Ramón Llanes Domínguez. Tharsis. 1949. Poeta
» "Soy este que va a mi lado sin yo verlo; que, a veces, voy a ver, y que, a veces, olvido”. Juan Ramón Jiménez.
Adolfo Morales.
Tener la ocasión y haber sido testigo del afectuoso abrazo que Ramón procura, cuando habla de su tierra natal, Tharsis; de su paseo profesional después de 42 años entregado al servicio de asesoramiento y gestión como Graduado Social o escucharle hablar de su vocación más intima, la poesía, ha sido toda una delicia.
Es el mayor de 4 hermanos, hijo del conocido sastre Pepe Llanes y como no podía ser de otro modo, su nombre le viene de su abuelo “me llamo Ramón por mi abuelo Luis”, trabalenguas que legitima la empatía que desenvuelve con uno de sus nietos.
Actualmente ya jubilado, vive esa época en la que aún se trasplanta el conocimiento y la experiencia. Su carácter custodia un envite de porte elegante, con cierto rictus británico, del mejor estilo escocés que guarda el regusto del mejor whisky de mezclas de aquellas tierras.No obstante, algo tiene que ver sus orígenes Tharsileños a los que vuelve inevitablemente, o de los que jamás se separó.
Mi familia procedía de Calañas, mi abuelo Ramón sastre, con dos de sus hijos, uno de ellos mi padre Pepe, también sastres se fueron a vivir a Tharsis. Eran proveedores de servicios, y mucho antes de que surgieran los trajes y las prendas de confección industrial, eran muy demandados además de necesarios por no decir imprescindibles.
La mina impregna, cala mucho. “La manera de ahora es de hierro, dura, callada e impenetrable. Merecía el amor, mejor suerte”. El color del paisaje y el olor, ese olor inagotable que produce el azufre, y esas vivencias en la mina organizada como una colonia, un territorio dominado y organizado para proteger la producción minera, bajo la cultura escocesa de la compañía Tharsis, Sulphur and Copper Co. Ltd. (T.O.S.) aquel entorno marca, a pesar de que aquel territorio tenía sus propias reglas y de que la relación de los niños con las familias escocesa en la mina nunca existió.
Tharsis se construye a partir de 1853, se constituye como núcleo urbano de los pueblos y aldeas del entorno, y en su momento de mayor apogeo llegó a contar con hasta 2000 carreros. El carácter, el orgullo, la arrogancia, el sello de la compañía escocesa fue alternandolos aspectos siempre mejorables con los otros, los que impregnan y calan.
El taller de su padre, que llegó a contar en sus mejores momentos con hasta 30 mujeres que hilvanaban, pespunteaban, cortaban, cosían y planchaban en una danza sin fin, fue parte esencial de sus escenarios comunes y Miss Gray, aquella señorita que mediaba en los conflictos sociales y laborables entre las familias y la administración de la mina. Miss Gray, una relaciones públicas al uso reclamó franca atención en Ramón, que observaba en aquella gestión un papel reservado también para él, aunque aún no lo sabía.
La poesía, el verso o la prosa, le vienen de lejos. Aquellos conocimientos del Latín o el griego de sus tiempos del seminario, y su interés por la redacción, por las palabras, sus sentidos y sus contenidos, le hacen ir madurando, sin dejar de escribir y guardar para si aquellos primeros versos.
Recuerda con entrañable reconocimiento y sentimiento de gratitud la figura de aquel profesor de literatura, D. Andrés Bravo Izquierdo, que nunca olvidará, al fin y al cabo, él fue quien le dio ese estímulo imprescindible contando tan solo 12 años. Reivindica y enaltece la figura de estos profesionales, los que aman y transmite a los niños o a los jóvenes en esas etapas tan vitales de la vida, para que sientan que pisan en un terreno identitario al que no deben renunciar y sobre todo deben potenciar. Andrés Bravo, él me inspiró, ha sido un hombre transcendental.
Felizmente se casa con su novia de toda la vida, el matrimonio se afianza con 3 hijas. En la actualidad, otros Llanes además de él continúan el servicio profesional que un día de 1978 junto con Pepe Martín Camacho, deciden desarrollar un sueño y embarcarse en la aventura de crear un despacho para el asesoramiento y la gestión de la pequeña y mediana empresa, que tras ese largo periplo de 42 años, hoy es un proyecto consolidado que cuenta con 10 oficinas repartidas por la provincia de Huelva y una plantilla de 25 trabajadores. Llevamos Pymes, gestionamos los impuestos de la administración, las nominas, la liquidación de seguridad social, las inspecciones de trabajo y también consultas puntuales atípicas o atemporales.“Nunca fuimos lo pensado”, pero el camino discurrido, le ha satisfecho profesionalmente, le ha gustado haber ayudado a mucha gente, no sin dolor cuando se ha producido un desencuentro. Nunca el legislador sentenció mejor, que cuándo auspició aquel principio In dubio pro operario que tanto bien ha producido en los contenciosos entre trabajadores y empresa. La justicia es subjetiva, y muchas veces la gente, nosotros los comunes ciudadanos tenemos una percepción diferente de ella. “Ha sido un camino recorrido con apasionamiento”, Ramón reivindica la pasión en las cosas que hacemos, en los trabajos que desempeñamos, no se puede vivir sin pasión, sentencia.
Incontables intervenciones, lecturas y mil versos, su blog, y tantas otras colaboraciones, cronista, pregonero y una de las almas esenciales de POETAS POR LA PAZ, una plataforma no elitista, que se objetiva en la poesía más cercana y amable sin objeciones, con diferentes voces, con diferentes intensidades. Esto es el inicio, es un “coro que está macerándose”, para atomizarse en personalidades que se impregnen del ritmo, del tono y del alma de cada uno y a la vez expresarse con un mismo color, en un mismo tiempo.
Llegar a los 66 años, a cara descubierta, sin nada que ocultar, sin nada por lo que ser reprochado, no puede dejarle más que la satisfacción de pensar, que el viaje mereció la molestias de cargar con una maleta llena de sueños.
Que mejor que terminar, con esas esencias que decanta su espíritu de poeta, sus palabras, sus pensamientos, diluidos entre signos de admiración.
“Los besos dados…florecen en el alma… y se hacen recuerdos, y espantan los olvidos”
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