BAJO EL IMPERIO
AZUL DE LA CORBATA.
Nos solemos distinguir por los
signos de nuestros comportamientos, incluyendo las formas de vestir, el corte
de pelo, la marca del coche, etc. Somos parte de ese ritual que a la larga nos
condiciona de manera positiva o negativa según se mire, entramos de lleno en la
sociedad con esas costumbres ya adquiridas y nos sometemos a ellas aunque en
épocas anteriores presentáramos actitudes más rebeldes.
Sin duda los signos externos de
comportamiento nos tildan, hay una tacha social hacia algunos estereotipos y
nosotros nos acoplamos al traje que más nos apetece o nos apuntamos a la lista
deseada. La elección de nuestro slogan también nos identifica pero seguimos
mirando atardeceres para intentar desviarnos de estos perecederos ritos.
Ramón Llanes.
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