PARA
ENCARNITA Y CARLOS
Un
tiempo de niñez y de alegría,
la
mina, los amigos, lo mejor
de
algo parecido a la emoción
o
muy parecido a la fantasía.
Carlos
con su armónica aprendería
a
escribir los ritmos de una canción
y
con la guitarra, imaginación
para
conseguir lo que pretendía.
Encarnita
llegó con su armonía
a
ponerle más paz a la pasión
de
padres, más felicidad surgía.
En
el recuerdo amable una razón:
ese
Tharsis que siempre quedaría
sostenido
en la piel del corazón.
Ramón
Llanes
Con motivo del Encuentro
MEDIO SIGLO DE AMISTAD.
Tharsis octubre 2016
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