RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

miércoles, 24 de diciembre de 2025

EL TREN DE LAS CEREZAS

 EL TREN DE LAS CEREZAS.

La niña resolvía la tarde cortando mariquitinas en la mesa ovalada del salón a la luz de una lámpara fluorescente, intensa y cenital que a poco conseguía entortar las líneas trazadas. De ese turbio aburrimiento que la invernada deja en los cristales y en los ánimos, de esa apariencia de existir que los niños inventan para entretener al tiempo; en la dulce comodidad estaba, rendida al entusiasmo de fabricar sus muñecas, cuando el padre anuncia,! nos vamos¡; la niña levanta los ojos brillantes como estrellas y, olvidando la tarea, se pierde en la sorpresa para arreglar lo mucho de ilusión que se precisa para un viaje a cualquier parte.
En los preparativos incluyó la niña todas las emociones de la aventura. Le esperaba el glorioso tren de las cerezas en el andén de una esperanza. Sería vivir, saber descifrar los horizontes y la distancia, un pueblo, otro pueblo, el río, la agitación del tren, un entorno nuevo y, sobre todo, la otra cara de la vida.
Antes de la hora de salida se llenaron de gentes los vagones; soldados, mujeres con grandes maletas, un grupo de niños vestidos de uniforme como si fueran de acampada, un cura solitario, un señor con sombrero; la niña observaba los detalles de aquella heterogénea concurrencia y esperaba en la ventanilla de su departamento que la campana diera el toque de partida.
Echó a andar, paisaje adentro, el tren de las cerezas, adelantando los árboles y tragándose la vía al canto escolar de los niños y al primer sobresalto de aquella niña que dejó un momento su sonrisa al atravesar un túnel.
Refiere la leyenda del tren, publicada en el cuadernillo de ruta, que nunca tiene destino cierto, que se le conoce como el tren de las cerezas porque sale puntual cada diez de abril del Valle del Jerte en la provincia de Cáceres y que recorre hasta el diez de agosto cada una de las estaciones de todos los pueblos y ciudades de la península. Refiere también que los pasajeros reciben un ramillete de cerezas al final de su destino y suele referir en letra muy pequeña que el tren sólo anda empujado por las sensaciones que, a medida de su marcha, vayan experimentando sus viajeros; eso dice, en letra muy pequeña, la leyenda del tren de las cerezas.

DE MEDIA NAVIDAD

 DE MEDIA NAVIDAD

Si no estás, ¿vendrán los abuelos?,
¿caerá, por si acaso, la alborada?,
¿tendremos juguetes nuevos
y esperanzas renovadas?,
con canciones y recuerdos?,
¿si no vienes
cómo hablará el universo?

martes, 23 de diciembre de 2025

ÉTICA ROTA

 

ÉTICA ROTA

 

La percepción de cualquier curioso con edad difiere ahora mucho al observar el valor de la ética. No existe o será que perdimos la vista o la memoria, que nos volvimos tiquismiquis al ser mayores; no existe ética o no se pone en la mesa o murió después de morir la filosofía en nuestra costumbre o se rompió en un desliz de cualquier programa electoral. Y a nosotros -tan absortos y asentados en sus pilares- nos duele su falta y pronosticamos en la imaginación un desastre en el más próximo futuro. Escasos de columpios, perdidas las ensoñaciones y parcos en agallas, quedamos sometidos al imperio de una arboleda silenciosa previamente desajustada de la naturaleza y acosada por mil discursos de odios y falsas efemérides. Acudiremos al psiquiatra y contaremos el asunto, nos diagnosticarán vejez y una pastilla para dormir, volveremos a la taberna y allí nos consolarán el dominó o el vino, luego seremos pacto de cansancio y nos vencerá la vida. Pero la percepción primera seguirá merodeando el pensamiento para que al final del día nos alegre comprobar que no es determinante la edad para seguir soñando con una caricia o con volar un rato en un columpio con la ética de la mano.

 

                Ramón Llanes. 23.12.2025.

lunes, 22 de diciembre de 2025

FOCHÉ

 FOCHÉ

Por estos tiempos de invierno los niños jugábamos al “foché”, que consistía en clavar una lima de hierro sobre la tierra húmeda e ir compitiendo con el fin de conseguir recortar el espacio del adversario -que era un redondel amplio- y hacerse con la victoria de aquella nada ambiciosa solo consistente en alimentar el entretenimiento. Si la lima caía por falta de fuerza al pincharla en el suelo perdía el jugador su turno y quien antes fuera poseedor del espacio completo ganaba una partida con el único premio de un placer fugaz. Este vocablo no viene en el diccionario pero encontré “fachar” que se define como clavar y quizá proceda de ahí el origen de nuestro querido foché que tantos ratos de disfrute nos diera en la niñez. Ahí queda.
Ramón Llanes. 23.12.2025

EL BELÉN QUE YO PIENSO

 EL BELÉN QUE YO PIENSO

El belén que yo pienso
a cuentos y caricias
de mis abuelas,
el belén que yo siento
sobra con las sonrisas
de mis abuelas,
el belén que yo quiero
es una escuela
donde yo soy pregunta
y ellas respuestas.

domingo, 21 de diciembre de 2025

ERROR Y CONSECUENCIA

 ERROR Y CONSECUENCIA

Chaplin acuñó para la historia aquella frase de: “no quiero renunciar al dulce placer de equivocarme”, y muchas tendencias posteriores la tomaron como un lema de actitud positiva. Tiene su razón porque del error siempre se detrae una consecuencia para la corrección y el comportamiento se hace a apretar los dientes y procurar acertar la que pudiera ser la próxima vez. Mantenía Chaplin, -más allá de la idea de la mejoría que el error produce en los seres humanos-, que ser conscientes de un equívoco contiene una especial profundidad en el mensaje y una dosis de escalofrío que incita a un placer espiritual cargado de sensibilidades y proclive a generar un sentimiento de aceptación o auto aceptación de sí mismo que ocasiona fuertes estímulos.
Otras teorías sobre el error han rechazado tal slogan y consideran que para determinar desde la conciencia lo positivo o relativo del error es imprescindible valorar el daño ocasionado por la consecuencia de dicho error. Porque las consecuencias pueden quedar solo en el ámbito personal y no tener repercusión negativa en trabajo, arte, política o enseñanza, pero también pueden ser causa grave de malestar para uno o para muchos hasta tener una influencia desastrosa en los destinatarios. Y sobre todo porque en muchos casos quizá no se presente una próxima vez. Y hablamos solo del error consciente, profesional y humano en tareas transcendentes que el error del subconsciente o aquel que se califica como imprudente, tiene un largo recorrido en cualquier área de la vida y más en concreto en el ordenamiento jurídico.
Para llegar a una conclusión más o menos empírica,-que nunca se conseguirá-, se precisa obtener una información detallada desde cualquier ángulo, manejando todos los elementos que intervienen o intervinieron en la consecuencia. Es clave profundizar en el resultado del error, si este produjo simplemente un enfado en un alguien genérico o si en realidad ocasionó consecuencias de difícil o imposible reparación. De aquella buena sugerencia de Chaplin a otras de menor calado intimista y romántico y más repletas de realismo media un galimatías que sin remedio juega en todas las órdenes y se vicia o se resalta según la sinrazón que produzca.

CON LOS OJOS

CON LOS OJOS
Hemos llegado, tú y yo, a la estación término,
nos necesitamos, somos la única perfección,
la membrana que alivia las soledades
y los sofocos de la nostalgia.
Tú eres un sorbo inmenso de libertad
y yo aspiro a ella,
tenemos en común la vida,
acordemos comprendernos,
unirnos en tu humedal
o en mi lírica, firmemos con los ojos
el tratado de nuestra ética
y burlémonos de la discordia como los pájaros
se burlan del recuerdo.
Eres el mar, rey de la historia,
protector de cuantos naufragaron
y se olvidaron de llamarte dios.
Pisemos el agua juntos
con el respeto en calma
y la paz humedecida de nosotros.