RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

jueves, 28 de marzo de 2019

LA INAPRECIABLE BELLEZA DE LA JARA


LA INAPRECIABLE BELLEZA DE LA JARA

 

 

Qué pocos poetas dicen

la belleza de la jara,

qué poco pintor la pinta,

qué poco orador la halaga,

qué pocos ojos le ponen

metáfora en la mirada,

y qué humilde es esta flor

que no grita en la majada

ni se duele si la cortan

ni entristece si la arrancan,

qué flor más libre

que a todo el campo lo cubre

y a la dehesa engalana

y con su manto lo viste

todo de verde y de blanco,

todo color de esperanza,

de primavera que alegra

las tristezas y las aguas,

qué olor le pone a la vida

la sencilla flor de jara.

Ramón Llanes

FRÁGIL POEMA


FRÁGIL POEMA

 

 

Cualquiera es soldado

con licencia para olvidar,

cualquiera cree tener el don

de ganar. Y así, nadie es perdedor,

nadie aprende las reglas de la ética,

la disciplina del afecto.

Ha desaparecido

el privilegio de la conciencia,

esta selva se seca de amapolas,

preside el ambiente un tufo

a tanque oxidado y a penal.

Los animales reproducen vida

en Ítaca, las plantas en Jíbaro.

Se han llevado el oro de Tharsis

a las colmenas de avaros de Troya,

es el espacio un cenagal de indiferencias

donde domina un pirata

que rompe las estrellas con el garfio

y quita luz a los astros. Isla Negra

se ha quedado indispuesta

en la crecida del verso.

Autorizaron a cualquiera

para mandar con licencia,

para quemar almanaques, borrar músicas,

encarcelar el aire, envenenar el agua

y mutilar todos los poemas.

 

 

            Ramón Llanes

(del poemario MEMORIA DEL PRÓDIGO)

LA MÚSICA


martes, 26 de marzo de 2019

TENER RAZÓN


TENER RAZÓN

 

 

            No solo en el debate sino en cualquier conversación, discusión o conflicto verbal, aquello de tener razón se ha convertido en un símbolo de la verdad, algo así como que la posesión de la razón acarrea la posesión de la verdad más inmensa, algo así como que el razonamiento conlleva la más íntegra parte de verdad. Ahí se conminan los humanos, a enfrascarse en palabrerías con la sola intención de tener una pizca de razón, eso es importante; y quien pierde la razón parece que embarga su criterio, que desiste de entablar la próxima conversación por miedo a perder la razón.

            No deja de ser ambiente inculto y desprovisto de la mínima atención a los respetos por todas las opciones y por todos los contertulios, aunque nunca hayan tenido razón. La verdad es un bien jurídico muy repartido y la razón también, nadie las posee en abundancia, ni siquiera las ideologías o los credos. La verdad también es unipersonal, se hace en uno mismo y en tal modo vive, se reproduce y muere, como los seres vivos. Y la verdad también es engaño, que se usa por otros para producir un mal o para convencer.

            En esto de la razón y de la verdad no muestra el intelecto proyección de acierto, sus materiales para la configuración de cada verdad están constreñidos a lo científico, a lo empírico, y desde tales premisas se alcanzan los mayores logros. Entonces la verdad evoluciona con el tiempo, aquello que fue verdad hace cien años ya no lo es o viceversa. Han dejado de tener adeptos las verdades absolutas y salvando a la muerte, se mueven en ambigüedades que no tienen consistencia. Es verdad que vivimos, es verdad que somos parte de un universo, es verdad que podemos amarnos, todo tiene su discusión y sus contrariedades; cada cual emplea la parte de cerebro que mejor le viene en gana o cada cual se ajusta a la norma que más le favorece.

            Para hablar de la verdad no es necesario entrar en razones.

 

 
            Ramón Llanes.

lunes, 25 de marzo de 2019

LA EXTRAÑA SEDUCCIÓN DEL PODER


LA EXTRAÑA SEDUCCIÓN DEL PODER

 

 

            Que el poder seduce y corrompe son dos axiomas que han quedado evidenciados a través de todo el proceso de la historia. Si todo poder seduce y si todo poder corrompe es un dilema con difícil solución porque a la vista de los gérmenes encontrados ciertamente no podemos generalizar e intentar acusar de ello a todo bicho viviente que, fuera por casualidad o fuera por arte desleal, haya obtenido del resto de los mortales  autoridad y legitimación para departir acaso un poco o un mucho de poder.

            Es una verdad empírica que el poder tiene una atracción especial, fuerte y desmedida que seduce a los mortales e incluso a los animales, les crea una dosis de sustancia en el cerebro y les produce un estado de bienestar de imposible explicación natural pero capaz de hacerles modificar sus pautas de conducta, sus costumbres, sus estados de ánimo, etc. Hasta aquí todo me parece normal, dentro de la lógica. De por sí, por su cualidad innata el poder no tiene virus maligno de origen ni se trata de acción ilícita, prosaica o divina. Poder es sinónimo de potencia, de fuerza, de facultad, y está tan repartido como el aire. Raro ser carece de algo de poder.

            Más aún, el poder, en el empleo incontrolado puede convertirse en vencer. Es entonces cuando hemos de prestar disconformidad con el uso del concepto. El poder es un don que quien lo tiene lo recibe de alguien -alguna persona, alguna institución, muchas personas, una situación determinada- y su ejercicio nunca puede configurarse dentro del concepto de vencer. Quien da poder a otro no puede ser vencido por este ni sometido ni vengado. El poder, desde una perspectiva civilizada, se otorga para mejorar el ámbito en el cual debes ejercerlo, así está expresamente instituido.

            Más aún, ¿por qué, en las sociedades modernas, el poder se delega?, ¿por qué un elegido en cualquier metodología democrática acuna tanto poder, él solo?. Si en sociedades como la nuestra el poder emana del pueblo no consigo entender la extraña paradoja de que quien lo ejerza, en sistema ocasionalmente delegado, obtenga una capacidad ilimitada de obrar. Ni acabo de entender la tolerancia institucional y popular ante evidentes abusos de poder. De tal manera que podríamos acuñar este lema: “te doy el poder para que seas mi enemigo”; porque se nos antoja la existencia de esa enemistad entre el poderoso que manda y el otorgante que obedece.

            Admito la seducción por el poder, por el conocimiento, por la libertad, por el amor, mas no es admisible en derecho ni humana ni constitucionalmente que el poder sea un referente de desigualdad, altivez, soberbia o arma para vencer a quien fuera el otorgante. Algo debe cambiarse.

 

 

 
            RAMÓN LLANES

AMOR, RECUÉRDAME


A PROPÓSITO DE LOS VERSOS


A PROPÓSITO DE LOS VERSOS

 

            Los poetas escriben versos todos los días, de todos los años, y están pendientes del movimiento de las hojas y de los cambios de luna, se hacen los locos porque es una pandemia que fortalece el sentido común, vagan con las respuestas en los bolsillos y el desaliño de inconformidad en media cara, intuyen los terremotos, el parto de las ovejas y la soledad de los enfermos. Y no saben si sube o baja la Bolsa, si caen los ministros o si ascienden los trepas; los poetas ignoran los protocolos y solo usan las cuentas para construir un soneto;  son tan extraños los poetas que se inventan más versos en tiempos de crisis como antídotos y bálsamos a la frecuencia constante de la fatalidad.

            Los poetas escriben manifiestos todos los días y los mandan al aire y los leen en los campos de tristeza y se solidarizan con el dolor y lanzan granadas de metáforas contra las paredes humanas derruidas por los hombres; y no escriben de modas ni de tanques ni de recortes ni de intereses. Los poetas escriben de cansancio y de silencios y de penas y de saltos a la nada y de compasión y de solsticios.

            Los poetas se pasan la vida haciendo de la vida un verso, pensando la vida en verso y formando versos en la vida. Los poetas son los culpables de la admiración hacia la luz, del estado romántico de la luna y de la descripción de un beso; están en las mantas de lumbre y en las caricias. Estos poetas que caminan tristes vendiendo la parte de verdad de los sueños y comprando la parte soñada de la realidad, han invadido los mundos con sus lemas amorosos, se han hecho dueños del universo de los sentidos, han copado todos los atardeceres, todas las sombras, todo el contenido de las cosas desveladas y se han creado un cuaderno de felicidades para los merecedores de la paz. Y son quienes mantienen en lo más alto el sentimiento, a base de versos.

 
            Ramón Llanes.

sábado, 23 de marzo de 2019

IMPOTENCIA


IMPOTENCIA.


Nuestras vidas están colapsadas de momentos de impotencia. La sentimos cuando necesitamos la lluvia y no se deja caer, cuando pedimos una cita médica que nos atrasan, cuando llevamos prisa y nos toca un atasco de tráfico, cuando alguien cercano contrae una enfermedad y no encontramos la respuesta de la curación, cuando nos ahogamos en un asunto económico que no tiene perspectivas de solucionarse, cuando se nos caen encima todos los mundos por la pérdida de un ser querido. 
Nos sentimos impotentes, pequeños, inútiles. Nos arrepentimos de no haber aprendido a ser más sabios, nos castigamos por esa impotencia, y quisiéramos ser dioses esporádicos para diseñar un milagro en cada instante. 
Nunca, en tales circunstancias, caemos en la cuenta de nuestra condición natural, de nuestras limitaciones y de nuestra escasa posibilidad de recursos extrasensoriales. Pero somos humanos que ya es bastante.



Ramón Llanes.

jueves, 21 de marzo de 2019

QUÉ ES POESÍA

QÚE ES POESÍA.

El agua es poesía,
tú eres poesía,
la justicia es poesía, ...

los niños son la poesía,
amarte es poesía,
la pobreza no es poesía,
el silencio es poesía,
el rencor no es poesía,
la distancia no es poesía,
los sueños son poesía,
mi ciudad es poesía,
la desolación no es poesía,
la política no es poesía,
la libertad es poesía,
tus manos son poesía,
los abrazos son poesía,
la guerra no es poesía,
el odio no es poesía,
la Paz es la más bella poesía.
Nosotros somos el instrumento
para hacer de la vida el más ilustre poema.
Nosotros también somos poesía.



Ramón Llanes.

miércoles, 20 de marzo de 2019

EL DENTISTA


 

                        EL  DENTISTA.

 

 

         Simulaba leer la revista del corazón de la mesilla de la sala de espera pero permanecía atento a cualquier desvelo del personal y controlaba las maniobras, -por otro lado naturales-, que se suceden en la consulta. Dos semanas antes se jugaba la vida en un sangriento safari en África trayéndose como recuerdo un rasguño de leona y no pocas heridas en manos y cuerpo, previo pago de una cantidad suculenta como precio de su puesto en la citada cacerí. Sus trofeos siempre se contaban en prensa por la importancia del personaje, jefe del departamento equis, del ministerio equis, en contacto directo con el equis ministro de turno. Y gozaba de su ganada fama de valiente con una pasmosa vanidad. Solo bastaba una simple pregunta por la cicatriz  del pómulo para soltar una rienda de historias con fusil y machete que dejaban sin aliento a la concurrencia. Larga y detallada, hasta el más mínimo matiz recobraba una grandiosidad en sus palabras.

         Aquel día, bien acompañado, doctor eminente, cita para las seis, puntual y miedoso asomó curiosidad a los devaneos amorosos de la Obregón para distraerse del suplicio que le esperaba y ni eso le pudo saciar las ansias de dolor que trajo a las seis menos veinte a la consulta del dentista. Repasar también su dilatada vida de fornido militar en el frente de Gandesa, sus misiones secretísimas en combate, su escondida amante desde los treinta y dos años, su imperturbable carácter en sus negociaciones con los sindicalistas. Un hombre hecho al valor, criado en las adversidades y proclive al rechazo de toda  amargura. Eso mismo le había llevado a ocupar el cargo.

         Ahora era distinto, no tenía razones para demostrar valores ni para ganarse merecimientos ante sus superiores. Eran solo él y un dentista bajito con bigote y cara de buena persona. La enfermera le invita amablemente a entrar y con la misma parsimonia de un condenado a muerte ocupa el sillón del martirio no sin antes atraer la atención del doctor fijándose en una lámina que en la pared representaba un acoso de perros a un jabalí en plena furia de ambos, quizá para dar a entender su aprecio a la violencia y su indiferencia ante el ritual que se estaba preparando. Se sentó y lo demás queda en un olvido de archivo.

         Su próxima aventura africana, cuatro días después del incidente del dentista, se desarrolló en las mismas condiciones de codicia y agresividad altamente conocidas en estos menesteres y volvieron a casa los trofeos conseguidos para poblar más las chimeneas del palacete, pero la muela dichosa ocupaba su lugar en la delicada dentadura doliendo constantemente hasta que al señor equis del ministerio equis se le ocurriera perder los tantos miedos frente al dentista.

 

 
                                            Ramón Llanes

lunes, 18 de marzo de 2019

EL PUENTE


EL PUENTE

 

 

         Sé que hay días en los que es mejor no salir de casa; no es el caso. Salí a dar una vuelta desde Zalamea a Calañas pero me quedé a medio camino, en el puente sobre el río Odiel.

         Qué alegría dejarse llevar durante horas viendo cómo pasa el agua camino de Gibraleón y después hacia Huelva. Pasan lentamente ramas de árboles que hace poco estaban vivas, y plásticos y botellas de todo tipo, que habrán servido, quiero creer, para algo más que para ensuciar el río y el mar, la mar.

         El mar de Zalamea es ese lago que se forma bajo el puente de cinco ojos en el límite con Calañas, donde sueño con la mar abierta de Punta Umbría. Había escampado por la noche, y el sol dejaba ya su suave luz sobre mi espalda. Ayer hubo relámpagos y truenos espantosos, cayó con generosidad la hermosa lluvia que tanto se hacía esperar.

         Prefiero mil veces que llueva, aunque haga frío, a que el tórrido verano seque mi ribera de El Villar, el Odiel, el Tinto… y deje los campos secos como los encinares, que mueren sin saber por qué.

         El sosiego ha llegado, oigo solo el croar de las ranas y el canto de los pajarillos. En esos momentos me fijo en los riscos que sobresalen del fondo de la madre tierra, y me parece estar  viendo mi propia vida reflejada en las aguas apacibles, cuando de niño me bañaba por aquí sin saber lo que era el mar.

         Yo no soy de mar, solo quiero mirarlo desde la orilla, oír el batir de las olas y caminar sobre la arena dorada en días como éste, en los que el sol nos abandona para calentar otros lugares lejanos. Tengo la impresión de que cuando se ponga el sol más allá del Alentejo portugués, rumbo a nuestra maltratada América del Sur, la tenue luz de la luna sabrá mezclar cantos de sirenas y susurros de amor sobre este puente de cinco ojos sobre río Odiel.

 

 De HUELVA ES VERSO.

         Vicente Toti (Fallecido el 17 marzo 2019)

         Zalamea la Real

sábado, 16 de marzo de 2019

EXTRACTO PREGÓN A PIEDRAS ALBAS. 15.3.2008


Yo no supe venir con las manos vacías

y me traje lo que puede servir de recuerdo,

de mi tierra, un vagón con las ruedas dolidas

y los sueños podridos de filones de hierro.

La nostalgia que duele en las cortas, la melancolía

que deja el olvido en el paso del tiempo,

la tristeza del agua en las correntías

cantando sin ganas canciones sin versos,

el dolor del reloj y las vías

en aquella estación de raíles mugrientos,

el espasmo del aire y la fría

sensación que produce el miedoso silencio.

Y me traje, de una galería,

el herrumbre del cobre pegado en el suelo,

el olor del azufre, la tolva caída,

la dura pirita sin luz ni reflejos.

Me traje la noche que anuncia los días

en aquellos parajes que son mi universo,

me traje el sentido que tiene la vida

aunque huela la vida a tierra de muertos.

Ya no llora la piedra su herida

por la espada precisa del viejo barreno,

no amamanta de oro la mina

que de aguas se ahoga sin luz ni remedio,

ya no rezan los hombres esa letanía

que les daba la suerte y asustaba los miedos.

 

 Yo no traigo a la Madre esta pena maldita

suplicando la paz o pidiendo consuelo,

yo la traigo en el alma dolida

y la llevo sellada con tinta de fuego

porque es un dolor que fatiga

y riega las venas como un triste lamento

y no puedo callarme, y me callaría

si otra vez sonara a barrenos, mi pueblo.

 

Pero traigo también causas de alegría

que no aplasta el luto todo el pensamiento

y no puede reinar la agonía

para siempre, que el dolor no es eterno.

Y traigo, para compartir, una guía

de propósitos, de mudas, de alegatos nuevos

que presentan de mi tierra la tarima

que enjuga el pasado con futuro de cielo,

de cielo en velada y  color valentía,

valor engendrado en pecho minero

que el llorar es canto y el canto es un día

con las alas blancas y los labios prestos

a besar el destino con la fantasía

de un niño feliz que empuja el deseo.

De mi tierra traigo lo que me cabía

en el socavón profundo de mi sentimiento.


Ramón Llanes.

SONETO A LA BODEGA RAMÍREZ




 

SONETO A LA BODEGA RAMÍREZ 

 

Huele a mar de mistela y manzanilla,

a  búcaro, barril y salazones,

al rito de tener conversaciones,

a duelas, a venencia y a morcilla.

 

A gente de sosiego, a paletilla,

a  cántaro, solera y mejillones.

Huele a barro de luz de bodegones,

a sal, marisco, cal y ensaladilla.

 

Y huele, por oler, a casta vieja,

a lugar de templanza y “Piterilla”,

a palio de bohemios y parejas,

 

a queso huele, a vino de capilla,

a Vito, malecón y enredadera,

con Paco en el recuerdo, ¡a maravilla!.

 

 

 

Ramón Llanes. 15-3-1996.

miércoles, 13 de marzo de 2019

QUÉ VOTAR


QUÉ VOTAR

 

 

            Un acertado analista de la situación actual mundial se atrevió a decir hace poco que “la democracia es incompatible con el capitalismo”; a partir de este aserto cualquiera puede iniciar su lista de opciones para cumplir bien con la necesidad de votar. Es tan importante esta aseveración que debería conducirnos a rechazar aquellos programas que se asentaran en la propulsión del feroz capitalismo que hemos vivido durante esta anterior reciente época de gobierno tan apegado a las teorías capitalistas y a las prácticas que lo impulsaron.

            Determinar el pensamiento del voto olvidando las siglas evita el condicionante de la servidumbre y abre un más amplio espectro de cualidades, acaso antes escondidas o nunca sacadas a la luz, que ayudarán a construir una conciencia más lógica. Y poner delante de cada opción el propio ombligo desvirtúa la elección. Con los condicionantes que esta sociedad está desenvolviendo sus actitudes, la preponderancia del pensamiento humanista, que está instaurado en el beneficio común por encima del beneficio individual, se presenta como una alternativa imprescindible para este momento concreto. El humanismo nunca tragó sapos ajenos a sus principios, se ausentó de siglas dogmáticas e impregnó de voluntad y orden colectivo cualquier mandato que pusieran en sus manos.

            Lo difícil ahora será buscar ese humanismo, dónde se esconde, qué formación lo defiende, quién lo lleva en su programa; pueden ser verdades o falacias, pueden venir viciadas de demagogia o descompuestas por manoseos anteriores; se complica de nuevo la elección y siembra todas las dudas en cada uno de los votantes. Si se encuentra un sistema que haga tabula rasa con los abusos de cartera a los cuales estuvimos sometidos, que mire a todos y más al más necesitado, que las leyes que se promulguen sean para beneficio general, si se encuentra sistema así, provisto además de bondad y apasionado por hacer del bien a todos una filosofía de estado, si esto está en el ambiente que proponen no debe dársele más vueltas al voto. Si no es así recuérdese al menos que “democracia y capitalismo son incompatibles”.

 

 
            Ramón Llanes.

EN ROJO


EN ROJO

 

 

         En este fabulario se asignaron colores para identificar comportamientos ,  ideas, suertes, desgracias, etc. Se tildan a  personas y actitudes con un color predeterminado que responde, dentro de una especie de acuerdo tácito, a esa identidad. El blanco representa a la pureza, el negro a la tenebrosidad, el verde a la esperanza, el rojo a la pasión, el amarillo a la mala suerte, y así  hasta que alguno de ellos comparta, quizá, varios adjetivos.

         En el rojo de un atardecer, en el rojo de la vergüenza, en el rojo de la pasión, en el rojo del sentimiento progresista, en el rojo de la verdad, en el rojo de la expresión pictórica, en el rojo del paisaje emocional, en todos los rojos se observan dosis de pasión. Es el rojo una fortaleza, un ideal, una filosofía.

         En rojo se han escrito episodios de valentía y revolución, como los intentos de modificar los derechos crónicos que correspondían a pocos; en rojo se han creado las escuelas de la cultura y los ensamblajes para la configuración de las libertades de expresión, en rojo se subrayan las cosas importantes, aquellas que nunca deben olvidarse; roja es la rosa que se entrega en señal del más puro amor.

         El color rojo determina un valor, una posición activa y rebelde, un compromiso de ética positiva ante cualquier opción que la vida presenta, siendo la mejor referencia para estar en la onda cierta de la honestidad y la dignidad de los seres humanos.

         Soñar en rojo sobredimensiona la capacidad para el alcance de lo menos posible y asegura un sentir humano de cercanía con los moldes de solidaridad necesarios para compartir las dificultades de esta jungla.

         Y quien no preste acuerdo que diseñe su alegato y lo defienda.

 

 
         Ramón Llanes

martes, 12 de marzo de 2019

SI SÓCRATES VINIERA A VERNOS


SI SÓCRATES VINIERA A VERNOS

 

Los griegos dejaron una herencia incontestable en la humanidad, hicieron del pensamiento el mejor vehículo para inventar la filosofía y luego inventaron también otras importantes disciplinas que hoy son el sustento de una sociedad con mucho desgaste y no pocas carencias. Esa grandeza de la inteligencia humana a través de la cual se ha conseguido una evolución empírica de culto se le debe a Grecia.

En la actualidad nos parece que cambiaron las cosas porque ya no somos tan filósofos, le concedemos poco tiempo a la mente y olvidamos los esquemas matemáticos que nos legaron los helenos; pero algo quedó en la síntesis más profunda del pensamiento y el mundo se mueve aún con estructuras de base científica, que si no, hubiera podido pasar de todo y esto sería un ariscal en medio de la nada. Si vinieran a vernos comprobarían que la sociedad acumula un alto porcentaje de fracasos en su estímulo general, que en nada se parece al diseño primigenio de ellos y que así seremos pacto de desorden.

No se hizo bien el mundo y en muchos foros ya se viene demandando ese mal cambio pero queda un resquicio de verdad en la parte más honrosa de la copia a los griegos que nos seguirá fortaleciendo la posibilidad de saber evolucionar; al menos aún nos queda mucha sabiduría por destruir.

                Ramón Llanes. 12. 3. 2019.

lunes, 11 de marzo de 2019

EL ONCE DE MARZO EN EL DOLOR


EL ONCE DE MARZO EN EL DOLOR

 

Me dirás que ya es tarde,
que aquello pasó y ya es olvido,
que se restauraron las penas y el dolor,
que no volverá a suceder,
que la vida es muy larga y linda,
que ellos ni se acuerdan,
que fue culpa de las circunstancias,
que nada tuvimos que ver en sus guerras
para merecer sus castigos,
me dirás que tengo la costumbre
de radicalizar el horror,
que fue de improviso,
que este mundo es así de cruel
pero a mí me siguen sonando
las bombas en el alma
y sigo pensando en los culpables
y no se quita de la cabeza
que con una actitud de paz
aquello se podría haber evitado.

 

 

Ramón Llanes. 11 marzo 2019.

sábado, 9 de marzo de 2019

A FAVOR DEL MUNDO

A favor del mundo

Decididamente las fórmulas del compromiso imponen y requieren mostrar el interés personal necesario para con el mundo, mojarse en las decisiones y pringarse de asuntos que le afecten, no dejarlo caminar solo, inventar intentonas constantes para su regeneración, su limpieza, su nuevo diseño o lo que sea. Si somos mundo, somos protagonistas de sus descuidos y de sus fracasos, somos una cualidad más de su hege- monía y el núcleo primordial con intelecto capaz de reavivarlo o hundir- lo.
Con esta pestilencia deforme y con tantos alegatos activos a las guer- ras, a las destrucciones, al fanatismo y al incordio, con un tapete azul atemorizado por el depredador hombre, con toda esta amalgama de gérmenes negativos que circundan el lugar donde vivo, con todo, me declaro a favor del mundo y defensor de sus bellezas y sus oníricas sem- blanzas. Este mundo está pleno de salud y capacitado para un futuro infinito, nada -excepto los humanos- le provocan atentados.- Apostar por mejorar el sitio supone un impulso en la autoestima de los habi- tantes; siempre y ahora mismo es el tiempo claro para restituir al plane- ta tierra las partes robadas o estranguladas desde los combates librados en su deshonor. El hombre que ejerciera de máquina destructora deberá ejercer de arquitecto para volver a decorar las luces al antojo del placer.
Favorecer la vida, los juegos de la vida, la elocuencia de la vida; favorecer la sentimentalidad y los entendimientos; crear signos comunes para la complicidad de las especies, para que exista unión táci- ta en favor de los seres. Aún es el tiempo noble permitido para este ejer- cicio de responsabilidad y apego, aún no está del todo debilitada la con- ciencia y quedan resquicios de valentía para emprender las acciones que faciliten la creación de un ámbito perfecto que satisfaga a este gremio de desatentos con su mundo. Favorecer los vínculos entre todos para salvar la gran parte de vida que pende de este proyecto tan importante aún sin finalizar su ciclo. Decididamente a favor del mundo.

Ramón Llanes. (El cajón del Sastre)

viernes, 8 de marzo de 2019

UN LEVE TOQUE DE RESPETO


UN LEVE TOQUE DE RESPETO.

 

            Nunca llegaron a entender el absurdo enamoramiento de ella; en casa hicieron vista larga por no practicar artes funestas e insidiosas, los padres tosían con pudor cuando fuera posible detectar otra presencia. Ella, compuesta y equilibrada, diplomas en el bolsillo por docenas, sentido estricto de la dignidad, generosa y ordenada, ganó su amor a costas de su hermosura y con la mujer que le entrara al fondo del espíritu con las máximas garantías . Empezaron vida privada y luego social, comparecían, (comparecen) al escenario de la calle haciendo valer su condición sin ocultaciones ni aspavientos, se creen lícitas merecedoras de disfrutar de la sociedad con el mismo derecho que el resto del personal, lo saben y lo ejercen.

            Anoche el restaurante presentó cierta concurrencia y a los postres se permitieron, ellas, ofrecerse un discreto beso entre la conspiración de sus armonías sentimentales y la fuerza del deseo aguantado. Aún subía el humo del primer cigarro cuando el maitre les invitó abandonar la sala donde consumían su trance; algún cliente presentó quejas por la deshonrosa actitud de las chicas y otros apoyaron la inmediata expulsión sin posibilidad de defensa.

            En situación así conviene hacer el más exagerado mutis no por la vergüenza sino porque a este tipo de establecimientos no se les puede otorgar ni siquiera los beneficios de la duda. Es normal, incluso que el propio señor que iniciara la propuesta cenaba en claro estado de amantía con amiga de todas sus intimidades.

            Castigaba quizá el uso de pantalones, la ausencia de carmín, el pelo corto, el beso amoroso, las protusiones varoniles o apenas el color del zapato; todo aquello castigaba la moral de los esquemas sociales tan fundamentados en las razones de lo bueno y lo malo. La otra relación, hombre-mujer, aún en calidad de furtivos, suponía para los presentes el valor enorme de la conquista en machihembradas costumbres imposibles de destruir. No había tiempo para más, saltar el umbral, cerrar la puerta con un golpe seco y besarse nuevamente antes de salir , esta vez con alevosía y descaro. Y lo hicieron en señal de una reivindicación sensata y honesta pero no había tiempo para más.

            La cena, a bien decir, fue poco sabrosa; el ambiente careció de personalidad y la decoración (paredes de azul mediocre, columnas imitando decadencias griegas, cortinas con flecos chillantes) recordaba el sueño de un encantador de horteradas venido a más después de su modosa tienda de vender comidas banales.

             Por otoño oscurece antes y la calle chispeaba lluvia, ellas volvieron sin remilgos y esta vez con carmín muy rojo sanaron su osadía con una réplica en la pared ante el asombro de los comensales. “Un leve toque de respeto”, escribieron con letras enormes en el salón principal del restaurante.

 

 

 

 
                                    Ramón Llanes.