EL DOLOR EN EL BELÉN
Se me coló en el belén
una dosis de amargura
sobrada de desaliento
y con cara de mujer,
rebosaba de hermosura
y a la vez de sufrimiento,
un llanto triste, un lamento,
lágrimas sin contener
y dolor en desmesura.
Dimos cariño y asiento,
y algo para comer
y se quedó junto al fuego
de nuestra ardiente aventura.
Hizo más noble el belén.
Ramón Llanes. 24.12.2020
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