RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

viernes, 31 de enero de 2025

BOCETO DEL ENCANTO

 
BOCETO DEL ENCANTO. (I)
 
 
 
 
Se me ha crecido, en esta epidemia de sarna,
el encanto invariable que serena los motivos
del negocio de partir. Arriba distribuyen tiempo
los ángeles locos para aplacar la huelga
de amor que derrumba el vial terreno
donde me pasa por los ojos la ignorancia,
donde es encanto aquello que fortifica.
Acaso partir marque rumbo
y la efemérides consienta cerrar la pestaña
del desvelo. Soñar para inclinar el encanto
a la izquierda, al soportal de sombras tardías
sueltas en los párpados. Vivir en geometría
opuesta, en reinos inacabados. Basta
que jueguen a desembarcar del tren
los carboncillos de la estima y basta
para el hombre que no fui, el manubrio
encontrado en una puerta,
basta encantarme con pies en chinela,
con odas y cantatas, con márgenes
que abran un carmín. Será pastel de encanto
entrar a los pensamientos, donde me insertas
el nombre sin caer en los lodos, sin dejarme
para el baño, sin renunciarme en la cena.
Más encanto conviene el partir del sueño
prescrito desde la paz de la añoranza.
Y más, no sé, acaso un bolero de pasión.


Rllanes

SONETO PARA AURORA MARÍN VALLE

 

SONETO PARA AURORA MARÍN VALLE

 

De sus compañeros de la Jurisdicción Social

con motivo de su Jubilación.

 

Si acaso de nosotros te alejares

muchas veces a Huelva volverías,

aquí inventaste entregas y armonías,

 aquí están tus amores y tus lugares.

 

Qué haríamos sin ti, sin tus mensajes

de fiel sonrisa y de garantías,

sin Autos ni embargos, sin la osadía

de tenerte libre en nuestro paisaje.

 

Ya quedas dibujada en un soneto

y a esta tierra quedarás unida

y guardarás por siempre este secreto:

 

 no te olvidamos ni tú nos olvidas,

porque formas parte de este respeto,

de este honor, de este amor y de esta vida.

 

 

Ramón Llanes.

Huelva 31 Enero 2025.

EL RETORNO

 EL RETORNO

Huele en la mesa a restos de crisantemos
y adquieren un color parduzco
las hortensias, ni se oye la vida.
De leyes son aquí, digo en el estrado
inquieto del alma, las alfombras
para desentumecer los tilos que trepan
por los nervios y las escamas. No alcanzo
la hora del retorno, la memoria
me nombra las letanías del pródigo
y me tiende tu nombre sin manos,
sin aviso de llegar. Y se me hace
todo tan alto y se me olvida tanto
la distancia que han usurpado tu linde
las demás pertenencias.
Se resume mi equipaje
en melancolía.
Distingo el horizonte solo por la luz
que se difumina entre las sombras,
el extraño fugitivo que huye de huir
se tumba en la carga del destino
y araña las líneas rojas
de un perfume perdido
en la contienda de esperarte.

R.Llanes

jueves, 30 de enero de 2025

PASIONES

 PASIONES

 

 

Dedicado, con emoción,

a todos los habitantes

de Piedras Albas.

 

 

Nombremos la pasión, ella nos vale,

nombremos a la noche, ella nos llega,

nombremos la impaciencia que no se cansa,

nombremos la emoción que nos espera,

nombremos a los potros y a las madres,

nombremos que nos vamos, que nadie queda,

nombremos un abrazo que se entrega,

nombremos con el alba, claridades,

nombremos con la copa, los estribos,

nombremos con las bridas, amistades,

nombremos en la ermita los amigos,

nombremos los amigos en la calle,

nombremos el amor en la taberna

nombremos el amor en todas partes,

nombremos la campana y las ovejas,

nombremos el locajo, el anafe,

las ganas de comer, la espumadera,

el cante, la paz, el diostesalve,

nombremos tu mirada, que me espera,

nombremos Piedras Albas que nos arde.

 

 

Ramón Llanes

ME APETECE

 ME APETECE
Me apetece
disfrazarme de tarde,
esperarte con mirada de ocaso,
decirte que aún no es carnaval,
hablarte para que me reconozcas,
regalarte el libro de estrellas
que siempre esperabas,
ponerle una joya de agua a los besos,
vestirte de compañera luna
y asustar a la máscara del universo
con canciones.
Rllanes

miércoles, 29 de enero de 2025

MANOSEANDO LA PAZ

 MANOSEANDO LA PAZ

(Hoy 30 de enero Día Mundial de la Paz Escolar)
Cada vez que hablamos de Paz
nos miramos,
cada vez que nos miramos,
nos sonreímos,
cada vez que nos sonreímos,
nos abrazamos,
cada vez que nos abrazamos,
nos besamos,
cada vez que nos besamos,
nos queremos,
cada vez que nos queremos,
hablamos de Paz,
cada vez que hablamos de Paz
volvemos a miramos
y volvemos a abrazarnos
y volvemos a querernos.
Ramón Llanes.

martes, 28 de enero de 2025

EL SILENCIO DE LÓPEZ

 EL  SILENCIO  DE LÓPEZ

 

 

         Nos encontramos, López y yo, en una estación de trenes, de esas que recogen veinte viajeros por jornada, cuando apenas habían asomado los primeros reflejos del ...itanto de diciembre, allá cada cual con la premura de partir; íbamos pocos y en silencio. Ninguno imaginó el deseo de conversación del otro y, sin apenas un saludo, López guiñó su luz para los demás y se echó apasionadamente, creo, al libro. Leía a Espronceda. Me extrañó, López era de ciencias y no habituaba a mear sesera en clásicos; López era rígido, exacto, lógico, pragmático, justo todo lo contrario que Espronceda. Los demás pasajeros de este vagón (dos más), nos entreteníamos en el paisaje recién iluminado de la mañana.

         El tren rugía levemente a los raíles en su ritual sin prisas, los frenos sonaban a un compás de alardes y López permanecía quieto como si la velocidad no fuera con él, como si hubiera vaciado su agonía antes de partir. López estaba inmóvil, tosco, sereno, parco en gestos y en movimientos. Su actitud había impuesto al vagón un halo de serenidad, nadie se atrevió a pronunciar palabra y ni acaso, sonrisa. La estancia contenía la severidad de lo trascendente mientras la parsimonia del tren ponía el único resquicio de sonido.

         El final del trayecto hizo que volviéramos a la realidad. López cerró a Espronceda, el tren amansó su fiereza, los dos compañeros del vagón trajinaron con bultos y maletas, el día había comenzado a hervir, la estación también hervía de gentío y todo se convirtió de repente en un bullicio deseado. Me acerqué a López para despedirme y poco más que “sobran las palabras”, me dijo.

         A López no he vuelto a verlo, el tren no he vuelto a pisarlo pero aún me traigo a la memoria, en días parecidos, esa sensación vivida de caminar en busca de destino, en silencio.

 

 

         Ramón Llanes

lunes, 27 de enero de 2025

NIÑOS CON PENSAMIENTOS DE PAPEL

 NIÑOS CON PENSAMIENTOS DE PAPEL

Solo de nosotros se componían
los espacios, nadie más hurtaba la sabrosa
soledad inmune del réquiem
de cada ternura; el vagón, la escuela, los aromos,
las pócimas de agua caliente
y el olor a piñonate como premio
a la pequeña maldad de perdernos
cabezo arriba, sin cansancio.
Niños con pensamientos de papel
y uñas por limpiar, sin sobranzas la mesa,
con más agasajo que abulia,
con una cuchara de libertad como único alimento
para reinar en el suburbio
y en los oteros de la mina,
éramos la parte más amada de los charcos
con ingredientes de chocolate
en las encías y con baba en las sonrisas,
éramos la prenda,
el entretenimiento de las tardes de abuelas
con sabor a pestiños,
una insinuante libertad
y la mejor apuesta sin tener un sueño
que llevarse a la cama.


Rllanes

domingo, 26 de enero de 2025

RETAHÍLA DEL TIEMPO

 RETAHÍLA DEL TIEMPO

Dedicado a quienes nos entienden
y a quienes siempre trataron de entendernos.
La primavera persigue los páramos secos para alimentarlos, quizá de sol, acaso de lluvia, siempre de luz; que el tiempo se venga encima del costal, que apremie y al recién llegado le produzca vergüenza, que al solsticio le grite la nube un sin par de voces necesarias. Cuando arrecia la furia del verano se divisa un horizonte de uvas soñando toneles para septiembre, que aún quedan en las solanas aires a quienes asediar, el campo se resiste a marcharse a otra estación pero ha llegado su tiempo, su caducidad.
Ahora renacen todos los suspiros, manda este grácil compromiso con la vida de quienes andamos gozando de ella por miles de razones; la naturaleza ayuda a nuestra adaptación, es detallista, nos pone praderas, arroyos, témpanos, nos inculca sabiduría y satisfacción. He aquí que nosotros, en el poste derecho de esta retahíla, somos esa media naranja del tiempo, la deseada suerte que precisa la soledad para la mejor concordia.
Todo es de esperar, se espera la germinación, la somnolencia, la parva; se esperan los potros para oírlos nacer; se espera que se alarguen las tardes y se suceden los buenos pensamientos como desconociendo que la verdad puede reinar en cualquier mundo. Nosotros esperamos este, este mismo nuestro de sombreros, alegorías, nostalgias y esperanzas. No sabemos si en otros se alimentarán los sueños con estas insignificancias pero es el sentimiento el calefactor que orienta y desenvuelve la armonía, nuestra armonía.
Me dirán que también amanece en los elíseos, en las Hespérides o en Ítaca, me dirán también que la boreal del norte es espectáculo de culto, que las cascadas, me dirán, forman una aproximación a mucha belleza pero yo sigo enredado en esta estética del tiempo, promocionando mi retahíla de felicidades y me conformo con saber esperar y luego secarme una lágrima, de ahí que me apegue tanto y tanto a este fuego que la tierra protectora en la que habito, me oferta.
Para esta primavera no tenía organizado otros proyectos.
Ramón Llanes.
Puede ser una imagen de masa de agua
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COLUMPIARSE O VIVIR

 COLUMPIARSE O VIVIR

Denota indigencia.
Escribo escasamente de vivir,
la pared de atrás
es la delantera, no tiene puertas, no enseña
el número de la calle,
se saluda a la desolación
cuando el columpio cambia sus colores
por óxido. Ni flores ni ortigas
solo el resplandor de un sol caído,
solo una ráfaga de aire
que se columpia en la vida aquella
que por suerte no es la mía
y se parece.
Contar los placeres ahora es impropio,
más impropio resaltarlos,
más impropio volverlos a vivir.
Conforme al estado
valga un vaivén de columpio
imaginando que la luz se encendió
y huele de nuevo a nosotros.
Rllanes.

VERSOS AL OÍDO DE LA CALLE

 

VERSOS AL OÍDO DE LA CALLE

 

En el orden frío de enero, pausado el deber de andar, abierto el ánimo de vivir, alguien me acerca a su voz mi oído que uso para la calle y sin mediar dintingos ni explicación razonable me recita el soneto 23 de Garcilaso de la Vega como si me estuviera haciendo cómplice de otra manera de aceptarme; me salvó la poesía -me dice- me hubiera perdido en algún infierno, ahora conozco la épica que me influye en lo sonoro de la espiritualidad, soy libertad fermentada de locura. Volvió a su tránsito de calle dejándome la quietud de sus últimas palabras dictadas desde su memoria con música endecasílaba de Garcilaso y no me atrevo de comparar ese momento con la importancia de la creación del mundo porque estaría disminuyendo la ternura.      

 

SONETO XXIII

Garcilaso de la Vega.

 

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.

 

 

Ramón Llanes. 26.01.2025

sábado, 25 de enero de 2025

DEFINICIÓN ÍNTIMA

 DEFINICIÓN ÍNTIMA

Me suelo levantar antes de las seis, hago mis ejercicios físicos, tomo un zumo de naranja y me echo a la calle a correr los veinte kilómetros diarios de rigor; un buen afeitado, una buena ducha, un opíparo desayuno de dos huevos fritos con jamón y más zumo de naranja, componen esa primera parte del día que se cierra con llegar al trabajo a las ocho menos cinco y dedicarle mínima atención a las tareas encomendadas. Las doce dan para todos, no solo para el ángelus, y toca tomarse el aperitivo que aguanta el hambre y sana las células más muertas, se fermenta la otra mitad de la mañana hasta la una y media, hora de entretenerse en “tomarse la tensión” en la bodega de siempre, volver al hogar con sentido inverso al horario marcado, registrarse en los módulos gastronómicos y sentarse sin ceremonia para degustar el esperado almuerzo.
La tarde -que tiene ese don inapreciable de la largura- da para dos horas de piscina, una hora de gimnasio, unos kilómetros en la cinta, la ducha, el aseo, la vuelta al aire, las tres horas de televisión para informarme y seguir adquiriendo conocimientos, la cena y la almohada, hasta la jornada próxima. Es, exactamente mi vida de todos los días, de todos los años, desde que puse en uso mi razón.
-¡Uff, dónde habré leído yo esto!.
Ramón Llanes

CÓLICOS

 CÓLICOS

Los seres humanos en general pueden padecer un cólico nefrítico pero los poetas sufren a veces cólicos oníricos, los viejos sufren cólicos neolíticos, a los futbolistas les vienen cólicos balónicos, a los curas cólicos místicos, a los dulceros cólicos tártaros, a los alpinistas cólicos vértigos, a los morenos cólicos pálidos, a los escritores cólicos esdrújulos, a los torneros cólicos férricos, a los malvados cólicos sádicos, a las modistas cólicos módicos…y así hasta llegar a dios que sufre a diario sus perversos cólicos acólitos.
Ramón Llanes.

viernes, 24 de enero de 2025

ENREDOS

 ENREDOS

Chico busca chica, chica busca piso, emigrante busca trabajo, perro busca dueño, inmobiliaria busca clientela, banco busca intereses, niña busca Tablet, cura busca feligreses, noche busca luz, tiempo busca paciencia. El pantano ha cerrado su menstruación por el exceso, las hierbas nunca crecen en verano, las golondrinas se han dejado engañar, ahora parece primavera. No me encuentro, me he perdido en el último compromiso de arena, las vacas han dejado de ser sagradas, la indigencia es un oficio.
Mujer que busca ternura, canción que busca letra, verso que busca voz, la soprano que encuentra partitura, dios que se pierde, Juan que busca libro, la nostalgia que se olvida, el tren que sigue en vía muerta, la madre que espera la llamada del hijo, la Navidad que se fue a trompetazos, hemos solicitado lluvia para hoy, los ojos de mi madre son eternos, la soledad tiene lágrimas por vicio. Queda la desesperación agotada en el asiento último de la última noche del último optimismo y las cosas ya se han dicho y el prestidigitador ha desaparecido de este mundo y no estamos para cursos de alegrías. Hoy -que no estoy triste- no me atreví a ponerle otro acento a la alegría.
Ramón Llanes

DIÁLOGO DE BORRACHOS

 
 
DIÁLOGO DE BORRACHOS
 
 
-Echa otra copa, compadre,
que la noche es larga.
-Déjate de más copas, compadre,
canta un fandango
y que suene la guitarra.
Que traiga la música
el son de las cosas que hacen
que sea siempre la vida
una esperanza.
Tócame por medio, rasguea, canta,
echa tu voz a este aire,
que estamos en la mina,
y la mina necesita el “quejío”
de los hombres de raza;
alegra con tu acento a la tierra querida
que tanto nos ampara,
cántale al barrenero,
al capataz o al guarda,
cántame tus penas, compadre,
cántame aquellas canciones
como tú sabes cantarlas.
Anda, compadre, revienta y canta
que el cante es la única paz
que podemos poner los pobres
a esta maldita miseria
que nos rompe el alma;
cántale a la luna,
a ver si la luna puede hacer
que entierren las armas
esos mercachifles golfos
que invaden con sus soberbias
nuestras tierras tan amadas.
Cántale, compadre,
como tú sabes,
¡con rabia!,
como si estuvieras denunciando
a quienes no respetan los sueños
de los niños
que por este mundo tristes andan;
y canta por aquellos que se fueron
a los sitios tan lejanos
de las nubes solitarias
y se rompieron
a trizas las manos y las agallas
y dejaron en el mundo
una agonía de sueños
maligna como el olvido
y eterna como las aguas.
-Echa otra copa, compadre,
y que suene la guitarra.
 
 
            Ramón Llanes.

DE PUNTILLAS

 DE PUNTILLAS

 

Y ahora -de puntillas- me creo en el deber de pensar en el futuro que es mañana o dentro de un rato para determinar mi constante deseo y trabajo por permanecer siempre al lado de la vitalidad de los míos, del emblema nuestro, de la madre esperanza que es siempre mi tierra, de la perenne gana de continuar componiendo estímulos que a la vez generen sentimientos de bienestar para cada uno de los seres -mis cómplices- con quienes tengo el compromiso vital  de mejorar cada día el sentido de vivir.

 

Ramón Llanes. 

jueves, 23 de enero de 2025

NUNCA

 NUNCA

 

                El mundo se ha transformado en mis narices volteando ruinas y emulando ratos de pequeña felicidad, mas nunca se sumergió en procurar un algo extraordinario que fuera suerte o sorpresas en tono de maravilla que nos instara consecuencias grandiosas. Nunca la verdad tuvo su total predominio ni las razones se oyeron sin abulia, nunca la capacidad superó a la decadencia, los astros nunca estuvieron de nuestra parte, lo conseguido se procuró en la batalla, la contienda hubo de ser la identidad. Nunca nos amamos sin un reto de tropiezo, nunca nos adelantó el universo generoso.

                Será que el ansiado futuro prepara evoluciones exotéricas para aliviar acaso las sustancias limpias de nuestra existencia y nos preserve un pronto amanecer con el cambio del horario de la suerte para así tener que evitar el sueño o la batalla para cualquiera de nuestros menesteres más pequeños y preciados como andar, comer, dormir o acariciarte.

 

                Ramón Llanes 

NO ES NECESARIO

 NO ES NECESARIO

Embargar a la luna,
comer piedras de postre,
desenfundar antes que el amigo,
pronosticar la tragedia,
apagar la tormenta,
desordenar los pronósticos,
desahuciar a los pobres,
volver a buscar lo encontrado,
trazar una línea roja de discordia,
mentir sin rumbo,
estropear la primera cena,
maldecir por honor, rezar al amanecer,
perseguir a los locos,
trasnochar por vicio, matar poetas,
obedecer a los generales,
borrar adjetivos,
decidir por hastío, amar por odio,
desocupar todos los espacios de la razón,
vender la mentira,
insistir en olvidar, morir,
no es necesario.
Rllanes

MI PUEBLO

 MI PUEBLO

Una minúscula mota en la bola del mundo o acaso un lugar con poca importancia en la estructura de este firmamento social en el que la geografía lo puso, o más o menos la ínfima parte de un pedazo de tierra abierta hasta el alma durante siglos, ese es mi pueblo. Y decir tierra no solo es renombrar las piedras escondidas, los roquedos libres y los socavones, decir tierra es hablar de nosotros, de los sentimientos de cada uno de nosotros, del carácter y de la afabilidad, de la predisposición a la entrega y del estado pacífico y positivo de nosotros. Decir tierra significa pertenecernos a ella con las consecuencias de nuestra minería y nuestra verdad, esa que nace en la hermosura de las profundidades y siempre es única. Decir tierra es decir Tharsis a corazón completo y participar en la elaboración de sus latidos, en cuidarlos, en atenderlos, en fortificar la convivencia, en emocionarse y emocionarnos; decir Tharsis es involucrarnos en la existencia de sus gentes, en hacer vida, en luchar por mejorar las cosas, el aire y los sueños; decir Tharsis es comprometerse con esta identidad hasta las trancas. A quien se pringa y batalla y se deja la piel, a quien todo su tiempo es poco para estar en su terruño, a esos “quienes” tan diseñadores de estos sueños y consumidores de horas en estos agasajos, a esos que saben, que se saben y que sabemos que pertenecen a la simbología de nuestra identidad, a esos que sueltan las palabras de halago y agradecimiento, a esos me refiero que son los necesarios.
Ramón Llanes.
Puede ser una imagen de jacarandá y nubes
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