AYER FUE MARTES EN HUELVA
Nada comparable con la rutina de
los días, la impaciencia de los niños por salir del colegio y las madres
luciendo la entrega en cuidado y mimo, la subida y la bajada de la marea en su
ciclo menos adverso, la luz de la normalidad, el saludo ligero a los ligeros
amigos que caminan de pronto, el encuentro habitual con el mendigo a quien se
le toma más que cariño y se le ayuda, la llegada de un compañero de
complicidades que trae como abrazo una pluma preciosa que me deja en la trabilla
del alma, una llamada para ir cerrando proyectos, la tensión ajustada a la copa
de vino, la clase de guitarra a los niños, lo adorable del hogar, el calmo
tiempo de noviembre, la probanza de un exquisito queso y la conversación
nocturna con mi amiga María a quien hace mucho que no veo; las cosas sin rango
que pasan una sola vez y se mastican en un martes sin postureo ni ambición y
sin embargo todo junto completa el calendario con holganza de agrado; nada
comparable con la rutina.
Ramón
Llanes. 3 noviembre 2021.
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