ME ALEGRA
Esto de Cataluña nos ha
tenido preocupados, cabreados e indecisos, cada cual ha emitido su
opinión sobre el asunto y cada cual ha expresado su enfado por
entender que no podía ser posible que de España se quisiera separar
alguien, con la grandeza que tiene y con la belleza en todos los
ámbitos que posee. Y nosotros, que estamos en otra dimensión, que
somos más olvidados y que nos afectan menos las ganas de libertad
-ellos la solicitan a gritos- y que pertenecemos a un hemisferio
distinto, no entendemos de esas cuestiones de macro política donde
se discute la sumisión de dios a la causa de los catalanes o de la
imperiosa necesidad de promover una separación de la estructura del
estado para formar otro estado; uff, eso no entra en nuestra
capacidad de rebeldía y si entra solo se queda tres segundos y sale
despavorida del pensamiento; nosotros estamos en proyectos y
actitudes más cercanas y queremos trabajar y vivir, tener hijos
educados, ser cultos y no abandonar la tertulia de la amistad, esa
es, en síntesis, la idea de bienestar que nos mueve.
Ya han soltado amarras
las opiniones a través de las urnas y quienes tuvieran pájaros de
independencia en la cabeza se han visto orgullosamente desengañados.
Y no ha sido traición, solo que otros muchos, muchos más, no
pensaron como ellos y lo han hecho saber. Me alegra que se queden,
que apechuguen con la construcción de este país hasta mejorarlo
todo lo necesario y que empiecen a entender que hacen falta, que su
colaboración nos viene bien, siempre que se muestren igual de
comedidos que el resto y no se les vuelva a ocurrir pedir más de la
cuenta, como hasta ahora. Y que entiendan que España es un país
donde se vive con una cuota de libertad muy alta y que los españoles
somos trabajadores, sabios, honestos y profundos, y que no pierdan el
tiempo prejuzgando a personas que ni conocen ni les ofenden. Sabemos
que es cosa de políticos y que ellos mismos se cansarán de
demagogia.
Sentados de nuevo estos
pilares de la opinión vuelve a alegrarme que haya existido
suficiente osadía como para abortar la conspiración; que no haya
próxima obligación de tener que preguntarle a todos los españoles
si estarían de acuerdo en separarse de Cataluña, no sería una
venganza positiva ni solventaría con utilidad la prepotencia de los
impulsores de este poco lírico intento de cambio en las formalidades
de nuestro estado. Pero algo habrá que decirles porque llevan así
media historia de España y aún no se han enterado.
Ramón Llanes 28
setiembre 2015. DIGITALEXTREMADURA.COM
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