RAMÓN LLANES
lunes, 30 de enero de 2023
domingo, 29 de enero de 2023
ODA ÍNTIMA AL CAMPO
ODA ÍNTIMA AL CAMPO
QUÉ INTERESANTE
QUÉ INTERESANTE
jueves, 26 de enero de 2023
ENTENDIENDO AL OCASO
ENTENDIENDO AL OCASO
De
esos atardeceres
sometidos
a un tiempo
surgen
los límpidos ocasos,
de
esos que remedian no se sabe cuántas locuras.
Mirábamos
el sol
correr
por las llanuras de la mar,
aterido
de cansancio,
sin
prisa ni ganas de llegada,
sin
agonía escrita ni parsimonia flemática;
mirábamos
las últimas tendencias de la tarde,
eran
miradas de culto
que
no emitían más que sorpresas de admiración
por
tanta belleza
y
mirábamos los minúsculos riscos de la playa
defenderse
de la primera oscuridad
y
hasta nos mirábamos nosotros
desde
el placer.
Ramón Llanes
miércoles, 25 de enero de 2023
LA PAZ DE MIS CUADERNOS
LA PAZ DE MIS CUADERNOS
martes, 24 de enero de 2023
DOS.
Dos.-
lunes, 23 de enero de 2023
EN LOS AROMOS
EN LOS AROMOS.
En esta playa de aromos zumba el olor
como en tu cuerpo
y cada hueco de manos que me regalas
es como un premio.
En este campo de oros empuja el trance
como tus besos
y cada paso es una alhaja
de mis recuerdos.
En este sitio de piedras que me calienta
los sentimientos
le pongo nombre a las cosas
y a mis deseos.
En este mar de emociones que me apasiona
como lo nuestro
hay un sabor a ti tan importante
como un misterio.
Hay un lugar para nosotros
en los silencios.
Ramón Llanes
A VECES LAS CIUDADES SON TEMPLOS
A VECES LAS CIUDADES SON TEMPLOS
Para explicar cómo es el silencio solemos referir un templo
que es un lugar de culto y oración donde se duerme calladamente el ruido y se percibe
la densidad de la calma en su más grata y extensa expresión. Un templo me
pareció mi ciudad al poco de pasearla, olvidado de prisa, en la mañana del
sábado donde surgían por doquier los humanos y sin embargo se masticaba
curiosamente el silencio más profundo; hacía frío, las personas andaban de uno
a otro lado, cada cual llevaba su bolsa, su sombrero, su abrigo, su mirada y
su silencio. Y me encantó observarlo y me pareció un templo y me alegré de
comprobar que a veces en las ciudades se cultiva el silencio y sobran las
palabras.
Ramón Llanes
domingo, 22 de enero de 2023
QUÉ HACER CONTRA LA GUERRA
QUÉ HACER CONTRA LA GUERRA
Nos hemos preguntado en la
intimidad -tú y yo- qué podemos hacer nosotros para detener la guerra, si
poseemos leyes que nos amparen para saber evitarla, si las comunidades
civilizadas han asegurado nuestra Paz, si existen resortes jurídicos de valor
para oponernos a ella y hacer valer
nuestros derechos. Pues parece que estamos en una especie de limbo
impeditivo rodeados de incertidumbres y expuestos a los arrebatos de la locura
de los gobernantes y que si el de turno se salta lo acordado en los convenios
internacionales y ataca con la desmesura de la invasión goza de impunidad total
salvo que los llamados aliados inicien una guerra mundial contra la nación que
la provoca, y eso tampoco tiene admisión legal.
Nosotros, en nuestro pequeño
ámbito ciudadano, podemos gritar, escribir frases llamativas, manifestarnos o
guardar minutos de silencio por las víctimas y todo eso será bueno pero nunca
llegará a los oídos del ruso Putín que es quien se olvidó de las normas, nunca nos
tendrán en cuenta para asumir que la Paz es un derecho universal indeleble e
inalterable. Lo que sí podemos hacer a estos necesarios efectos es exigir que
quienes deseen ser candidatos a elecciones para ocupar el poder manifiesten a
priori su antibelicismo. Aunque una guerra no podría ocurrir si se dejaran de
fabricar tanques, misiles, armamentos y conciencias malvadas.
MISIÓN REBELDÍA
MISIÓN: REBELDÍA
Por el apego que le tenemos a la vida,
por lo mucho soñado y renunciado para
llegar hasta aquí,
por quienes se quedaron estáticos y sin
voz en el camino,
por
el daño irreparable que nos hacen los partidos políticos,
por todo cuanto nos adroctrinaron sin
pedirlo,
por los sustos que dejan en el cuerpo
los ruidos de las guerras,
por la incapacidad de los gobernantes
para diseñar mejor la dignidad,
por quienes se esconden en la
injusticia para ser injustos,
por quienes solo están interesados en
el poder,
por el dolor tan inmenso ocasionado al
espíritu noble de este país sin culpas,
por los miserables que juegan a dejar
cada día a uno nuevo en la miseria,
por la permisividad de nuestro sistema
contra las abundantes corruptelas,
porque muchos nunca se atrevieron a
intentar cambiar el guión impuesto,
porque cada día es un desaliento peor,
porque no es necesario prohibir,
porque siguen colocados tanques
represores en las esquinas de nuestra convivencia.
Refiero rebeldía, capacidad de sueños,
puestas en valor de todas las utopías,
para cribar la desesperanza y conseguir
mejorar el sitio de vivir,
para destrozarles los esquemas a estas
consignas del radical capital que solo aprieta,
para volver al tiempo de la dignidad no
empañada,
para amanecer y amanecer y amanecer
hasta que se nos canse el alma de tanta luz.
RAMÓN LLANES
CON MATICES
CON MATICES
En el sobrenombre dios es diablo,
el verso una prosa,
la palabra un silencio cantado,
yo soy el eslabón perdido
o la nada inquieta.
El canto del sordomudo
se expresa con intención,
se oye con matices.
Amar pertenece a la pérdida
de la conciencia,
todo, en el sobrenombre, es inexacto.
El tiempo un comodín,
el duelo un cansancio,
la pena un desacuerdo,
la flor una pausa,
la mirada una eternidad,
la paz un muñón del pensamiento.
No entra la duda
cuando es lo único exacto
en el sobrenombre de existir
y se dispersa el certero deber
de seguir buscando,
acaso en el dolor,
con matices.
Ramón Llanes
viernes, 20 de enero de 2023
AÚN SOMOS UN SUEÑO
AÚN SOMOS UN SUEÑO
Se nos echó el tiempo encima de manera inimaginable, ya no somos aquel proyecto de la inquietud pero hemos acaparado todas las utopías como si sólo hubieran sido nuestras y nos quedan dos pozos de nostalgia y una memoria, mas no queremos renunciar a la posibilidad de alcanzar otro sueño. Aún somos un sueño.
Qué hacer para no perderlo, es la idea; en la solariega senda se sigue divisando el infinito, no se rompió el horizonte para nosotros, sigue allí, atento a nuestra voluntad, intacto, limpio y fértil, como si fuéramos los “nuevos” que se acercan a agarrarlo. Y así, una página tú, otra ella, muchas entre todos, volvemos al fuego primigenio para comprobar que las miradas de los nuestros siguen activas y risueñas y juntos nos damos alas para enfrentarnos a nuestro próximo proyecto. Ya somos muchos, nos hemos cuidado las emociones, nos hemos comprometido a salvar dificultades y hemos creado la unión nueva para la complicidad de nuestra senectud, ahora que ya somos un poco más útiles para nosotros mismos.
Estaré contigo, viviremos en una distinta luz que nos hará copiosa la iniciada singladura, seremos el grupo de amigos que desea compartir vida en los más amplios sentidos, seremos protagonistas de nuestro propio tiempo, sin urdir la mínima molestia, sin levantar la voz fuera de nuestro asunto, con facultad de sabernos dueños de la organización de nuestro tiempo con la mayor elegancia y envejeciendo juntos aprovechando los lazos de amistad y afecto.
jueves, 19 de enero de 2023
AYER Y MAÑANA
AYER Y MAÑANA.
Me
pregunto qué será del ayer vivido con intensidad y qué también del ayer maldito
que trajo consecuencias nefastas a nuestra vida; a dónde irán las ilusiones no
cumplidas y los deseos rotos, a dónde la fuerza que pusimos a las emociones y
el amor que fuimos derramando; ¿quedará todo en un cajón sin fondo ni constancia?, ¿ se irán los suspiros a un aire
sin límite?, ¿algo tendrá eco y constituirá resorte o estela para la memoria?.
No sé, no sé.
Me
pregunto qué idearemos para el mañana, para seguir superviviendo a los envites,
para consolidar la estampa de creencias que fueron referencias concretas de
nuestra misión; qué vestido le pondremos a nuestros huesos, qué cristal a
nuestros ojos para que sigan mirando las cosas, los objetos, las personas; qué
brillo le daremos a un cansancio o qué bálsamo a un sosiego, qué de buen hacer seremos capaces de diseñar para ese
mañana incierto y provocador que nos sopla el cuello, qué de miserable o
generoso será nuestro corazón pasados los años y a la vista del futuro posible.
No sé, no sé.
Me
conformo con ser un presente ajustado al troquel, una pieza más de la
esperanza, una rosa en un jardín silvestre, una voz del silencio, un esqueleto
sin autopsia. O me conformo con ser el pensamiento retorcido de un odio
inolvidable, o un condenado a la reencarnación del lobo, o un preso con la
condicional para toda la vida, o un imbécil que trata de convencer de su
inteligencia, o un inteligente que se dedica a prostituir paisajes. Tampoco sé.
Doy un
paso en el presente y me encuentro en el mañana, recuerdo mis horas de niño y
estoy en el ayer; ¿a quién pertenezco?. Si doy un grito rompo un silencio, si
escribo me desnudo, si hago una foto inmortalizo un paisaje, si pienso creo una
idea, si amo tengo emociones y si me voy certifico que estuve; ¿qué hago?.
Quiero
hacer una foto, escribir un poema, solicitar un paisaje para mi ventana, amar,
seguir amando; todo sin romper el presente, sin alterar el ayer, sin molestar
el mañana. Atentamente.
Ramón Llanes
miércoles, 18 de enero de 2023
EXPRESAMENTE HUELVA
EXPRESAMENTE HUELVA.
Arribar
desde la quilla con un trozo de brisa nueva,
esculpir
con olas el calidoscopio azul del hombre,
la
mar inmensa en las manos, el sonido tenue de la barca;
ha
germinado la vid, verde es el tiempo que la distingue,
los
pasos gregarios de mineros en la estirpe oculta de su verdad,
la
luz azotando paisajes, el color alto y noble de la Sierra
sin
adormecer la elegancia, la inaudita riqueza del baile
de
folía que el Andévalo custodia, la sombra
de
los pagos que reinan lindes sin frontera con la amada tierra vecina
que
tanto dulzor aporta en convivencia,
la
nostalgia de seguir descubriendo mundos cada día
con
la aventura en la emoción,
el
verso que presagia la identidad
en
claridades recién nacidas, Juan Ramón en todo el espacio,
la
majestuosidad de la mar pendiente de nosotros;
qué
sabor descubre la sorpresa en su hito de marismas,
a
qué mesa no llegará el oro rojo del fruto, la “sonanta” en plena lírica,
los
sueños siempre inquietos, el estero que sabe pensar en Doñana,
los
pueblos colgados y abiertos de alturas a campiñas, tan plácidos,
con
las insignias del fandango, la confianza en la historia,
el
gusto por patrimonio alimentario, el sentimiento
con
el sutil apego a la dignidad, los hombres y las razones,
la
voz del pregonero en tardes de adoración a credos primigenios
que
los seres de siglos antecesores dejaran perpetuarse;
qué
niño no sabe de minas, de orillas, de devociones, de atardeceres,
quién
no se mancha de mar por el estío;
acaso
todo sea empezar y acabar en el estuario de los ríosa
aquí
donde se amplía el azulario del horizonte
y
huele a vida; nadie rompa esta memoria,
nadie
olvide que recitamos expresamente a Huelva.
Ramón Llanes.
DE CÁLCULOS
DE CÁLCULOS
Ajustar cada
átomo
a la rueda
del tiempo,
calentar el
aire,
caminar.
Representar
un circo
al final de
la esquina,
colorear la
tristeza,
reír.
Conservar la
imaginación
en el
círculo colectivo,
desterrar el
odio,
amar.
Ramón
Llanes. (de ÁMBITO SUR).
martes, 17 de enero de 2023
EL PARAGUAS
EL PARAGUAS
LAS COSAS DEL PATIO
LAS COSAS DEL PATIO.
El patio se ha puesto tan hortera que ni los vecinos
menos distinguidos acuden a las celebraciones de la comunidad; el jardín tiene
ese color mustio que impone el invierno y las viudas del quinto parece que
callan en el sueño del letargo. Apenas se oye gritar el niño del segundo que
tiene prohibido jugar en la arena porque viene contaminada de excesos de un
cloruro dañino que produce picazón y dolor de garganta. Un ególatra que reside
por casualidad en el ático, acostumbra a tirar al patio colillas encendidas,
produce repulsa e indica que desistirá de su actitud cuando obliguen a bajar la
música a la novia del “guiri” que se expande en canciones la mañana completa
entretenida en nada mientras acompaña a Rocío Jurado en sus constantes orquestaciones
de coplerío.
Lo demás es tan insignificante como que unos trabajan
y cobran al final de todos los meses, otros se apuntaron al desempleo y cobran
al final de todos los meses, la pensionista del cuarto no quiere oir de la
arena prohibida y desea que le suban un poco más para poder seguir llegando al
final de todos los meses; los padres del niño, que grita por no poder jugar en
la arena, han comenzado también a gritar para que retiren la arena del patio;
el ególatra grita solo por escucharse a sí mismo; la novia de las coplas grita
desafinadamente y así hasta un interminable alegato de circunstancias que se
suceden día sí y noche también en este complejo patio que padece, sufre, vive,
disfruta y le pone una extraña salsa a la vida para sentirse orgullosos de
tener una casa con un patio muy particular.
Ramón Llanes
lunes, 16 de enero de 2023
MIS CÓMPLICES REYES
MIS CÓMPLICES REYES
Hasta no importarme
quiénes en verdad eran los reyes ha tenido que pasar por mi vida toda una
eternidad. Ahora no me importa quién lleve corona, quién ostente privilegios,
quién me traiga regalos ni me importa quién se suba a la carroza de mis sueños
a observarme cómo me hago feliz esperándoles. Los reyes, mis escogidos reyes,
son mis cómplices en esto de tutear al universo y me permiten hablar o gritar a
mi gusto porque forman parte esencial de mis entretelas emocionales y nos
tratamos con un desmesurado afecto y con el magnífico respeto con que se tratan
los dioses. Somos cómplices en la aventura de los sentimientos.
Mis
reyes están en mi oriente y están en mi poniente; están en mis manos, están
cerca de mis ojos, se tienden a mi sol, anochecen conmigo, buscan y encuentran
los mismos afectos que a mí me precisan; mis reyes cómplices son de hueso y
saliva, de coraje y voluntad, de tripas y alma; mis reyes me tienen y a mis
reyes tengo.
Apenas
un rato atrás estuve con uno de ellos, ahora quizá escriba para otro, anoche
cenamos juntos, reyes y yo; mañana veré a mis reyes de hueso trenzarme sonrisas,
pronunciarme miradas y tocarme los besos. Así, desde siempre, desde que supe y
conocí de su espacio, desde que la razón me condujo al corazón, desde entonces
me codeo con reyes de verdad que son tan perfectos que saben llorar y sufren y
se desaniman y se duermen.
No
es un secreto, todos los míos saben que aliento esta debilidad por la realeza,
saben que me muevo en la indigencia con ellos y que escucho música con ellos,
que desayuno miel o manteca con ellos, que muero con ellos y resucito con
ellos, que me sorprendo con ellos. No es un secreto, los míos lo saben, como lo
sabes tú, desde ahora.
Ramón Llanes.
EXTRAÑOS EN EL PRESENTE
EXTRAÑOS EN EL PRESENTE
A veces, divagando, quitamos las
barreras del tiempo para imaginar cómo se acomodaría a nuestro presente
cualquier antepasado extraño que apareciera de pronto en la esfera actual, ésta
suministrada por cables, células fotovoltáicas, redes, telefonía móvil y mil
inventos más al uso de la evolución que soporta nuestra manera de convivir y a
la que estamos compelidos sin remedio.
Si alguien anterior se asomara,
quedaría tan sorprendido de los avances hasta serle difícil o imposible entenderlos.
Le explicaríamos con ardor las velocidades que alcanzan los aviones, el
progreso con respecto al conocimiento del espacio, las técnicas científicas de
los trasplantes de órganos, la versatilidad alcanzada en las comunicaciones;
explicaríamos, como si le estuviéramos enseñando otro mundo distinto de aquel
en el que vivió, la tecnología industrial, los avanzados progresos sobre
inseminación artificial, la praxis tan fundamental
en
el desarrollo de la vida; le explicaríamos tantas cosas, tantas cosas nuevas
para él, desconocidas en su existencia y que hoy son claves para el
desenvolvimiento de la sociedad. Se caería del susto. Todo esto no era
previsible.
Nuestro antepasado, de hace dos siglos
atrás, por ejemplo, se encontraría un mundo perfecto, le parecería estar
imaginando aquello que no le fue posible soñar, alabaría los sistemas, los
logros, la sabiduría de esta actual civilización con tantos adelantos. Y
pensaría en la infinidad de comodidades propiciadas por la investigación. Y
desearía haberla podido vivir.
Acaso, antes de volver a desaparecer,
preguntara si acabaron las guerras, si dejó de existir el odio, si se avanzó
también en equilibrar las desigualdades sociales, si se acabó el hambre; y
acaso preguntara si los seres humanos de esta primorosa civilización habían
alcanzado la felicidad. Nuestras negativas respuestas le dejarían aún más
atónito y le alimentarían las ganas de volver a su refugio, olvidando este cuento.
RAMÓN LLANES
domingo, 15 de enero de 2023
EL PECADO
EL PECADO.
NUEVO DÍA
NUEVO DÍA
Al
pisar la calle, aún con su regusto a noche, me agobia muchas veces la sensación
de saber con seguridad si soy merecedor del nuevo día, de esa inmensa
prominencia de luz que me está enriqueciendo la melodía de vivir; al sentir el
primer hilo de frío en los mentones tengo la costumbre de aliarme con tal
placer, olvidando de cuantos inconvenientes me van a deparar la crecida de los
intereses, el discurso absurdo del político absurdo de turno, el malestar que
veré en las miradas sin miradas de los seres desocupados, la falta de voluntad
incluso en los voluntariosos, la felicidad que no germina en las personas de mi
entorno y las miles de locuras que se suceden a cada paso, como si estas fueran
la más natural manera de comportamiento; pero me olvido del tiempo que me falta
para empezar a olvidar mi memoria y me pongo el traje de nuevo día como si me
colocara el uniforme del paraíso y todo me empezara a girar a mis solas
órdenes.
Son
las primeras horas, aún con la escotilla del pensamiento semicerrada, y se
anuncian desencantos a modo humano; un desalivio por aquí, un malentendido al
uso, un reproche inservible que daña, un sinadiós inesperado, nubes de
desconsuelo que han bajado -sin permiso- hasta interioridades reservadas.
Despropósitos que el nuevo día va sumando a la agenda mecánica del alma y
ordena en los pardos colores del deber.
Y
así, hasta que la tarde se involucra en frescura y aparecen signos positivos- a
costa de no ver el telediario del mediodía- y se convierte, por sí misma, en un
tono menos ácido y más soportable. Los desniveles no acabaron de desequilibrar
el contenido empírico que llevo tan adentro y a estas horas aún respiro sin
cansancio, medito lo que falta por hacer y pongo los pasos prestos a continuar
la jornada.
Acaso
me dé por dedicarme a fortalecerme en la intemperie de la selva que habito,
donde curiosamente no existen enemigos concretos. Hay un significado científico
o causal que me imprime una reflexión sobre la pérdida del adversario y no le
encuentro razón ni fundamento. Me ocurre que todos me parecen mis enemigos y,
en la distancia corta, todos son mis amigos. Y tampoco llego a la conclusión de
saber si es mi obligación buscarme enemigos.
De
vuelta a casa, anocheciendo las fuerzas, intento descongelar el primer pensamiento
del día y me quedo atónito al no tener conciencia exacta sobre si merecí el
nuevo día que la inercia del universo me había ofrecido. Y me sofoco, solo a
medias.
Ramón Llanes.
LA MITAD DEL RECUERDO
LA MITAD DEL RECUERDO
Poemario
de Juan Carlos de Lara.
Leer este
poemario engorda el alma. Tiene lo idóneo del recuerdo y lo grato del olvido,
mantiene el entorno de la emoción como si hubiera ocurrido ahora, es fiel a la
manera más pura de escribir, habla de sí mismo y de sus almacenes de
sentimientos, se desnuda el poeta, no se limita a una ortodoxia clásica porque
la cuida e inventa otra. Parece mentira que en nuestra tierra se pueda seguir
expresando tan genuinamente bien la vida. Me quito el sombrero, amigo Juan
Carlos, cuidaremos siempre tus versos.
Ramón Llanes. Huelva 15 enero
2023.
COSAS DE HUELVA PARA LLEVAR A FITUR
COSAS DE HUELVA PARA LLEVAR A FITUR
sábado, 14 de enero de 2023
QUÉ SERÁ PROGRESAR
QUÉ SERÁ PROGRESAR
Progresar debe ser una
entelequia, una incógnita indescifrable o la asignatura pendiente del mundo;
nadie tiene las ideas claras sobre el asunto porque no para todos progresar es
la misma cosa; unos entienden el progreso como la colocación de farolas y
jardines, los del partido contrario lo entienden como apagar las luces, otro
grupo lo entiende como vestir bien y comer poco, los del partido gremial solo
piensan en progreso para defender sus propios intereses, los futboleros creen
que progreso es un gol de su equipo; y luego están los otros, los que no
aceptan el progreso ni se apuran ni se asustan ni se callan, esos que dan la
lata por darla, simplemente por molestar a los demás, van en contra de todas
las corrientes e incluso por pura soberbia van en contra de sí mismos (es un
extraño juego pero ellos no alcanzan más y solo les importa que suene y se
comente); otros se posicionan en discutir del todo de todo, de la claridad de
las ideas, del color del florero, del precio de las mascarillas, de lo que
otros digan para tener motivo de contradicción. Si el aire no aguantara las
palabras malsonantes ni las mentiras y las devolviera convertidas en piedras se
hubiera acabado el circo pero el aire y el papel son meros esclavos de la
estulticia de los otros y aguantan lo que se les eche, por desgracia.
Por si no lo entendió permítame
comentarle que al digno arte de progresar le impide su fácil desarrollo la
funesta manera de politiquear.
jueves, 12 de enero de 2023
EL SILENCIO DE LÓPEZ
EL SILENCIO DE LÓPEZ
Nos encontramos, López y yo, en una
estación de trenes, de esas que recogen veinte viajeros por jornada, cuando
apenas habían asomado los primeros reflejos del ...itanto de diciembre, allá
cada cual con la premura de partir; íbamos pocos y en silencio. Ninguno imaginó
el deseo de conversación del otro y, sin apenas un saludo, López guiñó su luz
para los demás y se echó apasionadamente, creo, al libro. Leía a Espronceda. Me
extrañó, López era de ciencias y no habituaba a mear sesera en clásicos; López
era rígido, exacto, lógico, pragmático, justo todo lo contrario que Espronceda.
Los demás pasajeros de este vagón (dos más), nos entreteníamos en el paisaje
recién iluminado de la mañana.
El tren rugía levemente a los raíles en
su ritual sin prisas, los frenos sonaban a un compás de alardes y López
permanecía quieto como si la velocidad no fuera con él, como si hubiera vaciado
su agonía antes de partir. López estaba inmóvil, tosco, sereno, parco en gestos
y en movimientos. Su actitud había impuesto al vagón un halo de serenidad,
nadie se atrevió a pronunciar palabra y ni acaso, sonrisa. La estancia contenía
la severidad de lo trascendente mientras la parsimonia del tren ponía el único
resquicio de sonido.
El final del trayecto hizo que volviéramos
a la realidad. López cerró a Espronceda, el tren amansó su fiereza, los dos
compañeros del vagón trajinaron con bultos y maletas, el día había comenzado a
hervir, la estación también hervía de gentío y todo se convirtió de repente en
un bullicio deseado. Me acerqué a López para despedirme y poco más que “sobran
las palabras”, me dijo.
A López no he vuelto a verlo, el tren
no he vuelto a pisarlo pero aún me traigo a la memoria, en días parecidos, esa
sensación vivida de caminar en busca de destino, en silencio.
Ramón Llanes
miércoles, 11 de enero de 2023
SE BUSCA
SE BUSCA
Jardín con palmera alta, buganvilia,
enredadera a media pared, dama de noche y frescor, se busca. Calle vieja con
bufón, alpendes de lavadero, lajero y tiestos de regar, se busca. Se buscan
merendero afirmado a la coloración de la tarde y horizonte sin hacer, se buscan
ocasiones para los verbos inutilizados, las frases perdidas y los largos
epílogos y caras arrugadas y compañías y bancos con azulejos amarillos donde
entretener los sopapos del ocio ganado. Se buscan mecedoras de rejillas,
mujeres prendadas en el ganchillo a la puerta del verano y gorras de pana
colgadas en el perchero del salón.
Se busca teatro amenizador de niños con
títeres y payasos, se buscan templete de plaza de pueblo, banda de música, acólitos
para la misa de siete y media, santero, comilón y sorchantre . Se busca
romántico apostillando versos al amor, se busca musa de poeta, se busca enagua
con remates de cortadillo, se busca fuente de agua sin bozal, se busca libro de
sonetos de Góngora sin abrir, se busca herrador. Se buscan pócimas de viento,
aleros de carretas, folías, pan aceitoso, mujer sin ganas de playa, carpinteros
y cedal.
Se buscan el tiempo y el mecenas, la
cripta y el saludo, los zahoríes y las rameras; se buscan canas y sosiegos, se
buscan fantasías y alivios, tradiciones y paneras, tonás y cascabeles. Se busca
espacio. Se busca rémora de antaños. Se buscan costumbres y recuerdos. Se
buscan preces de guardar, ermitaños, golondrinas y malecones. Se buscan
propósitos de enmienda, ensaladas de orégano, caldos de puchero, sopas de pan y
dulces de convento.
Se busca sed de luminarias, se buscan
destierros de lujurias, se busca lámina blanca, disco rayado de los sesenta, se
buscan caldos del condado, espartos se buscan y sartenes y romanas.
Se
busca un sitio para untar agrados, poner turbante de concordia, formar palacio
sin cornucopias, establecer semblanzas de todas las razones encontradas, casar
uniones, consensuar las actitudes y enmarcarlo para quienes se hayan apuntado a
la búsqueda descrita que solo se suman para puntuar mejor en la paz.
Se busca al hombre y a la paz.
Ramón Llanes