PRIMERA
PONENCIA.
Pongo
el dedo, la llaga,
el
precipicio, la honda,
la
fragua, el caldo,
el
libro.
Pongo
el horizonte,
el
grana y la acuarela,
el
besamanos, la culpa,
el
recibo.
Yo,
anoto calderilla,
avivo
el fuego, medito,
aprendo
y me rompo
con
el soportal de la tarde.
Es
la tierra quien me anuncia
el
timbal de los madroños
para
olvidar la cuesta del estío.
Pongo
cieno por impulso,
margaritas
por arrojo,
helechos
por costumbre,
sopa
por hastío,
besos
pongo por amor
en
mi mesilla de noche
y
un marcapasos de nácar
que
me duerme.
Ramón Llanes. (MEMORIA DEL PRÓDIGO)
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