántica que se olvida de atender vocablos que tienen un uso natural en muchos lugares. Interesa que en este cuaderno que expongo se me comente si en efecto tienen vigencia y sobre todo en qué zonas para así procurar su búsqueda y poder aportarlo a posibles iniciativas de inclusión en el diccionario. Ahí queda.

 

Ramón Llanes 18.11.2025

HACIENDO CINE

 HACIENDO CINE

Huelva celebra su edición 51 con todas las ediciones superpuestas en una película de trabajo y trabajo en pro de una fantasía que a la postre ha unido culturas entre hermanos esperriados por la lejanía de las orillas que han puesto lágrimas de emoción a esta tierra al estilo exigente del cine. La noble ciudad Onuba ha hecho de acogedora siempre, abrazadora y alegre para los suyos de otros lares. Le dejó de ser ajeno el ajetreo, los dejillos de los lados sur de América, la versatilidad de los personajes, el encuentro con los famosos. Huelva es ya un cine inmenso que llega desde Isla Chica al puerto, desde la Punta del Sebo a la Cinta, desde mar a Sierra.
Se hace el cine con el bordado artesanal y el guion escrito en una barcaza de la ría; se hace cine añejo, cine de pálpito, cine de culto, cine de emociones. Y los protagonistas son los hombres que miran y lloran, quienes no se asustan del miedo a perder el combate de la luz. Y va naciendo a este compás de vida un cine universal que enseña magia de esta tierra y voluntad de esta templanza.
Más que un festival Huelva es un escenario de cine, ahora, en este otoño con colores de capacidad y orgullo.

LA NOCIÓN DE LA PIEL

 LA NOCIÓN DE LA PIEL

Perdimos la noción de la piel
no supimos comprar
otras agallas ni ponernos románticos
nos llamó el infierno,
entonces cada molécula era ardiente,
gigante cada beso.

domingo, 16 de noviembre de 2025

ESCRIBIRTE

 Escribirte.

Me pongo a escribirte,
hoy traigo medios versos ordenados
en la cuadrícula pasional de mis pulsaciones,
a tropezar con tu sosiego vengo
con infartos y calenturas
corriendo desde el andén de los amoríos
hasta tus olvidanzas, que de tanto ir al universo
habías desaparecido del goce del amor,
y quise recordarte como los días azules,
con las pestañas quemadas de mirar,
los ojos enrojecidos,
la caricia a mano y la extrema luz que me reina
escondida entre mis sombras, vine a saber de ti,
preguntarte por el valor y corregirte el sufrimiento
nunca para llevarte de nuevo a la intimidad del naufragio.

ZUFRE, UN PARAÍSO CON ENCANTO


 

PENSAMIENTOS DE FICCIÓN

 PENSAMIENTOS DE FICCIÓN

 

Para no herirme he decidido pensar que todo lo sucedido en mis narices, todo cuanto me obligó la vida a comprobar con mis propios ojos es de ficción y jamás ocurrió en realidad. Que las guerras solo estaban en las películas, que Irak seguía siendo Persia, que  África nunca fue dolor, que jamás existieron armas de destrucción masiva ni invasiones colonialistas, que el 23 F fue un simulacro televisivo, que el 11S y el 11M fueron disparates virtuales, que la maldad no tiene ramificaciones reales, que lo de Ucrania no es cierto. Y ahora que la “cosa” está irónicamente “tranquila” he creído que evocando así los hechos colaboran los hados a que no sucedan otros de similares horrores e incluso se borren pedazo a pedazo de la historia para que los humanos no tengan conocimiento de las barbaries y no puedan repetirlas. Y no he olvidado que desde hace muchos años unos a quienes no conozco se están empeñando en acabar con Palestina y se me caen los pensamientos de ficción y las lágrimas.

                Ramón Llanes. 

REGOLA

 REGOLA

Este vocablo me ronda en la cabeza desde hace días y al prestarle la atención adecuada para traerlo a este cuaderno he observado que nuestro Diccionario no lo contempla; en la tierra de mina “la regola” fue el regajillo que conducía el agua ya sucia por las mismas puertas de las viviendas y desde el principio al final de cada calle era común y hasta honroso tener cerca la regola para poder realizar el vacío del agua inservible ya usada. Sin necesidad de nostalgia se me viene al recuerdo la regola. Aparece en el diccionario la palabra “regolaje” que se refiere a persona con buen humor y temple pero no tiene parecido genético con la nuestra. Y encuentro “regajo” que se define como charco largo, arroyo, regato o pequeña rivera. Este sí tiene algo que pueda considerarse como un sinónimo. La regola de aquel tiempo presidía la mitad de las calles con su hedor y sus arrastres turbios sin que nos fueran extrañas compañeras de convivencia. Ahí queda.
Ramón Llanes 16.11.2025