CASI LLUVIA
Merodea por este andurrial
nuestro un soplo de agua, una casi lluvia fina que ni siquiera llega a chubasco
y que deja a la tierra con la miel en los labios como si a engañarla hubiese
venido; como a un novio a la puerta de la iglesia esperando a la amada, como a
un niño enseñándole el bocadillo de la tarde sin entregárselo. Una débil casi
lluvia, enjuta y tímida, simulando un afecto sin abrazo; y las solanas sin
buche y los galaperos y los olmos secándose y los humanos mojándose de guerras
y la primavera en el postigo queriendo entrar pero con miedo. Un panorama
natural hecho también de la ternura desvaída del tiempo. Y los paraguas en las
manos sin tener que abrirse.
Ramón
Llanes 17 marzo 2022.
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