¿POR TU CULPA O POR LA MÍA?
De pronto
todo se asemeja a una playa inmensa donde la orilla ejerce de manto acogedor
que recibe olas, espumas, arena, efluvios de mar, pensamientos de brisa y nueva
luz, se vacía de nostalgia la sensibilidad y comienzan a sonar las músicas, los
pájaros, la vida. Parecía imposible que surgiera de pronto el futuro en forma
de quimera y llega a las manos humanas de los seres que la apostaron con una
delicada profusión de humildes que la acogen. Y los sueños comienzan a
realizarse desde la hondonada, desde la pasión. Hay un lugar infinito para la
esperanza que nos hará menos solitarios.
Ramón
Llanes. 9. Enero 2020
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