COSAS DE ANDÉVALO
(Dedicado a quienes se desviven por esta tierra).
(Dedicado a quienes se desviven por esta tierra).
Coincide con el primer domingo de mayo o es que mayo quiere comenzar en
aquel templario de folía, jamuguera y San Benito, en la estribación
alta de un lugar mágico donde el templo guarda tanta antigüedad como la
sombra. No estará el eucalipto grande más que en la memoria, estarán año
más el sabor en algo íntimo, ubicado en el preciso claro que a mediana y
pozo la primavera echa su esplendor por elegancia. Ermita
dedicada al santo que se evoca e invoca en tierras altas de El Cerro a
compás de ritos indescifrables que componen deliciosamente una paz
única. No es siquiera fiesta, no diré que se trata de romería al uso,
no, tampoco desfile de vanidades; es, lo subrayo, devoción, ritual,
convivencia y sencillez. Es también un conglomerado de misticismo e
intimidad infrecuentes, poco dados, donde no impera más que el servicio a
una reflexión y la alegría por un contento que el mayordomo y familia
se llevan a su gloria. Ese patrón goza de gran importancia en el entorno
cerreño y en Los Montes, y digo que desde siempre, desde siempre, y
allí están los signos.
Ramón Llanes, mayo 2017
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