ROMANCE DE
NOSOTROS MISMOS
Para Gregorio Barroso
en su homenaje.
De aquella juventud de fantasía
que tantas ilusiones proyectara
y a tanto divertir se dedicara
ha quedado una senectud con gran valía,
que algunos de calvicie se vistieran,
que otros con dolores se aquejaran,
que muchas con honor les sobrarían
nietos que son el gozo que se espera
cuando los sueños son de edad tardía
y tan cortos los ciclos que se acercan.
Es nuestro mundo cercano a los finales
que los años imponen a
la vida
cuando parece más probable la partida
y se ve muy útil lo vivido,
muy acertado el deber cumplido,
muy prolongada la amistad tenida
y cubierta la misión con nuestros hijos.
Somos aquello que una vez soñamos
o solo de aquel sueño, la mitad,
somos la madurez de aquella realidad
que con la ayuda de Gregorio proyectamos.
Ya no valen los deseos de contar
nostalgias o trofeos que alcanzamos,
quizá mejor ponernos de nuevo a soñar
asuntos que no quedan terminados.
Y abundar en la amistad, en los encuentros,
en la suerte de
tenernos abrazados
por todos los valores del recuerdo,
por los momentos terminados
que nos hicieron ser como nos vemos
y son el patrimonio que tenemos
tan merecidamente alcanzado.
No es más el afecto si se halaga
ni mejor por ello el halagado,
pero gracias por estar a nuestro lado,
sin ti Gregorio hubieran sido más las faltas
y menores los principios tan logrados
en este grupo de jóvenes que alcanzan
la libertad de estar capacitados
para brindar por ti con la esperanza
de tenerte mucho más en la templanza
que fuera tu consejo siempre dado.
Ramón Llanes.
Punta Umbría 30 julio 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario