Comentarios
para la presentación del libro de Ramón Llanes en Tharsis, “El
cajón del sastre”. 14-08-17.
Yo leo, tú
escribes, ella siente, nosotros amamos… Verbos hermosos para
conjugar. Lectura, escritura, sentimiento, amor… Sustantivos con
alma usados para comunicarnos, crear belleza, vivir, protestar,
crecer…
Hoy esos
verbos y sustantivos, entre otros muchos de una larga lista, nos
sirven de énfasis para presentar en Tharsis el libro El
cajón del sastre, de Ramón Llanes
Domínguez, tharsileño de origen, estancia y destino.
Este
conjunto en su totalidad, desde mi humilde punto de vista, es un
compendio de artículos y pensamientos entremezclados, que van
hilvanados con un estilo y forma preciso y perfecta, y con un fondo
claro de disconformidad, unas veces, y gusto y entrega, otras.
Los ribetes
en la expresión son de un profundo lirismo y sobresale en sus frases
un total conocimiento del idioma, una perfecta construcción
gramatical y un espectacular uso de los recursos estilísticos y
figuras retóricas. El autor elige y entresaca los vocablos adecuados
y los ensarta con precisión hasta componer una melodía literaria en
la partitura del presente.
Podría
decirse, que su libro es un diario sin cronología uniforme, o mejor,
que es un ideario dando saltos de caballo en el damero del tiempo.
Esas ideas,
esos pensamientos, esas rabias… no son más que situaciones y
momentos por los que pasa el autor en los cinco últimos años, y las
va recogiendo, dándoles forma y colocándolas, sin un orden
establecido, en El cajón del sastre,
que hoy nos presenta.
En ese cajón
metafórico, al meter la mano puedes pincharte con una aguja o
alfiler, y sangrar, y padecer dolor, y hasta gritar. Pero también
puedes tocar un trozo de retal de terciopelo y sentir la suavidad de
una caricia o recordar la sonrisa agradable de un ser querido o
percibir los aromas con los que creciste. Todo cabe en el cajón:
lirismo y rebeldía, ternura y dolor, rabia y súplica, descontento y
entrega.
Todo libro
lleva un mensaje que hay que descifrar y todo autor escribe con una
intencionalidad clara. Ese mensaje e intención, esperan de nosotros,
los lectores, una reacción inmediata, sea cual sea. Si no
reaccionamos es que no hemos entendido nada.
Yo leo, tú
escribes… Así comenzaba esta modesta crítica literaria de El
cajón del sastre, libro que yo animo a que
lo lean y que lo compartan, y si os gusta, reaccionad.
Mi más
sincera enhorabuena al autor, con el deseo de que obtenga el éxito
que se merece. Sabes Ramón, te lo he dicho en más de una ocasión,
que para mí eres el Juan Ramón tharsileño, y permíteme que te
dedique la letra de este fandango:
Tú eres
el hijo del sastre
y traes
repleto el cajón
el día
que lo presentaste
en
Tharsis, amigo Ramón,
a tu
pueblo enamoraste.
Francisco González
Durán.
Tharsis 14 agosto 2017
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