25 PROYECTOS PARA EL
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Con la misma ductilidad del sueño
e igual envite con la emoción se han atrevido mis entrañas a fortalecer el
promedio del año anterior y configurar en plena prioridad lo mejor que harán mi
cuerpo y mi alma juntos en esta nueva forma de vivir; se trata de diseñar el
futuro, de ponerle nombre, de asignarle fechas; se trata de inventar el devenir
para luego poder estar orgulloso de haberlo adivinado con el pensamiento: “no
fue para mi una sorpresa, lo tenía previsto”. Me será grato visitar otra vez a
Rosi y Oliva en Trigueros por la época de los primeros tomates; compartir
poesía en Moguer por Mayo recitando ante la tumba de Juan Ramón; acudir con la
misma humanidad a las Pascuas de El Almendro y Castillejos; subir Peña arriba
cuando sean los últimos días de abril a recordar cantes y hacer nuevas coplas;
volver al germen de gruta de Aracena a revivir vivencias; andar Huelva desde la
Vega Larga a la Ría con la imaginación de los versos; vivir en 1900 la
templanza de las noches de literatura y música; ganarle tiempo al verano para
disfrutar de fandangos y guitarras allá en Santa Bárbara de Casa; volver mil
veces a Calañas para lo de siempre del afecto; pisar los terrones del huerto de
mi amigo Cristóbal en Los Montes; arriscarme para mi Romería de Mayo y mis días
de Velada de julio; asentarme un rato en Las Cruces porque allí se hacen buenos
aparejos con las conversaciones; recorrer en Bonares las devociones
preciosistas; recitar en Rociana con
cara de luto las consignas del amigo Cabrera; encender las alegrías de los
atardeceres del estío por el portalón de la bella ermita de San Benito; exponer
de nuevo en Gibraleón la costumbre de cualquier poema; recorrer las Feria del
Libro con palabras, desparpajos y entusiasmos; pensar en la portada del próximo
libro; escribir para el próximo libro; hablar con la vida; acariciarme a diario
con la fortaleza soberana de la familia; interesarme por quienes andan con la
osadía de cumplir años; permanecer atento a las soledades de los otros; procurar
un interés mayúsculo por los compañeros y amigos que se resienten en la salud;
tratar de romper esquemas para la creación de la Paz; abrazarme con las miradas
que amo; ser infiel con la discordia; tributarle el mayor homenaje a los que
nos hicieron de inquietudes y bondades. Plantar árboles para poder continuar
escribiendo en ellos nuestros nombres.
Quizá sean más de 25 pero no
quiero quitar ni uno, en todo caso añadiré mil más, que el año tiene muchas
horas y el alma prefiere una singladura ocupada.
Ramón
Llanes. Enero 2025.
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