A SERVA-LA BARI
A mi, que sin saber llegar a Sevilla, me ha tocado
escribirle con versos la visita,
diré que mi creencia me impone y necesita
un “pan de oro”, un silencio bien “callao”
y una gota de fiesta y tal vez de agua bendita
para sentirme hombre, excelso y ensalzado
en el gozo de comprender
si acaso la censura de nacer
me haya a conciencia equivocado
o sea yo ese poema que con el alma Huelva invita
a Serva-la bari que en sus costeros grita
a sus cristos apasionadamente amados.
Ramón Llanes.
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