MÁS DE FÚTBOL
Se expone el fútbol -al igual que cualquier otro deporte- como vehículo conductor de aportaciones de interés para que den lustre, consistencia y evolución a las relaciones sociales; un determinado conato de equilibrio ayuda a la sociedad, que al igual que la propia vida en otros contextos está sometida a tender a situaciones agresivas -cada vez menos- y destruir la filosofía de la competición. El deporte es un medio importante para el fomento de la concordia y para la práctica de pedagogías de integración y aceptación de individuos migrantes; el fútbol, que es un fenómeno de seguimiento mundial, ha conseguido superar los rechazos de las sociedades occidentales a personas de otras comunidades que han pretendido poner en valor sus habilidades de talento, se avanzó mucho en las teorías de acogimiento y esta posición sistémica que ahora predomina hubiera sido impensable 30 años atrás, he aquí el avance.
Mantenerse aun en posiciones de exclusión de seres en la participación en un equipo nacional por el color de la piel -siendo nativos- viene a suponer un retraso en la consideración de las metas integradoras que una mayor parte de la opinión internacional considera como imprescindibles; no estamos ya en el espacio que propone aquello acuñado en otros tiempos de la raza perfecta, no se trata de eliminar a quienes practiquen religión no aceptada, a quienes sean rubios, a los seres de etnias concretas, a los de formaciones políticas distintas a las del sistema o a quienes no hablen tal o cual idioma, la integración es plena, el ámbito aceptable es el mundo, por el hecho de nacer o naturalizar su nacimiento en la nación está cada individuo con facultades jurídicas completas para ejercer las funciones que su pertenencia le otorgan. Es evolución que en cada día se cursa con más normalidad en los foros que el deporte nos enseña y el criticado fútbol ha colaborado de manera positiva a formar conciencia, promocionar su práctica y desterrar posiciones obsoletas. Esta fórmula de elevada armonía social me merece todo mi respeto.
Ramón Llanes. 11.7.2024
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