UN DÍA SIN
Ahora que estamos estrenando este
ciclo nuevo llamado año y ya que está instaurada la moda de celebrar “el día
sin alcohol o sin coche o sin ruido o sin tabaco”, es el momento para añadir “el
día sin político” tal vez para oxigenar la atmósfera de palabras huecas, de
discursos soeces, de ordinariez y de arrogancias y para librar a la sociedad de
debates insolentes y de políticos sin conocimiento ni ética. Sería provechoso
dedicar el tiempo que fuera de ellos -que suele ser todo- a noticias de libros,
de ideas para combatir el estrés o la indigencia, de diálogos sobre la
amabilidad o la sonrisa, de cursos de inventores, de masters sobre la
genialidad o de ejercicios de cordura, de sensatez y de emociones. A cualquier
afán que dediquemos el día resultará mucho más beneficioso para el ámbito que
mil imágenes o palabras de políticos inaugurando el malestar de cada día. ¿Con
quién habrá que hablar para esto?.
Ramón
Llanes. 10.1.2022.
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