DISTINGOS Para huir de distingos hice la memoria, me até con versos las sandalias, con paciencia el pecho, de urdimbres marqué el dolor que me recuerda la intolerancia, nadie a mi alrededor es más que mi sueño, nada es más pequeño que el mar, ni las pinzas que aguantan las nubes ni las ráfagas de los vientos ni las miradas que nos perdieron ni las voces que nos arden ni las pasiones impresas. Nada huidizo adrede domina mi garantía, que de manos de moliendas nuevas, chubascos, curiosidades, empatías y grecas de salón se han formado mis estampas; que de cobertores de iguales anchos y alma nodriza son las sedas en los recortes, que de piel es el amor; para que cuando visiten mis tripas me encuentren hombre-mujer-sal-prisa-ventana-edad, sin preguntarme. Ramón Llanes. (De la Antología por la Igualdad NO SE VAN A ORDENAR SOLAS
LAS COSAS).
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