DÍGAME
-Sí, dígame. -Buenos días, ¿es
usted el Director General del mundo?.
-Sí, ¿con quién hablo?, en estos momentos no
puedo atenderle.
-Señor, es solo un minuto.
-Lo siento, no puedo atenderle,
hable con el Secretario General.
-Solo intento comentarle, señor,
que en nuestro laboratorio de investigación, donde trabajamos en tres turnos
más de diez mil científicos de todas las disciplinas técnicas, jurídicas,
sociales y humanas, hemos des- cubierto la solución a los problemas que asolan
este laberinto llamado mundo del cual usted figura como su único Director
General. En nuestros estudios hemos avanzado lo suficiente como para detectar
cuáles han sido los errores de cálculo que el capitalismo ha cometido para
llevarnos a una crisis devastadora; sabemos, señor Director General, por qué
existe en nuestra parcela mundo tan exagerada cuota de desnutrición entre la
población infantil y hemos encontrado las fórmulas para hacer decrecer las
tasas de desempleo hasta niveles cero; tenemos muy avanzados los estudios sobre
la eliminación de los armamentos en los estados y hemos compuesto un catálogo
de compostura ética para las entidades bancarias y financieras sin necesidad
de sustentarse en cláusulas abusivas que solo sirvan para enriquecer a estas
entidades. En nuestro departamento de juventud hemos elaborado un calendario de
atenciones a las clases más desfavorecidas y estamos trabajando en nuevos
sistemas de educación acorde con posiciones sin contexto ideológico ni
dogmático. En definitiva, señor, queremos que nos atienda para ponerle a su
disposición los resultados de nuestro trabajo de laboratorio de muchos años y
de mucha gente, porque creemos haber descubierto sis- temas adecuados para que
los habitantes de este "su mundo" tengan elementos de juicio
suficientes para alcanzar los máximos grados de felicidad. ¿Qué le parece,
señor, podrá recibirnos?.
-Pipipipipipipi. -¿Por qué me ha
colgado, señor, si solo pretendía despertarle?.
27 Abril 2014
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