MI OJO IZQUIERDO
Considero
que no poseo el don de la imparcialidad, me gustan más unas cosas que otras,
admiro más a unos hombres y menos a otros, me inclino más por unas tendencias y
rechazo otras, estoy en esa raya donde no tengo necesidad de juzgar y por tanto
me permito ser lo parcial que me apetezca. Mi ojo político se inclina mucho
hacia la izquierda y soy más adicto a los programas progresistas que a los
conservadores. Tengo amigos que me advierten de mi error ideológico porque es
la fuerza de derecha -dicen- la que proporciona el bienestar -no los creo- y la
que cuida -vuelven a decir- de equilibrar la economía cuando pasa por el poder
la izquierda -me río-; los logros importantes provienen de las rebeldías de
trabajadores, de pobres, de estudiantes, -digo- que lucharon para conseguir
derechos, en tal solicitud nunca estuvo la derecha. Quizá no tenga razón pero
mi ojo izquierdo no me deja ver las cosas de otra manera, lo siento, no soy muy
fino en teorías políticas. Y observo, además, que las personas a las que admiro
en las letras, las artes, la ciencia, los credos, la música, etc, también coinciden
conmigo en esto de las ideas.
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