COMO SI NADA
Al lagunar volvieron las garzas una vez atendidos los oficios devocionales de la semana de dios, así que sin esperar al descanso y tal vez sin demora previa cada cual de los habitantes de la charca se hizo a bien haberse resucitado a sí mismo y, como ellos, también los orfebres, el deán, los espejos, las súplicas y el arrepentimiento; a los sitios de compromisos y “reaños”, a la propia calle, a la vida sin cornucopias ni silencios, se atenazan los seres para cumplir lo pactado en noches de cuitas y esperanzas con el salvador. Y darán cuenta, si son atrevidos y leales, del mensaje de bondad aprendido y el menester en adelante será un traslado del amor al prójimo, que nunca un cumplir fugaz y amorfo, una sumisión banal o un “paripé” de incienso y comunión, como si nada.
Ramón Llanes. 5 abril 2021.
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