RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

domingo, 16 de noviembre de 2025

ESCRIBIRTE

 Escribirte.

Me pongo a escribirte,
hoy traigo medios versos ordenados
en la cuadrícula pasional de mis pulsaciones,
a tropezar con tu sosiego vengo
con infartos y calenturas
corriendo desde el andén de los amoríos
hasta tus olvidanzas, que de tanto ir al universo
habías desaparecido del goce del amor,
y quise recordarte como los días azules,
con las pestañas quemadas de mirar,
los ojos enrojecidos,
la caricia a mano y la extrema luz que me reina
escondida entre mis sombras, vine a saber de ti,
preguntarte por el valor y corregirte el sufrimiento
nunca para llevarte de nuevo a la intimidad del naufragio.

ZUFRE, UN PARAÍSO CON ENCANTO


 

PENSAMIENTOS DE FICCIÓN

 PENSAMIENTOS DE FICCIÓN

 

Para no herirme he decidido pensar que todo lo sucedido en mis narices, todo cuanto me obligó la vida a comprobar con mis propios ojos es de ficción y jamás ocurrió en realidad. Que las guerras solo estaban en las películas, que Irak seguía siendo Persia, que  África nunca fue dolor, que jamás existieron armas de destrucción masiva ni invasiones colonialistas, que el 23 F fue un simulacro televisivo, que el 11S y el 11M fueron disparates virtuales, que la maldad no tiene ramificaciones reales, que lo de Ucrania no es cierto. Y ahora que la “cosa” está irónicamente “tranquila” he creído que evocando así los hechos colaboran los hados a que no sucedan otros de similares horrores e incluso se borren pedazo a pedazo de la historia para que los humanos no tengan conocimiento de las barbaries y no puedan repetirlas. Y no he olvidado que desde hace muchos años unos a quienes no conozco se están empeñando en acabar con Palestina y se me caen los pensamientos de ficción y las lágrimas.

                Ramón Llanes. 

REGOLA

 REGOLA

Este vocablo me ronda en la cabeza desde hace días y al prestarle la atención adecuada para traerlo a este cuaderno he observado que nuestro Diccionario no lo contempla; en la tierra de mina “la regola” fue el regajillo que conducía el agua ya sucia por las mismas puertas de las viviendas y desde el principio al final de cada calle era común y hasta honroso tener cerca la regola para poder realizar el vacío del agua inservible ya usada. Sin necesidad de nostalgia se me viene al recuerdo la regola. Aparece en el diccionario la palabra “regolaje” que se refiere a persona con buen humor y temple pero no tiene parecido genético con la nuestra. Y encuentro “regajo” que se define como charco largo, arroyo, regato o pequeña rivera. Este sí tiene algo que pueda considerarse como un sinónimo. La regola de aquel tiempo presidía la mitad de las calles con su hedor y sus arrastres turbios sin que nos fueran extrañas compañeras de convivencia. Ahí queda.
Ramón Llanes 16.11.2025

sábado, 15 de noviembre de 2025

VERSOS AL AGUA

 VERSOS AL AGUA

Es un lodo decente la humedad,
con la transparencia de los ritos
cae el agua,
apasionadamente cae el agua,
se hace un charco en mi memoria,
hasta la parte seca de mi voluntad
tiene manchas de agua,
se han mojado de melancolías
las canales ocultas de mi cuerpo perdurable
y ha dejado un reguero de gotas
de tristeza en mi alma,
he salido al barro a restregarle
locamente mis nuevos versos.
Ramón Llanes.



LOS MUERTOS DE LAS GUERRAS

 LOS MUERTOS DE LAS GUERRAS

Las noticias no cuentan los muertos,
los hombres olvidamos a los muertos,
las bombas entienden mucho de muertos,
la razón es una muerte más,
los muertos son estadísticas sin nombres,
caras sin gestos, dolor sin dolientes,
los muertos no hablan, no discuten los credos,
se muerden la lengua con la vida perdida,
los muertos no son hombres, son la nada,
nadie recuerda una guerra sin muertos,
todos sabemos que los muertos
no llegan a la tierra
ni a las conciencias ni a los santuarios.
Los muertos carecen de identidad
y nosotros ignoramos
que somos los próximos muertos.

PEJERRANO

 

PEJERRANO

 

A los pececillos recién nacidos que abundaban en los charcos después de las lluvias les llamábamos “pejerranos” y jugábamos mañanas de ocio a buscar donde los hubiera solo con el afán de entretenernos y de apostar sobre quién cogía más; se metían en cualquier lata con agua y se llevaban a casa en señal de medio triunfo ante los padres siendo algunas veces premiados y otras sufriendo algún castigo. Esta palabra no la recoge el diccionario y apenas pude encontrar una imagen para poder enseñarlo, lo conseguido lo adjunto. Cómo cosas tan aparentemente insignificantes suponían deleites en otros tiempos. Ahí queda.

 

                Ramón Llanes. 15.11.2025