37.
Fijemos
en una luz la vida,
de qué
color se sueña,
de qué
se alimenta.
Luz y
vida
se
vuelven apariencia,
se
acaban llamando a la muerte
y se
apestan de dolor.
Y al
amanecer se caen
de
soberbia en el reproche.
Ramón
Llanes. (de MEMORIA DEL PRÓDIGO)
No hay comentarios:
Publicar un comentario