CARTA DE AMOR Y DESEOS.
Amor, ya no me quedan fuerzas y me falla la memoria, solo
tengo recuerdos de ti y se me agolpa la nostalgia, se me han borrado los
rastros de las cosas más sencillas de ayer y tengo presente tu primer beso, el
día cuando te pusiste la blusa azul, las tardes infinitas de paseo de primavera
por los lugares menos exóticos del mundo pero que eran catedrales donde nos
dábamos el “te quiero” a cada entrega, como si se nos volara el tiempo de los
ojos y la calma nos comiera la pasión; de cuando te esperaba en la ventana de
mis días solitarios y pasabas al mercado con aires de tímida princesa, de
cuando la primera vez del baile en aquel sitio tan oscuro que para nosotros fue
la luz más intensa o cuando nos parecía la realidad un teatro con el grupo de
amigos y nos mirábamos a escondidas. Ha pasado por nosotros la vida, aún soy un
sueño deseante de ti pero debo usar las gafas de lejos para husmear en la
memoria y traer a este ritmo cansino aquella inquietud que tuvieran nuestras
artimañas para poder vernos y querernos y rompernos de tanta caricia. Las hijas
son ya estirpe hecha, los nietos abastecen de realidad el horizonte, nuestro
tren amanece un día y otro en la misma estación a la espera de nuevos pasajeros
o de nosotros mismos que intentemos cubrir las pocas singladuras pendientes. No
hace falta mucho más para sentirnos felices, hemos cumplido con la existencia
en demasía y con el honor sobradamente, le echamos un pulso a las tormentas y
ganamos, jamás contarán de nosotros que debemos algo a la bondad o al empeño,
alguien nos dio unas gigantescas fuerzas para vencer y ahora llevamos el
estigma de la tenacidad en nuestras manos, déjame que te bese ahora por si
mañana me falla la memoria. Te amo.
Ramón Llanes.
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