DESDE LA LUZ DEL CONSUELO
Al quebranto de la
muerte vino una luz nítida que consoló el estado triste de tanto
malestar, fuistéis vosotros, amigos de la sabiduría entendida como
afecto, vosotros desde el abrazo presente, todos aquellos que se nos
acercaron a la mirada para decirnos que también nuestro dolor era su
dolor; y fuisteis vosotros, amigos de la distancia, que dejásteis en
las letras el trozo de querencia necesario para nuestras dolencias; y
fueron ellos, los ausentes, -que quizá nunca sabrán que mi madre
dejó su vida-, quienes también sentimos porque ellos hubieran
puesto un suspiro de recuerdo en esa inmensidad del aire; y han sido
los habitantes de nuestro amado pueblo y los amigos de todos los
pueblos y los seres incrustrados en nuestros sentimientos quienes
lograron hacernos llegar esa luz de consuelo tan necesaria.
El universo de mi madre,
que somos todos los habitantes crecidos en la buena voluntad de los
humanos, hacemos un solo corazón para agradecer vuestro compromiso
de ternura. Mi madre os cuidará siempre.
Ramón Llanes. 16 abril
2017.
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