LA DEMAGOGIA DEL VOTO
Todo
acabó y todo empieza. Las urnas no son un montón de milongas juntas ni un
reguero de promesas, las urnas, en todo caso, son el resultado que el rito de
obedecer otorga a los votantes; pero una urna tiene mil interpretaciones más,
como muchas desviaciones o infinitas cábalas. Ya están guardadas en un almacén
con ventanas altas y oscuridad a medias hasta que la próxima convocatoria o el
siguiente capricho vuelvan a llamarlas para ocupar un lugar de privilegio en la
misión de la democracia, acaso más que el vocal de turno, el delegado de arriba
o el mismo presidente de la junta electoral. Definitivamente las urnas han
cumplido.
Empezará
a subir la fiebre, con el escrutinio finalizado, en los cuerpos de quienes se
alzaron con la suculenta victoria -a veces pareció una batalla-, y bajará el
nivel de autoestima en aquellos que no supieron ganarse el derecho al voto en
la demasía necesaria. Contaron los vencidos sus refriegas y sus conatos,
admitieron el empleo de cargas y artimañas para intentar conseguir un premio
quizá inmerecido. En el interior, los vencidos piensan que el pueblo se
equivoca, que sus personales valías no se tuvieron en cuenta, que los
contrincantes no alcanzan la mitad de su compromiso; es así, una reflexión que
nunca admite la culpa ni la capacidad del contrario, se limita a retrotraer su
ego a un ejemplo anterior donde demostrara más de lo exigido. Olvidó el vencido
las reglas del juego y el respeto al otro.
Después
de tan gruesa pulpa, rehechos los ajustes, apuntados los números de votos para
las estadísticas, cumplido el trámite de la firma y entregado a cada cual su
acta, después de toda esa menudencia, surgirán mejor que el diálogo las
demagogias que se guardan en lugar tan seguro como las urnas y que a los menos
vencedores les parecerán tan importantes como las mismísimas urnas para
reiniciar un proceso de venganza tardía a base de trucos y en algunos supuestos
-los más sensatos- echarán en la mochila sus recuerdos y legarán su cargo al
sustituto que a buen seguro tendrá idéntico o mejor compromiso y hará su
trabajo exento de sospechas. No queda otra.
Ramón
Llanes 27.5.2015 EN DIGITALEXTREMADURA.COM
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