VIVIR SETIEMBRE
Ya no son vísperas de otoño
de color atardecido,
no es lumbre inventada por el tiempo,
no huele por oler a tierra y campo,
ya es pleamar pura de otoño bien nacido
con sus tiemblos de viento
y sus amores, con sus espasmos,
con sus búsquedas de olvidos
en las raíces ocultas del mastranto,
ya es agua con vellos enhiestos
y tú respiras y respiramos y yo respiro
a nube nueva, a paz de olivo,
a hojarasca y salto,
y son por múltiples casi infinitos
los menesteres que el aliento
percibe –a poco de vivirlo- en el barranco,
ya están viejos los recuerdos
y se ha poblado la dehesa de sonidos,
de setas, de alfombras, de reflejos,
de vida, de tímido fuego de cortijo.
Es el otoño un amigo
para los próximos ratos.
Ramón Llanes. 24 setiembre 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario