De nuestros sueños perdidos qué dirán, acaso que tuvieron solo la mitad de la culpa, que los bárbaros son los otros, que en los bancos azules solo se cuecen progresos, dirán los culpables que tienen la verdad desde siempre, que los “rojos” no son compatibles con la verdad, dirán que sus dioses altivos les amparan, qué dirán los senadores de nosotros que andamos casi sin poder hacerlo y perdemos dignidad cada minuto. Acaso griten con el silencio en la mentira para desviar, otra vez, que sus fines son el mando para llenar ombligos propios y entumecer huchas ajenas. Acaso dejen de mirarnos y lo agradezcamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario