COSAS DE LA CALLE (12)
El banco como entidad
financiera refuerza todos los conceptos de la necesidad de limitar la
ferocidad del capital hasta establecerse en una encuesta última de
la hartura social que existe con esta figura. El banco representa las
más de las veces la usura, otras el engaño y muchas otras viene
precedido, - no sin razón- de cierta mala fama al ser uno de los
servicios más caros del mercado. Nos hemos creado su necesariedad
porque son buenos e imprescindibles los servicios que ofertan y
ofrecen aunque se excedan en este ofrecimiento llegando a convertirse
en tiendas de todo.
Ayer realizaban una
protesta los vecinos de un pueblo porque la entidad bancaria había
decidido cerrar sus puertas en la localidad. Pudieron hacer fiesta,
tirar cohetes, poner farolillos y divertirse pero optaron por hacer
público su rechazo al cierre del banco. A los mayores les dolería
no poder acercarse con parsimonia a cobrar su pensión y pagar la luz
y el agua; a los jóvenes se les cerrarían todas las puertas para
acceder a un préstamo para esto o para lo otro. Eso no importa a la
entidad, no se tiene en cuenta que el servicio es necesario solo
observan su bajo nivel de rentabilidad y “quédese que yo me voy”.
Los vecinos debieron aplaudir la decisión y extenderle alfombra roja
para que se les hiciera más cómoda la marcha, “me cachis”.
Ramón Llanes. Huelva 9
febrero 2017.
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