LA ESPERA.
(A cuantas personas se perdieron la vida a causa del cáncer).
Parece un paraíso pequeño, con sol
a muchas horas, arboleda abundante, brisa cálida, lluvia dulce, vida
y luces color azucena; lo más parecido a un paraíso. El viento es
una música grave cuando entra por los montes y aguda cuando se deja
silbar por los llanos; la paz es un don continuo sin necesidad de
trabajarla, sobran excelencias y no se conoce la mediocridad.
Los
ciudadanos conocen la generosidad de la tierra, a la que adoran, no
saben de miseria y el reloj es un compañero de estancia que camina
al tiempo de todos. Al pequeño paraíso lo circundan dos bellos y
caudalosos ríos que ofrecen agua y sosiego.
En este
lugar tan parecido a un paraíso alguien sufre por un amor imposible
y la larga espera le ha cancerado el alma viviendo en una
indeterminada melancolía como si fuera un héroe desterrado. Y en
esta noche de luna llena se bebe a solas su ración de veneno y se
duerme en la hoja de un poema que anunciaba su dolor.
Ramón Llanes.
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