SEVILLA
DE PAZ.
El
obligado compromiso del poeta
con
la Paz que le hace,
las
muecas viscerales que reflejan la rabia,
es
la vida un desdén de puntos finales
con
la sonrisa,
murieron
los hombres que la crearon,
desapareció
el límite de los sueños
hechos
en casa a base de rebeldías.
No
consentid que sea fiera, insolidaria
y
esquiva la Giralda,
no
sea manso el Guadalquivir,
que
ambos requieran
el
triunfo de los nómadas
y
la pacífica manera de entendernos;
sea
Sevilla propósito
de
esta enmienda corpulenta
que
se agarra a la Paz
sin
consentir mínimas opciones
a
los desvaríos bélicos de las conciencias.
Sea
Sevilla agua siempre de Paz.
Ramón Llanes.
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