CUANDO
TÚ ESCRIBES
Dedicado,
fíjate, con una admiración útil,
a Manuel
Garrido Palacios, cuando escribe.
Cuando
tú escribes, divulgas un halo de complicidad a quienes volvemos la
vista a tu ejercicio. Te imagino, mirando horizonte de ría, Mozart
de fondo o tal vez (también) Beethoven gafas a medio caer, letras
ensimismadas unas con otras, tú domándolas; te imagino sobresaltado
por cada emoción que te va propinando este parto tuyo; te imagino
feliz, lo sé. Luego, te imagino esculpiendo para dentro el gozo que
te dió lo escrito. Y después de todo evitas tu propio halago y le
dedicas tu honor a las palabras que se te acercaron.
Cuando
tú escribes, sentado, serio y solitario, en las tardes asomadas de
rojo, acá en la Onuba febril de los artistas, el tiempo deja de
pasar y te respeta, y aparece a propósito en un letargo postizo que
nadie advierte. Escribes, pues, sin soledad, con un universo de
músicas y palabras que jalean la vocación; escribes a compás de
tiempo y con su aquiescencia. Al poco, vienen a mí, tus
pensamientos, a leerse. Es imposible pensar para otro lado, cuando tú
escribes.
Ramón
Llanes
14.10.12.
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