LOS NOVIOS DE LA
MUERTE
La cúpula del
partido que nos gobierna no muestra atisbos de preocupación, malestar, dolor o
vergüenza una vez conocida la sentencia que viene a condenar a todos sus
pastores; se mantiene en su arrogancia, critica a cuantos se atreven a exigirles
un rigor distinto, grita para echarles en cara desaciertos anteriores empleando
una terminología falaz que
comparativamente consideran que les favorece. Salen al ruedo los
iluminados voceros que hablan de su heroicidad al salvar la patria de debacles
en tiempos de gobiernos de otras siglas, de que baje la bolsa y suba la prima
de riesgo por el anuncio de la moción de censura y el Presidente se saca una metáfora de sus
escasos recursos que él mismo entiende como un buen ataque a modo de defensa y
advierte que las notas de credibilidad las reparten los votos y no los jueces.
Nunca oímos semejantes memeces.
Quizá
la historia les perdone los errores caseros, las idioteces y las mofas a los
adversarios pero la historia cercana será cruel con sus actitudes de altivez y
soberbia y también les condenará por faltar a la verdad como mentirosos convulsivos
pero quedarán como mancha larga en todas las historias de este país las
significadas avaricias y la culpa por haber obstruido y mermado los derechos
fundamentales de los ciudadanos hasta las más mínimas cotas. Cuando la justicia
husmee en los gerifaltes que han quedado indemnes ellos mismos se unirán para
entonar la honorable canción “soy el novio de la muerte”, y se convencerán de
haber redimido sus grandes culpas. Y nosotros seguiremos denunciando que sois
churretes de la democracia.
Ramón
Llanes. 27 mayo 2018.
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