LA INAPRECIABLE BELLEZA DE LA JARA
Qué pocos poetas dicen
la belleza de la jara,
qué poco pintor la pinta,
qué poco orador la halaga,
qué pocos ojos le ponen
metáfora en la mirada,
y qué humilde es esta flor
que no grita en la majada
ni se duele si la cortan
ni entristece si la arrancan,
qué flor más libre
que a todo el campo lo cubre
y a la dehesa engalana
y con su manto lo viste
todo de verde y de blanco,
todo color de esperanza,
de primavera que alegra
las tristezas y las aguas,
qué olor le pone a la vida
la sencilla flor de jara.
Ramón Llanes
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