VICIOS
Ser vicioso de algo entraña
cierta elegancia y define con énfasis de persona curiosa a quien tiene el don
de prodigarse en tal menester; no sé si la sociedad ha perdido el afán por los
vicios pero estoy en ella y no lo aprecio, quien tuviera la manía de
coleccionar vitolas de puros, aquella otra que guardara “mariquitinas” en su
caja de zapatos, el vicioso de los mecheros, el de los relojes, la mujer que
acumuló más de tres mil agujas de hacer punto, el coleccionista de sombreros y
los más extravagantes viciosos de coleccionar abrazos, nubes, tardes de sol,
besos, flores secas, etc. Aunque los vicios parezcan desviaciones de la cordura
tienen su dosis de emoción y encanto. Yo, con la edad, me he hecho al vicio de
coleccionar días vividos.
Ramón
Llanes.
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