RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

jueves, 28 de septiembre de 2023

AUSENCIA TEMPORAL

AUSENCIA TEMPORAL

No estuve el lunes
en tu sombra,
me vine a la mar
con los zapatos rotos
y desmenuzada la luz
entre los labios.
Fue inútil el grito,
el instante único
trazó una estela
de fuego
y nos dijimos adiós,
en silencio,
sin mirarnos,
tierra amada.


Rllanes

ARREPENTIMIENTO



ARREPENTIMIENTO



129.-Dios nunca se arrepintió

de crearnos,

el suicida nunca se arrepiente

de morir,

tal vez el poeta

nunca se arrepienta de amar.



Ramón Llanes

miércoles, 27 de septiembre de 2023

DIOSA TIERRA

 

DIOSA TIERRA
 
 
Hemos estado juntos en ese anfiteatro natural
que formaron tus piedras para adornar el paisaje.
En tus vísceras de azufre
nos cruzamos las miradas,
nos detuvimos a comprobar que era allí
a donde nos invitábamos y, sin palabra, nos rendimos.         
Me esperabas,
me esperas siempre
allá en tu hígado rojo con presencia de siglos.
Soy el hombre de pirita con “gosán” o plata
que te revela los secretos que no sabes de la vida,
tu alma es una alacena de almíbares,
de arcillas y de colmos,
y te traigo los mensajes que recluto y selecciono
para esparcirlos en tu alfombra.
 
Te pisé con el respeto que te debo como diosa,
miré tus carnes al sol,
tus reservas de sangre
para cuando las necesitaras para nosotros,
te hice en la mañana las caricias en fotos.
He captado los rasgos de todas tus sonrisas,
el piélago es tu mar enrojecido por el tiempo,
el aire lo racionas con sombra
y tu piel es como un cuaderno de niño
en colores superpuestos
y toda el alma con trazos de esperanza.
 
Me enamoras,
siento el beso de una diosa calarme los labios
cada vez que oteas mi pensamiento,
cada siempre, siempre, siempre
que permaneces en la crecida de mi ola amorosa.
 
Aniñado y hombrón sé que atiendo por los costados
un llamador de tierra mujer que me entiende.
Adelantando al tiempo
vine a tus entrañas mismas, metiéndome
en tu piedra, en tus regueros de sangre,
en tus mismos ardores,
llegué con toda mi pasión a escribirte,
tierra mujer, -allá en tu agua-,
que te quiero.
 
            Ramón Llanes.

COMO UN REPROCHE

 COMO UN REPROCHE.
 
 
Nos han hecho sordos
para no oír las balas ni los gritos,
nos han hecho mudos
para no poder discutir de la guerra,
nos han hecho ciegos
para no ver el horror,
nos han hecho tristes
para que nos guste la miseria,
nos han hecho flacos
para olvidarlo todo
mientras comemos,
nos han hecho idiotas
para no saber discernir,
nos han hecho pobres
para no tener otras preocupaciones
que la supervivencia,
nos han hecho pacíficos
para no responderles con un arma,
nos han hecho buenos
para nunca odiarles.
Nos tienen en sus manos,
pueden hacer  tranquilos
todas sus guerras.
 
 
Ramón Llanes. 

martes, 26 de septiembre de 2023

VERSOS DE HOY

 VERSOS DE HOY

He leído un verso escrito en una piedra,
he visto una piedra en un libro,
me han regalado un libro de gatos,
los gatos de mi vecina no me dejan dormir,
solo duermo en verano,
el verano me recuerda tus besos,
de besos haría un ramillete para llevártelos,
te llevaré a casa,
he visto una casa sin tejado,
me he comprado un tejado rojo para mirarlo,
al amanecer miro el reloj,
tengo un reloj sin cuerda,
tengo una cuerda en un pozo sin agua,
el agua ha quedado seca por el olvido,
se me olvidan los números del cupón,
he comprado un cupón para que no me toque,
me ha tocado verte,
te ví anoche, te veo ahora, te gozo,
he comprado gozo en una tienda de veinte duros,
a veinte duros un beso, ya no existen los veinte duros,
los besos no valen si se venden,
quiero vender algo que no me sobra,
no me quedan sobras para regalar,
te regalo la luna llena de esta noche
o te espero.
R. Llanes

OTOÑO

 OTOÑO.

Se ha ido, tenebroso, el verano. Miradas que le tachan, elogios que le animan, quedarán en la cancela de atrás, anexión a la compostura. Hasta pronto las arenas, el bañador, las sombrillas; llaman a podas y verdores, a primacías de nubes, a claroscuros; tiembla algo más el universo, por aquí gasta bromas, gotea o escandaliza a las correntías, presiona al cansancio, pone trampas, siempre de agua, o calla y se viste de sol( otra vez), imitando cualquier tiempo pasado que fue mejor.
El otoño cristaliza su edén en la promiscuidad de retazos de temporales para que conceda fuerza a las armonías de la naturaleza y se asienta en lodazal, en bautismos y en esperas. Caen las hojas al precipicio de la nada, a marchitar mientras lloran las de arriba que se mecen con el temor a cuestas. Es suculento el vano crepitar del árbol y ayuda, enternece, preconiza preludios.
Laderas de otoño, el viento tensado, la sombra pobre, el peral sin hojas, las amígdalas hinchadas, el anticipo de frío, la copa que se enciende en el rito del picón, el consuelo de los charcos y titantas sensaciones más, propias del ciclo. Otoño, gris perla, romántico, enamorador, tú lo sabes. Cita de ti, contigo, en la entreabierta penumbra del ocaso, practicando contigo las muchas maneras de consensuar el entendimiento.
Alguien malgastará las horas, no el otoño, nunca la naturaleza. Alguien remedará calores o nevadas, nunca el otoño. Prestigia el musgo, araña un poco del pasado un tanto del futuro, raciona su valor. A mañana llegará un tren de manzanas con hábito de madurez desde las colinas altas del otoño de la sierra por el acaso que sobra en el almanaque y falta en la delicadeza; y mañana sanará con recelo a la más débil planta, casi otoño entero o casi relampagueo.
Ayer sería media docena de espectativas y pronto serán casi muchas o más hasta que camine la otoñada por la vanidad que le pertenece y todos esperen una respuesta de costumbre, como cuando los niños se duermen y se despiertan de sueños llorosos; así, con el otoño en las manos, traerá cerezas el huerto y frescor único la tarde, algún día.


Ramón Llanes.

lunes, 25 de septiembre de 2023

MISIÓN REBELDÍA

 MISIÓN: REBELDÍA

Por el apego que le tenemos a la vida,
por lo mucho soñado y renunciado para llegar hasta aquí,
por quienes se quedaron estáticos y sin voz en el camino,
por los sustos que dejan en el cuerpo los ruidos de las guerras,
por quienes solo están interesados en el poder,
porque no es necesario prohibir,
porque siguen colocados tanques represores en las esquinas de nuestra convivencia.
Refiero rebeldía, puestas en valor de todas las utopías,
para cribar la desesperanza y mejorar el sitio de vivir,
para destrozarles los esquemas a estas consignas del radical capital que solo aprieta,
para volver al tiempo de la dignidad no empañada,
para amanecer y amanecer y amanecer hasta que se nos canse el alma de tanta luz.
RAMÓN LLANES

LA NOCIÓN DE LA PIEL

LA NOCIÓN DE LA PIEL


 Perdimos la noción de la piel
y nos comimos las conciencias,
no supimos comprar
otras agallas ni ponernos románticos
ni a morir de amor
nos llamó el infierno,
entonces cada molécula era gigante,
minúsculo cada beso.

Ramón Llanes.

domingo, 24 de septiembre de 2023

LA VERDAD PERDIDA

 LA VERDAD PERDIDA

Ha dejado de tener vigencia la verdad en el espacio donde se mueve la vida, han venido a rechazarla, de no sé sabe dónde, pseudo licurgos de plante engreído, distorsión al detalle y odioso asco; han formado un gremio con turbulencias y credos caducos, se han hecho a la calle como quien ordena el universo y han impuesto las reglas de pudrir verdades. Se desconoce la procedencia y se ignora quién les nació y cómo enraizaron, son parecidos a seres porque crecen y se reproducen pero difieren de ellos cuando, en el trato, se les nota la falta de pensamiento; el sistema transversal que utilizan para dominar se acomoda en la bravuconería y la acritud, no se les conocen sentimientos al uso ni provienen de estirpes atenienses o romanas, se han curtido en los principios espartanos y se juntan para desterrar prosaicos, endebles, prostitutas y maricas al son de un himno macabro que les anuncia el inicio de la batalla. Luchan contra la verdad, no poseen más enemigo, gozan en el estadio de la mentira y de punzar y desamar viven. Las últimas estadísticas apuntan a no asignarles linaje de las cavernas que en ellas no se contaron manipulaciones ni indignidades de esta maldita índole. No duermen con sueños ni utopías.
Ramón Llanes

ALGUIEN

 ALGUIEN

Quien depende del tiempo
esclaviza la esperanza,
se aminora el flujo de la vida
que empieza por los ojos a desunir
músculos y colores,
luego las manos, más tarde la emoción,
así, hasta el tuétano,
hasta olvidar la rebeldía.
Ramón Llanes.

jueves, 21 de septiembre de 2023

PREGÓN DE LA TERRAZA

 

PREGÓN DE LA TERRAZA

 

 

Quien comparó a Castillejos

con el culo de una taza

no sabía comparar

ni se sentó en La Terraza

o tenía la “tajá”.

 

Con llamada de amistad

vinieron mis pies atentos

a recordar lo dejado

en huellas de tantos tiempos,

a remendar con lo amado

otras cosas de verdad

productos del sentimiento

que no son para olvidar.

Y heme aquí, feliz, dispuesto,

llegado de mina, zagal

en otros momentos

y viejo tardío ya

aunque con zapatos nuevos

y risas por estrenar.

 

Quedose sorda y con polvo

 la esencia de la Terraza

por marcharse las Manuelas,

los Pereira y Esperanzas,

los Gómez, los Rodríguez,

los Feria y las bolachas

quedando olvido y tristeza

en estas paredes anchas

que tanto aguante tuvieran

en tiempos de Pascua y danza.

 

 

 

 

Quedose como si perdieran

consejeros y consejos,

conversaciones, palabras,

ecos de refranes viejos

y cuentos de cacerías,

como si fuera tardón

el deseo de Terraza

o hubiera que andar descalzo

para llegar a la plaza

y se dejó de subir

al lugar del dominó,

de la partida de cartas,

de la copa de aguardiente

y de la conversación;

y en un rato se olvidó

aquel agradable ambiente

que tanto nos distinguió

que aquí venía la gente

a divertirse, de lejos,

de Portugal, de Sevilla,

de Paymogo, de Trigueros,

de la Puebla caballistas,

de La Palma, perdiceros,

de San Silvestre juerguistas,

de Alosno los guitarreros,

de Ayamonte los artistas,

los poetas y los caleros,

venían contrabandistas

portugueses de dinero,

de Villablanca dancistas,

desde Tharsis, los mineros,

las bartolinas modistas,

del Granado los romeros,

de Huelva los mayoristas,

de Bonares, camioneros,

y llegaron altruistas,

locos, cantantes, libreros,

algún que otro oculista

y más de dos bodegueros,

aquí está escrita la vida

de la gente de los pueblos.

 

 

¿Es que el recuerdo no sabe

recordar las fantasías

de castillejeros padres,

de abuelos, de correrías,

de mujeres que venían

luciendo preciosos trajes

en días de romerías?.

¿No están grabados los sueños

en estas mesas eternas

donde tanto se bebía,

donde los hombres de antes

jugaban, se divertían,

y hasta eran importantes

las cosas que se decían

y además se enamoraban

y se amaban y reían?.

¿No están escritos los pasos

en este sufrido suelo

con éxitos y fracasos

como si fuera un cuaderno

ya gastado por los años?,

¿no están aquí los inviernos

haciendo suyos los fríos

calentándose los tratos

de potros y de cercados,

de desenredos y  líos

entre el dueño del caballo

y la dueña del baldío?,

 ¿no está la risa escondida

como están los voceríos

entre las viejas cortinas?.

 

¿No están aquí mil suspiros,

mil envites, mil mentiras,

mil sentimientos perdidos,

tropecientas tonterías

que fueron dejando rango

en tantas amanecidas

llorándose con fandangos

una suerte o una herida?,

¿encontraremos un llanto

por una mala partida,

un desespero, un quebranto,

una ilusión compartida,

un grito por la emoción,

una persona querida,

un amigo que volvió

de tierras desconocidas,

un sirocho en procesión,

una jaca aparecida

que en el campo se perdió

y llegó despavorida?.

¿Encontraremos solera

de devotos piedralberos

que aquí dejaran espuelas,

polainas, cinchas, sombreros,

porque perdieran nociones

o se fuera el santo al cielo?.

 

La pared guarda lecciones

y las conserva en silencio

como tesoros de honores

callados y bien secretos;

la Terraza, esa querencia

de la estirpe de los cuerdos

 en donde por cada ausencia

se llorara al compañero

que perdía la licencia

de vivir en este puesto

y recogía su ciencia

para apuntarse a lo eterno.

¡Cuánta vivida emoción,

cuánta historia, cuánta paz,

cuánta fe de libertad

y cuánta noble pasión

soñaron aquí los vuestros

deseando lo mejor

a base de fuerza y miedo!.

 

Es un patrimonio inmenso,

reliquia de la verdad

de quienes fueron primero

y dejaron su renglón

sin terminar de llenar

para que los venideros

escribieran su opinión

como sucesores nuevos

hechos en vientres de amor

de buenos castillejeros

y amantes de esta canción

compuesta por seres rectos

en amistad y razón

con elegancia y respeto.

De tal linaje de seres

esta sociedad es reflejo

y por tales menesteres

son las cosas sentimientos

que nadie borrarlos puede

de la pizarra del tiempo.

 

Es necesario que salga

el coraje en las callejas

que todas se llaman Salva

y de los hombres las cejas

que al toque de la sonanta

se erizan y si las dejas

con delirios se levantan.

 

-Echa otra copa, compadre,

que la noche es larga.

-Déjate de más copas,

canta un fandango

y que suene la guitarra.

Que traiga la música

el son de las cosas que hacen

que sea siempre la vida

una esperanza.

Tócame por medio, rasguea, canta,

echa tu voz a este aire,

que estamos en la Terraza

y  necesita el “quejío”

de cualquier hombre de raza;

alegra esta tierra

que tanto nos ampara,

canta, compadre, al pastor,

al perdiguero o al guarda,

cántame tus penas, compadre,

cántame aquellas canciones

como tú sabes cantarlas.

Anda, compadre, revienta y canta

que el cante es la única paz

que podemos poner los pobres

a esta maldita miseria

que nos rompe el alma;

cántale a la luna,

a ver si la luna puede hacer

que entierren las armas

esos mercachifles golfos

que invaden con sus soberbias

nuestras tierras tan amadas.

Cántale, compadre, como tú sabes,

¡con rabia!,

como si estuvieras denunciando

a quienes no respetan los sueños de los niños

que por este mundo triste andan;

y canta por aquellos que se fueron

a los sitios tan lejanos

de las nubes solitarias

y se rompieron

a trizas las manos y las agallas

y dejaron en el mundo

una agonía de sueños

maligna como el olvido

y eterna como las aguas.

-Echa otra copa, compadre,

y que suene la guitarra.

 

Irán pasando las horas

con lágrimas de Terraza

de emociones como puños

en las tardes soleadas

y volverán las cortinas

a sentir en sus misterios

las voces que les faltaban.

Ritos que el humano quiere

para soportar la estampa

de las noticias que huelen

a quebrantos y a quebradas.

Será que lo que sucede

parecen las circunstancias

de un camino mal andado

que precisa una terapia

para este mundo enredado

en cosas sin importancia.

Si aquí la risa es un llanto

y el llanto es risa con agua,

si esta estirpe es de tantos

que no se notan distancias,

si aquí se habla callando

sin necesitar palabras,

si los gestos van dejando

 mensajes en las miradas,

si el humor se va criando

como se cría la guasa,

si con un borrego andando

se simula una piara,

si ya el niño está estudiando

y la niña está más alta,

si viene canturreando

un borracho con su panza,

si aquí se van inventando

las penas para alegrarlas,

si son los días encantos

y son las noches más blancas,

si el dolor se va llorando

porque a la muerte se espanta,

si aquí se ama bailando

cuando llega Piedras Albas,

si el euro se va acabando

salen pesetas del arca,

si se le acaba el trabajo

zumbando para Alemania,

si las perdices en bandos

adornan las lontanazas,

si aquí reír no es contrato

sino pura confianza,

si el tiempo se va escapando

y no se cuentan las canas,

si aquí se vive pensando

cómo ganarse la calma,

si en los lugares cercanos

nuestra gente les encantan.

 

Es la vida la que ordena

y es la vida la que manda,

 será la mejor faena

 hacer alegrías largas,

dicen que las alegrías

si se comparten se agrandan

y dicen que las tristezas

si se comparten, se acaban.

De eso me estaba acordando

al recordar la Terraza.

De los ratillos pasados

en estas mesas marcadas

a los cristales mirando

cuanto la calle enseñara,

de aquel que pasó pensando,

de aquella de la bufanda,

de cuatro niños gritando,

de la luna en la ventana,

de conversaciones cuando

pasaban las cosas raras,

del festín adomingado

de la liturgia sagrada,

de la compra del caballo

o la venta de las cabras,

de repasar los tejados,

de las cosas de la casa,

de los hijos, los hermanos,

de la madre, de la parva,

del sentir de un buen cristiano,

y de Osma y de mi Santa,

de eso me estaba acordando

al recordar la Terraza.

De aquel baile organizado

de noches y madrugadas

que hasta los menos lanzados

se animaban y bailaban,

de unos que se han casado

y con el cortejo pasan

alegres, bien “trajeaos”,

y bien bonitas las caras,

de los días más “nublaos”

que casi nadie pasaba,

que hasta los “espabilaos”

en su casa se quedaban,

y los de aquellos veranos

cuando el calor abrasaba,

en mediodías sobrados

vacía estaba la sala,

ni un cuco en ambos lados

y ni un café en la barra,

no todo fue solitario

en el trajín de estas caldas

que en tardes de abril y mayo

ya la gente se animaba

y salían a caballo

y de garbo se llenaba

aquel espacio esperado

por zagales y zagalas

y se iba pregonando

la vida recién hallada.

De eso me estaba acordando

al recordar la Terraza.

Y también, como rumiando

memorias difuminadas

me acuerdo del contrabando

y de nuestras grandes Pascuas

y me llevaría contando

anécdotas, que bien guardadas,

llevo en la mente juntando

para alguna vez contarlas

y poder seguir hablando

de lo que guardo con ganas.

De eso me estaba acordando

al recordar la Terraza.

Y no soy yo relatando

quien el pasado rescata,

vosotros me vais mezclando

realidad con nostalgia

y entre humores sujetando

me habéis contagiado el alba,

el alba vuestro volando

por esta tierra que ama.

Vosotros me vais prestando

las teclas de las palabras,

vosotros me estáis dictando

este pregón con el alma.

De eso me estaba acordando

al recordar la Terraza.                                                 

Que por estas cristaleras

de esta histórica Terraza

la vida castillejera

pasó sin darnos la espalda

y muchas veces dormida

y otras veces bien despierta

contribuyó a la cultura,

fue lúdica referencia

en ocio y en aventuras,

en aprender, en hablar,

en entender la cordura

y compartir la verdad,

y en las horas consumidas

este espacio fue dilema,

debate, premisa y paz,

a veces dolor, problema,

simbología y hogar,

reliquia nunca perdida

que conviene rescatar

que aquí está escrita la vida

con páginas sin borrar.

La vida pasó con suerte

y con orgullo de más

también se pasó la muerte.

 

Y todo ha de pasar

si estas ventanas se abren

y se va la soledad

por las cristaleras grandes,

si empieza la vida a entrar

hasta formar un enjambre

de seres con amistad

que vienen a relajarse,

si se oye otro sonar

entre guitarras y cantes,

si el recuerdo hace entrar

a los amigos de antes

aquellos que ya no están

pero quedan sus talantes,

si se habla de empezar

como si no fuera tarde,

si se pretende sacar

las fichas, que no se guarden,

que se tienen que gastar

dando placer o pesares

a este gusto de jugar,

si la candela que arde

sabe cómo calentar,

si el ambiente se distrae

en mil formas de ganar

sentimientos al desaire,

si la broma es quitar

rutinas al almanaque,

si no hace falta engordar

para no sufrir el hambre.

Todo esto ha de pasar

si estas ventanas se abren

y se va la soledad

por las cristaleras grandes.

 

Esto será un canto amable

con ganas de bienvenida

para renacer, si cabe,

esa guasa inigualable

que dio mérito a la vida.

Es un farol de reencuentro

y de sana expectativa,

de salón y de comienzos

de continuar sin prisas,

de jóvenes que a este fuego

vengan con ansias vestidas

de nuevos frascos de anhelos

y lecciones aprendidas,

y vengan gratos recuerdos

con ganas de bienvenida.

Un palo de billar tieso,

una mesa, una bebida,

un amable camarero,

una calma conseguida,

un camino como un sueño,

una charla, una partida,

baile con sabor añejo,

un abrazo, una caricia,

un gusto para el pellejo

y una soledad perdida

eso será la Terraza

hasta que el tiempo lo diga.

Esto es un viejo consejo

y un canto de bienvenida.

 

Que el pueblo siga pariendo

felicidad y armonía,

que sigan seres naciendo

con humor de artesanía,

que continúen poniendo

luces a las noches frías,

que la verdad vaya haciendo

verdades todos los días.

 

¿Por qué son los ratos largos

los que tanto se recuerdan?,

¿por qué se hacen tan cortas

las vivencias y las fiestas?,

¿por qué se pondrán de moda

los olvidos de las cuentas?,

hasta que llegue la hora

vivir con las botas puestas,

añorar lo que se añora

y dormir la buena siesta,

Terraza, amistad, historia,

conversación y paciencia.

Dalo por hecho, Rubén,

que la Terraza comienza.

 

Fuere para mí un pregón

que un amigo me pidiera,

lo hice con tanto agrado

como si los versos fueran

cordones de unos zapatos

que José Manuel me diera,

que en esto de regalar

tenemos la misma escuela,

de un sastre y un practicante

dos Candelarias parieran

andevaleños de antes

que andevaleños hicieran

 a quienes tienen delante

cada cual a su manera

pero en pasión semejantes.

Queden las palabras dichas

y expresada mi emoción,

si pareció interesante

disfruten de la ocasión

y si acaso fue pedante

pongan un poco de humor

y piensen que lo importante

no se ajusta a la razón.

Pero sean benevolentes

con este humilde minero

y tengan siempre presente

que aprendí de Castillejos

emociones suficientes

y por tal causa, os quiero.

 

 

 

Ya es Terraza otra vez

y abril dichoso se acerca,

palmas, volantes, mujer,

y chiquillería suelta

para empezar con un beso

aquello que bien comienza,

ya es Terraza otra vez

como música de un verso,

suene la paz a saber

en todos estos adentros,

vuelva la risa a poner

desenfados y contentos,

ya es Terraza otra vez

como el mejor universo.

 

 

 

Ramón Llanes.

Villanueva de los Castillejos 26 marzo 2022.