Qué
tienen en común y de diferente, a la vez, el agua y el fuego, la
luz y la sombra, la tierra y el aire, el amor y el desamor…
Evidentemente, todo y nada. Tales conceptos coexisten con nosotros
día a día. Forman parte de nuestra vida. Cada uno los vemos de una
manera distinta. Sin embargo, Ramón nos las cuenta en sus semblanzas
internas de una forma sencilla, con un dominio de los vocablos, del
conocimiento de la lengua, con una técnica llena de lirismo, que a
muchos nos parece difícil interpretar. ¿Lo veis? Sencillez y
dificultad. Palabras antagónicas que todos vivimos y que todos
sentimos… ¿Cómo explicarlo? Sin duda, la clave está en la visión
personal, en el don, en el duende, en el ARTE con mayúsculas. Por
tanto, llegamos a la resolución de un sencillo silogismo
existencial: “Ramón Llanes es un artista”.
Consigue
con su pluma lo que un gran pintor llega a plasmar con sus pinceles.
El resultado de ese lienzo son estas “Secuencias del más adentro”
y otros muchos de su extensa obra literaria. El paisaje lo tiene a su
alrededor: nos baja a la mina, nos sube a los cabezos andevaleños y
desde allí nos transporta la memoria, porque él, como nadie, sabe
plasmar el trazo, el color, la expresión, el sentimiento…
Amigo
Ramón, déjame decirte utilizando tus propias palabras, que aún es
pronto para que degustes tus flores
de chocolate. Seguro
que verás como “…iremos
corriendo al futuro, empujándonos unos a otros todos los hombres de
la mina” y,
sin duda “…volveremos
a ser bocamina, pirita, salario y alegría”. Y
ten, pero que muy claro, que tu nombre también permanecerá
escrito en las piedras
de Tharsis, para siempre. Mucha salud y enhorabuena por este trozo de
tu talento y de tus adentros.
09/01/2015
Dedicado a Ramón Llanes
Domínguez, en la presentación en Tharsis de su último libro
editado “Secuencias del más adentro”.
Francisco González Durán.
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