EL ATRACTIVO DE LO
DESCONOCIDO
Me imagino encontrándote
una mañana de rutina mirándonos casi sin descubrirnos, en la ciudad
cualquiera que hubiéramos inventado la noche antes o que el sueño
pusiera en nuestra senda; imaginando los pasos rotos del cansancio
perdido y buscando ese algo insinuante que la vida se atreve a
ocultar para ofrecerlo en el momento justo. A la vuelta nos volvemos
a mirar y quedamos en volvernos a mirar muchas veces, en la ciudad
sin nombre, adonde acudimos por defecto. Y la ternura que encierra el
primer sonrojo y la sonrisa grande empujando las palabras y un
suspiro que se escapa y seguir mirándonos sin preguntarnos el nombre
ni la procedencia ni la dedicación ni la prisa; sin preguntarnos el
deber o el tener, entendiendo que puede surgir el universo desde la
nada de los datos.
Hablar de sueños, de
ahora, de interioridades, de paisajes, nunca de recuerdos ni de
nostalgias; poniendo los dos el alma abierta en trozos nuevos, limpia
de arañazos y vanidades, el alma sin corregir ni envolver, un alma
sosegada por el resultado incisivo de las miradas. Luego del primer
beso apenas sin conocer por qué se formaron las grietas de los
labios, apenas sin preguntarnos dónde estaremos juntos la próxima
vez. Hablar y sonreír, contarnos todo lo nacido en esa libertad que
acaba de comenzar para nosotros. Abandonada toda curiosidad, todo
compromiso y toda lucha anterior. Empezar a ser, desde ahora.
¿Posible?.
Habría sido un
encuentro sin esperas ni prolongación, solo el tiempo que otorgara
el deseo, con la sensación de no encontrar ni perder, con el pulso
inquieto y el amor atento; los nudos del pudor compondrían esa dosis
de rabia que se apresta a descorrer lo desconocido para interpretarlo
como el punto posesivo que precisan las cosas para determinarlas. No,
nada de posesión ni propiedades, un encuentro de rutina con alguien
distinto para vivir un tiempo incontrolado con la sola necesidad de
la inyección del alma en la materia de los ojos, todo insinuado y
entregado, hasta que el final ponga su límite perfecto y cierre
todas las puertas del encuentro. Y nada será recuerdo, solo
presente, algo no vivido, algo que se está viviendo y la intensidad
le impide que se esconda en la memoria.
Ramón Llanes. 16
setiembre 2015.
DIGITALEXTREMADURA.COM
No hay comentarios:
Publicar un comentario