III
Aguas
de liturgia
anegan
las púrpuras de los breviarios,
humedecen
el calor de la palabra,
ahogan
sin prisa
el
silencio de las velas
en
la capilla de San Judas.
Si
nacieran las beatas otra vez
al
rito, besarían las estolas grana
que
iza el monaguillo
a
compás de salmo.
Ellas
están aún
en
el cuarto misterio del sueño,
sin
desdén, sin labios
y
apretujan un crucifijo
de
nácar gastada,
desvelado
por la luz del incienso,
musitando
a coro un rosario infinito,
nunca
despavorido
por
las preces de los fieles
en
la antífona de entrada.
Ramón
Llanes.
(Del
poemario AGUAS DE LITURGIA).
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