RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

martes, 31 de octubre de 2023

EL PUCHERO

 EL PUCHERO

 

 

            El puchero de madre tiene todos los sabores agradables de los alimentos y repara las cicatrices que deja la noche en la estampa del cuerpo y en el suburbio del alma, así que sin ser una pócima mágica solo alcanzable por seres de élites, llena de contenido una ansiedad perecedera y avisa de las calamidades existentes en el alrededor; es el placer que la naturaleza y madre ponen en las bocas agnósticas a tanto diseñado arte culinario y concede la fuerza digestiva para hacer frente a las mil caras que presenta la tarde en días de calor y en tiempo de truenos.

            Cuentan las leyendas más severas de su poder salvador en épocas de hambruna y de sus facultades para sobrevivir a las circunstancias adversas de las modas y las evoluciones en esto de la gastronomía, permanece el puchero en la ternura caldosa de su impronta casera, acaso la luz semiabierta de la cocina pendiente del deleite, la mirada siempre insinuante del gato, la consejería eterna de madre en la silla de al lado, el humo de padre sofisticando el ambiente, los hermanos inquietos y los ingredientes de vida haciendo de un cuerpo débil, adormilado y pusilánime, un hombre de altura creyendo en metas y sueños mientras es devorado el último hálito de elixir que el espejo del plato vislumbra en la postrera faz del fondo vacío.

            Amar la costumbre orgánica que los antepasados emitieron como un talón al portador de longitud infinita, arte de cocina y tiempo, amar hasta dedicarle el monumento más útil y hacerle un hueco en la asignación como patrimonio de la más humilde humanidad por haber contribuido a la felicidad de los pobres en todos los tiempos y haberle ganado el envite a tanta dificultad. El puchero es la hacienda de madre, la herencia de madre, el calor de madre para resolver las insignificantes dudas de la imaginación alimenticia. En su honor se explican las cosas pequeñas con la grandeza de las palabras.

 

 

            Ramón Llanes 

ALGO HUMANO

 ALGO HUMANO


Falta sangre de cero negativo
en un hospital del barrio nuevo,
aquel que se divisa
cuando se cruza la rotonda de la escultura
de un militar condecorado,
un sitio donde se padece
la multiplicidad del dolor que se quema
y contagia de dentro afuera
como una cascada de fuego,
allí mismo, en ese hospital donde tantos sueños se quedaron,
donde no han cortado la luz
porque falta sangre de cero negativo
y esperan que llegue un compromiso
con urgencia.


Ramón Llanes.

lunes, 30 de octubre de 2023

DEVOLUCIONES

 

DEVOLUCIONES

 

 

         El sol se ha vaciado por el Algarve; ha devuelto a la noche su mucho de sombra, su piquete de asedio y su sinceridad; ha sucumbido la mar en un soporífero aliento de rabias, ha disecado sus luces en la tarima blanca que le deja la espuma, aflora con nostalgia y devuelve rizo a rizo el oleaje viral que la tiene enganchada a su cosmos. La mar también ha devuelto las zarzas arrastradas, los palos tiesos y las bridas rotas; la mar devuelve todo cuanto no le pertenece, lo manda a la tierra o al aire con la misma solemnidad que le llegó, con el mismo respeto.

         De la tierra han salido a la luz las gramas fértiles, los topillos y las semillas caídas luego de fecundarlas en el subsuelo propio. Ha devuelto la tierra a la mar y al aire los esfuerzos, la maldad incrustada y el nacido esperma; se elevaron las copas abiertas de los árboles como hermanos perennes de la tierra a ratificar que son ellos quienes dan el olor, las hojas, la altura y los sabores; quienes resuelven los atajos y marcan los caminos, quienes permanecen intactos al tiempo y a la madre tierra. De ella misma en agradecimiento natural se distribuyen las devoluciones, nada se queda la tierra.

         De la conmiseración del aire son los cantos que arengan las tardes de lluvia, las soledades que suben línea arriba las cornisas del silencio, las voces sobradas que se lucen en la escalada de estragos, secretos,  virtuosidad, vida y el aire recepciona en tumulto los bienes y a poco que se mueva va devolviendo en regalos a sus sitios tales dádivas; el aire no se apropia de aquello que no es suyo.

         En cada plácido andén juegan los niños a buscarse y antes de hundirse la luz o de encenderse la noche se miran ajustando sus deseos a la trivialidad de los días, se agazapan en un abrazo y se devuelven la sonrisa envuelta en amistad grande. Y accede la paz a restregarse por la explanada, sin apenas una voz alta ni un reproche, mismo como la naturalidad del tiempo.

 

 

         Ramón Llanes.

domingo, 29 de octubre de 2023

LA LLUVIA DESEADA

 LA LLUVIA DESEADA

 

 

            Se abrieron los cielos como una espuerta grande y dejaron caer las copiosas ensenadas de agua que guardaran sus nubes en paño de oro; los campos empezaron a oler a tierra mojada, las jaras emprestaron su magia a los eriales sabios de la solana, el tiempo se puso lánguido y las personas se encerraron en la calidez de la casa hasta que pasara la sonoridad del trueno y dejara la tormenta los signos nuevos de su reflexión cíclica.

            Vimos el agua en la piedras y en las ramas quedas de los árboles, las correntías dominaron el prepucio del arado; empezaba a tener vigencia el otoño con la exuberancia de líquenes y la mudanza del calor de los riscos que había esperado mojarse en una obsesión de placer; es el otoño, el impulso más genuino del otoño, las más soberana procesión de enseres del otoño. El agua en su comodidad de reventarse en los aires y acariciar los palmos secos de la tierra en un amoroso encuentro. Mirábamos llover y cantábamos al llover como inquietos niños que observan por vez primera una tarde tibia. Al resguardo de la paz, en un cesto de hogares de aperos de seres, los llantos de afuera se hicieron ritos en la sucursal del adentro. El otoño había aparecido en plenitud.

            Vendrán las aves a los charcos, a beberse los reflejos, a trincharse de risas, a olisquear el agua y a zambullirse con sentido. Los cauces altos, los ríos corriendo, la sed apagada, las tierras empapadas; un silencio de perlitas en los majuelos, una lombriz en la tana, la vida en su sitio. Y luego la prosa a ponerle metáforas a las trochas y a los terrones en un ritual de emociones que se someten a ser tiernamente capturadas en este leve ágora del tiempo que es un solsticio agnóstico al paraíso perdido. Hoy venderemos con la palabra toda la fragancia que dejara en el alma de la tierra, la deseada lluvia.

 

 

            Ramón Llanes. 

GENTE LINDA

 GENTE LINDA

 

            A un aventurero que recorrió el mundo de manera casi precaria le preguntaron qué paisaje le sorprendió más y cuál fue la mayor de las emociones sentidas. Las gentes son lo mejor del mundo –dijo-. Y luego añadió las ayudas recibidas, las sensaciones compartidas, las sonrisas de los menos favorecidos. No encontró caníbales, gentes de mal, perniciosos, malvados, miserables; encontró amabilidad, humanidad, afecto.

            El mundo del aventurero es más extenso y amplio, nosotros discurrimos en un entorno pequeño y conocido, las personas que nos cruzamos pertenecen a nuestro magma de vida, somos los mismos seres con distintas casas pero ¡cuánta gente linda tiene nuestro pequeño mundo!, ¡cuánta mujer entregada, cuánto hombre incansable, cuánto niño alegre!. Bien pensado y bien valorado, el ser humano de nuestra cercanía es el más excelente patrimonio del que podemos gozar. El don preciado que complementa nuestra dignidad; ¡qué hacer sin él!.

            Los pueblos están repletos de complicidades, siempre existe alguien para consolar un desencanto, otro alguien para comprender un dolor, otro alguien para un aliento. La conciencia de estos seres imprescindibles no tiene parámetros ni niveles de exactitud, actúa con el impulso de los sentimientos y acude a una llamada no escrita de la ética. La gente linda mantiene el paisaje y consolida el amor.

            La parte más íntima de nuestra individualidad se alimenta –puede parecer- de autoestímulos personales pero siempre precisa de un empuje común que solo la colectividad aporta. Y la predisposición del ser como único y como colectivo es suficiente para diseñar, consolidar y restaurar todo lo que concierne al universo de las emociones y cumple a la perfección su función solidaria y reparadora. Gente linda.

 

            Ramón Llanes. 

UN LEVE TOQUE DE RESPETO

 UN LEVE TOQUE DE RESPETO.

Nunca llegaron a entender el absurdo enamoramiento de ella; en casa hicieron vista larga por no practicar artes funestas e insidiosas, los padres tosían con pudor cuando fuera posible detectar otra presencia. Ella, compuesta y equilibrada, diplomas en el bolsillo por docenas, sentido estricto de la dignidad, generosa y ordenada, ganó su amor a costas de su hermosura y con la mujer que le entrara al fondo del espíritu con las máximas garantías .
Anoche el restaurante presentó cierta concurrencia y a los postres se permitieron, ellas, ofrecerse un discreto beso entre la conspiración de sus armonías sentimentales y la fuerza del deseo aguantado. Aún subía el humo del primer cigarro cuando el maitre les invitó abandonar la sala donde consumían su trance; algún cliente presentó quejas por la deshonrosa actitud de las chicas y otros apoyaron la inmediata expulsión sin posibilidad de defensa.
Es normal, incluso que el propio señor que iniciara la propuesta cenaba en claro estado de amantía con amiga de todas sus intimidades.
Castigaba quizá el uso de pantalones, la ausencia de carmín, el pelo corto, el beso amoroso, las protusiones varoniles o apenas el color del zapato; todo aquello castigaba la moral de los esquemas sociales tan fundamentados en las razones de lo bueno y lo malo. La otra relación, hombre-mujer, aún en calidad de furtivos, suponía para los presentes el valor enorme de la conquista en machihembradas costumbres imposibles de destruir.
Por otoño oscurece antes y la calle chispeaba lluvia, ellas volvieron sin remilgos y esta vez con carmín muy rojo sanaron su osadía con una réplica en la pared ante el asombro de los comensales. “Un leve toque de respeto”, escribieron con letras enormes en el salón principal del restaurante.


Ramón Llanes

sábado, 28 de octubre de 2023

FITETÚ LO DE LA HORA

 

FITETÚ LO DE LA HORA

 

Esta noche, sábado 28 de octubre, a las 3 serán las 2, nos hacen retrasar la hora para ahorrar en energía lo que en Navidad derrocharemos en demasías, ¡ que seres más extraños somos los humanos!. Y nos parece tan normal como el viento, las subidas de los precios, la quietud de los árboles o la maldad de las guerras. Hice ayer una encuesta sobre la necesidad de cambiar la hora y el 99% respondió en forma negativa y el 1% restante se inclinó por mantener su derecho a dormir una hora más. Somos mayoría pero los del 1% han pactado con las eléctricas, con el IBEX 35, con los repartidores de gas, con las monjas de clausura y con los sonámbulos y han ganado, por tanto se mantendrá el cambio de hora con una novedad: que a las 3 serán las 2, a las 4 serán las 3, a las 5 serán las 4, a las 6 serán las 5, así sucesivamente hasta que tengamos un año menos el próximo otoño. Fitetú.

 

                Ramón Llanes 28.10.2023.

jueves, 26 de octubre de 2023

ARRUGAS

  ARRUGAS

 

            Hay un precipicio entre la sensación de belleza y la propia belleza, los paisajes tienen el don de parecernos bellos, es bello el mar, son bellas las tardes de lluvia, la alegría tiene esa facultad innata para ser siempre bella, el cuerpo humano es bello, son bellos los sentimientos, es expresamente bella la verdad, hay todo un recetario de personas y cosas que responden a los cánones de belleza tal como la disciplina ética de la civilización lo tiene asumido y entendido. El libro de los gustos sí existe, cada cual lo lleva impreso en el carácter y aquello que está calificado como bello viene ya consensuado por una mayoría.

            Alguien vino a acuñar la frase de “la arruga es bella” porque el momento lo requería para destronar los modos excesivamente convencionales y en efecto rompió moldes y consiguió que a partir de entonces se le prestara más atención a las arrugas, aunque bien mirado cada arruga es una imperfección de la ropa, la piel o el paisaje. La vida toda tiene sus arrugas, el tiempo va dejando sus imponderables huellas y aquello perfecto se deteriora con su transcurso. Ya hemos aprendido, nuestros criterios de razonabilidad se mueven en otros ámbitos, la arruga es aceptada, como es aceptado el óxido en las cosas, la vejez en los muebles, la antigüedad en los monumentos, todo se ha convenido desde un tácito consentimiento y la arruga ha dejado de ser imperfección.

            La arruga no está subordinada  a los gustos ni al modismo ni a los consejeros ni a la publicidad, no tiene rebeldía para imponerse a los tropeles que la rechacen, es esquiva a la insolencia y se determina en el más convencional de los halagos. La arruga, además, posee ternura, se ha formado tanto en el deleite que se presenta como el resultado más bello de la huella del tiempo en el sentir de las personas. La arruga viene a suplir la entelequia del orgullo, del excesivo orgullo y del denostado cuidado por el cuerpo hasta límites de hedonismo. En la vida de cada cual existe un hueco arrugado que conserva el sentido más puro de su cualidad como ser humano y perdura y nunca se perderá y será el tiempo quien lo mejore. Las arrugas de la vida son bellas como la misma vida. O eso me parece.

 

 

            Ramón Llanes

miércoles, 25 de octubre de 2023

FITETÚ LO DE LAS GUERRAS

 

FITETÚ LO DE LAS GUERRAS

 

Que resulta que nos enteramos que algunos venden armas y promocionan las guerras y luego sin embargo envían ayudas humanitarias para las poblaciones invadidas y ambas posiciones nos parecen normales y ambas son malvadas; y resulta que siempre son los mismos los que están en las contiendas, que mienten cuando es necesario, que se creen que matan en nombre de dios y que andan con los pantalones ajustados y prestos a salir corriendo en cualquier momento; y resulta que a nosotros nos cuentan milongas de derechos de posesión de las tierras cuando nosotros sabemos que son exterminios de razas y genocidios naturalizados por la costumbre y por la vana sociedad que lo permite; resulta que aquí hasta los albañiles y los payasos y las enfermeras y las modistas tienen la culpa de guerras que no son suyas porque es el mundo en general el que odia y ellos y ellas son mundo. Fitetú.

 

                Ramón Llanes 26.10.2023

IMPORTANTE

 IMPORTANTE.

Hoy, que no celebramos cumpleaños ni onomásticas, que no es el día del patrón de nuestro mundo, que no tuvimos la suerte de cara con la primitiva, que nadie nos ha dicho “te quiero” esta mañana, que aún no se escapó la sonrisa que llevamos guardada, que las noticias recibidas son un terror, que la mirada que se espera viene con mucho retraso, que los amigos siguen ocupados, que no es luna llena, que no tenemos algo importante que hacer, ni decir, ni cantar; hoy que es un día normal, de otoño, camuflado, medio tristón, un día para casi nada, hoy, que amanece anunciando sol y que será largo, que han muerto seres y han nacido sueños, hoy tiene la culpa de que estemos aquí con el futuro en el pensamiento, sin saber que nada sería igual si tú y yo no estuviéramos, que sería quizá de otra manera pero no así, como es, porque tú y yo ocupamos este espacio y somos hoy muy importantes en la normalidad de vivir, de amar y de encontrarnos. Hoy, por todo eso, es un día sublime.
Ramón Llanes

martes, 24 de octubre de 2023

CUANDO TÚ ESCRIBES

 

CUANDO TÚ ESCRIBES

 

Dedicado, fíjate, con una admiración útil,

a Manuel Garrido Palacios, cuando escribe.


       Cuando tú escribes, divulgas un halo de complicidad a quienes volvemos la vista a tu ejercicio. Te imagino, mirando horizonte de ría, Mozart de fondo o tal vez (también)  Beethoven gafas a medio caer, letras ensimismadas unas con otras, tú domándolas; te imagino sobresaltado por cada emoción que te va propinando este parto tuyo; te imagino feliz, lo sé. Luego, te imagino esculpiendo para dentro el gozo que te dió lo escrito. Y después de todo evitas tu propio halago y le dedicas tu honor a las palabras que se te acercaron.

       Cuando tú escribes, sentado, serio y solitario, en las tardes asomadas de rojo, acá en la Onuba febril de los artistas, el tiempo deja de pasar y te respeta, y aparece a propósito en un letargo postizo que nadie advierte. Escribes, pues, sin soledad, con un universo de músicas y palabras que jalean la vocación; escribes a compás de tiempo y con su aquiescencia. Al poco, vienen a mí, tus pensamientos, a leerse. Es imposible pensar para otro lado, cuando tú escribes.

 

 

 

Ramón Llanes

lunes, 23 de octubre de 2023

GAZA


 

DICEN DE HUELVA

 DICEN DE HUELVA

En el relato que descifra la idiosincrasia del onubense destaca siempre un adjetivo tan avergonzante como irreal. La apatía -dicen- define al onubense, y ha conspirado este vocablo con nuestra identidad desde tiempos ya olvidados quedando como rémora un “premio” inmerecido cuyos sinónimos no son halagadores y precisan de un repunte ensayístico que lo destroce, a cuyo fin me apresto sin certeza de poder lograrlo.
Y digo que tras haber conseguido llevar a cabo la gesta más gloriosa de las historias, arribando a mundos desconocidos, no pueden esconderse seres apáticos. Y no es con apatía como se crea y conserva el mito del patrimonial fandango como elemento cultural expresivo y de identidad de nuestra tierra. Y para poner en competencia mundial un Puerto de gran importancia en todos los órdenes no se han requerido -digo- muchas dosis de apatía, si no más bien de todo lo contrario. Y aunque sea don natural, pecarán de osados si tachan de apáticos a quienes tienen el privilegio de poseer y conservar uno de los litorales marinos más bellos de la tierra. Y de incultos a quienes nombren nuestra apatía al hablar de Doñana. No ha de entenderse que los ciudadanos de una provincia que crearon y mantienen en perfecta armonía el jamón como mejor manjar del mundo, es una provincia llena de apáticos. E igual ejemplo digo sobre el otro manjar que extraemos de nuestro más cercano mar, nuestra gamba, que tanto sinsabores nos quita. Y reitero que una provincia donde se comenzó la moderna industrialización con el empuje de las minas, llegando a tener notoriedad a nivel mundial, no es la apatía su adjetivo de identidad. Y también para desterrar los tópicos de esta lacra tan creada que hasta nosotros mismos nos creemos, nombremos a Vázquez Díaz, a la Rábida, a El Rocío como manifestación etnográfica de interés único, nombremos las romerías de El Andévalo, contemos que en Huelva se jugó por primera vez al fútbol en España y que su equipo es el decano en este universo; nombremos las excelencias paisajísticas de la Sierra y del Condado, el Dolmen de Soto, Niebla, Almonaster, la Gruta de las Maravillas y esos mil patrimonios más que sería exagerado nombrar y que dejamos en su memoria. Sin embargo quiero restregar con más fuerza a quienes nos llaman apáticos que en esta soberana tierra nació Juan Ramón Jiménez uno de los más ilustres poetas que ha dado la humanidad.
A partir de ahora no se permita que desconocidos incultos y ajenos a nuestra historia y a nuestro arsenal de encantos, digan que Huelva es una provincia caracterizada por la apatía, porque estarán faltando a la verdad y dañando nuestra identidad. Un respeto.
Ramón Llanes

domingo, 22 de octubre de 2023

BAJO LA LLUVIA

 BAJO LA LLUVIA

 

 

         Naturaleza convulsa, fingiendo un invierno tórrido, se dejó llorar a lágrima abierta por los roquedos y las avenidas hasta sobrar agua y anegar campos solitarios, asfaltos y vergeles; se enfureció por osadía y comenzó a llover y llover sin otro sentido que cumplir con su primigenia ceremonia.

         En la mañana viva el chorreón caía con desmayo desde donde siempre pero con más ansiedad y sorprendió a quienes intentaban desunir sueño  de realidad y a quienes solo deseaban incorporarse a la dinámica de los quehaceres. Y llovía sin prisas cuando alguien del entorno paseaba con calma bajo la lluvia, con el sonrojo de unos y la creencia de estupidez de todos. Dibujaba en el paisaje urbano una figura atrevida y tierna, se mojaba a conciencia, no aligeraba el paso y reía a quienes le miraban sin llamarle loco.

         Pudo ser un aficionado al sosiego o un poeta estremecido que buscara rimas en la adversidad o un enamorado ahíto de sufragios de besos pretendiendo un imposible olvido o una mujer que solicitara la atención debida a sus necesidades o una novia dejada desvestida de sueños en el altar o una prostituta que volviera a casa después de su tarea o un pescador que calculara mal los tiempos o un vigilante que perdiera su hora o un penitente que anunciara la próxima pascua o un borracho avergonzado o simplemente un ser humano cargado de soledad o un hedonista que quisiera sentir el inmenso placer de dejarse mojar en un día cualquiera e insólito por la lluvia frágil; o tú, que me esperabas.

 

 

         Ramón Llanes. 

LA BANDERA DEL VIENTO

 

LA BANDERA DEL VIENTO


         He llegado a echarle al viento la culpa de todo, de lo que pasó, de lo que pasa y de lo que aún no ha pasado. El viento, tiene, irremisiblemente, en mi memoria, la culpa de todo. Para no cebarme en exceso con él busqué otras opciones con tal de aligerarle la culpa y dejarle gruñiendo en cualquier meridiano al socaire del mar bravío, pero allende mi bondad no encontré causa de salvarle. Me propuse indagar en la historia de los pueblos, convencido de encontrar una sorpresa que me condujera a concederle otra benevolencia pero todos los pueblos le habían quitado el nombre a la “calle del viento” por lo terco que fuera, por lo maltrecho que dejara los campos y las luces, y, desde siglos, ningún pueblo de preciada categoría conserva calle de tal nombre, a su pesar.

            Hice mi viaje virtual por los faros del mundo y en todos había dejado el viento su llaga perenne, su plaga de dolor; aún amedrentado, en los picos de las montañas más altas, las crestas se urdían en las huellas de vendavales continuos, imprevisibles y devastadores. En mi viaje, floté las viejas aguas marinas que circundan la tierra hermosa donde habito y el mástil más alto de los barcos varados por la nostalgia llevaban indemne en su memoria la bandera del viento y, desde entonces, me produce respeto todo trajín de aire a quien solo atrevo recriminar su indolencia.

 

            Ramón Llanes.

EXTRAÑAS VOCES EN LAS CALLES

 EXTRAÑAS VOCES EN LAS CALLES

Gentes de supuestos trapíos han salido a los columpios a vindicar nada, son del equipo contrario a todo y quieren hacer ruido para asustar a quienes creen contrincantes de una nada efímera que es la simbología del poder; el aire de sus calles aguantó el bullicio, les permitió continuar en el error de inculpar y tratar de ridiculizar a los elegidos pero ellos no saben que no fue el aire quien les permitió gritar y abanderar la protesta, ellos no estuvieron cuando los demás hacíamos la democracia y construíamos sueños infinitos para procurar una sociedad mejor y más justa, ellos no corrieron delante de los represores, no estuvieron encarcelados por representar sus ideas y defenderlas, ellos eran los verdugos y nunca sabrán que no es su razón quien les permite el vocerío ni es su calle quien les sufre, es sencillamente la tolerante democracia en la que ellos nunca creyeron. Ahora se columpian quienes otrora rompieran los columpios; parece una absurda paradoja pero es la vida.
Ramón Llanes.

sábado, 21 de octubre de 2023

YO LO SABÍA

 YO LO SABÍA

Maestro, tú sabes que yo tengo dotes de adivino, lo he comprobado en miles de ocasiones, puedo prever el origen de un reproche, la fugacidad de una memoria, la conspiración de los mediocres, el resultado de unos recortes, la insensatez de algunos cuando les quitan la cuchara, la habilidad de otros para desaparecer, la maldad de quienes no les importa sumarse a una guerra; de casi todo lo que me proponga adivino y aquello de la pandemia también lo sabía, en realidad yo sé que la pandemia son ellos y nosotros -tú y yo, por ejemplo- que entonces no tuvimos responsabilidades de riendas, estamos exentos de culpa; son ellos, esos que salieron en el telediario con las ojeras hasta el alma de estar infectados y de no dormir y de trabajar quinientas horas, esos que no se hicieron los sufridores pero lo fueron, esos que buscaban soluciones para arreglar el cotarro y que se jugaron la vida en cada instante, esos fueron los malditos de esta historia; nosotros, maestro, ni siquiera fuimos capaces de fabricar una mascarilla ni tomar decisiones ni aportar ideas para el asunto, nosotros no podemos cargar con esta pandemia, pero los muertos sí, maestro, los muertos son nuestros amigos, nuestros hermanos, nuestros afiliados y esos sí que nos pertenecen, que nadie los ponga en sus listas. ¿Ves?, yo lo sabía.
Ramón Llanes

viernes, 20 de octubre de 2023

DEL AMOR Y OTRAS OSADÍAS


DEL AMOR Y OTRAS OSADÍAS



Para no desviar la mirada que la insignificancia del destino deja en el sitio justo, para buscar esa extraña sensación que rompe los huesos. ¿Será original quien no ama?, la ruta del deseo está escrita en el primer cuaderno de la vida; dicen que las motivaciones se suceden en el entorno del camino; a quién amar, a quién entregarle un sentimiento nuevo, para que no sea entendido. La prenda no es la virginidad es el propio sentimiento, que se ha guardado con pulcritud de sagrario para cuando se hubiere de solear y se encontrare destinatario perfecto capaz de compartirlo; será más íntimo el sentimiento.

Del amor hablamos en la trena y en el campo, del amor son la palabra y el verso y las muchas verdades y la soledad; del amor es la osadía de vivir con hambre amorosamente desnudo en el golpeo de la lluvia y del amor la locura, todo cuanto arranca la valentía del entendimiento para perseguir o estar con la persona amada. Del amor son las utopías y el alpinismo, el orgullo y la insensatez. Qué haremos los gremios incivilizados si en el alimento del cotidiano vivir se desprecia el amor y las sopas son solo sopas que sorprenden en el primer calentón y después se enfrían por la incontinencia. A qué estarán predestinados los seres que han creado mil formas de amarse, en qué mundo cabrán los desechados de la orgía sensual que produce la emoción de vivir en apareamiento.

A estos perplejos consignatarios de placeres les minará de inconsciencia el predictor de amores y acabarán por huir calle abajo del mundo con la sola intención de desaparecer de algo tan inútil como su casualidad de saberse inocuo para amar, para ser exageradamente amado. No será posible, mientras la pasión tenga protagonismo en este teatro fugaz, llamado vida, no será posible que los humanos renuncien a tal sublimidad, cuando pende tanto bienestar sin más osadía que la entrega, sin otra joya que una mirada.



Ramón Llanes.

EN ROJO

EN ROJO



En este fabulario se asignaron colores para identificar comportamientos , ideas, suertes, desgracias, etc. Se tildan a personas y actitudes con un color predeterminado que responde, dentro de una especie de acuerdo tácito, a esa identidad. El blanco representa a la pureza, el negro a la tenebrosidad, el verde a la esperanza, el rojo a la pasión, el amarillo a la mala suerte, y así hasta que alguno de ellos comparta, quizá, varios adjetivos.

En el rojo de un atardecer, en el rojo de la vergüenza, en el rojo de la pasión, en el rojo del sentimiento progresista, en el rojo de la verdad, en el rojo de la expresión pictórica, en el rojo del paisaje emocional, en todos los rojos se observan dosis de pasión. Es el rojo una fortaleza, un ideal, una filosofía.

En rojo se han escrito episodios de valentía y revolución, como los intentos de modificar los derechos crónicos que correspondían a pocos; en rojo se han creado las escuelas de la cultura y los ensamblajes para la configuración de las libertades de expresión, en rojo se subrayan las cosas importantes, aquellas que nunca deben olvidarse; roja es la rosa que se entrega en señal del más puro amor.

El color rojo determina un valor, una posición activa y rebelde, un compromiso de ética positiva ante cualquier opción que la vida presenta, siendo la mejor referencia para estar en la onda cierta de la honestidad y la dignidad de los seres humanos.

Soñar en rojo sobredimensiona la capacidad para el alcance de lo menos posible y asegura un sentir humano de cercanía con los moldes de solidaridad necesarios para compartir las dificultades de esta jungla.

Y quien no preste acuerdo que diseñe su alegato y lo defienda.



Ramón Llanes.

BESTIARIO DE LA AUSENCIA

BESTIARIO DE LA AUSENCIA
La ausencia no calma,
la sangre no dignifica,
no maltrata más la piel que la carencia de palabra,
los lobos aparecen tras la ventana,
todas las noches, en todas las ventanas,
todos los días oscuros, los círculos cerrados,
las paredes manchadas de cieno,
perdido el rumbo,
la carga de desespero pesando como una culpa.
Perdidas las ocasiones que reclaman los ojos,
queda todo lo que no se parece a la paz,
lo que se despreciaba, lo inútil es ahora el mejor
plato. Es el bestiario de la ausencia,
que duda si desconectar manos cómplices
o desabrir las puertas de cal y canto
propiedades del amor. Duda si preguntar
o silenciar, atender o borrar,
duda, todo el tiempo hecho efímero,
sin edemas de eternidad alentando.
Muere pálido en consuelo que tanto uniera,
desfallecen elencos de gozos, convertidos
en bestiarios de caprichos que traen
los polizones sordos, las agrestes carencias,
las indeseables miserias.
Mientras, vence el bestiario
la luz huída a los sitios sin premios.
R.Llanes

PARA QUÉ LOS SÁBADOS

PARA QUÉ LOS SÁBADOS

No para dormirlos vienen los sábados a casa, desean que alguien les espere y les sirva el café y el agrado; no para jugar a tedios indiferentes ni para vocear cuanto quedara, no surgen los sábados de una nada espontánea con nariz rota ni se deben cubrir necesariamente de las mil formas de comer más en la barbacoa del colapso del aburrimiento; no solo para andar ni para el menester de la silla una y otra hora absorto al noticiario. Los sábados llegan por una orden virtual que el tiempo inventa para que los humanos se dediquen a promocionar otras maneras de subsistir con la felicidad a mano y leer la otra parte de la vida.


Ramón Llanes.

jueves, 19 de octubre de 2023

COSAS DE TODOS LOS DÍAS

 COSAS DE TODOS LOS DÍAS


Cuesta pensar que en otros lugares la vida no es plácida, que el dolor cruje cuerpos y sentimientos, que no existe acuerdo de entendimiento entre los habitantes; es difícil pensar desde aquí que las disputas presiden los negocios, los plenos, los colegios, los jardines, las asociaciones, las paredes, las sombras; es complicado hacerse a la idea de la existencia de un mundo peor, escaso de libertad o conciencia, sometido a guerras y horrores, triste, delicado de salud, con eternas necesidades de vindicar la felicidad; no resulta fácil identificar a los seres que otros territorios habitan y que no desean seguir compartiendo el “algo” que con otros une; en esta parte del universo, con mar cálido trayendo brisa, la luz encendida a tope en los esteros, la prisa envejecida, los colores de la risa siempre puestos, la canción en los labios y la pena fuera del tajo, en este lugar se sucede la vida sin pelmas que incendien la sabiduría de custodiar la convivencia como el más preciado de los tesoros.

Ramón Llanes.

VICIOS DEL PODER

 VICIOS DEL PODER


Más que una simple reflexión mañanera este asunto relacionado con los vicios del poder ha de requerir un estudio empírico que sea capaz de aportar resultados de posible aplicación en nuestra vida general al menos para corregir sus consecuencias negativas que tanto daño vienen haciendo a la sociedad.
Convinimos en tocar levemente acaso una línea que es consustancial con todas las prácticas del poder que luego acaban en vicio a través del abuso. El poder como regla omnímoda en primer lugar y el poder como extensión abierta en segundo lugar. La ostentación de todo poder, la unificación del poder único en un ser o una institución y la capacidad para conseguir ese poder ha sido, en cualquier sistema, una manera casi genética de abuso. El mando y sus capacidades de holgura son ejemplares cuando tienen sus propios límites, cuando no es tan fácil su ejercicio o existe lícitamente la posibilidad de imponer exigencias por su incumplimiento, cuando por encima de la necesidad de una determinada aplicación de mandato convenga la norma predecir sus consecuencias positivas o nefastas para consentir la orden o reprocharla.
El segundo aspecto del poder que como tal vicio apuntamos se acuña en la figura del término “democracia” entendido como la consignación del poder más allá de las instituciones y ampliado a cada una de las personas adscritas al menos un ápice a sus resortes o involucradas por el sistema en la toma de decisiones. Esa fórmula del poder abierto desde donde se reparte en todas las direcciones ha permitido un desenfoque de la teoría democrática del poder, consintiendo arbitrariedades absurdas y dañinas que han viciado organizaciones con cuotas de capacidad para decidir. Es nuestra sociedad particular un fiel ejemplo de esta felonía.
En esta órbita quizá se pueda aseverar que los vicios del poder hacen que sea imperfecta la forma de gobierno llamada democracia y estemos sometidos y aguantando sus espúmeas maledicencias.

Ramón Llanes.

ALGO FALTA POR HACER

 ALGO FALTA POR HACER
 
A la estación del tren le faltan escalerillas,
a los parados les falta trabajo,
a la solidaridad le falta compromiso,
a la verdad le hacen falta agallas,
a la razón le faltan dosis de entendimiento,
a los desesperados les falta atención,
a los miserables les sobran miserias,
a los místicos les falta realidad,
a los santos les falta bondad,
a los indigentes les falta una inyección de todo,
a la sociedad le hace falta otro gobierno,
al gobierno le falta vergüenza
y le falta dignidad y le falta decencia
y le falta cordura y le sobra altivez y le sobra comodidad
y le sobra cuatro sueldos y le falta honestidad social.
Faltan por hacer hombres regeneradores de vida sin metralla
ni fusta; organizadores de entusiasmos, portadores de horizontes,
vendedores de nuevos sueños para repartir por la esquinas.
Nos hacen falta compromisarios que vengan a hacer los deberes,
nos queda por hacer un año, un mes, una semana, un día o acaso
solo una hora de felicidad para repartirla sin propaganda falaz
en los comedores sociales, en los colegios, en las urnas limpias,
en las plazas de los pueblos, en las esperas de los hospitales
y en las nubes. Repartir algo de esperanza mezclada
con dosis de verdad. Merecemos ya mucho de verdad.
O hacer borrón y cuenta nueva, nos falta.
 
 
         Ramón Llanes

miércoles, 18 de octubre de 2023

ZAPATOS MOJADOS

  
ZAPATOS MOJADOS
 
 
Se me han mojado los zapatos
con agua de otoño
mientras caían gotas
como dátiles
en la avenida larga
de mi querencia,
he sentido la lluvia
como una lágrima
correrme de los ojos
a los labios
y te he vuelto a pensar
en la sonrisa
teniendo idéntica ilusión
que en aquel otoño lejano
que enamoró
nuestros sentimientos.
Y se me han mezclado
las lágrimas de los zapatos
con los recuerdos.
 
 
Ramón Llanes

LA VIDA ME HIZO UN EXTRAÑO

 LA VIDA ME HIZO UN EXTRAÑO.


Hoy se me han caído de las manos los recuerdos,
hice guiños para recuperar la memoria,
me corté las desidias con el corta uñas
y me dio por soñar lo nunca tenido.
Hoy se me volvió a quebrar la vida,
me hizo un extraño el sentimiento,
volví a reciclar la inquietud
y se me olvidó cantarle al agua.
No estoy para gestos grandes,
con escribir del desencanto
me daré por consolado. Mañana
no será tarde para buscar las garantías
y seguir perteneciendo
al efluvio de las tormentas.

Ramón Llanes.

martes, 17 de octubre de 2023

CAMINANDO CON DIOSES PEQUEÑOS

 CAMINANDO CON DIOSES PEQUEÑOS


Aunque no me asista la razón del fundamento religioso, he observado y comprobado con los cinco sentidos, que los dioses están compaginando respiración y vida con nosotros, en este trecho, en aquel pasado y estarán en el futuro, no me cabe la menor duda. Existe una legión, una maravillosa legión, de este tipo de seres -dioses pequeños, para no herir a quien dicen llamar todopoderoso y del cual sí caben dudas- que dan muestras de una entrega íntegra por los demás, esperando a cambio solo una sonrisa. Son los dioses de la solidaridad, del humanismo y de la ética; otros son los dioses científicos que nos estudian para mejorar nuestros sistemas; otros son los dioses de la honestidad, que trabajan toda la vida con una guía útil de consideración y respeto; y los dioses del arte y los de la verdad y los del amor. Una legión de dioses que caminan a nuestro lado protegiéndonos de los envites de la miseria, la mediocridad y la maledicencia.
Estos dioses pequeños me merecen una admiración infinita. ¡Qué hallazgo!. Los encuentro en hospitales, oficinas, centros de organizaciones humanitarias, en cualquier lugar se asientan, colocados a jornada completa, acaso con miedo a no cobrar a fin de mes, de llegar al paro o de desanimarse en los intentos. Pero bregan hasta la extenuación y nunca desfallecen, porque son dioses de la constancia y el tesón, dioses puros, sin reminiscencias divinas.
Para quienes nos movemos en la prisa, la protección es esencial. Nosotros no advertimos la adversidad ni oímos llegar la tormenta, estamos enfrascados en el cumplimiento del deber y desatendemos los flujos del horizonte. Merced a los dioses pequeños podemos crear, ordenar, cansarnos y resucitar en cada hora; podemos convalidar esperanzas y seguir inventando utopías, ellos se encargan del resto. A mis dioses pequeños de todos los días, mis cómplices de viaje, dedico con brindis de afecto, esta pública reflexión.

Ramón Llanes.

AL OTRO LADO DEL AIRE

 
 
AL OTRO LADO DEL AIRE.
 
Al otro lado del aire
descolgaremos la memoria
para que cada susurro sea un huracán,
cada beso mil propósitos,
la luz un medio de alcanzarte
y, en vida,
con los ojos prestados de inocencia,
ocupemos la paz, toda la paz,
la eternidad deseada de la paz
y nadie será cómplice de cansancios.
 
Allá, contigo en los solsticios,
el aire pondrá remedio a los atardeceres
en que nunca nos tuvimos,
a las escarchas que nos dejaba la noche,
al castigo de redimir siempre culpas de otros,
el aire rocía
un sahumerio de mitos
que te llegará certificado
a cualquier lugar donde te escondan,
el cartero te dará noticias de mi,
apenas esté lejana la palabra que me alivie.
 
Al otro lado del aire
las miradas no tienen distancia,
el pensamiento es único, para dos,
el fuego y la pasión van a lo mismo,
la voz, una melodía sin descansos.
Así seremos, al otro lado del aire,
a donde siempre quiero que vengas.
 
 
 
RAMÓN LLANES

lunes, 16 de octubre de 2023

DETRÁS DE LAS CORTINAS

 
            DETRÁS DE LAS CORTINAS
 
 
 
            Siempre nos sorprende la emoción
detrás de las cortinas,
jugamos a desencontrarnos
y perdemos la acera de sabernos buscados
y aparecemos ocultos en la soledad.
Quedamos tú y yo en el zaguán
donde descorremos de pasión los besos
y las caricias, donde nos amamos sin espejos,
donde nos surge el deseo a borbotones.
            Tú, anegada y perfecta, yo, recubierto del día,
            buscando pensamientos sobre ti,
            los dos, inquietos, en supuestos sobresaltos,
            despiertos y holgados de amor.
El humo anunciando el final
de la compañía, la huella iluminada de tu boca,
la faz de la morada, gritando de locura el tiempo
que se escapa por los metales.
Mañana pasaremos de largo,
será un encuentro imposible,
será de luz la mirada y de oscuridad la espera,
todo el germen habrá sucumbido de dolor
en la fugaz impaciencia,
la almohada rota, la pasión escondida,
la verdad dañada y las manos solícitas
a miles de encuentros.
¡Se ahogó el devenir en tan poco espacio!.
Los huesos parecían dañados de caricias,
la luz no quiso entendernos.
Lejos de la tarde cayeron las cortinas
en llanto de niños
queriendo devolver a los amantes las horas robadas,
la noche se hizo a la mar
y nosotros volvimos al suburbio silencioso
de la partida. No había más noche, amor,
solo quedaba pasión
            en el recuerdo.
Ramón Llanes.

domingo, 15 de octubre de 2023

PETICIÓN

 PETICIÓN


Rómpeme la luz
que desliza tu recuerdo en la cenefa,
sobramos en la melancolía, ámame,
acampa conmigo, el jardín es nuestra alcoba,
iremos quitando músicas ocultas
en nuestras emociones
hasta mezclarnos con el placer.
 
Sé cómo nos gustan las tardes,
esos ocasos de tiempos largos
que reniegan de la noche
y se amparan en tus ojos,
esas muecas del mar cubriéndose de lunas;
sé cuántos adjetivos tienen tus miedos,
cómo andas dormida en las vísperas,
por qué te adulan los besos.
 
Agítame, será solo una copla,
como un adagio de melodía de amante
supurando
en el hemisferio sur el cauce amarillo
que nos unta palabras
por los labios y aprendemos de pie
y sonreímos con máscaras de neblina.


Ramón Llanes

HA LLEGADO LA EDAD

 HA LLEGADO LA EDAD

El concepto edad suele ser causa frecuente de disimulo, nadie aparenta la que tiene delante de su espejo y cada cual se encarga de festejar la suya porque a pesar de seguir creciendo siempre se satisface sabiendo que los otros -los de su misma cuerda, estado, responsabilidad y sueños- siempre van a tener uno más y tal competición entraña placer egocéntrico. Si se mira hacia abajo cabe la posibilidad de pensar “pues yo te creía de mi edad” y tal argucia produce cierto dulce sabor al menos durante dos instantes. En las reuniones viene la edad al contexto, divaga a su gusto y casi que se cuenta por pastillas; luego se refieren los kilos, las horas de ejercicio físico, la dieta, las patologías superadas y alguna que otra milonga hasta que aparece el pensamiento crítico y comienza cada uno a sentirse mejor si no hubiera cumplido tan aprisa. Los humanos poseemos el don de ser felices con muy poquita cosa.
Ramón Llanes

viernes, 13 de octubre de 2023

LLEVAR LA PAZ

LLEVAR LA PAZ.
Yo quisiera llevar la paz en mis rodillas,
tener siempre un poco de Paz a mano,
estar en posesión de la paz,
amaestrarla en casa, domarla y quererla
pero la Paz que busco es esquiva y terca,
nunca viene a mis sitios,
nunca está donde yo la deseo
y siempre se me escapa de las manos,
hasta que un día la sorprenda
y la agarre con mi ternura y la haga mía
y la acostumbre a vivir con nosotros.
Ramón Llanes.

ES LA PASIÓN

Es la pasión.
Es aquella sombra del naranjo
con limo a la espalda,
aquella enredadera de la tapia alta,
aquellos crepúsculos caídos
en el inocente atardecer,
son aquellas manos, son las caricias,
es el bulevar de las noches oscuras,
es la necesidad de este hombre
que rastrea las esperanzas
en los susurros,
son los instantes pasados,
las muecas de libertad,
los infinitos contagios de besos,
es la pasión
que en tono de dulzura
busca el éxtasis
en esta pálida tarde del estío
mientras cantas.
Ramón Llanes.