RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

lunes, 30 de septiembre de 2019

APRENDIENDO A GOBERNAR

APRENDIENDO A GOBERNAR

                Corría el rumor de la incapacidad de algunos para tomar las riendas de la gobernanza. Aquellos que eludían su cuota responsable y se limitaban a observar y cuidar escrupulosamente su asiento, pronosticaron debacle en el foro; quienes obtuvieron mayor apoyo electoral se mostraban perplejos ante tanta insolidaridad para con los ciudadanos que fueron los votantes. Otros especulaban con expectativas por conseguir bulas y gracias para otorgar su preciado galardón de confianza a la candidata a gobernar. Todo parece un galimatías sin regla que se enquista cada día más. Despropósitos superables que nadie ha querido superar.
                Duele que, al fin y al cabo, no sean los ciudadanos el bien jurídico a proteger ni la escasa renta de bienestar ni la geografía  ni los premios literarios ni las convocatorias a oposiciones ni los pagos a proveedores ni los informes sobre las minas ni el trabajo parlamentario ni la inmediatez por iniciar el proceso legislativo ni la vida en general. Es más sencillo, tan sencillo como que todos los elegidos quieren tener más; más de poder, más de comodidad, más de garantías, más de consideración, más de publicidad, más de todo. Ahora que ellos gozan del privilegio de haber sido elegidos no pierden su postura egregia y ocupan fila primera en la puerta de las exigencias, para eso fueron llamados, no importa quién votó ni sus preocupaciones ni su urgencia, importa el señorío del partido y la exuberancia en la dinastía vulgar. Entienden todos que existe un enemigo a quien aniquilar y olvidan que apuntan constantemente a los ciudadanos como enemigos principales de tanta displicencia y de tanto envite.
                Cuando la cruda maleza que cubre sus inteligencias quede despejada, los gusanos de abajo del todo estarán buscando amparo en malvas silvestres, columpiándose unos días en la inutilidad y otros en la tribulación. No llegará la paz elegida, no se habrá conseguido el arrope necesario para continuar viviendo. Y por sugerir: que aprendan a gobernarse y sean lógicos hasta unirse en fuerzas y compromisos en una tarea común donde predomine el bien por la comunidad y nunca el rédito del partido. Como mínimo.

                Ramón Llanes

domingo, 29 de septiembre de 2019

ESTE DESORDENADO MUNDO

ESTE DESORDENADO MUNDO
               
                Bastará una mirada atenta y un repaso a la escritura de la historia para desentumecer la memoria y observar que este mundo no es lo que habíamos soñado, que a medida que llegaron los poderosos se fue desordenando, fue perdiendo empaque, humanidad, elegancia; que a base de conflictos inventados y discordias triviales el mundo se ha deshecho hasta convertirse en una fosa de excrementos de seres a quienes les resulta imposible sobrevivir.
                Las últimas décadas se han pronunciado muy benefactoras para alcanzar el descrito resultado a través de las declaraciones de guerra de occidente –recuérdense a los “iluminados” de las Azores- contra los árabes y contra todo lo que aparentemente se moviera, sin necesidad de que formaran parte de ilusas maquinaciones anti occidentalistas. Aquel mundo culto que nos dejaran el Siglo de Oro, el Renacimiento, la Declaración de los Derechos del hombre y otros elementos constructores de la vida-mundo, ha sido devastado por malditos con poder que aún andan sueltos y a quienes el feroz capitalismo adora.

                Ramón Llanes 

ALBERTO EL POETA

ALBERTO, EL POETA.





            Su despacho conserva el olor de lo antiguo, la mesa es caoba vieja, la lámpara parece hecha de cuentas de cristal violetas y blancas, a la espalda una gran librería ordenadamente repleta de libros, dos sillas de piel y madera tallada, un reloj de estuche imitando vejez, un diploma de 1962 premio escolar a sus méritos, aprovechamiento y ejemplaridad; en la pared algunos cuadros y detalles personales, unas altas cortinas color malva con visillos blancos, todo a juego con la lámpara o viceversa, una cajita con rotuladores indelebles, varias plumas, unas gafas sobre el tapete y un cuaderno de cuadrículas donde escribió este relato.
            Se le echó la tarde encima, desocupó el sillón, cerró los ojos y le dio por pensar en el poema de amor que nunca escribiría y se metió de lleno en la boca de la noche.






                                                          R. llanes.  

A VENDER SONETOS


A vender sonetos


Hecho y dedicado para Zalamea en intento de ayudar a su comercio, en estas propias fechas y para mi amigo Vicente Toti que colaboró en la inspiración e ideó este proyecto.

Así que me pides que bien te lea
mejor  te pido yo que tú me compres
un soneto metido en este sobre
que bien lacro con miel y no con brea.

Mejor que vender, comprando me veas
cualquier cosa que aunque poco cobren
sirva para aliviar al comercio pobre
de la insigne y gloriosa Zalamea.

Te vendo sonetos de mi cosecha
y tú me vendes pan de tu masera,
así me llevo yo mi compra hecha

 tú te quedas cuartetos de primera
para que cuelguen siempre de tus perchas
y los puedas leer cuando tú quieras.


Ramón Llanes
13.12.2012

(Traído hoy a la memoria amable de mi amable y eterno amigo Vicente Toti)

sábado, 28 de septiembre de 2019

CLASES DE PENSAR

CLASES DE PENSAR


¡Ay, si de nuevo fueren costumbre la soledad, el pensamiento, la palabra, como armas, como útiles de vivir, lienzo donde se plasmaran además colores de emocionantes sentimientos y al caer en los ojos se expresasen y se compartieran ideas para dejar quizá la vida, acciones para alcanzar quizá los sueños!. De nuevo la intimidad, con acento de luz, la creación, el ser visto en estado puro, lo imaginado.
Impartirán en la academia clases de pensar para los listos que se apunten, para quienes escriban su sobrenombre con esperanza, para quienes aludan al conocimiento en su interés. Otra vez el golpe que arrasa la mediocridad y corta viento áspero convirtiendo zumo de ademanes, de formas, de identidad. Ni existencia de trastos, poca rabia, salud a las templanzas, al concierto y a las revelaciones. Irán a la academia desecho de políticos, tardíos eclesiastas y toreros sin taleguilla; asumirán el programa, pertenecerán al elenco de los escogidos en el lugar donde no se echan los leones a la arena ni el artista es un mito.
Las clases de pensar serán para mirarnos la sombra, apretar los dientes, ensimismarse, rectificar, adormecer o engullir errores. Para cuando, de nuevo, sea costumbre iniciar el contacto con la vida, evitado de prácticas endógenas y la palabra herede al pensamiento. Y la conclusión admita apuntes.




Ramón Llanes.

DISTINTOS PENSAMIENTOS

DISTINTOS PENSAMIENTOS


Me dice Paula que los grandes pensamientos se forman a base de distintos pensamientos, que los mares son gotas de agua, que la soledad está compuesta de muchas alegrías y que las sombras son luces fugaces. Ha caído en mis manos una supuesta lágrima de una mujer distante a quien no conozco y no me atrevo a preguntarme por qué me ha tocado a mí su húmeda sensación. No controlo las apuestas de cada cual por sus sueños ni sé si mañana volveré a querer soñar lo mismo pero me gusta mucho pensar que una cuadratura perfecta es un gran pensamiento hecho de otros distintos pensamientos, ¡qué perplejidad!.
Si está nublado y no se puede pensar en la luz cómo puedo construir ese gran pensamiento de hoy sin pisar la arena en media sombra y apenas sin molestar el silencio que estas nubes le ponen a la tierra. Acaso me dedique a desmenuzar por qué tiene tanta vigencia la codicia y así me parecerá haber formado un importante pensamiento o me vuelvo a preguntar por qué algunos prefieren el insulto y la descalificación al uso de la buena palabra o por qué el odio nos ocupa tanto o me voy al mundo para ver en qué gastan los humanos la vida.

Ramón Llanes. 

jueves, 26 de septiembre de 2019

CIUDADANO DIEZ


 

 

CIUDADANO DIEZ.

 

 

 

Desde casi el principio de la democracia, -cuando conseguimos el derecho a elegir a nuestros propios gobernantes-, ando metido en esa difícil reflexión de que los políticos reflejan el nivel exacto de cada sociedad, que dan talla o desmerecen de acuerdo con la procedencia o la genética social. No es exigencia lícita pretender políticos diez en una sociedad de nivel seis, tampoco es lícito la viceversa. A este hilo me aumenta en el usufructo del pensamiento la reflexión cuando capto en noticias las manifestaciones ciudadanas en muchos foros, pueblos, ciudades y medios en protesta por la escasa calidad de los políticos que nos rigen, mostrada la incompetencia por las innumerables tramas urbanísticas y chanchullos  en que se encuentran implicados. El ciudadano se queja de la alteración social que los dirigentes provocan y entienden que están elegidos exactamente para lo contrario.

Me pregunto si a nuestra sociedad le corresponde cuota más alta de excelencia en políticos y si la actual se refleja desde la propia sociedad representada. Me asalta la duda, en momentos me inclino por pensar que tenemos una sociedad limpia y en otros me decepciono. Indico que aunque así fuera, el representante debería ser el elemento ejemplo y ejemplarizante de la misma.

Es aceptable y lógico que la ciudadanía aspire -en ella y en políticos- a ciudadanos diez en todas las partidas, es lógico que se exprese el descontento, que se requiera una gestión exenta de corruptelas y aprovechamientos personales,   que alguien ponga chinitas en los zapatos y se alíe con la excelencia. No es así aún a nivel general pero llegará el momento de las rebeldías de los consumidores, de los autónomos, de los propietarios de vehículos, de los fumadores, de los desempleados, de los honestos y de la parte más decente de la sociedad, llegará el momento de una conspiración democrática para evitarlo.  Esto puede valer para  un viernes o una elección pero debe valer para todos los días.

 

 

 
                                                                           Ramón Llanes.

ABUELOS

ABUELOS.
 
         Hace poco en un arcén de una carretera cualquiera aparecía un viejo con cara de alegría esperando a una familia que nunca llegó. En un asilo de cercanía, honroso y noble hasta más no poder dejaba su último suspiro el más anciano de la comunidad, cumplidos los ciento cuatro y leyendo sin gafas y utilizando la memoria como su mejor recurso, pero se tuvo que ir, por imperio de la ley natural. Ayer supe que Rita se estremecía en las soledades de su casa y quiso desaparecer de soslayo, como había sido su designio. Dicen que se le fue la cabeza, -enfermedad muy en uso- a Lola la grande, señora de poco más de setenta que llevaba para adelante 8 hijos suyos, los nietos de rigor y los parásitos de siempre buscaban el puchero y el cariño y que siempre los tenían con Lola la grande. Y resulta que también está en las últimas.
         Y luego dicen que solo se van los buenos y que los malos se meriendan aquí todos los calendarios. Y se oye que la justicia no otorga valor a la humildad y al amor; y también se oye que la justicia no tiene qué  ver con todo esto. Pero los abuelos se rinden antes de tiempo en el primer hospital, en un asilo luminoso, en el geriátrico de moda, en el banco de enfrente de casa, en el casino o en ningún sitio; se rinden sencillamente porque las cosas no están para batallas o porque intuyen carencias.
         Y me llega que a los ochenta se le ocurrió a Lozano comprar unos libros en setiembre para matricularse en Historia y lo ha hecho con las agallas de un chaval y ahí está peleándose con los apuntes e intentando sacar pecho y memoria suficientes como para alcanzar su meta.
         Y me temo que miles de historias de este tipo son comentarios de día en día por estas laderas de nuestra sociedad, en donde la culpa de lo peor la tiene dios y de lo mejor, nosotros. Y otros piensan que ni dios  se mete en estas vaguedades.
 
 
                                                    Ramón Llanes

APORTACIÓN A SURCOS


miércoles, 25 de septiembre de 2019

A PROPÓSITO DE LOS VERSOS


A PROPÓSITO DE LOS VERSOS

 

            Los poetas escriben versos todos los días, de todos los años, y están pendientes del movimiento de las hojas y de los cambios de luna, se hacen los locos porque es una pandemia que fortalece el sentido común, vagan con las respuestas en los bolsillos y el desaliño de inconformidad en media cara, intuyen los terremotos, el parto de las ovejas y la soledad de los enfermos. Y no saben si sube o baja la Bolsa, si caen los ministros o si ascienden los trepas; los poetas ignoran los protocolos y solo usan las cuentas para construir un soneto;  son tan extraños los poetas que se inventan más versos en tiempos de crisis como antídotos y bálsamos a la frecuencia constante de la fatalidad.

            Los poetas escriben manifiestos todos los días y los mandan al aire y los leen en los campos de tristeza y se solidarizan con el dolor y lanzan granadas de metáforas contra las paredes humanas derruidas por los hombres; y no escriben de modas ni de tanques ni de recortes ni de intereses. Los poetas escriben de cansancio y de silencios y de penas y de saltos a la nada y de compasión y de solsticios.

            Los poetas se pasan la vida haciendo de la vida un verso, pensando la vida en verso y formando versos en la vida. Los poetas son los culpables de la admiración hacia la luz, del estado romántico de la luna y de la descripción de un beso; están en las mantas de lumbre y en las caricias. Estos poetas que caminan tristes vendiendo la parte de verdad de los sueños y comprando la parte soñada de la realidad, han invadido los mundos con sus lemas amorosos, se han hecho dueños del universo de los sentidos, han copado todos los atardeceres, todas las sombras, todo el contenido de las cosas desveladas y se han creado un cuaderno de felicidades para los merecedores de la paz. Y son quienes mantienen en lo más alto el sentimiento, a base de versos.

 
            Ramón Llanes

martes, 24 de septiembre de 2019

RECORDANDO LA INDIGNACIÓN


RECORDANDO LA INDIGNACIÓN.

 

Apenas he conseguido cuarenta segundos para expresar un privilegio cuando me he dado cuenta de que me han inscrito en el listín de los indignados; al parecer doy el perfil, se me nota en la manera de andar; ahora, con este compromiso en el cuerpo no se me ocurre otra cosa que repetir el lema “si no nos dejáis soñar no os dejaremos dormir”, calzarme la más fuerte voluntad y partir con ellos hacia esa singladura donde la ventisca es la mejor de las caricias que se consigue y la contracorriente la única esperanza.

Apenas estoy en los elegidos cuando consigo aprender que somos más de cuarenta millones de indignados y nos parece útil cruzar esta maravillosa aventura de la utopía. No hemos soñado otro remedio. Y aún seguimos en las mismas.

 

Ramón Llanes.

lunes, 23 de septiembre de 2019

DISCURSOS

DISCURSOS
 
            Qué fácilmente pronunciamos en estos momentos los discursos contra la guerra, qué propuestas tan interesantes nos inventamos contra la guerra, qué lindo es un pensamiento rebelde contra algo que sale del poder, qué lógica es la crítica contra la violencia y qué bien resulta, con eco, con aplausos. Cuando oímos el halago nos sentimos mejores, como si hubiéramos cambiado el mundo solo por unos párrafos en prensa o radio que nos acomodan en un pedestal de privilegiados.
                Y cuando la guerra acabe –y ha de ser pronto- haremos discursos sobre cómo debió hacerse, sobre los errores de la guerra, sobre las causas, sobre la demagogia de los políticos –porque nosotros escribiendo o hablando nunca somos demagogos-, sobre la eficacia de la guerra y muchos etcéteras.
                Resultará que entre unas cosas y otras – los antecedentes, la guerra y las consecuencias- nos llevaremos unos años más hablando y recordando la guerra, a nadie le interesa que se termine la conversación porque genera riqueza periodística y de debate en los foros principalmente televisivos. Pagamos el canon de la moda y nos tragamos todos los discursos del yo pienso, para seguir teniendo algo de qué hablar y olvidarnos de otros menesteres.
                Hoy, pues, renuncio a mi discurso sobre la teoría o la práctica de la guerra, ni siquiera debí comenzarlo. Hoy reivindico mi derecho a estar triste porque quiero, porque alguien a quien amo desesperadamente se me fue sin motivo dejándome un socavón de indigencia del que no soy capaz de salir, porque a mi amigo le tienen en observación por un problema de hígado con mala pinta, porque la incertidumbre de esta sociedad nos mata poco a poco, porque no somos siquiera capaces de progresar desde la armonía, porque me da la gana otorgarme un momento de tristeza.
                Perdona, amigo, no quería prepararte un discurso y al final lo hice.
 
                                                       Ramón Llanes.

ANTE NOSOTROS


ANTE  NOSOTROS


 

Un panorama viejo, otra vez la misión de votar. Con más resignación que ganas, con los ojos cerrados por tanta deslealtad política y con la boca abierta y sorprendida porque se presentan los mismos. Y nosotros tenemos la imperativa obligación de emitir nuestro voto porque asi lo mandan las leyes. Y ahora que es momento para nuestro grito, nos callaremos y les daremos cuatro años más de confianza para que sigan con sus enfados, sus deudas (que son nuestras), sus prepotencias, sus enriquecimientos personales, sus olvidos. Es común en esta tribu, todos juegan al desmarque, a la osadía, al despiste, todos, siempre intentando hacer de la ley un abrigo solo para ellos. Quizá ni ellos ni otros se merezcan nuestra atención ni nuestro respeto pero henos aquí que tan tontones como de costumbre iremos a las urnas condenados a perdonar al enemigo y volveremos a casa con un hilillo de esperanza en la comisura de los labios sintiéndonos orgullosos por haber cumplido con nuestro deber, a sabiendas de la impureza de nuestra voluntad, que será mal usada y maltratada; a sabiendas de su inutilidad para cambiar esta comedia en cuatro actos donde los únicos que ganan, se llevan los aplausos y se ríen son los que se apuntaron a la lista y se escondieron detrás del telón. Sin  más comentarios.
Ramón Llanes.

SI ALGUNA VEZ ME ENGAÑAS


viernes, 20 de septiembre de 2019

EL OTOÑO BLANCO

EL OTOÑO BLANCO.


Y llegó un otoño cargado de hojas blancas, bosques blancos, agua blanca y lirios blancos. Un otoño perpetrado al blanco, con amaneceres blancos y luna llena sudando blanco.
En aquel extraño otoño de la historia se conocieron dos niños que acudían a un juego vestidos de blanco y en un impulso de infantilidad el uno entregó a ella un poema escrito a mano con tinta blanca, se miraron y corrieron al jardín.
Al otro lado de la ciudad vivía, en una inquieta soledad, un hombre de pelo blanco que resumía toda su felicidad en una gata blanca que acababa de parir cinco gatos finísimamente blancos, porque también para los animales era el tiempo del otoño más raro de la historia. El hombre guardó unas monedas en un cofrecillo blanco con una nota de destino: “para mi gata blanca y sus gatos blancos”, y se echó a dormir como si alguna vez quisiera morirse. Y soñó con una soledad blanca y despertó sonriendo.
El otoño blanco recogía sus mudas de hojas blancas y se preparaba a marchar por la lontananza del paisaje blanco con cierto dolor y mucha melancolía, y dejó a los pies de cada árbol una hoja blanca, en el agua una flor blanca, en el aire un suspiro blanco, en la lluvia una gota blanca. Al mirar atrás para despedirse de la blanca ciudad que le acogiera le saludaban con manos blancas dos niños entrelazados , un viejo solitario y seis gatos blancos con una pancarta escrita con letras blancas que decía: “ Adiós, otoño blanco, ¿eres la paz?.





Ramón Llanes.

SI TE LEO POEMAS


UNA CARICIA


sábado, 14 de septiembre de 2019

miércoles, 11 de septiembre de 2019

ODA ÍNTIMA AL CAMPO


ODA ÍNTIMA AL CAMPO

 

Déjame ocuparte el espacio dócil

que cubre tu conciencia

porque de ti nace la rosa,

déjame volarte un rato de ocaso

en la lontananza del estío

porque de ti sueña la tierra,

déjame estrenarte las pisadas

que te sostienen la piel

porque tuyas son las huellas,

déjame que ande tus viñedos

en complacencia mística

porque de ti se hace ebrio el vino,

déjame cuidarte los barrancos

que te bañan las melancolías

porque tuyas son la sed y la tristeza,

déjame buscarte un hueco en la sombra

del olmo que preside tu puerta

porque tuyos los olores y los abismos,

déjame que me quede contigo

sembrado en esta luz que ciega

porque tuya es la soledad de las piedras,

déjame amarte con pasiones

de hombre y rito de verdades

porque por ti amanece y llueve,

déjame en las manos un trozo

de tu efigie eterna de campo

porque tú eres el dios de los pobres.

 
AGRO EL VIEJO. Ramón Llanes.
Primer Premio de Poesía de Zahara de los Atunes 2019.

DUDAS


FANDANGO. ME PEDISTE


COMPARTE CON EL MUNDO


sábado, 7 de septiembre de 2019

MI TIERRA

MI TIERRA

Mi tierra me dio lo que soy
y me prestó lo que tengo, 
se me pegó útil
a mi vicio de romántico.
Mi tierra es la causa
del cuerpo, la custodia del alma,
la conspiración amorosa 
que recita versos desde la cuna
en mi piel de azufre.
Mi tierra permanece con los puños cerrados
y la furia en la mirada, 
mi tierra no se ausenta de la verdad
ni desfallece. Mi tierra
planifica mi vida,
conduce mis ojos,
enardece mis sentidos
y me ama.

Ramón Llanes

miércoles, 4 de septiembre de 2019

ALGO ÁCIDO


ALGO ÁCIDO.


La tragedia tiene un sabor ácido, 
el dolor es ácido, la muerte muy ácida para todos, 
la miseria es ácida. 
Estereotipos de la acidez, lo fatal, lo extremo, lo agónico. 
A veces también el debate es ácido, 
cuando se olvida de la razón del mismo 
y pinta la cara que a cada cual conviene. 
Pero es ácido el debate si se utiliza, sin límites, la estrategia 
exenta de ética y moderación, 
si se maltrata la libertad del pensamiento, 
si se escribe o dice sin disciplina, sin norma. 
Después de la tragedia nunca la calma, 
viene el debate político, lo más ácido; 
llega el displacer de quienes aguantamos.
Hoy barrunto pesadez de debate, 
a pesar del dolor que inunda la esfera de nuestro medio, 
barrunto confrontación, reproches, insultos, 
perrerías entre unos y otros. 
Lo tétrico, lo irreal, que al debate alguien le pondrá cara de tonto 
para disimular que ha sufrido, 
que ha dejado las vacaciones para hablar, 
que los esperaba; 
así, sin darse cuenta que ellos ya no están para sonreírles.


Ramón Llanes.

BAJO EL IMPERIO AZUL DE LA CORBATA

BAJO EL IMPERIO AZUL DE LA CORBATA.

Nos solemos distinguir por los signos de nuestros comportamientos, incluyendo las formas de vestir, el corte de pelo, el color del coche, etc. Somos parte de ese ritual que a la larga nos condiciona de manera positiva o negativa según se mire, entramos de lleno en la sociedad con esas costumbres ya adquiridas y nos sometemos a ellas aunque en épocas anteriores presentáramos actitudes más rebeldes.
Sin duda los signos externos de comportamiento también nos condicionan y nos definen.

Ramón Llanes.

COMO UNA MIRADA


lunes, 2 de septiembre de 2019

ADICTOS A LA CODICIA


ADICTOS A LA CODICIA.


Llaman a la puerta quienes prevén un diario festín de riqueza e interviene en un fondo íntimo de tales seres humanos el sentido más impropio en las relaciones colectivas y se instauran en la codicia como afición, luego como oficio y como arte después; son los que han perdido el tiempo que la sociedad les pagó para gobernar y se prestaron voluntarios a mejorar el sistema. Ahora saben que nunca supieron ejercer de honestos, que gastaron la vida persiguiendo bienes ajenos y se olvidaron de legislar para la plebe.
Y desordenaron la vida colectiva de toda una nación y se columpiaron en las entrañas de cada ciudadano y se jactaron de la heroicidad que les supuso saber entrar en el sitio adecuado a la hora perfecta y derrumbaron nuestras ilusiones y se mofaron del elector y fueron cambiando las reglas del juego a sus beneficios y nos sortearon en el debate no apareciendo o silenciando sus vergüenzas y hoy son más ricos y han trabajado poco por la causa y muchos no están ni siquiera imputados por tales fechorías y quienes duermen entre rejas vagarán pronto por los bulevares saludando ufanos y siendo bien recibidos en las tertulias y siempre existirá un hueco desaprovecha y crónico en todo aquello que debieron hacer de bien y nunca hicieron y eso nos retrasará en la evolución necesaria de la sociedad y cuando llegue el instante de reciclar nos venderán el mismo producto con un color distinto, unas frases espectaculares y unas promesas ficticias y nos acercaremos a la urna con el pañal del miedo y quienes nos desordenaron el sentimiento levantarán los dedos victoriosos para más burla de los sufridores. Y todo será igual sin apenas una pizca de razón.


Ramón Llanes 

AHORA VENGO YO

AHORA VENGO YO


He venido a cambiar el último subrayado en rojo del horizonte que ayer puso la tarde en las puertas de la noche, no me gusta el rojo, tiene demasiada fuerza para anunciar la oscuridad; vengo a ponerle al amor el nombre de las cosas que se mueven sin ser vistas, no le llamarás a partir de mañana “amor” a la manera de expresarnos el sentimiento del afecto y más allá, detecto las líneas pálidas de los labios besados en la trayectoria del preámbulo del beso; cambiaré el concepto que tienen las flores en la belleza para inculcarles algo de suciedad, las consonantes nunca deben presidir palabras hermosas, se hará la fealdad si esta responde al código que me gusta. No te llamaré amigo, que desde ahora serás la controversia de mi pulso, el anonimato de mi secuela de hombre, no me gusta la palabra amigo, acaba en vocal que a su vez en nihilista, se confunde con un cero. Y acaso sepas que para cambiarlo he venido yo -todopoderoso incauto- a desculturizar la vida porque en el pupitre donde habito no están bien vistas las palabras que acaban en “da”, gustan más aquellas que finalizan en “mi”. Lo siento, acostúmbrate, debes obedecerme aunque yo no entienda de esto.


Ramón Llanes.