RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

jueves, 31 de julio de 2025

EL ESTADO DE BIENESTAR

 EL ESTADO DE BIENESTAR COMO FACTOR DE RIESGO

La tendencia social se dibuja en escenarios sorprendentes, hasta que ser honesto, útil, tener trabajo o disfrutar de un estado de bienestar conseguido a base de esfuerzos, sea un factor de riesgo para la conciencia; hasta que quien ha sudado la vida y alcanza una distinguida meta llegue a sentir vergüenza de su estatus social y económico a la vista de la cultura incisiva que pone sus tachas porque entiende que puede haberse construido a través de un abuso del sistema.
Y esto no tenía estas lecturas tiempo atrás. Casi todo ser humano lleva inscrita en su ADN una dosis de ambición suficiente como para desarrollarla en el transcurrir de su existencia y bajo distintos e innumerables métodos de capacidad para estimular esa ambición. Aquello que estaba sufragado y alimentado desde la facilidad se encontraba con cierto reproche social. Lo verdaderamente plausible se enmarcaba en la constancia, la superación personal, la obsesión por el conocimiento, etc. Poco tiempo atrás el individuo activo, emprendedor y prohombre en su mundo, gozaba de protección, el estado era garante de su actitud y reforzaba su compromiso como sustrato para mejorar su sociedad. Poco tiempo atrás esta identidad era un ejemplar patrimonio.
Pero las reglas del juego se han cambiado merced a un desmembramiento de los conceptos que fueron los pilares de la evolución, aquellos dichos del valor del ser humano como individuo y como parte del engranaje del colectivismo; aquello de saber observar, con altura de mira, los comportamientos y las acciones ejemplarizantes y su puesta en disciplina para el aprendizaje en los foros adecuados.
El patrimonio conseguido (fuera material o espiritual) se convierte en un factor de riesgo porque la exégesis actual no consiente ni aprueba las distinciones ni las jerarquías, prefiere el estatus horizontal, clases sin mando, deshumanización del esfuerzo, austeridad de pensamiento.
Esta determinante fórmula de sostener un estado a base de liquidaciones, limitaciones, cortapisas, una clara protección a la exacerbada austeridad y un desprecio absoluto por formas de progreso a través del aliento a inversiones, cooperación y atención preferente al valor intrínseco del individuo, ha ocasionado este desorden gremial porque la ciencia advierte que la consigna de austeridad completa puede ser útil en sociedades minoritarias, si fuéramos diez, por ejemplo, pero en este planeta somos siete mil millones y se impone la necesidad material y psíquica de plantarle cara a la supervivencia con la obligación de la colaboración global y el consumo en cadena. Desgraciadamente no existe otra magia más experimentada que esta (no es capitalismo -dicen- es cooperacionismo) para incluso evitar que cualquiera vuelva a sentir pudor y malestar por el bienestar personal alcanzado dentro de los cánones de la honestidad.
RAMÓN LLANES

miércoles, 30 de julio de 2025

AYER

 AYER

Ayer llevabas el orgullo en las manos
y una rama de tiempo en las manos
y un canasto de satisfacción en las manos
y llevabas una mano en tus manos
y caminabas sin meta
con la seguridad de todas las esperanzas a tu alcance,
como si tú llevaras esperanzas al paisaje.
Ibas completa de razones para repartir,
el sentimiento te había otorgado buenos momentos
y fue tu aliado de paseo y corazón
por el sendero inverosímil
que ayer pisaste sin entender
que todo el universo te observara.
Solo yo era el universo,
planeta escondido con aguijón de luces,
presagios y declaraciones;
yo era, ayer, quien hiciera contigo
la mañana menos gris y quien
diera riendas abiertas a los mejores recuerdos y al futuro.
Ayer no fue como siempre,
estuvimos juntos toda la eternidad
que dura una mirada,
tierra querida.
Rllanes

BIEN LLEGADO A HUELVA

 BIEN LLEGADO A HUELVA

 

 

            Nuestra ciudad alegra todo el volumen de su sentimiento y activa su fulgor característico de la alegría cuando es agosto, celebra con arrope solidario, estrena sus mejores galas humanas y conmemora aquella vieja hazaña de la salida de los marineros con Colón hacia el nuevo mundo; y todo ello para realzar las figuras emblemáticas de los descubridores y para ocupar -una vez más- los sitios que en la historia le pertenecen; sitios de mar, de esteros tranquilos, de incógnitas aún no encontradas; sitios de hombres con sobranzas de respeto y optimismo, sitios de tiempos largos y de torerías y de carabelas y de Rábida y de hospitalidad y de fandangos. Huelva, como sitio de remanso y estancia, estuario preciosista, de puerto y salitre, doncel estético de aguas por las partes que los ríos le corresponden, Conquero y balcón, hada ilustre de inspiración poética.

            Esta amada Onuba está siempre dando abrazos y extendiendo manos abiertas a quienes se dignan venirle por los costados y dormirle una nocturnidad con la simbología de la admiración. Esta Onuba tímida es graciosa en el ágora de la plaza, es honesta con sus verdades, es sabia en todos los asertos y se vuelca con los suyos y con los otros y con la felicidad. Esta Onuba completa en referencias engancha y se deja admirar, que aquí estuvieron antes los habitantes de muchos mundos y de aquí nació la idea universal del descubrimiento del mundo nuevo.

            Es tiempo del brindis por Huelva, del reconocimiento al valor tallado de su importancia en la genealogía de los ciclos, es tiempo también de abrir de nuevo el alma a los habitantes que la desean, es tiempo de estar presentes en los halagos y parabienes, de cantar a los bien llegados y de enseñarles nuestra forma de querernos.

            Ellos no sabrán que a Huelva se llega llorando y de Huelva se sale llorando y deben experimentar, en su estancia, ese enamoramiento y esas pocas ganas de marcharse. Bien llegados a nuestro paraíso


Rllanes. Colombinas 25



martes, 29 de julio de 2025

PRO PALESTINA


 

APUNTES DEL ESTÍO

 APUNTES DEL ESTÍO

Se acerca la luz con rabia
y aleja las sombras de la tahona,
prende tiempo en las cales,
amedrenta los ocasos tan largos
y se comporta de ocupa invulnerable.
Es la ficción de la luz,
para que el pulso de los vivos
se acelere cuando la barrunte.
Inercia o destino, que gubia y sembrados aceptan,
como barranco y abejas asimilan.
Presume el estío de bisturí para quejas,
echa luz y empacha rebeldías;
domina el espacio solo con la claridad
y aligera la calma.
Por el estío se trizan los espejos,
se calientan ilusiones o se olvidan horizontes.
Todo en uno, dejando caer la tristeza para la niebla,
abrochando el botón de la nostalgia.
Ramón Llanes. (De MEMORIA DEL PRÓDIGO)

lunes, 28 de julio de 2025

DEL CALOR

 DEL CALOR Y OTRAS OBVIEDADES

Por fin la conversación del tiempo tiene causa para romper el fatuo silencio del ascensor cuando el encuentro fortuito con un extraño invita a deshacerlo por aquello de la extroversión, de las relaciones personales con los demás o incluso de la curiosidad. Sin entrar en debates de última hora o someternos a la encuesta de una determinada red social y acaso sin saturarnos de las conclusiones más nimias, entrar en un ascensor y hablar del calor asegura el entretenimiento durante el trayecto y anima también a una conformidad en tono aquiescente de cualquier conversante. Es obvio que estamos en una época que propicia una temperatura alta y a nadie se le ocurre comenzar a romper ese cálido silencio indicando “uff, cuándo vendrá el calor del verano”, porque de inmediato obtendrá un rechazo general, aunque algunos por complacer son capaces hasta decir que la gente se queja por vicio o que “no es para tanto”.
El verano, en esta ocasión, ha puesto al calor de moda como en los viejos tiempos; ni tormentillas ni ventoleras ni mañanas con niebla, solo calor y calor apretando a destajo y despertando las ganas de salidas y de festejos; todo el personal con las ilusiones puestas en el disfrute y el relax, que hasta el empleo ha venido a quedarse al sofoco de esta ola ardiente para animar la multitud de pasiones dormidas por estos andurriales tan esquivos a la abundancia.
Ni comparación tienen estas tardes largas y quietas con aquellas otras del frío enero donde las dieciocho dan casi a madrugada, los vientos hacen de las suyas y las lluvias duelen en sus ilimitados excesos. Donde se ponga un amanecer de estos, de este estío profundo y benigno, nunca un invierno tosco y cerrado, nunca la sombra, aunque contradigamos a quienes aman la naturaleza por su actividad. Pues debe entenderse que la fluidez del tiempo calmo es también naturaleza viva o eso nos parece.
Ramón Llanes

ANSIEDAD

  

 

ANSIEDAD

 

Fíjate, hermano lobo, has cazado la pieza y has perdido la pasión; habías escrito en tus ojos solo el deseo de llegar y apresar y te quedaste en eso, luego perdiste el placer de disfrutarla. Como el lector que ignora el resultado de la historia, como el niño que no aprendió a manosear el juguete, solo a encontrarlo; como la luna que acaba el ciclo sin interesarse por las ráfagas de luz que se dejara en las oscuridades o como el hombre que llega, a veces, sin saber para qué. Pérdida de la pasión, moda nueva, de arraigo actual, de aceptación general, ansiedad sin pasión.

No discuto, hermano lobo, tu hambre, discrepo de tus deseos, del ansia para después del deseo, del gozo que no te produce la victoria, de la emoción que no le pones a la batalla; discrepo de tu manera de no lamer tus zarpas al recibir el trofeo. Imagino que posees tantos que ya no te halagan o imagino que no te altera el entusiasmo una meta más, pero discrepo, te sobra ansiedad, te falta pasión. Para correr, para la estrategia del combate, para la mirada; tu alma, imagino, necesitará el alimento de todas las sustancias que espiritualizan tu rol en el contenido de esta selva donde te dieron luz y cuerpo para vivir.

Es tu mundo un cuadernillo de letras sin calidad; hambre y pocas cosas, que limitan el sentimiento a ello; y hasta tu loba te escasea en detalles, la seducción, la preñez, la parida, la nacencia; le quitas la pasión y se queda en animalada, en inconsciencia. Y no me discutas, hermano lobo, casi te diré que no estoy ahora para sermones de santos, ni dogmas, ni monsergas; no olvides la pasión, y punto.

 

 

 

                                                           Ramón Llanes

domingo, 27 de julio de 2025

HEDONISMO

 

HEDONISMO

De pronto se nos vienen a la memoria vocablos intensamente comprometidos que nos expresan el significado de los sentimientos más adorables y necesarios. Refiero HEDONISMO, palabra procedente del griego que define la teoría que establece el placer como fin y fundamento de la vida, actitud vital basada en la búsqueda del placer. ¡Qué ser humano podría escaparse de la evitación de esa hedónica forma de configurar su vida!; el disfrute tiene siempre las puertas abiertas del alma y del cuerpo, el gozo supone el delirio que proporciona el equilibrio vital para soportar la existencia dándole grados importantes de sensualidad capaces de elevar los estímulos. No solo para el juego de los componentes carnales sino también para la voluptuosidad del espíritu. No sería posible enfrentarse a los abismos inacabables sin una dosis moderada de hedonismo y tampoco dedicarle a este todo el sentido hasta hacerlo patológico. Ahí queda.

 

     Ramón Llanes. 28.7. 2025

CON LETRAS DE MUJER

 CON LETRAS DE MUJER

(Mi Madre)
Ella me escribía todas las tardes y apaciguaba mis miedos, me abrazaba con letras, me alimentaba con sopa de letras, me enseñaba a deletrear el contenido de la cosas y era literalmente mi protectora, nunca desfalleció porque se le juntaran las letras cuando le faltaran vista y fuerzas. Un día ignoto, casi sin nombre, anduvimos los campos como si estuviéramos leyendo la letra pequeña de la tierra y en cada renglón, risco o solana, se detenía para dibujarme un mensaje con las piedras del sendero, entonces me pareció que andar tenía un sentido universal que conectaba con todos los horizontes; no sé, eso me pareció, no me atrevo a explicarlo de otra manera; supe del por qué de los trazos, de los reflejos y de la importancia de lo desconocido, supe que no se me había creado por casualidad y que la naturaleza me tendría en cuenta para siempre y que el camino me conocía.
Otro día me pidió que le escribiera sus últimos suspiros y me dictó un poema a modo de despedida, ya no podía agarrar el lápiz con sus manos cansadas, fue la primera vez que me lloró, no le importaba morir, le importaba no poder seguir escribiendo en mi vida y se me durmió en los brazos con un te quiero infinito, era mi madre.
Ramón Llanes.

RECUÉRDAME

 RECUÉRDAME

Las últimas risas, los desgarros últimos,
la trinchera ficticia -donde tantas veces viste el amor
con golosinas-, aquellas extrañas tristezas
de los paseantes por la arena.
Recuérdame la noche del cometa
y recuérdame, -si te hace bien traerlo a la memoria-,
el horror de las batallas o el sonido
de los vientos pareciendo balas perdidas
o la indigencia curtida de los marineros.
Te recordaré cómo siempre te amaba
la luna llena.
Ramón Llanes. MAR IN VERSO.

sábado, 26 de julio de 2025

BÁLSAMOS DE LA MEMORIA

 BÁLSAMOS DE LA MEMORIA

Sobras de recuerdos invaden
mi memoria,
recorridos por la sobredosis
de felicidad
durante los solsticios,
relucen pagos secundarios
que dejaron inmune la pesadez
del pensamiento, es un galimatías
de sucesos el pasmo
que custodia mi sentido del respeto
a lo vivido;
con guardar lo primero
y acaso el último lavado
o con reciclar lo menos lírico
hubiera valido;
ahora es un torbellino
de ideas que se escapan de mi traje de hombre,
mi alma
necesita más olvidos.
Ramón Llanes

ESPERANDO A NADIE

 ESPERANDO A NADIE

La eclosión crónica de mangantes extiende los miedos por las raíces curvas de un proceder nuestro, atento y educado. Me refieren que todos somos iguales ante el perdón y que no todos seremos iguales ante la gloria. Algo pasa que ni dios entiende. Quien está exento de culpa se esconde paciente a la espera de noticias; quien posee la flacidez del embargo espera lo peor metido en su cauce de incertidumbre; quien tiene la pasta se la guarda y la cuenta a diario a la espera de un acontecimiento del capital que ponga el orden que a él le beneficie; quien trabaja más del doble se espera a sí mismo, para no dejarse dormir en la inercia de la vaguedad; quien está ocioso se esconde. Algo pasa que ni dios entiende.
En definitiva todos, incluidos los poderosos y los anárquicos, todos nos hemos dedicado a fortalecer nuestra espera. La casa tiene gas de sobra, los alimentos abundan, la linterna funciona, el desasosiego es un eslogan. Hasta que algo ocurra y destruya esta inestabilidad de contrabando que pudre la lealtad o hasta que alguien genial se asome, nos vea e invente un no sé qué de positivo que ambiente de una vez este panorama. Observo las caras, los hombres tienen voluntad, las mujeres tienen fortaleza, la insolencia de las ratas rumia el consuelo y convierte la valentía en vacío. Nos vemos perdidos en un desierto sombrío sin brújula ni agallas, las crecidas del viento nos magulla las esperanzas y ni para un sueño dan las noches.
Y mientras oscurece seguimos creyendo que el futuro se encuentra hecho en un acierto natural del camino y no pulsamos botón alguno que medie entre nosotros y la abundancia, sea mecanismo de nuestra defensa e imprima velocidad a nuestro pensamiento. No me arrepiento de haber caído en este cenagal, me arrepiento acaso de no haber aprendido a nadar y estar ahora a expensas de que alguien me resuelva la vida; y me arrepiento de quedarme frío y solitario pretendiendo el rescate de mi supervivencia, aquí, pergeñado y plácido, esperando a nadie.
Ramón Llanes

viernes, 25 de julio de 2025

CALLEJEROS

 CALLEJEROS

El único credo del nómada es la supervivencia, a costa del dolor, la incertidumbre o la vida, un credo especial que aplasta a estos callejeros que ponen color o música a nuestra ciudad, entretenida en otro menjunje, en su película cotidiana, en su identidad, pero ellos se dejan ver en los espejos del tiempo, entre hambre, desconsuelo o indigencia. Son también azúcar de nuestra sociedad, incluso si le observamos desde un tono más humano caemos en la cuenta que somos nosotros mismos conviviendo con otra vestimenta.
Los callejeros entienden más de ansias que de política, más de miradas que de consumo, más de sueños que de miedos, más de adivinar cómo es un hombre que se les acerca. Los callejeros que inundan plazas y semáforos están tan prendidos al sentimiento que se juegan la tacha por cualquier palabra de afecto. Nosotros mismos otra vez, con cara de voluntad y con arañazos de tristeza, ellos se nos parecen o son nuestra prolongación. Siempre enseñan, en idiomas ininteligibles, cómo es el agradecimiento.
Pongamos por caso que algo de simbiosis existe en este galimatías donde se enfrentan confort y desvelo, quizá sea distinta nuestra reacción de mañana al recibir en la ventanilla del coche el gesto amargo de eso otro yo que nos solicita un compromiso y sonríe aunque no le hubiéramos atendido. Minúscula vida.
Ramón Llanes.

SONETO. SI TODO FUERA PAZ

 SONETO

Si todo fuera paz …..
Francisco José Martínez López
Yo ya así, con esta paz, no quiero ni estar,
ni con tus virus, ni de nadie, ni con el mío.
Hay guerras de paz, paces de guerra, y vacío,
lucha la injusticia y la paz puedes ganar.
Nuestra vanidad ególatra nos va a matar,
nos grita, “eres centro del universo frío”,
del nuestro, del tuyo, del de un mundo impío
sin pensar qué dejar a los nietos al despertar.
Yo no quiero estar en paz con esa infamia.
El Hombre sí que es un lobo para el hombre,
que justifica todo con la economía.
Hay que luchar con la palabra y sentir hambre,
de poesías que emocionan sin alquimia
y conmemoran la paz victoriosa y libre.

COSAS DE HOY

 COSAS DE HOY

Los pronósticos del estío ponen boca arriba el sofoco, la mañana lo anuncia en silencio,- sin bombo ni platillo-, el ruido se ha perdido en el horizonte, es viernes o domingo afable o martes quieto, toca pintar algunas cosas, el compresor desvaría, la barandilla que preparaba para evitar los sustos no ha quedado perfecta, habrá que darle una mano más profesional. Sube el calor, se mete por las rendijas de casa, nadie se atreve a ocupar los sitios de la calle, las sombras se ponen como un parabién del día, acudimos a la botella que se enfría ansiosa en la soledad, nos sentamos en la creencia del teclado para reaccionar sin agobio. No importa la lejanía del invierno, ahora es verano puro y solo el afecto y la sana convivencia pueden con la crudeza de la tarde que se inicia. Con calor deseado y un algo de la paz de siempre, así te recuerdo.
Ramón Llanes

miércoles, 23 de julio de 2025

HOMBRE LIBRO

 Hombre libro

Encontré el atardecer
escrito en la niebla y en el verso,
encontré cómo han amado los hombres
que precedieron mi amor,
con el hombre libro entendí
la música de la palabra.
Ramón Llanes.

ENCUENTRO CON LAS LETRAS

 ENCUENTRO CON LAS LETRAS

Mi profesión de individuo me obliga a estar ligado a la costumbre de leer, escribir y hablar, todos los días, en todos los trazos del día, en todas las crecidas de luz o llovizna que presente el día, cualquier día. Soy una especie de noria dando siempre vueltas al mismo círculo. También a ratos, vivo otra armonía, con la misma pasión.
Luego de ver reportajes de ostentación me pongo en mínimos. La sociedad que comparto es luenga y culta, menesterosa y alegre, vital e imprescindible, pero la sociedad que me enseñan en el noticiero no tiene estos cánones, se desenvuelve en la prepotencia, la insatisfacción, la obsesión por el copiado de seres de aquello que poseen otros seres. Y se me viene el alma a los pies. Mientras ellos acumulan soberbias y palacios yo, -y mis colegas de foro y calle- acumulamos letras, palabras, miradas, una copa, un resultado, un mecanismo de defensa para sobrevivir con lo justo entre los justos.
Ya tengo edad para darme cuenta que habré sido un poco tonto dedicándole tanto tiempo al alma y muy poco al “tener”; que aquello poco que se alcanzó reunir fue más con capital prestado que con inversión poseída. Habré sido, insisto, más tonto que Abundio y en cada día que me falta, -ahora que ya no tiene remedio porque ha mermado mi capacidad de ganancia- me propongo cambiar. Pero mis amigos de culto, con quienes desmenuzo mis sentimientos y la vida, están en idéntico plano, se han vigilado más en el “adentro” que en “afuera”; y eso me hace continuar en esta misma onda, aunque de vez en cuando me venga un arrebato de conciencia capitalista y mande las letras al garete. Los tantos nombres que pueblan en rojo de afecto mi agenda, los tantos consuelos que llevan las palabras y las tantas satisfacciones que me han dado los versos me hacen desistir de buscar un mundo que no sea onírico y que esté más allá de las letras que comparto con los míos.
RAMÓN LLANES.

martes, 22 de julio de 2025

QUÉ SERÁ PROGRESAR

 QUÉ SERÁ PROGRESAR

Progresar debe ser una entelequia, una incógnita indescifrable o la asignatura pendiente del mundo; nadie tiene las ideas claras sobre el asunto porque no para todos progresar es la misma cosa; unos entienden el progreso como la colocación de farolas y jardines, los del partido contrario lo entienden como apagar las luces, otro grupo lo entiende como vestir bien y comer poco, los del partido gremial solo piensan en progreso para defender sus propios intereses, los futboleros creen que progreso es un gol de su equipo; y luego están los otros, los que no aceptan el progreso ni se apuran ni se asustan ni se callan, esos que dan la lata por darla, simplemente por molestar a los demás, van en contra de todas las corrientes e incluso por pura soberbia van en contra de sí mismos (es un extraño juego pero ellos no alcanzan más y solo les importa que suene y se comente); otros se posicionan en discutir del todo de todo, de la claridad de las ideas, del color del florero, del precio de las calabazas, de lo que otros digan para tener motivo de contradicción. Si el aire no aguantara las palabras malsonantes ni las mentiras y las devolviera convertidas en piedras se hubiera acabado el circo pero el aire y el papel son meros esclavos de la estulticia de los otros y aguantan lo que se les eche, por desgracia.
Por si no lo entendió permítame comentarle que al digno arte de progresar le impide su fácil desarrollo la funesta manera de politiquear.
Ramón Llanes

AZAHAR EN EL ASFALTO

 AZAHAR EN EL ASFALTO

Un día de primavera
Solo que existe un límite también para el asfalto, un límite azul que disimula una estancia cerrada, el límite del diezmo; el sitio está dedicado al vehículo y también el pago, nunca para su custodia, siempre por ocupación del espacio; el propietario abona su cuota y el azul le protege, como si de un manto celestial se tratara, el azul le protege.
Esa zona azul, llamada protectora, está primaveralmente distinguida por naranjos y estos a su vez cuajados de azahar y en castigo a mi olvido de ayer cuando no pagué el diezmo necesario, me sorprendió el agente con su multa de rigor y empeño y el naranjo, ajeno a este proceder pero atento a mí, me puso flores de azahar encima del manto metalizado verde de mi coche, dejándome un mensaje sensual ininteligible para el agente y para el asfalto.
Ramón Llanes

lunes, 21 de julio de 2025

PASIÓN

 PASIÓN

He aquí un vocablo que presenta varios estudios y discursos. El Diccionario define pasión como acción de padecer y refiere de sinónimo el sufrimiento, alude por antonomasia a la pasión de Jesucristo y como un acto de evidente dolor para quien lo padece. Se trata de una perturbación o afecto desordenado del ánimo, un trance de rechazo y aversión. Sin embargo pasión es también una inclinación activa de predilección, adoración, ardor y fuego de una persona hacia otra suponiendo la constatación de emociones y frenesí de manera arrebatadora e impulsiva. Es una misma palabra que expresa un concepto de sufrimiento y otro de placer, algo que puede parecer un defecto lingüístico y es un valor favorable en la riqueza de la diversidad que el castellano aporta. Si atendemos a sus antónimos que son indolencia, frialdad, indiferencia, tal vez podríamos añadir alguna luz más a esta amable dicotomía de nuestra lengua. Ahí queda.
Ramón Llanes. 22.7.2025

DERECHOS INNEGOCIABLES

 DERECHOS INNEGOCIABLES

Ordeno los derechos con la jerarquía de su grandeza, les asigno el etiquetado de importancia y les pronuncio el respeto con todas las mayúsculas; a nadie es permitido destruir o desbrozar los derechos innegociables que son el eje central de las causas y el bienestar del ser humano. El derecho a la vida, a la seguridad a la vida que cada cual tiene inscrito, en todos los términos de despliegue de dispositivos que incidan en su garantía, en todos los conceptos que sean adecuados para conseguirlo, es un indeleble deber imposible de eludir en democracia para quienes ostentan el deber de su protección.
El cuidado de la vida desde su inicio, a todos los ciudadanos, en todos los momentos, tiene que constituir un principio inalienable para que su dedicación desprenda objetivos cumplidos de mejora de la calidad de la vida física de cada individuo. El derecho a la vida no entra en estas escalas a los efectos de competir, es el derecho por excelencia.
Esta opción ha dejado de entenderse en los últimos tiempos y emanan desde los poderes públicos actitudes de conspiración contra quienes ejercen el servicio al cuidado de la vida y contra los elementos materiales que les son complementarios e imprescindibles para tal servicio, con sobredosis de deslealtad y vulneración a los principios constitucionalmente consagrados. No puedo dar mi consentimiento a discordias que acaben con la vida de alguien en guerras políticas deshumanizadas.
Rllanes

domingo, 20 de julio de 2025

TE ESCRIBO

 

TE ESCRIBO

 

Te  escribo en flamenco,

en nota de endecasílabo con música de guajira,

en una octava alta de fandango al viento,

en soledad perenne

que deja los latidos

 de infinitos sentimientos,

te escribo en do menor de alegría

con arpegios de sonanta

y pulso de bulería

o te escribo si tú quieres

en la tristeza del alma

 contándote mi verdad

con unos versos sacados

del armario de mi adentro

con dosis de soleá,

te escribo, amor, y te canto

mi estrofa de libertad

con vidalitas soñadas

en el fondo de mi mar.

Te escribo, amor,

como si fuéramos

a librarnos de la guerra

de esta cruda realidad.

 

 

 

Ramón Llanes

BAILEMOS

 BAILEMOS

El baile ha comenzado. Los asistentes visten de un riguroso blanco, las paredes son altas, transparentes y con preciosas cortinas, la orquesta tiene un director de agrado.
La vida ha comenzado. Hay un hilo sin límite que une unas historias con otras hasta llegar a un punto de extensión inusitada, todo atado a un sueño. Han entrado en la vida de aquí -en esta de pintores excelentes y humanos en general con altos grados de inteligencia-, gentes de otra gleba, de la de arriba, que no conocen cómo se enmienda un entuerto ni de qué color son las miserias y han empezado a romper sueños, a callar la música y a imponer una melodía de palacio ininteligible para estos soñadores.
Y el baile se volvió un caos de trampas que los sonrientes y soberbios poderosos de la gleba alta pusieron en las escaleras, en las puertas y en los asientos; aquello enloqueció, y era la vida más que un baile de tristes, se confundía la vida con el baile, el baile con el paisaje, la trampa con la vida, se confundían ellos que creían pertenecer a la solución y chocaban con el problema hasta que el baile y la vida acabaron siendo miles de problemas para los asistentes al salón. A su pesar, estamos bailando.
Rllanes

sábado, 19 de julio de 2025

HISTORIAS DEL VENTORRO

 

HISTORIAS DEL VENTORRO

 

Había una gaita colgada, siempre lo recuerdo, una gaita encima de una foto antigua de la virgen, quizá de finales de cualquier siglo; Alonso lo conservaba todo como lo dejara su padre y antes su abuelo, el ventorro no tenía nombre, solo un eucalipto grande en la puerta, un pozo con brocal de laja, un cubo de zinc, unas “estreores” y un banco de madera de encina, todo eso en una especie de jardíncillo o patio con horno al lado, luego la entrada, un saloncete misericordioso, unas mesas con astillas crónicas, poco más de cuatro sillas de enea, un suelo de tierra y una imagen grande de la Peña con dos velas en una hornacina al fondo a la derecha; acá, a la izquierda, el mostrador y acaso encima dos gaseosas y una botella de vino además del aguardiente; eso era el ventorro, pura efigie del Andévalo profundo, a media legua de la ermita en dirección al sur, hacia los campos bartolinos ya de menos jaral y de terreno más arenoso.

Por allí era obligado el paso de los peregrinos y necesaria la parada, nunca faltaría un gallo para las menudencias del hambre si se terciara echarle humo a la anafe y tueros a la chimenea; Alonso y Sampedro eran justos los propios para remendar el cansancio con sustancias de buen agrado y mucha “alicantina” en la mejoranza de la conversación, para eso estaban allí día y noche, dulcificando la vida y calmando al tiempo, entretenidos en resolver las emociones que se fueran produciendo, como dos ermitaños más a medio camino entre El Cerro del Águila y todo lo demás del horizonte.

Y allí me contó Sampedro que conoció a Alonso un martes de Peña después de haber cumplido sus ritos devocionales con la Madre y dirigirse hacia sus lejanías; allí sentó una noche su disposición, se hizo a la silla y durmió sin dormirse atenta a los cantes de gente de los alrededores que cubrían de tal manera un caminar que a oración también pudiera parecerse. Y fue cómo Sampedro se fijó en la ternura de Alonso, en sus modales y en sus sosiegos y se quiso enamorar de pronto como si lo hubiera estado buscando en todos los sitios; y hubo de encontrarlo en el ventorro una noche aun con olores a súplicas y a mayordomos nuevos, a poco más de media legua del sagrado lugar y que por mor del destino y del amor se quedó con él en la soledad del suelo de tierra y se hizo a la costumbre de alegrar peregrinos y vivir en la plena satisfacción de sentirse otra. Y así llevan como cincuenta o más años, que ni ellos lo saben.

Pasó mucho tiempo y ahora mismo dudo, mi memoria es deficitaria en algunos recuerdos pero lo de la imagen de la Peña en la hornacina no me permito olvidarlo.

 

 

        Ramón Llanes. (Para La Balsita)

 

UN ALMACÉN DE TIEMPO

 UN ALMACÉN DE TIEMPO

Necesito un almacén de tiempo
con largura de espacios, con rincones alegres,
con viejos oyendo la radio
y niños con sonrisas, un almacén
donde no se acaben las horas,
donde la linterna sea un adorno,
el bolígrafo un aliado, la luna una cornisa
y el espejo un charco.
Quiero un almacén de tiempo
con algunas soledades, con candelas y memorias,
con perchas antiguas, ojos pendientes,
una eternidad inacabada y gentes con sombreros.
Tengo mucho que hacer
y quiero que me dé tiempo a todo,
a recitar, al abrazo, al latido,
al todo de vivir
y a desear que a nadie se le pierda el tiempo
en una desgana.
Ramón Llanes.