PAQUI AQUINO
PÉREZ
PRESENTACIÓN
ACTO 1900.
He visto y oído la poesía de Paqui
en mil contextos diferentes y desde todos me pareció observarle una especial
inspiración de nobleza. Ella escribe desde este sentimiento, lo modela y lo
adapta a su mejor paradigma de lirismo y dota a sus poemas de una intimidad
consentida, busca más la expresión que la premonición, casi diría que no se
conforma con escribir, su meta es ella misma, su compromiso, su batalla, su
génesis, la exteriorización de su adentro como necesidad para sentirse cómoda
en el verso.
No es contradictoria pero se muestra
muchas veces valiente y débil, conformista y rebelde, locuaz y silenciosa,
suele dolerle en exceso la pena lejana y con la cercanía cualquier emoción
diversa le hace herida mas nunca la noté agresiva, violenta, intolerante o
infiel a sus principios para con ella misma y para con la poesía.
Esto que les cuento no sería posible
si Paqui Aquino no hubiera pasado por momentos de quebrantos, que de instantes
felices y pálidos se le hicieron los ojos y con ellos supo mirar los paisajes
profundos de los demás; no sería posible hablar de ella así, de repente, y
presentarla ante vosotros una noche de mil novecientas sensaciones que a su
espíritu noble le vienen a demostrar la importancia de escribir. Paqui tiene
una familia exquisita y afectiva, ella lo pregona con cariño; es querida y
quiere, la amistad la cuida con generosidad, trata de ser amable con todos y lo
consigue, se desenvuelve en el universo con un halo de timidez propio de su estado
de cordura pero les aseguro que en este preciso minuto de su historia, ahora
mismo, se siente inmensamente dichosa porque tiene en su alma una vida entera
que desbordar ante la amable mirada de los suyos, nosotros. Su autorretrato se
compagina con su ternura, verán cómo no les engaño. Disfruten de Paqui, a ella
le encantará.
Ramón Llanes. 6 Febrero 2020.
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